Con mi prima hicimos de todo con quienes quisimos

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Hola nuevamente, quiero contarles el día que Salí con mi prima en plan de locura total, ambas cojeamos del mismo pie y disfrutamos de los mismos gustos en cuanto a sexo, preferencias y morbo, somos muy desinhibidas cuando nos decidimos ser libres y nos dejamos hacer como les plazca a nuestros amantes en turno.

Esta historia ocurrió cuando cursábamos la preparatoria y comenzábamos a experimentar diferentes experiencias en busca del placer, claro que a esa edad ya sabíamos bastante del sexo y como provocar reacciones en un hombre pero vaya que nos faltaba experimentar muchas otras cosas que solo en películas habíamos visto y que por supuesto moríamos por hacer, ambas somos muy atractivas y de cuerpo riquísimo, desde temprana edad descubrimos el poder de un buen cuerpo y las cosas que se pueden conseguir si una accede a dejarse manosear por un hombre, hasta ese momento solo eran relaciones más o menos normales….hasta ese día que todo cambio para siempre.

Resulta que ambas estábamos en la misma clase e íbamos juntas a todos lados, éramos las clásicas primas inseparables, Claudia, acostumbraba teñirse el cabello de mechas rojas muy llamativas, recuerdo que le funcionaba muy bien, a través de ella hacíamos citas con diferentes chicos, la única condición era que a ambas nos gustaran cualquiera de los dos ya que siempre salíamos en parejas y por supuesto, terminábamos revolcándonos con ellos, pero por separado, hasta que un día, el prefecto de la escuela, nos hizo una invitación. La promesa era divertirse como nunca. La verdad el tipo nos sacaba como 15 años de ventaja, pero era muy guapo y además yo siempre quise estar con alguien mucho mayor que yo….asi que acepte.

Al día siguiente avisamos que llegaríamos muy tarde a nuestras respectivas casas…por motivos de escuela, todo estaba listo, esa mañana me puse una micro tanga que apenas cubría mi hermosa y depilada panocha que desde esa edad acostumbro depilar, la falda tablonada más corta que tenía y mi blusita que transparentaba mi sostén el cual era el más atrevido que tenia, me abrigue para no ser tan obvia y me fui muy emocionada a la escuela con mis calcetas y unos zapatos escolares de plataforma que levantaban mi colita muy rico, en el bus me dieron la primera manoseada por un tipo mayor que yo que no dejaba de restregarme la verga entre las nalgas.

El bus iba muy lleno así que yo aprovechaba y empujaba hacia atrás mis colita la cual paraba aún más para sentir ese enorme trozo de carne entre las nalgas, sentí como empecé a mojar mi tanguita, der pronto el tipo sin descaro puso una de sus manos en mi cintura y la retiro, al ver que no proteste la volvió a poner y esta vez sentí como la iba bajando gradualmente mientras hacía movimientos pélvicos muy discretos como si me estuviera cogiendo, no hice nada, al contrario movía hacia atrás mi colita cuando sentía que el empujaba hacia adelante.

Increíblemente el tipo al no ver resistencia de mi parte y notando que yo también lo estaba disfrutando bajo por completo su mano y me subió un lado de mi falda poniendo su mano sobre una de mis nalgas.

Yo di un pequeño brinco por la sorpresa pero no dije, nada solo voltee mi cara para verlo y de inmediato retiro su mano, pero para su sorpresa en lugar de reclamarle le sonreí pícaramente y le guiñe un ojo…su sorpresa fue aún mayor que la mía, asi que se acerco a mi oído y me susurro:

– Que rico culo tienes mamacita….déjame reventártelo.

Sus palabras me calentaron inmensamente y sentí como escurría mi panocha del deseo, mi respiración se aceleró y sentí como el calor se apoderaba de mí, desee con desesperación que me metieran la verga y me llenaran de leche la panocha y el ano, ya sabía lo que era que me retaquen el culo de leche y sentir que me quemen las tripas con semen caliente y venirme una y otra vez mientras me cogen por el culo. Solo atine a decirle al oído.

– Lastima señor…me bajo en la siguiente parada, de verdad me hubiese encantado, no sabe como me dejo mojada la tanga.

Inmediatamente pedí parada y me baje como pude, al voltear pude ver que el también se bajaba desesperadamente pero ya no vi mas porque inmediatamente entre a la escuela. Estaba hirviendo de la calentura y solo deseaba tener una verga adentro bombeándome.

Ese día transcurrió muy lento, mi prima y yo solo deseábamos que llegue la hora de salir, el prefecto no nos quitaba la vista de encima, en un momento no mando buscar y nos dio la dirección en un papelito, no nos dijo nada en absoluto, solo me dio el papel doblado y nos pidió regresar a clases. Al llegar al salón desdoble el papel que decía: – a la salida espérenos en la parte de atrás del cole 15 minutos, ahí las recogeremos en el auto.

Mi corazón latía muy aprisa, no podía concentrarme, pedí permiso para ir al baño y al llegar cerré con seguro y me masturbe frenéticamente, me vine a chorros, después me retoque, me hice dos coletas y regrese al salón. Pude notar que mi prima estaba igual.

Finalmente sonó la chicharra que anunciaba la salida, las dos salimos como cohetes entre empujones y nos encaminamos a la parte posterior de la escuela, mis nervios estaban que explotaban, solo comentábamos cosas triviales como para aliviar la tensión, los quince minutos se me hicieron eternos hasta que de pronto apareció un auto y se detuvo junto a nosotras, bajo el vidrio y era el prefecto.

– Que hacen dos muñequitas tan lindas y tan solitas? Nos reimos ambas pícaramente.

– Quieren un aventón?

– Por supuesto, respondi apoyando mis codos en la ventanilla…

Pude ver la tremenda erección a través de su pantalón.

– Y todo eso es mio? Le pregunte atrevidamente tratando de sonar muy grande.

Sus ojos se abrieron sorprendidos por la pregunta tan directa,

– Súbanse y lo sabrás, me contesto agarrando mi barbilla tiernamente.

Ambas nos subimos en el asiento de atrás, ninguno hablaba hasta que nos dijo que pasaría a buscar a un amigo, nos volteemos a ver y le preguntamos si lo conocíamos, nos dijo que no, entonces le preguntamos cuantos años tenía su amigo, nos dijo que no sabia con exactitud pero que era mas joven que el. Ambas nos reímos. Yo sentía como se mojaba de nuevo mi tanga, y mi prima estaba igual, no dejaba de mover las piernas, me acerque a su oído y le pregunte si tenía maquillaje en su mochila, me respondió…- traje hasta pestañas postizas pa vernos muy perras, nos carcajeamos y por el retrovisor pude ver los ojos claros del prefecto que nos vio intrigado, llegamos a una oficina y apago el motor.

– Llegamos, dijo abriendo su portezuela.

Que lugar es este? Le pregunte.

– Es un despacho jurídico pero aun no funciona, mi amigo es quien instala los equipos de computo, no se preocupen, nadie viene a este lugar.

La sensación de sentir que estaríamos completamente aislados y que nadie nos molestaría me excito tremendamente, nos volteamos a ver y bajamos del auto, al entrar el prefecto cerro con llave y grito: – ya llegamos man. Unos segundos después apareció por el pasillo un tipo como de 25 años, esbelto, alto y de cabello largo hasta los hombros, era hermoso, solo de verlo supe que lo pasaría muy rico, nos prestaron y el tomo mi mano viéndome directamente a los ojos diciendo: -es un placer conocerte. Nos quedamos así…como hipnotizados mirándonos fijamente hasta que el prefecto dijo:- también estamos nosotros aquí, nos soltamos las manos pero sin dejar de vernos, después saludo a mi prima y nos invito a pasar. Al entrar una como sala de espera nos ofreció bebidas y puso música, el lugar era perfecto, todo alfombrado y climatizado, en ese momento le dije a mi prima que me acompañara al baño, les pedimos que nos disculpen y que nos indicaran donde estaban los sanitarios.

Al llegar y cerrar la puerta nos reimos y nos abrazamos…- cual quieres me pregunto Claudia…- odvioooooo, le dije riendo….es que a mi también me gusta me reclamo. Bueno, un volado respondi. Por supuesto esperaba ganar, y asi fue, – buenoooo ni modos…respondió Claudia resignada.- saca el maquillaje la apresure, me delinee los labios y me coloco pestañas extra largas, solo sombra gris plomo en los parpados que resaltaba increíblemente en mi piel blanca y saque de mi mochila una faldita talonada de cuadros que apenas me cubría las nalgas, como me veo le dije,

– una autentica puta respondió Claudia quien ya se estaba transformando también, desabotone mi bleda por abajo y la hice un nudo con las puntas para dejar descubierto mi ombligo…y ahora? Le volví a preguntar…..

-no mames te vez putisiiiiiiiima, hasta a mi te me antojas perra, me dijo mirándome de pies a cabeza.

yo quede sorprendida por su comentario y no supe que decir, ella se volteo hacia mi y me dijo mirándome a los ojos, – falta algo para que te veas suprema…me desabotono la parte superior de la blusa y me la deslizo por los hombros bajándomela completamente…- que haces le dije asustada, mi respiración se acelero violentamente y sentí como me mojaba involuntariamente, – tranquila contesto, voy a doblar hacia adentro la copa de tu sosten para dejar descubiertos tus pezones, eso vuelve locos a los hombres ya veras que no dejan de ver como se te sellan las tetas a través de tu blusa.

Mientras lo hacía pude sentir sus dedos suaves rosándome las tetas, un escalofrió me recorrió, ella no dejaba de mirarme a los ojos todo el tiempo, que pasa Priscila me pregunto…..te gusta?

– No se bebe…porque me preguntas eso….respondí nerviosa.

– Es que estas sudando …me respondió mientras paso uno de sus pulgares sobre uno de mis pezones sin dejar de verme a los ojos.

Un leve quejido se me escapo de los labios, inmediatamente me lleve una de mis manos a mi boca tratando de taparla.

– No te apenes bebe….hace tiempo que he pensado en que se siente esto.

Lentamente fue acercándose a mi hasta que nuestros labios se rozaron, ambas teníamos abiertos los ojos y nos veíamos intensamente, después ambas nos abrazamos instintivamente y nos besamos muy fuerte, metió sus manos bajo mu falda y metió uno de sus dedos en mi mojadisima panocha arrancándome un quejido, un chorro de placer me sobrevino.

Nos separamos y nos vimos unos instantes fijamente para después reírnos…- esto después lo vamos a aclarar, dijo y salimos del baño.

Al llegar nuevamente a la sala los dos tipos estaban sentados en el sofá, sus ojos no daban crédito a lo que veian, ambos se pusieron de pie y el prefecto se dirigio a Claudia, la tomo por los hobros y le dijo directamente.

– Que rica estas bebe, he soñado con tenerte así, para mi solo.

– Pueden hacernos lo que quieran, somos sus putas, respondió mi prima llevando su mano a la entrepierna inchada del prefecto bajándole el cierre en un solo movimiento, todos estábamos inmóviles por lo sorprendidos hasta que el otro tipo me miro y encogió sus hombros en señal de duda.

Así que camine hacia el y lo abrace besándolo al mismo tiempo, inmediatamente me abrazo metiendo sus manos bajo mi falda apretándome las nalgas, estirando mi tanga mojada jalándola hacia arriba por los costados metiéndomela más entre las nalgas y mi panocha que escurría jugos, de reojo veía a mi prima que ya estaba hincada mamándole frenéticamente la verga al prefecto quien no dejaba de verme, me concentre en mi nuevo amigo y comencé a bajarle el zipper para sacar esa verga que luchaba por salirse del pantalón, solo hice sacarla y sentí como palpitaba en mi mano.

– Déjame tranquilizarla amor, le dije al oído.

Inmediatamente me hinque tomando entre mis manos esa hermosa verga de al menos unos 18 cm, sentí su aroma, me la pase por las mejillas, mientras veía a su dueño directa y fijamente a los ojos, me sentía la mas putas de todas y quería demostrar que tenia mas experiencia que mi prima, sentía la panocha palpitando, necesitaba tener esa verga adentro.

Comencé a mamársela lentamente, sintiendo como me llegaba hasta la garganta, la sacaba y le pasaba la lengua en el frenillo mientras se la chaqueteaba cuando de pronto escuche los gemidos de mi prima, al voltear para verla la tenían empinada sobre el brazo del sillón, ella me veía mientras se la cogían desesperadamente y se relamía los labios, con una mano me llamo, me incorpore pero mi pareja me cargo como recién casados y me llevo hasta el sillón donde estaba mi prima, me bajo lentamente y me hinco al borde del sillón de tal modo que mi prima y yo quedamos de frente, yo la tome por los hombros con una mano y con la otra tome su cabeza que se sacudía al compas de las embestidas que le daban.

– Por donde crees que me están cogiendo bebe? Me pregunto descaradamente.

No pude responderle ya que un quejido se escapo de mi b oca al sentir la lengua que me pasaban por panocha hasta mi ano, inmediatamente separe con una mano mis nalgas para sentir mas profundamente esa lengua que al llegar a mi ano me la metían como un dardo.

– Ya por favor bebe….métemela toda, suplique.

Inmediatamente Sergio, como lo llamare se puso de pie y ensalivándome el culo dirigió su enorme verga a la entrada, un escalofrío me recorrió de pies a cabeza al sentir esa enorme verga tratando de abrirme….-despacio mi amor le dije, métemela toda pero despacio amor.

El no contesto, solo empujaba lentamente su verga abriéndome lentamente el ano, sentí que me partía en dos e instintivamente coloque mi mano deteniéndolo por el abdomen, se detuvo, yo lentamente empecé a empujar mis nalgas hacia atrás devorándome lentamente ese riquísimo trozo de carne, sentí como paso la cabeza y mi ano se contrajo lentamente, en ese momento me sobrevino un orgasmo de saber que tenia la verga de un desconocido dentro, cinco….diez…quince segundos, empecé a moverme sola hasta sentir sus huevos chocar con mis nalgas, sabia que ya la tenia toda adentro, otro orgasmo, de pronto me comenzó a bombear y yo a quejarme, tome a mi prima nuevamente por la cabeza, vi sus mirada lujuriosa.

– Que bien te vez cogiendo perra, me susurro y de repente yo fui quien la jalo hacia mi y nos besamos frenéticamente, como pudo metió una de sus manos y me bajo completamente el brasier sacándome las tetas de la blusa y pellizcándome los pezones.

Yo no dejaba de bramar como perra en celo, Sergio me bombeaba desesperadamente, yo estaba en la gloria.

De pronto ambos machos pararon y nos pidieron que una de nosotras se montara sobre uno de ellos, Sergio se acostó y yo sin dudarlo me acomode sobre de el, su verga entonces se enterró de un solo jalón en mi panocha que escurría a chorros, mi prima se monto entonces sobre su cara ofreciéndole su panocha para mamar mientras me besaba desesperadamente cuando de pronto sentí una verga queriendo meterse entre nuestras bocas, abri los ojos y el prefecto tomo nuestras cabezas y comenzó masturbare con nuestras bocas, la sensación era increíble, era un orgasmo tras otro, cuando de pronto entre gruñidos ahogados me tomo de la cabeza y me metio la verga gritando….me vengo zorra. Yo entendí y comencé a succionar esa rica verga para sacarle toda la leche posible….los chorros eran interminables, me inundaban la boca y me escurrían por las comisuras de los labios, tan pronto como se despego de mi boca mi prima me tomo por la cabeza y me comenzó a besar tomándose parte de la leche caliente del prefecto…entrelazábamos nuestras lenguas estirando el semen y succionándolo nuevamente.

Mi prima se levando y Sergio me jalo hacia el, no paraba de bombearme por la panocha, yo solo tenía mi tanguita y mi faldita con mis zapatos y calcetas, de pronto sentí que me acariciaban el ano y mi prima que decía:

– Ahora si perra, te van a culiar bien rico.

Se hinco a un lado mio pero mirando hacia mi colita y con ambas manos me separo las nalgas metiéndome la lengua en el ano como si fuera un dardo,,, la metía y la sacaba como si me estuviese cogiendo, yo volteaba para verla, mis quejidos eran increíbles yo misma ayudaba a separa mis nalgas para incrementar el placer, de pronto se aparto de mi y Sergio paro de bombearme, sentí que se acomodaban y sentí que me acomodaban la verga en la entrada del culo, despacio, dije, pero estaba tan dilatada que la verga me entro de un solo jalón, el grito que pegue fue de placer, yo sola comencé a moverme, deseaba sentir esas dos vergas entrando y saliendo de mi.

– Mas, mas, por favor denme más verga, pedía a gritos mientras esos dos machos me cogían sin piedad, sentí entonces que me inundaban de leche hirviendo.

Perdí la noción del tiempo y los orgasmos interminables que tuve, finalmente se salieron de mi, yo estaba agotada, entonces sentí que una lengua cálida me lamia la panocha que escurría leche, era mi prima que se metió entre mis piernas que ter mine abriendo bien para que me pueda mamar la panocha que escurría leche.

Así fue como las dos descubrimos lo que realmente nos gusta.

Continuara….

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