Lluvia de verano, una tarde de sexo muy especial
Él y ella entraron en una caseta para resguardarse de la lluvia durante un rato, los dos mojados empezaron a tener frío y juntaron sus cuerpos para intentar darse calor pero aún así el frío persistía.
A ella se le ocurrió la idea de quitarse la ropa mojada para así poder darse calor mutuo, el chico avergonzado se quito la camiseta y por consiguiente ella también, él no sabia donde mirar al ver tal escena. Hasta que ella dijo que la parte de abajo también y solo quedaran en ropa interior, así lo hizo él pero con una gran vergüenza y todavía sin saber a donde mirar.
Cuando ella se acerco y le dio un abrazo, él noto su cuerpo caliente y suave a la vez que notaba como sus pechos apretaban hacia él, esa sensación le hizo poner un poco cachondo pero intentaba pensar en otras cosas para no tener una erección delante de ella… Cuando ella se separo de él los dos se vieron las caras y él no pudo evitar ver sus pechos que no eran ni grandes ni pequeños eran normales y a la vez muy llamativos y firmes, la tentación de querer acariciarlos era tan grande que… Se tuvo que dar la vuelta.
La chica le pregunto que le pasaba y él le respondió que nada y de repente se sentó, ella le volvió a preguntar si estaba bien y el dijo que le dolía un poco la barriga pero que no era nada.
Ella se acercó y se arre costo en su hombro, él pudo observar su linda cara suave y tierna y sin darse cuenta le acarició la cara y cuando ya lo había hecho ella le sonrió y observaba como él con sus ojos opacos la miraba, sentía algo extraño… Algo que le gustaba.
Sin pensarlo dos veces se acerco a él y le dio un beso. Los dos sentían los labios de cada uno, por parte de ella notaba que los labios de él eran suaves y a la vez besaba de forma muy apasionada y por parte de él sentía un cierto cosquilleo por dentro y sentía que de sus labios desprendía un calor muy suave, además de ser unos labios que se dejaban besar.
Él concentrado besándola empezó a bajar hacia el cuello y su pasión no disminuía la chica en ese momento pudo ver como su miembro destacaba de su ropa interior y sin pensarlo dos veces acerco su mano acariciándolo, notaba lo duro que estaba y lo grande que era… Cosa que la excitaba aún más. Él al notar sus manos en su miembro no pudo evitar ponerse aún más cosa que hizo que besara mas fuerte y de forma mas apasionada, a ella eso le gustaba.
Después de tanto beso y toqueteó ella le empezó a quitar los boxers y pudo ver en toda su esplendor un gran miembro delante suya… Lo empezó a tocar con las dos manos de arriba a bajo y las ganas de poder sentirlo aún más fueron aumentando y sin pensarlo dos veces cogió su miembro y lo empezó a acariciar suavemente con su lengua, él miro hacia abajo de como ella con su mano sujetaba su pene y con la otra daba un masaje suave y lento a sus huevos, mientras que con su boca hacia sentirlo en el mismo paraíso.
Las rotaciones que hacia con su lengua de forma lenta ponía aun mas al pobre que tenia unas ganas tremendas de querer meterla.
Ella empezó a ir un poco mas rápida y se metió la punta, él sintió como la punta de su pene experimentaba aquel calor de su boca, empezó a introducirse mas el pene hacía dentro, él se quedo impresionado al ver como le podía caber gran parte de su pene en la boca.
Después de un rato de una buena mamada la chica se saco el pene de la boca mientras se relamía sus labios y mirando al chico diciendo:
-Mmmm… Espero que te haya gustado.
-…
Él se quedo sin palabras al oír eso y se dio cuenta de como era en realidad… Una chica muy picante y lujuriosa. Mientras él pensaba todo eso y estaba en su mundo cuando volvió a mirar hacía abajo observo que la chica estaba a dos patas sobre el suelo y su cara recostada, no hacían falta palabras, su cara lo decía todo… Lo quería sentir… Ese gran pene dentro suya de una vez por todas y por parte de él también quería experimentar el interior de su vagina que chorreaba y pedía a gritos que se la metiera y que no se andará con rodeos en su mundo.
Sin mas dilación cogió su pene y empezó a meter la puntita, ella nada mas sentir la punta ya sentía una pequeña sensación del goce que tendrá cuando la metiera entera. Su coño no presentaba ningún problema para que entrara el pene ya que sus fluidos permitían de que a pesar de que su pene era grande entraba con mucha facilidad, era como si se lo estuviera tragando poco a poco, él sentía esa sensación de como su pene iba entrando poco a poco y sentía el calor y la humedad de su vagina…
Y una vez por todas sin un respiro más él cogió y la metió entera de golpe chocando contra la pared de la vagina mientras oía como ella pegaba un tremendo gemido diciendo “OH DIOS, SI!”, sus caderas temblaban del gusto, de sentir como el grosor de su pene la hacía sentir en otro mundo y aunque le doliera un poco que chocara contra el final de su vagina sentía que el gusto compensaba el dolor y por nada del mundo dejaría que él se quitara.
“Por favor muévete… fóllame fuerte… reviéntame!” esas fueron sus palabras mientras ella se levanto con sus dos brazos y giro su cara para decirle esta frase. Él al ver su cara y oír sus palabras se puso mas cachondo y la cogió de la cintura y empezó a moverse y aumentado el ritmo poco a poco.
“SI, SI, SI… POR FAVOR NO PARES CONTINUA, CONTINUA…. Aaa… mmm… dios….” Después de un rato haciéndolo todo bestia y muy rápido el chico aun no sentía que se corría, era su momento idóneo quería follar horas y horas, no quería que el momento acabase y se fue mentalizando en eso.
Redujo su velocidad pero aumento su potencia, los golpes en seco contra su vagina hacía que sus pelotas chocaran contra ella, y esto le ponía a ella… Le ponía mucho… Mientras le daba todo su potencial con sus dos manos apretaba fuertemente sus tetas ya que era todo un bestia y solo podía hacer eso aunque intentaba hacerlo de forma delicada e acariciar sus pezones pero no podía era como si su parte animal primitivo hubiera despertado.
Él le dijo que se diera la vuelta y la chica le hizo caso dándose la vuelta los dos estaban sudando, la calor era inmensa, el frio había desaparecido, estaban agotados, su respiración estaba al máximo, pero aunque sintieran este inmenso agotamiento no podían parar… Querían seguir follando.