Una buena hija sabe como relajar a su papá

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Papá es un hombre que trabaja mucho, y siempre está cansado.

Lo oigo llegar, es tarde, él me ha enseñado a esperarlo, cuando ha tenido un día muy agotador y eso hago, estoy de rodillas, desnuda y con mis manitos detrás de mí espalda, mirando al piso, no puedo mirarlo a la cara, ni hablarle hasta que él me lo permita, papá está cansado y yo debo ayudarlo a relajarse, oigo como se acerca, veo sus zapatos justo frente a mí, entonces me inclino y beso sus zapatos hasta que escucho el sonido del cierre de su pantalón y su voz, grave que me dice «chupa». Vuelvo a mí posición original, manos en la espalda, pero en vez de mirar al piso, abro mí boca y la verga de papá entra en ella, comienzo a sentir como se endurece su carne dentro de mí boca, hasta que toca mí garganta, cuando eso sucede papá deja de ser sueve, cuando él siente que toca mí garganta se despierta en él un instinto animal, y comienza a metermela hasta provocarme arcadas, lágrimas en mis ojos y una sensación de asfixia que hace que sienta como me voy mojando. A veces mientras siento como coje mí garganta hasta asfixiarme, también suele apoyar la punta de su zapato en mí concha y hace presión y es desesperante (no puedo tener orgasmos si él no me lo permite, eso enojaría a papi y yo debo complacerlo, no molestarlo)

Saca su pija de mí garganta y vuelvo a mirar al piso, con la respiración agitada, se aleja y escucho el ruido de su cinturón, lo desabrocha y mientras deja caer sus pantalones, se sienta en el sofá y me dice «sacame los zapatos» voy hasta donde está él, caminando en 4 patas como la buena hija, mascota de papi que soy, me acerco desató sus zapatos, lo libero de ellos, luego sus medias, me ordena que haga lo mismo con su pantalón y su ropa interior, lo hago, siempre sin mirarlo porque aún no me ha dicho que puedo hacerlo. Termino con mí tarea y beso sus pies, paso mí lengua por sus dedos y chupo cada uno de ellos, hasta que me dice «vení, chupala otra vez», sigo de rodillas y vuelvo a sentir el sabor de la pija de papá, ahora completamente dura y dejando escapar ese sabor alucinante del líquido que sale cuando se le pone como una roca, me dice «no sabes cuánto necesitaba esto, ahora chupame las bolas», comienzo a pasar mí lengua, me encanta hacerlo porque se siente suave y se que si mí lengua baja y se desliza más abajo de sus hermosas bolas cargadas de semen, puedo enloquecer a papá acariciando su culo con la punta de mí lengua, se que eso lo vuelve loco, escucho su respiración agitada, y lo hago con mucha dedicación, me encanta ser quien saca la tensión de papá, su hija, su putita, se depósito de semen.

Después de un rato dando placer con mí lengua recorriendo desde su culo hasta la punta de su pija, me dice «ponete de pie que te voy a cojer». Se acelera todo, mí ritmo cardíaco, mí humedad, se dispara el deseo de sentirlo adentro, papá no suele ser amable cuando me penetra después de un día agotador, es esa primera embestida la demostración de que el placer puede doler mucho. Me pongo de pie, culo en pompa y cuando lo siento acercarse, expongo mis agujeros y se los ofrezco, lista para ser poseída, pero siento un azote en mí culo, pica, duele, arde y cuando estoy reponiendome de eso, siento otro del otro lado! Escucho que me dice «contalos» y vuelve a azotar, cuento «uno, dos, tres», él levanta la voz y me dice «más fuerte! No te escucho». Con la voz quebrada y el ardor del cuero de su cinturón picando en mí culo, cuento «cuatro, cinco… Diez… Doce» y en una fracción de segundo mientras me dispongo a seguir contando azotes siento como sin previo aviso, papá entra dentro de mí sin el más mínimo cuidado! Esa embestida me arranca un gemido de placer doloroso y el exclama «te gusta que te azote putita, no? Mira como estás toda mojada!» Mientras entra y sale de mí con un ritmo frenético.

Siento un orgasmo magistral venir, pero papá me conoce tanto que me dice «ni se te ocurra acabar, no te atrevas a acabar pendeja porque no te cojo más!»… Escucho sus palabras, y reprimo mí orgasmo, entonces el saca su pija durísima de mí concha… Se lo que va a hacer, el sabe que también lo sé, pero aún asi me dice «te voy a coger el culo mí amor, sabes?, Porque vos sos mía y yo hago lo que quiero con vos», sé cuánto me va a doler, siempre duele, pero también se cuánto le gusta a él y eso es lo único que importa, tiene razón, soy su única hija y debo hacerlo feliz.

Cierro los ojos aprieto los puños y lo siento apoyar la cabeza de su pija, mojada por los fluidos de mí concha, la apoya y como es característico en él y sus primeras embestidas, entra con todas sus fuerzas, se me escapa un quejido, siento las lágrimas brotar de mis ojos, pero más siento como me parte en dos, «que pasa mí amor? No te gusta que papi te la meta en el culo?» No respondo su pregunta, no puedo decir nada, duele demasiado y el entra y sale de mí mientras susurra cosas que no escucho porque solo puedo respirar hondo y entender que me parte en dos. La saca de mí culo y siento como si me quemará, me dice «acostate boca arriba en la cama» hago lo que dice y partida en dos y aún sintiendo el ardor de los azotes, me pongo en la posición que me ha ordenado, abro las piernas y por fin puedo ver su cara, me mira con ternura, Le sonrió y mientras mí gesto sucede y sin asistencia alguna siento como su pija entra en mí concha, que está empapada del placer de ver su cara, me penetra con suavidad, mientras me besa las tetas, el cuello, la boca, mete su lengua en mí boca y me besa como solo él, mí papá, mí único dueño y señor sabe hacerlo, vuelve a acercar su boca a mis pezones pero está vez me muerde, emito un quejido de dolor y eso lo enloquece y muerde mí otro pezon, mientras su penetración vuelve a ser brusca, me mira, me toma del cuello con su mano y me dice «abrí la boca!» Escupe dentro de mí boca y me ordena «traga», la secuencia se repite mientras me aprieta cada vez más, y aumenta con eso la intensidad de sus embestidas, con mucha dificultad le digo «papá, puedo acabar?» Me responde «no!!!» Suelta mí cuello y comienza a frotar, apretar y presionar mí clítoris, mientras me penetra y me repite que no debo bajo ningún punto acabar sin su permiso, pido por favor, suplico casi al borde del llanto que me permita liberar ese orgasmo, cuando escucho «ya! Acaba! Dámelo, es todo mío, dámelo!» Y me dejó ir, me voy a flotar por el universo del placer inmenso de liberar la presión, siento como sigue penetrandome, como se coje ese orgasmo que sale de mí cuerpo y mí mente pero es de él, él lo provoca, lo hace crecer, lo deja salir, él puede hacer lo que quiera comigo, soy suya, desde que nací…

Cuando terminó de liberar mí dosis de placer infinita le doy las gracias a papá por dejarme acabar y el me dice «papá te va a dejar toda la leche adentro de la conchita sabes, mí amor?» Y comienza a moverse de una forma desesperada y de repente veo la expresión en su rostro, siento la tensión en su pija que comienza a latir en mí interior y la maravillosa eyaculación de Papá se siente adentro de mí, su semen caliente derramándose en mi concha, los latidos de su pija, su expresión de placer, sus ojos cerrados, su respiración, todo es perfecto, mientras le agradezco por darme su semen, abre los ojos, me mira con ternura, besa mí frente y me dice «hola mí nena, como estás?»… Bien pá ❤️