Comencé a trabajar en la oficina de mi amante, el hombre que le presenté a mi pareja. Esto es tan morboso, que me estoy volviendo adicta
Mi Vida con Arturo 21
Es algo super excitante, erótico y morboso sentir como baja y sale el esperma de mi amante por mis orificios mientras estoy sentada junto a mi pareja, mojando sustancialmente mis pantaletas.
En mi anterior relato expuse una de las circunstancias que orillaron a Arturo dejarme trabajar en el despacho de Eugenio mi amante, sin saber que era la misma persona que le presenté como supervisor de Avon en mi casa; la segunda situación que lo motivo fue que al salir en la mañana Arturo por su periódico encontró en la calle de Dr. Duran a mi supuesto supervisor estacionado como esperándome, al regresar Arturo a casa y estar tomando su café me preguntó si tenía que salir a dejar algún pedido con mi jefe ya que le pareció haberlo visto estacionado en la otra calle, yo le comenté que no tenía a que salir hoy sino hasta después de recoger los niños en la escuela ya que me quedaría de paso al regresar a casa.
Me metí al baño y le envié un mensaje a Eugenio para que se retirara y que después le llamaba ya que Arturo saldría tarde o tal vez ni siquiera iría a trabajar.
Por la tarde después de comer, Arturo me preguntó si todavía estaba interesada en el trabajo que me habían ofrecido, le dije que sí, pues tenía algunas necesidades que cubrir y además con mi sueldo como base podíamos solventar algunos gastos primarios; me dijo que llamara a ver si seguía la vacante y que él me llevaría los primeros días para saber donde era.
Le llamé inmediatamente a Eugenio diciéndole que si seguía la vacante y cuando podría comenzar a trabajar, me dijo que de inmediato, era un día jueves así que le dije que el lunes a las 9 estaría en su oficina para comenzar.
El lunes me arreglé muy bien, me metí a bañar temprano, puse crema en todo mi cuerpo, me puse un coordinado negro de encaje, con el brassier de media copa como me gusta usar, combinando con una blusa floreada azul y falda corta a juego, con zapatillas negras y mi bolso, me perfumé y salí a la sala donde ya me esperaba Arturo para llevarme en mi primer día de trabajo.
Llegamos muy rápido pues estábamos relativamente cerca, hasta Arturo comentó:
El regreso te será fácil, aquí derecho serán como cinco paradas a lo sumo, me despedí de él y bajé del auto, se quedó un rato parado enfrente del edificio y después se arrancó.
Entré al despacho que estaba abierto y oí voces en la sala de juntas, al sentarme en mi lugar salió uno de los vendedores y me dijo que por favor pasara que el director me llamaba; entré y me presentó con los vendedores, eran 8 de los cuales solo dos mujeres, les indicó que cualquier cosa que requirieran me lo podían solicitar al igual que hacían con la anterior secretaria, me pidió que les llevara café y galletas que estaban en la credenza y así lo hice.
Mientras estaban en la junta yo comencé a revisar las cosas del escritorio, agenda y demás cosas para irme poniendo al corriente en mi actividad, prendí la computadora y revisé las carpetas y archivos que había en ella para irme interiorizando con lo que tendría que hacer.
Salieron de su junta, les di a los vendedores tanto volantes como solicitudes de compra y se fueron a sus respectivas guardias, quedándome a solas con Eugenio, estuvimos viendo mis archivos y me explicaba cada documento y situación con los clientes y como hacer la lista de prospectos y de ventas por cliente y vendedor etc etc. Estaba muy contenta s me hacía muy interesante todo lo que manejaban en la oficina, me dijo que en la semana me llevaría a conocer el desarrollo, para que me identificara mas con el producto.
El sentirlo tan cerca de mi tomándome de los hombros o acercándose a mí al explicarme algo y percibir su aroma me daba una excitación especial, cosa que para él no pasaba desapercibida ya que cuando se acercaba a ver la pantalla de la pc, sentía el roce de su miembro en mi brazo. Al preguntarme si tenía alguna duda me giré hacia él y con una sonrisa le dije que solo tenía una:
Y acariciándole su paquete por encima del pantalón le dije que era lo que estaba ahí creciendo a cada momento, él me sonrió y siguiendo el juego, me contestó que era un regalo de bienvenida que tenía guardado para mí y que si quería verlo, cerrara la puerta pasara a su oficina y se encaminó a su privado.
Cuando entré a su privado llevaba un lápiz en la boca y con una sonrisa seductora le donde estaba mi regalo de bienvenida, él hizo su sillón hacia atrás y sin levantarse me mostró su grueso pene completamente erecto, le di vuelta al escritorio encontrándome con que se había desnudado de la cintura hacia abajo, me quedé mirándole se veía exquisito su pene totalmente parado, casi paralelo a su vientre quedando a mi vista sus gordos testículos reposando sobre el asiento, me hinque entre sus piernas y comencé a acariciar sus piernas hasta su ingle, haciéndole cosquillas con mis uñas, saqué mi lengua y empecé a lamer su escroto, jugando con sus testículos, empujándolos hacia arriba con mi lengua y besándolos sonoramente.
Metí en mi boca uno de sus testículos, oliendo su aroma que me enloquecía y avivaba mis sentidos, paseaba mi lengua desde su escroto hasta la punta de su glande metiendo en su orificio la punta de mi lengua, chupándole todo el tronco como si fuera una paleta cálida y dura, por mis caricias su pene daba pequeños saltitos debido a las sensaciones que sentía por mis caricias linguales.
Asi estuve lamiéndole completamente su miembro hasta meterlo en mi boca y masturbarlo con mis labios subiendo y bajando mi cabeza, sosteniéndome en sus piernas, las cuales acariciaba con una de mis manos y con la otra sopesaba sus riquísimos y cargados testículos, acariciándolos como si fueran bolas chinas, nuestras respiraciones se fueron acelerando, él metió sus manos en mi blusa y acariciaba mis pezones, apretándolos y sobando mis senos, se sentó a la orilla de su sillón, me abrió la blusa y me acercó hacia él e hincada como estaba puso su pene en medio de mis senos quedando aprisionado por mi brassier de media copa, yo junté mis senos alrededor de su duro pene mientras el movía su cadera como copulando mis senos, me gusto muchísimo sentirlo así, sentir como palpitaba en medio de mis senos y sentirlo duro pasar por mi canalillo de arriba abajo, topando su glande en mi barbilla, incliné mi cabeza y sacando mi lengua se lo chupaba y lamia cada vez que sus movimientos hacían que su glande alcanzara mi labio inferior.
Asi estuvimos un buen rato hasta que lo retiró de mis senos, me quitó la blusa y mi brassier , me levantó y así de pie me quitó la falda, me abrazó haciendo que sintiera en mi vientre su turgente erección, metió sus manos entre mis pantaletas acariciando golosamente mis nalgas estrujándolas, acariciándolas y abriéndolas puso su dedo medio en la entrada de mi ano, nos estuvimos besando y acariciando de pie, yo le cogía su grueso pene con la palma de mi mano acariciándoselo en toda su dimensión y cosquilleando sus testículos con mis uñas para luego apretárselos ligeramente haciendo respingar su erecto pene entre nuestros vientres, nos fuimos agachando lentamente sin dejar de besarnos y recostándome en la alfombra me despojó completamente de mis pantaletas, puso su pene en medio de mis labios vaginales y alzando mis piernas rectas en su pecho, con movimientos de vaivén sobre mi vulva, acariciaba a lo largo mi vagina con su duro miembro, mientras me quitaba las medias una por una besándome desde la planta de mis pies hasta la mitad de mis muslos en forma lenta posando sus labios en cada centímetro de mi pierna, entreteniéndose en la parte trasera de mis rodillas con lo que hacía que mi piel se erizara y haciendo que mi vagina se humedeciera bastante sintiendo el roce de su pene, era una sensación deliciosa como paseaba su miembro duro y erecto entre mis labios vaginales a todo lo largo de los mismos topando su glande con mi clítoris, haciendo que tuviera mi primer orgasmo, sin siquiera penetrarme, movía mi cabeza de un lado a otro, gimiendo y chillando de placer, apreté sus nalgas fuertemente en el momento en que expulsaba mis jugos, mojando completamente el tronco de su pene, él siguió moviéndolo presionando mi clítoris hasta que mi reparación se fue normalizando haciéndome tener espasmos cada que rozaba mi irritado clítoris.
Puso mis piernas alrededor de su cintura y guiando su pene a la entrada de mi vagina me fue penetrando lentamente de manera que sentía yo cada centímetro de su grueso falo entrar en mi vagina distendiendo mis pliegues vaginales al máximo haciéndome emitir un gemido ahhh de satisfacción y placer al sentirme completamente llena, cuando lo introdujo por completo topando sus testículos con mis nalgas, se quedó dentro de mi haciendo movimientos circulares que me llevaban al quinto cielo, que rico sentía tener su pene totalmente dentro de mi moviéndose de esa manera ensanchando al máximo mi canal vaginal y tener pegados a mis nalgas su escroto, uufff lo agarré de sus nalgas apretándoselas y acompasando mis movimientos de cadera a los suyos, él besaba mis senos mientras tanto y poniendo sus manos debajo de mis nalgas las apretó fuertemente y comenzó a darme unas deliciosas embestidas constantes que me hacían gemir de placer y besándonos apasionadamente continuamos con nuestro movimientos copulatorios, nuestras respiraciones se aceleraron, me estaba dando bien rico y duro durante unos 15 o 20 minutos, nuestros cuerpos traspiraban sudando copiosamente, me hizo tener dos orgasmos mas y él seguía dándome duro haciendo me sentir el choque de su glande con mi cuello uterino frecuentemente, yo no paraba de gemir, chillar y emitir ligeros grititos diciéndole que ya terminara que quería sentirlo acabar dentro de mí que me diera su esperma, él aceleró aun mas sus movimientos y dándome unas embestidas tan fuertes que me hacia recorrerme hacia arriba en cada empujón que me daba hasta que en una estocada que sentí su glande incrustarse en mi matriz, comenzó a expulsar su esperma fuertemente en unos 4 disparos potentes inundando copiosamente mi útero. Yo lo abrazaba fuertemente sintiendo su corrida invadir mi interior y apretando mis piernas a su cintura tuve mi cuarto orgasmo juntando mis fluidos a su caliente y espesa venida, nos besábamos con pasión, nos colocamos de lado y continuamos con nuestros movimientos pélvicos ya mas cadenciosos pero infinitamente placenteros hasta que termino de depositar en mi hasta la ultima gota de su esperma, seguimos besándonos y acariciándonos, yo besaba su cara, acariciaba sus mejillas y lo apretaba contra mi pecho mientras el acariciaba cariñosamente mis nalgas y mi pierna izquierda, recorriéndola desde mi nalga hasta la pantorrilla, así nos quedamos un buen rato hasta que su pene disminuyó su tamaño y grosor saliendo lentamente de mi vagina, haciéndome emitir un ups y sonriendo le dije, ya se salió, él besaba mis ojos y mi frente, nos acostamos boca arriba reposando de nuestro exquisito encuentro acariciándonos mutuamente nuestros sexos.
Le cogí su pene semi erecto, se lo meneé bese la punta y el escroto y me metí al baño; cuando salí él ya estaba de pie con su miembro totalmente erecto, se veía majestuoso levantado hacia arriba dándome una excelente perspectiva de su escroto que veía como subían y bajaban sus testículos dentro de esa suculenta bolsa que los cubre, me le quedé mirando y él solo me dijo: Tienes que hacer algo con esto, pues así no puedo trabajar, le dije yo ya me voy a mi escritorio y al inclinarme para levantar mi ropa de la alfombra, me toma de la cintura, poniendo su duro pene entre mis piernas y me empieza a acariciar mi vulva, yo lo empujo haciendo mi cadera hacia atrás, me toma de las nalgas y me inclina sobre el escritorio y abriendo mis piernas con las suyas me penetra vaginalmente, dándome unas tres profundas estocadas lubricando su falo, para después colocarlo en la entrada de mi culito y empezar a presionarlo con su glande hasta que logra meter unos cuantos centímetros de su grueso pene en mi ano, haciéndome suspirar de placer poniendo mi mano en su abdomen para regular en algo su s siguientes embestidas que poco a poco hicieron que entrara su poderoso miembro por completo en mi culito que lo recibió con sumo agrado.
mientras el me penetraba yo movía mi cadera hacia atrás saliendo a su encuentro y sintiendo así más profundas sus penetraciones, me recargué con los brazos sobre el escritorio, para poder aguantar mas tiempo en esa posición pues ya sabía yo que cuando me penetra por segunda vez, su resistencia es mayor y tarda mucho en correrse, lo que a mí me da una enorme felicidad porque sé que así conseguiré por lo menos dos orgasmos mas.
Se afianzó de mis senos y no dejaba de penetrarme a un ritmo pausado pero continuo con lo que me hizo llegar en unos cuantos minutos a mi siguiente orgasmo, mientras el magreaba mis senos y besaba mis hombros y espalda, o acariciaba deliciosamente mis nalgas, apretándolas y abriéndolas para observar como entra y sale su exquisito pene en mi culito.
Me empieza nuevamente a acariciar mi clítoris y acelerando sus embestidas que me hacían rebotar mis piernas en el escritorio haciéndolo sonar al unísono del choque de sus testículos en la base de mis nalgas.
Abrí mas mis piernas para sentirlo a plenitud entrar y salir de mi, yo estaba jadeando y gimiendo en espera de alcanzar mi orgasmo, cuando él me dijo espera y nos venimos juntos, acelerando frenéticamente sus embestidas hasta que agarrándome fuertemente de las caderas, me atrajo hacia él metiéndomelo hasta el fondo y con un sonido gutural descargo su simiente en el fondo de mis intestinos en dos fuertes disparos que inundaron mi conducto anal, hice mis manos hacia atrás y lo agarre de sus piernas apretándolo fuertemente hacia mis nalgas, que el acariciaba y abría para colocarse por entero en mi trasero, subía sus manos por mi espalda acariciándomela desde mis redondas nalgas hasta mis hombros una y otra vez mientras su pene seguía escupiendo esperma en mi interior, cerré mis piernas para aprisionar su miembro y abriendo y cerrando mi esfínter, exprimirle hasta la última gota de su deliciosa savia.
Siguió meneándose dentro de mi lentamente hasta que retiró su miembro ya reducido de tamaño y lo restregó con su mano en mi vulva, sacudiendo su glande rozando mi clítoris, haciéndome sentir una exquisita corriente eléctrica que iba desde mis genitales hasta mi cabeza.
Nos metimos al baño para asearnos y después vestirnos en su privado, y dándonos unos piquitos me fui a mi lugar para comenzar a trabajar.
Estuvimos actualizando los planos y el reporte de ventas, y demás actividades propias del negocio, Eugenio pidió una pizza que degustamos con una copa de vino que tenia él en la cantina de su librero, por la tarde me llevó hasta mi casa.