Un amigo que nos follo a mi mujer y a mi
ENCULADO EN EL WC DE MI PUB.
Hoy me masturbé recordando una fantasía realizada en mi pub . La he realizado más de una vez. En cada rincón de mi bar ha pasado algo sexual… cuernos consentidos muchos; cuernos sin yo saberlo pero teniendo sospechas y encontrar corridas, manchas de semen frescas y a ciencia cierta saber que yo no estaba y mi pareja sí, habiendo aprendido por mí como ponérmelos cuando estaba ausente. He tenido muchos cuernos y me he pajeado muchas veces al ir recomponiendo yo mismo la infidelidad con las pruebas que hallaba. También yo he puesto los cuernos, tanto con tías, como con tíos que me follaron y casi todos los que me empotraban, se habían cargado ya a mi pareja. Desde que me fui a vivir a la costa y tuve el 1er bar y la primera pareja allí, he realizado infinidad de fantasías que deseaba, pero aún más, cuando probé la coca. Eso es verdad. Te multiplica por 10 tu deseo sexual. Incluso realizas cosas que a lo mejor no eres capaz estando fresco y limpio. Nunca imaginé que haría tríos con gente conocida, que veía cada día, pero no me importaba y seguro que más de un corneador comentó nuestros vicios. Con Laura, hemos estado en el bar a puerta cerrada con varios clientes y cada vez que ella iba al water a meterse una raya, se iba con alguno y se la mamaba o se lo follaba. A mí me ponía muy cachondo y la envidiaba, pero aun no había sacado mi vena bi, pero el deseo iba creciendo. Con ella sólo hice tríos hetero con tías que ella conquistaba y con tíos que conquistaba yo. Tan sólo tuvimos una pareja con la que tuvimos varios encuentros. Laura me puso muchos cuernos y yo a ella también, sólo tías. El primer trío bi (y único con ella y mi amigo del trabajo.) fue con Cati, la polaca loca que estuve un año con ella. Con esta llegué a vivir y dormir con tres chicas en la cama. Las otras dos eran bailarinas de mi disco y ninfómanas. Tenía una 3ª bailarina hermana de una de estas, pero a ella me la follaba en el coche cuando la llevaba a casa. Aquel período fue el máximo esplendor de coños que follé y disfruté. En algún momento haré la lista de chochos que disfruté a partir de Laura. Con Aisha fue con quien hubo más de todo y ella fue quien me desvirgó el culo, claro enseñada por mí. Con ella probé la lluvia dorada, pero hay que estar muy colocado para hacerlo. El morbo es super. Después con un par de putas que conviví en el último pub, hice muchas cosas que jamás hice con ninguna, pero eso lo dejo para otra historia, ahora vamos al caso por el que empecé este relato. Un día yo estaba en el bar pintando con un vestido de verano muy fresquito de ella, me lo puse porque me dio la gana, estaba cómodo y debajo sin nada. Aisha estaba pa la casa haciendo sus cosas. Al poco me llamó ella para decirme que Lucas estaba ahí. Le dije que lo mandara para el bar. Ya habíamos hecho tríos y sabía de algunos de mis encuentros a solas con él, así que todo normal. Lucas era mi proveedor de coca y venía a traerme material. Aisha siguió a lo suyo y nos dejó en el bar con nuestro negocio. Al verme con el vestido se echó mano al nabo y marcó paquete, lo miré y vi como crecía. Me enseñó lo que traía y vi que tenía muy buena pinta, como siempre. Como siempre preparó una líneas para él y para mí. Mientras yo me la tomaba sentí su mano en mi culo. Me apretaba con fuerza y me dijo: quiero meterte la polla ahora. Me metió la mano por debajo de la falda del vestido y magreó mi culo buscando mi agujero, que halló rápidamente e introdujo un dedo de golpe. Yo me puse muy caliente y le agarré la polla con el vaquero, le bajé la bragueta y se la saqué. Empecé a menearle y agarrando su polla me lo llevé al wc. Él ni se tomó su raya. Dentro de water comencé a mamarle. Su polla me encantaba, era bonita, grande, ni gorda ni delgada. Era perfecta para mamarla y follarla. A Aisha la volvía loca de gusto. De los cuatro amantes que teníamos por esa fecha, esa polla era la mejor de las tres que me follaban y de las cuatro que se follaban a ella. Esa época aun era perfecta. Cuatro pijotes para tríos. Cada semana había alguna fiesta. Seguía chupando ese pijote y me dijo que parara. Quiero follarte, dijo. Me levanté y sin dejar de tocar su polla, me agarraba el culo con las dos manos. Me daba bocados y me chupaba los pezones. (yo estaba depilado total). Me dio la vuelta bruscamente, me alzó el vestido dejando mi culo al aire y me colocó la punta en el ojete que yo abría con mis manos las nalgas para que lo viera bien. Escupió en mi ano y comenzó a meterla. Yo sentía como su cabeza iba apartando los labios de mi culo y entraba lentamente. Cada empujón que daba me sacaba un grito que seguro Aisha podía escuchar, aunque tenía música en el bar. Pero más me excitaba pensar que ella llegara y nos cogiera así, lo deseaba. Pero mi deseo se hizo realidad. Ella entró en el bar y vio que no estábamos. Miró la raya que había sobre la barra y se la metió. Luego con sigilo se puso a mirar por la ranura que había en el bastidor de la puerta y que se veía perfectamente el lugar donde yo me coloqué en pompa. Sabía que miraba porque vi la sombra por debajo de la puerta. Me puse más puta y comencé a jadear más fuerte y a decir: fóllame, dame polla hasta dentro, córrete, dame tu leche, lléname el culo. Él, al oírme como me ponía de guarra, más fuerte me daba y más rápido. Sentía como su polla se inflaba dentro de mi culo y como salía la leche de la mía. De pronto sentí un golpe de calor en mi culo y un gemido de placer de gusto al correrse dentro de mí. En ese momento ella abrió la puerta y sonriendo y caliente perdía dijo: ¿qué pasa maricón, por qué no me llamas pa estas cosas? No veas que follada te metió, eh? putona… ¿por qué no entraste antes? le dije, sé que mirabas desde hace rato. Ella me dijo: quería ver como te follaba, ahora cuando descanse me toca a mí, vamos para el bar. En el bar tomamos unas copas, unas rayas. Yo estaba por dentro de la barra y ella con Lucas por fuera. Vi como le magreaba la polla, como se la chupaba, como se la follaba y como después de un largo rato follándola de todas las posturas, me llamaron para que abriera mi boca y echar su leche en ella. Así pasó, me llenó la boca y la cara de toda su corrida. Ese día, Lucas se quedó con nosotros en el bar. Cuando abrimos al público, de vez en cuando entraba conmigo al wc y le chupaba, o me follaba un rato. Al poco se iba Lucas para la casa y se follaba a mi mujer. Todo esto sin que nadie se diese cuenta de lo que hacíamos. Cuando cerramos seguimos los tres hasta el amanecer. Lucas nos puso bien los ojetes a los dos, nos dio de beber mucha leche y la coca que consumimos y las copas fueron de su cuenta. Cuando se fue ya amaneciendo, no podíamos dormir ni ella ni yo y seguimos solos. Ahora recordando todo, la follé con muchas ganas y le chupé por todo el cuerpo y ella a mí. Tiramos un colchón en el bar y cuando ella se hartó de correrse, se puso el arnés y me folló, y me folló, y me folló. Que tiempos aquellos..