Luego de mucho tiempo logre romper la barrera de la amistad para hacer que mi mejor amiga se entregue completamente al placer y fue la mejor experiencia de mi vida
Era un domingo por la mañana y sonó el despertador, Raúl se despertó de un brinco y cogió su móvil esperando que Ana le hubiese dado los buenos días. Efectivamente se los dio y con una sonrisa él también contestó.
Raúl es un chico de 25 años corpulento, con brazos grandes, moreno y ojos marrones. Podría decirse que Raúl es un chico normal y corriente.
Raúl hizo su habitual rutina, levantarse, ir al gimnasio, comer e ir a trabajar a un sitio de cara al público que le quemaba cada día más.
Ese día decidió preguntarle a su mejor amiga, que a la vez era la chica que más le gustaba si quería cenar con el después del trabajo.
Ana aceptó gustosamente pues se llevan espectacularmente bien. Ana es una chica morena de piel blanca y ojos marrones de 21 años, con unas curvas impresionantes, un culo respingón y duro, unos pechos grandes y una sonrisa pícara que hipnotiza.
Raúl recogió a Ana en su casa con el coche, él iba vestido con Jeans y camiseta negra, ella con un mono con escote que le hacia una figura espectacular. Se dieron 2 besos y fueron a cenar a una hamburguesería.
En la hamburguesería Raúl al hablar siempre cogía las manos de Ana, eran muy cálidas y a Raúl se le agitaba el corazón cada vez que la tocaba. Fuera Se escuchaban los truenos de una tormenta y Ana ponía cara de susto.
Al salir Raúl tenía el plan de dar una vuelta, pero al ver lo incomoda que estaba Ana le propuso ir a su coche a hablar y así que olvidase la tormenta. Una vez en el coche empezaron a hablar de sus tonterías hasta que Raúl le dijo a Ana que si le podía dar un abrazo. Ella aceptó y Raúl la beso en la mejilla, ella hizo lo mismo y Raúl dio otro beso más cerca de su boca, el proceso se repitió hasta que acabaron besándose en la boca muy despacio, disfrutando de cada roce con sus bocas y acariciando sus caras y sus cabezas, poco a poco a Raúl le empezó a hervir la sangre, no podía contenerse y empezó a acariciar el escote lentamente, empezó a pasar su mano entre las piernas de Ana y termino agarrando su culo. Ella le empezó a acariciar el pecho y bajó a su entrepierna dejándose notar un bulto enorme, pareciendo que eso iba a estallar, Raúl no podía más y retiro el mono a un lado para tocar a Ana y ella empezó a gemir, todo el rato ella le decía a Raúl que le odiaba y Raúl cada vez se encendía mas.
En ese momento sonó el coche de detrás y Estaba una pareja cargando sus maletas en el coche y bolsas para un viaje. Raúl al ver que iban a tardar propuso ir a su casa, que estaba vacía.
Ana y Raúl llegaron y nada más cerrar la puerta de la casa se empezaron a comer la boca y el cuello. El pasaba su mano por su culo y agarraba sus pechos con fuerza mientras ella gemía y tocaba a Raúl, poco a poco Raúl la guiaba a la cama. Mientras se iban quitando la ropa.
Al llegar a los pies de la cama Raúl le dijo susurrando
-Hay un problema no tengo protección-
Ella con una sonrisa contestó
– ¿Quién te ha dicho que lo vamos a hacer? –
Y Ana cogió a Raúl de la nuca y le tiró con él a la cama
Raúl empezó a besar a Ana por todo el cuerpo, empezó por la boca, seguía por su cuello, bajaba por sus pechos y al llegar al pubis pasaba la punta de la lengua desde el pubis hasta su barbilla de una pasada. Ella se estremecía de placer y no paraba de recordarle lo que le odiaba.
Raúl cogió un pañuelo y ató las manos de Ana y las puso en el cabecero de la cama.
Ana suplicó:
-No me hagas esto-
Raúl con una sonrisa tímida dijo:
-Shhh solo vamos a jugar-
Raúl bajo con besos al interior de los muslos de Ana mientras miraba su cara de placer y lengüetazo a lengüetazo fue a lo más íntimo. Ella gemía de placer y su cuerpo se arqueaba, el no paraba de lamer y mover la lengua en diferentes direcciones. Notaba como cada vez Ana se mojaba más y más y con un grito de placer empapo la cara de Raúl.
Raúl se incorporó y metió su pene de golpe, estaba tan mojado que entro con mucha facilidad, la sensación era increíble para el dado que estaba totalmente lubricado y sobretodo estrecho. Ella no paraba de gemir y de arquear su cuerpo. Raúl tenía la sangre hirviendo y cada vez daba embestidas más fuertes y rápidas, sus piernas temblaban de la adrenalina y no se cansaba, no podía parar, aquello para Raúl era la mejor sensación del mundo. Ella empezó a arañar la espalda de Raúl y grito muy alto dejando la cama empapada, Raúl no aguantó y termino echando chorros de semen ardiendo dentro de ella.
Se quedaron en la cama boca arriba jadeando, Raúl notó que ella estaba rara y decidió que se vistiesen e ir al comedor.
Ella aclaro a Raúl que no sentía nada por él y que solo quería una amistad. Ana no quería hacer daño a Raúl ni tampoco perderle, pero sabía que si se repetía eso se acabaría absolutamente todo.
Ana decidió irse de la casa de Raúl y le pidió que no la siguiera.
Raúl se quedó destrozado y tumbado en la cama pensando que podía hacer.
Sonó el despertador, miro el móvil y no había ningún mensaje…
¿Qué pasara con esta amistad?