EL AMOR DE MIS TIOS

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Contenta y a la vez triste me sentí, cuando mi tío Mario se caso con su novia Berenice. Contenta porque aparte de que ambos se querían mucho, desde que yo tenía cinco años me llevaban con ellos a pasear, me compraban helados, me traían regalos, aparte de que mi tío, hermano menor de mi mama vivía aun lado de mi casa, con mi abuelita, siempre que tenía tiempo jugaba conmigo.

Y triste porque cuatro años después, se casaron y se mudaron al otro extremo de la ciudad.

Aun que lo bueno que mi tristeza no duro mucho, ya que mi tío y Berenice, venían seguido por mí para llevarme al cine o al parque. En uno de esos días, mi tía Berenice le dijo a mi mama, si no me daba permiso de pasar las vacaciones de diciembre en su casa, yo brinque de gusto al oír eso, así que le dije a mi mama que me diera permiso, a lo que ella contesto que sí.

El primer día que iniciaron las vacaciones de diciembre, mis tíos fueron por mí en su carro, me llevaron a comer pizza y dimos la vuelta, después fuimos a su casa, ya me tenían un cuarto para mí.

Al día siguiente, domingo, me llevaron a la playa, regresamos ya en la tarde, entonces mi tía Berenice me dijo que tenía que ir a trabajar, era enfermera y le tocaba trabajar los domingos, martes y jueves. Que me quedaría con mi tío Mario, quien era medico, pero él trabajaba de lunes a viernes en las mañanas. Así que mi tío y yo, acompañamos a mi tía a su trabajo, al regresar a casa, me metí a bañar y cuando termine, me puse una pijama de camiseta y short, que mi tía me había comprado.

Después de que salí de bañarme, mi tío hizo lo mismo y entre tanto, prendí la tele y me recargué aun lado del sillón, un ratito después me dio comezón en mi colita, así que metí mi mano derecha dentro de mi short y mi pantaleta y me empecé a rascar, en eso salió mi tío y aEi¿?

-Y hora tu niña, AA¿Qué haces? AA¿Te estás rascando la colita?-Tío.

-Hay tío, es que tengo comezón.-

-As de tener lombrices, te voy a dar un jarabe, aquí tengo uno y ya deja de rascarte o te vas a lastimar.- Tío.

-Es que me da mucha comezón.-

-Haber, te voy a poner una crema para que dejes de rascarte. Acuéstate en la cama boca abajo y bájate el short y tu pantaleta.- Tío.

Obedecí y como no era la primera vez que me veía mi colita, ya que siendo un poco más chica, una vez me puso un supositorio, porque no me bajaba la temperatura. Me baje mi ropa y me acosté en la cama, me indico también que me pusiera una almohada debajo, así lo hice. Se puso un guante en la mano derecha.

-Haber Deisy, separa un poco tus piernas y con tus manos separa tus nalguitas.- Tío.

Luego que lo hice, empecé a sentir algo fresco que caía en mi colita, enseguida con uno de sus dedos comenzó a frotármelo a lo largo, entre mis nalguitas, para luego poner un poquito más y poco a poco hundir uno de sus dedos dentro de mi hoyito, lo iba metiendo despacito.

Era extraño, no me lastimaba y ni me dolía, en anteriores ocasiones que yo me rascaba, incluso me había metido un dedo, pero ahora no sentía igual, era diferente, metía y sacaba su dedo de mi hoyito con delicadeza, lo giraba y empujaba hasta el fondo, pero otro de sus dedos hacia presión a lo largo de mi puchita y me estaba gustando, tanto que empezaba a parar mis nalguitas.

-Mas tío, un poco más al fondo.-

Así lo hizo unas dos veces más, haciéndome sentir rico, tanto su dedo dentro de mi hoyito como la presión de su otro dedo en mi puchita.

-Un poco más adentro tío, por favor.-

-Muy bien, deja cambiar de dedo.- Tío.

Saco despacito su dedo y luego sentí como su dedo más grande me acariciaba en la entrada y untaba mas crema, luego despacito lo fue metiendo, me hacía sentir rico y me gustaba.

Lo metió hasta el fondo, entraba y salía poco a poquito, sin dejar de hacer presión con otro dedo más en mi puchita.

-AA¿Ya se te quito la comezón?- Tío.

Sabía que si le decía que ya, sacaría su dedo, así queaEi¿?

-Todavía tengo un poco.-

Ya con esa respuesta, mi tío siguió un rato mas metiendo y sacando su dedo de mi hoyito y con el otro haciendo presión en mi puchita. Que rico.

-Bueno niña, ya me canse, pienso que ya se te quito, AA¿o no?- Tío.

-Si tío, gracias.-

-Es hora de dormir, buenas noches.-Tío.

-Buenas noches tío.-

Se despidió dándome un beso en la frente, yo me quede así acostada boca abajo, solo me arregle la ropa y me dormí. A la mañana siguiente me desperté como a las 8am, mi tío ya se había ido a trabajar, dejándome un recado sobre la mesa, que desayunara en lo que mi tía llegaba. Decidí primero bañarme e iba terminando cuando llego mi tía.

Mi mamá me a dicho que nadie debía de tocarme o agarrarme tanto mis tetitas, como mis nalguitas o mi puchita y aunque yo estaba con la interrogante de que si había estado bien o no el que mi tío me metiera sus dedos en mi hoyito y que casi acariciara mi puchita, decidí no decirle nada a mi tía Berenice, con quien desayune después de bañarme.

El día transcurrió entre pláticas, ver televisión, un poco de quehacer y juegos. En la tarde que llego mi tío fuimos a comer fuera. En la noche cuando llegamos, me metí a bañar yo primero para acostarme a dormir ya que estaba bien cansada, cuando termine me despedí de mis tíos con un beso a cada uno, quedándome dormida al instante. Pero ruidos extraños me hicieron despertar mas tarde. La luz de las recamaras estaban apagadas, así como la de las escaleras, baje despacio hacia la sala, en donde con sorpresa vi a mis tíos por detrás, en candentes demostraciones de pasión. Mi tía Berenice estaba de rodillas sobre el sillón con los brazos apoyados sobre el respaldo y mi tío, parado detrás de ella, agarrándola de las caderas.

Sin hacer ruido baje despacio y me acerque, escondiéndome detrás de un sillón de donde pude apreciar casi todo. Mi tío le estaba metiendo y sacando su grueso miembro, en el hoyito de su cola a mi tía Berenice, quien gemía y jadeaba con fuerza.

Aaaaahhhg, a, a, a, a, mmmmnn, mas papacito, mas, metela, mas, quiero, mas. – Tia.

Mi tío bufaba y se movía con fuerza, a cada embestida que le daba a mi tía. En ese instante recordé el que la noche anterior, mi tío me había metido sus dedos en mi hoyito y me había hecho sentir rico, así como sus caricias en mi puchita.

Con cuidado y en silencio me regrese a mi cuarto, en donde no se porque, metí debajo de mi pantaleta una de mis manos y comencé a acariciar mi puchita solo un ratito, ya que no sentía igual de rico, entonces decidí dormir a pesar de todo.

A la mañana siguiente, mi tío se fue a trabajar, me quede sola con mi tía sin novedad alguna, fuimos de compras al centro, se compro unas pantaletas transparentes, así como unas tangas y como me iba dando a mí lo que escogía me llamo mucho la atención las tanguitas, por la poca tela y bonitas.

-AA¿Qué paso Deisy? AA¿Te gustan?- Tía.

-Nunca había visto una.-

-Son bonita, AA¿no? AA¿Te gustan? AA¿Quieres una?, ándale, con confianza.- Tía.

En ese rato pensé en dos cosas, primero en que diría mi mamá y segundo, en que recordaba que mi amiga Diana traía puesta una de color verde el día de la posada, ya que en los baños me la presumió.

-Solo que si mi mamá me la ve, me va a regañar.-

-Puedes dejarlas en mi casa y ponértelas cuando vienes.- Tía.

-AA¿Y si se enoja mi tío?-

-El no dice nada, no te preocupes.- Tía.

-Bueno, entonces si.-

Al final me compro dos, una negra y una blanca, así como unos pequeños bikincitos, todos transparentes.

Después de las compras pasamos por mi tío a su trabajo y de ahí nos fuimos los tres a casa, al anochecer llevamos a mi tía a su trabajo. Regresamos mi tío y yo a casa. Me metí a bañar, después me puse a ver televisión, se metió a bañar mi tío y cuando salió se sentó a mi lado.

-Tío. AA¿Me va a poner de nuevo crema en mi colita?-

Me regreso a ver.

-AA¿Tienes comezón?- Tío

-Un poco.-

-Si quiere.- Tío.

-Si por favor.-

-AA¡OK!- Tío.

M e levante del sillón y me fui a la recamara, me quite la pantaleta y me subí la bata, me acomode la almohada, me acosté y abrí las piernas. Mi tío de nuevo se puso un guante y enseguida sentí su dedo pasar por la rayita de entre mis nalguitas, untándome algo fresco, con mis manos me separe las nalguitas para facilitar su acción. Coloco un poco más de esa sustancia en la entrada de mi hoyito, luego con su dedo comenzó a hacer presión para irlo metiendo poco a poco, despacito, entraba y salía, hasta que al fin, todo su dedo lo sentí dentro, así como otro hacer un poquito de presión en mi puchita, justo en la línea.

Despacio empezó a empujar más adentro, a sacar y a girar el dedo que tenía dentro de mi hoyito, una y otra vez, así como presionar más mi intimidad con el otro.

-Un poquito más adentro tío.-

-AA¡OK!- Tío.

Saco casi todo su dedo y lo volvió a meter todo, una, dos, tres vecesaEi¿?

-Más adentro tío, por favor.-

Saco su dedo y metió otro más grande y grueso, lo empujo mas al fondo, era riquísima esa sensación de llenado, al igual como cuando empezó a girarlo, a sacarlo y meterlo despacio. Mientras otro dedo comenzaba a moverse despacio en la línea de mi puchita.

Moví despacio mis caderas hacia arriba, una, dos, tres veces, para sentir más rico el dedo de mi tío dentro de mi hoyito. Luego de eso, sentí un cálido beso en mi nalguita izquierda.

-Hay tío, se siente bien rico.-

-AA¿Qué?- Tío.

-Su dedo dentro de mi colita.-

-AA¿Te gusta?- Tío.

-Sí, AA¿Me puede dar más besitos en mis nalguitas?-

Sin decir nada, me empezó a besar mis nalguitas, me las chupeteaba y lamía, una a una.

-AA¿Me dejas darle besitos a tu cosita?- Tío.

-AA¿A cuál?-

-A tu cosita, a esta.- Tío.

-A mí puchita.-

-Bueno, a tu puchita.- Tío.

-Si tío.-

Saco su dedo de mi hoyito, me gire boca arriba, el se agacho y comenzó primero a darle tiernos besos, luego a lamerle despacito, una y otra vez, después fue metiendo su lengua por la rayita, sentía bien rico.

-AA¿Puede meter de nuevo su dedo en mi colita, tío?-

-Claro, solo abre más las piernas y apoya tus pies.- Tío.

Así lo hice, luego el metió de nuevo uno de sus dedos en mi hoyito, lo metía y sacaba bien rico, mientras con su boca chupaba mi puchita. En eso sentí su otra mano buscando por debajo de mi bata mis tetitas.

-Espere, deje quitarme la bata.-

Luego que lo hice, tuvo más facilidad para acariciarlas una a una.

Entre tanto, su lengua riquísimamente hurgaba entre los pliegues de mi puchita, su dedo entraba y salía de mi hoyito, todo eso se sentía tan maravilloso, que después de un largo rato.

-Nena, quiero tallarte algo entre tu puchita.- Tío.

-AA¿Qué tío?-

-Mi pene.- Tío.

-AA¿Qué es eso tío?-

Mi tío se levanto y se bajo su bóxer, en eso, su erecto, grueso y largo miembro salto frente a mí.

-Es esto.- Tío.

Recordé la escena que presencie a escondidas la noche anterior, cuando el miembro de mi tío entraba y salía del hoyito de mi tía Berenice.

-AA¿Solo me lo va a tallar?-

-Si.- Tío.

-Bueno.-

Me dijo que me acomodara a la orilla de la cama con las piernas colgadas, así lo hice, en eso mi tío se acomodo entre mis piernas, las levanto y me las abrió, coloco su gran miembro entre ellas, se inclino un poco, haciendo que este presionara mi puchita, entonces me junto las piernas y empezó a moverse de adelante hacia atrás, una y otra vez, la sensación era riquísima, primero la hacía despacio y poco a poco fue arreciando sus embestidas, hasta que empezó a bufar y a respirar acelerado, yo sentía delicioso como me tallaba y presionaba su gran miembro, hasta que de la punta brotaron grandes gotas de liquido blanco y espeso, salpicando mi pecho y cara, mas el seguía moviéndose.

Entonces tome entre mis dedos unas gotitas de ese líquido que cayó en mi cara y me lo lleve a la boca, lo probé, no sabía mal, me gusto.

-AA¿Te gusta?-Tío

-Si, sabe rico.-

Seguí tomándolo de mi cara y pecho entre mis dedos.

-AA¿No quieres tomarlo directamente de mi pene?- Tío.

-AA¿Quieres que te lo chupe tío?-

-AA¿Si quieres?-

Me levante y me acomode para chupar su grueso y aun duro miembro. Seguía saliendo ese rico líquido blanco.

-Chúpalo, tomate toda mi leche mi pequeña princesa.- Tío.

Ya cuando dejo de salir, me levante y nos metimos a bañar.

-AA¿Me puedo dormir contigo tío?-

-Claro.- Tío.

Después de bañarnos nos acostamos y nos abrazamos, así me dormí, aunque a media noche sentí como su miembro estaba de nueva cuenta duro y erecto, haciendo presión en mi puchita, aun así, trate de volver a dormirme.

En la mañana que se levanto mi tío para ir a trabajar, me desperté y me levante, así desnuda como estaba, desayune con el y cuando se fue, me volví a dormir, solo que ahora en mi cama.

El día fue casi igual que el anterior con mi tía, quehacer, platicando, de paseo y compras. En la noche que mi tía durmió en casa, me acosté a dormir temprano y más tarde me pare a seguir espiándolos, viendo como hacían el amor.

Así, en la noche siguiente en que estuve sola con mi tío, me puse la tanguita blanca que mi tía me había comprado, junto con una batita corta, a mi tío le gusto luego que me la vio puesta.

-Te ves preciosa mi pequeña.- Tío.

-AA¿Le gusta?-

-Claro.- Tío

-AA¿Me duermo con usted?-

-AA¿Si tú quieres?- Tío.

-Si, si.-

Cuando nos acostamos, me abrasé a el y note que su miembro estaba bien duro y erecto, se lo comencé a sobar por encima de su bóxer, el me acariciaba mi pecho por encima de mi batita, luego me la levanto y acaricio mis pechitos, bajo su mano y la metió debajo de mi tanguita.

-Chúpeme mi puchita tío.-

Me separe de el y me acomode boca arriba, el se levanto y se acomodo entre mis piernas y por encima de mi pequeña prenda me lamió y chupo mi puchita, luego la hizo a un lado y metió su lengua entre mis labios íntimos, encontró mi botoncito y lo presiono rico, bajo y metió la punta de su lengua en mi grutita, fue lo máximo, luego me quito la tanguita para más comodidad de ambos. Después de estar largo rato mi tío chupando mi puchita, se subió y se acomodo sobre mí, su miembro quedo entre mis piernas, lo presione con ellas y el comenzó a moverse, metía y sacaba su miembro presionándome rico.

Y aunque sentía bien rico como tallaba mi intimidad, también quería chuparle su miembro.

-AA¿Me deja chupárselo tío?-

-AA¿Quieres?- Tío.

-Si.-

Se acostó boca arriba y yo entre sus piernas, se lo empecé a chupar por largo rato, hasta que a mi boquita la inundo con su leche caliente.

Me la tome toda a como pude, le chupe aun más, hasta que dejo de salir.

-Que linda mi pequeña princesa, eso es, así, tómatela toda.- Tío.

Cuando dejo de salir leche de su miembro, me levante y me acomode entre sus brazos, me abraso y me beso en la mejilla.

Me sentí feliz verlo contento, por lo que en las noches siguientes en que nos quedábamos solos, me esmere en mi arreglo, con las lindas ropas que mi tía me había comprado.

Así fue durante todas las vacaciones de diciembre. A mí me gustaba estar con mis tíos y era feliz y ellos también conmigo. Por lo que las siguientes vacaciones seguí pasándomela con ellos.

Cuando ya había cumplido los once, en unas vacaciones de julio, el día que mi tía Berenice paso por mi a la casa, fuimos primero de compras ya que íbamos a ir a la playa, mis tíos salían de vacaciones en su trabajo y habían planeado salir.

Era viernes, fuimos a muchas tiendas buscando trajes de baño, al final mi tía eligió tres, de dos piezas y yo igual, todos bastante sexy y provocativos

Aun cuando en edad todavía era chica, en estatura era casi igual de alta que mi tía y de complexión también, mis piernas eran ya algo musculosas y bien torneadas, mis caderas eran anchas, así como mis nalguitas eran firmes, redondas y bien paradas, mi cintura estrecha, mis pechitos redondos y firmes, algo grandes, mi cabello largo y lacio, castaño claro y mi piel apiñonada.

Por lo que todos aquellos trajes, me hacían lucir más mis atributos físicos. Así como también toda aquella ropa sexy y sensual que compro para ambas mi tía, todo acompañado por supuesto de unas lindas batitas transparentes para dormir.

A casa llegamos después que mi tío, quien nos recibió con besos y una mala noticia, le habían recorrido tres días sus vacaciones, no saldría el lunes, sino el jueves y las reservaciones ya estaban hechas. Mi tío le dijo a mi tía que nos adelantáramos, mi tía Berenice y yo, y que el nos alcanzaba allá, de todas maneras estaríamos en la playa por ocho días. Con total desacuerdo aceptamos ambas, así que el domingo partimos mi tía y yo por la tarde hacia Cancún.

Al llegar, nos instalamos y metimos a bañar para ir a cenar.

Mi tía dijo que nos metiéramos las dos de una vez y así lo hicimos, ya estando ambas desnudas en el baño, pude admirar la bella figura de mi tía, si ya de por si me gustaba su cuerpo y ya nos habíamos visto desnudas, ese día sentía diferente.

Sus pechos eran un poco más grandes que los míos, redondos y firmes, su abdomen era plano y su cintura estrecha, piernas delgadas, largas y de músculos marcados, sus nalguitas redondas y duras, su puchita estaba depilada, lucia hermosa y rosadita.

Tomo mi tía el jabón y comenzó a bañarme, recorriendo con ternura mi espalda, luego a mi abdomen, subió a mis pechitos, a los que también fue masajeando con suavidad, en eso sentí como su cuerpo se pegaba al mío. Una electrizante excitación recorrió todo mi cuerpo y creo que ella lo noto al oír mis leves gemidos. Entonces una de sus manos bajo a mi puchita y la fue enjabonando, sus dedos recorrieron mis ingles y luego apretaron mi intimidad, al hacerlo pegue mis caderas con las suyas, eché mi cabeza hacia atrás y la puse sobre su hombro derecho.

Pero luego ella, se fue inclinando y bajando para enjabonar mis piernas y nalgas, me giro y quede frente a ella, así inclinada estiro su brazo y abrió la llave del agua para enjuagarme, en especial mi puchita, a la que luego olio muy de cerca.

Se levanto, le pedí el jabón y le hice lo mismo que ella me hizo a mí y ya casi para finalizar, al estarnos enjuagando, nos abrazamos y nos dimos un tierno beso en los labios, luego nos secamos y salimos del baño, nos vestimos y nos fuimos al restauran del hotel, cenamos, mi tía pidió de tomar unas medias de seda para las dos. Yo nunca había tomado, pero esa noche por primera vez saboree un licor en la cena y otroaEi¿?

Eran las 11pm de la noche cuando regresamos a la habitación, yo me sentía un poco mareada por las cuatro copas que me había tomado.

Al entrar luego me deje caer de espaldas sobre la cama, mi tía hizo lo mismo al lado mió, yo estaba con los brazos hacia arriba, la mano derecha de mi tía rozaba mi pierna izquierda, por encima de mi vestido y poco a poco comenzó a acariciar mi pierna, yo no hice ningún movimiento, por lo que las caricias de mi tía siguieron, en eso se levanto yaEi¿?

-Te voy ayudar a ponerte más cómoda.- Tía

Me dijo que me volteara para desabrocharme el vestido, luego me lo quito, quedándome solo en brassier de encaje azul cielo y en tanguita del mismo color, conjunto que ella me había comprado.

Se sentó al lado mío y comenzó a recorrer con la yema de los dedos mis mejillas, mi abdomen, bajo hasta el resorte de mi pequeña prenda íntima, haciéndome estremecer y excitándome. Cerré mis ojos, de mis labios empezaron a brotar suaves suspiros y gemidos de placer. En eso sentí sus cálidos labios sobre los míos, por mis mejillas, bajo hasta mi pecho, bajo con sus manos los tirantes de mi brassier, descubrió mi seno derecho y beso con ternura mi bolita, luego el otro, lamió de abajo hacia arriba mi seno izquierdo, recorriéndolo todo, cada centímetro, luego el derecho, mi excitación aumentaba.

Las yemas de sus dedos iban bajando poco a poco por mi vientre, hasta llegar a mi pubis, donde dio un suave apretoncito.

-Aaaaahhhg, aaahh, mmmmnn.-

Era exquisita aquella caricia. Hizo a un lado mi tanguita y sus dedos fueron directo a mi puchita ya húmeda y caliente, hundió sus dedos buscando mi botoncito, al mismo tiempo que sus labios succionaban mis bolitas, una y luego otra.

Después, se levanto y se acomodo entre mis piernas, las separo aun mas y hundió su cara entre mi puchita, a la que succiono deliciosamente, arrancándome un exquisito gemido de placer.

-Aaaaahhhg, aaaaaaaahhh, mmmmnn.-

Su lengua hurgo entre mis labios íntimos, encontró mi botoncito y lo lamió de abajo hacia arriba, una y otra vez, luego lo giraba con la punta de su lengua, no se por cuánto tiempo lo hizo, luego bajo mas y hurgo en mi rajadita, hundiendo su lengua al máximo.

Me levante y la jale de los hombros, nos besamos con pasión, luego le ayude a desvestirse e hizo lo mismo con la poca ropa que me quedaba, nos acomodamos en un rico 69 y así nos entregamos, no conté y no supe, pero fueron infinidad de orgasmos que tuvimos y gozamos aquella noche entre ambas, quedándonos dormidas ya muy tarde.

Despertamos cerca de medio día, mi tía lo hizo primero, me beso en la mejilla, abrí mis ojos, le sonreí y jale de su cabeza con delicadeza para fundirnos en un apasionado beso. Nos levantamos y metimos a bañar, nos vestimos y salimos a comer, luego de paseo por el centro, ya más tarde fuimos a cenar y de ahí al hotel, donde nos volvimos a fundir en una sola.

Esos tres días que pasamos solas mi tía y yo, fueron de pura pasión y lujuria. Pero sentía que algo me faltaba, gozaba bastante con mi tía, pero extrañaba a mi tío, extrañaba sentir sus dedos dentro de mi hoyito y tal vez algo más.

Era ya la noche del miércoles, mi tía y yo estábamos bañándonos, cuando tocaron a la puerta, salió mi tía envuelta en toalla, yo me acerque a la puerta del baño, miro mi tía por el ojal de la puerta y grito emocionada que ya había llegado mi tío. Rápido abrió la puerta y se fue sobre él, quien la cargo, cerró la puerta y termino de entrar a la habitación, me salí del baño y me recargue aun lado de la puerta, así, desnuda, se bajo mi tía de los brazos de mi tío, me miro, se hizo a un ladoaEi¿?

-AA¿No le vas a dar la bienvenida a tu tío?- Tía.

Los ojos de mi tío me miraron con una profundidad indescriptible. Me acerque, lo abrase, levante mi cara y nos besamos con pasión. Era la primera vez que lo hacíamos.

-Ven mi vida, ven a bañarte con nosotras.- Tía.

Entre las dos lo desnudamos y metimos a bañar. Mi tía lo enjabonaba de sus hombros, pecho, abdomen, brazos, lavo su cabello, mientras yo lavaba sus piernas, muslos, nalgas y con sumo cuidado su duro, largo y grueso miembro, así como sus testículos. Estaba hincada y así permanecí cuando se estaba enjuagando, al tener cerca de mi cara ese duro y exquisito miembro, lo tome entre mis manos y lo lleve a mi boca que apenas si cabía, lo comencé a chupar, poco a poco lo metía en mi boquita, luego lo sacaba y lamía de abajo hacia arriba, acariciaba con mis manos las bolsa de sus testículos, en lo que mi tía lo besaba apasionadamente.

Luego me levante, lo secamos, e hicimos lo mismo entre nosotras, salimos del baño, mi tía lo acostó boca arriba, ella se inclino hacia el para chupar su rico miembro que estaba completamente erecto, mientras que las redondas y duras nalguitas de mi tía quedaban paraditas, yo me puse detrás de ella, me arrodille y comencé a lamer su rica rajadita que ya estaba húmeda y caliente.

Luego nos levantamos, mi tía se subió a la cama y se sentó sobre el miembro de mi tío, enterrándoselo todo en su jugosa puchita, mientras yo me puse de rodillas sobre la cara de mi tío para que chupara mi también húmeda y caliente frutita.

Mi tío me tomo con sus manos de mis nalgas y comenzó a chupar y lamer mi botoncito, así como también metía su rica lengua en mi rajadita. De repente sentí como uno de sus dedos buscaba entrar en mi hoyito, levante un poquito mis caderas para que pudiera entrar. Cuando entro, sentí tan rico, pero tan rico que experimente algo diferente, extraño, pero muy exquisito.

El haberme fundido en un torrente de lujuria momentos antes con mi tía y el ahora estar las dos con el mismo hombre, al mismo tiempo era inverosímil para mi, nunca me lo habría imaginado.

Y mientras mi tía jadeaba y gemía de placer al cabalgar el rico miembro de mi tío, yo gozaba de su lengua en mi botoncito, que presionaba y lamía, luego bajaba más y la introducía en mi rajadita, así como su dedo que entraba y salía rico de mi hoyito.

Después de un largo y exquisito rato, mi tía se levanto y me dijo que me acostara boca arriba, así lo hice, ella se coloco sobre mí en un rico 69, abrió mis piernas al máximo, con sus manos abrió los labios de mi intimidad y con su cálida lengua masajeo mi botoncito, cual me hizo estremecer. Así como sentir también algo más grande y húmedo tallarse en la entrada de mi puchita, de arriba abajo, una y otra vez.

Era maravillosa toda esa mezcla de sensaciones. Yo bebía todos los ricos jugos de la intimidad de mi tía, lamiendo y metiendo la lengua donde unos momentos antes había estado el grueso, duro y rico miembro de mi tío.

Mi tía Berenice, lamiéndome bien rico mi botoncito y mi tío, mi lindo tío tallándome la gruesa y dura cabeza de su miembro.

Yo deseaba algo más, pero sentía temor el pedirlo, no sabía qué hacer, por lo que decidí callar y seguir disfrutando lo que me daban. En eso, como si mi tío hubiera leído mi mente, comenzó a empujar su hombría hacia dentro de mi puchita, se sentía realmente duro y enorme, pero ansiaba sentirlo dentro, por lo que trate de relajarme.

Mi tío empujaba despacio pero firme y poco a poco fui sintiendo como se abrían las paredes de mi intimidad. Hundí la cabeza en la caliente puchita de mi tía, le succione con fuerza, hasta que aEoepuffaEi¿?, mi tío había roto mi virgo y seguía entrando, al mismo tiempo mi tía Berenice estallo en un orgasmo y baño toda mi rostro con sus ricos jugos.

Entre tanto mi tío, por fin dejo de empujar, la cabeza de su hombría había tocado el fondo de mi, me dolía, pero no quería que lo sacara, poco a poco el dolor fue desapareciendo.

-Aaaaaaaahhh, aaahh, mmmmnn, mmmmnn, que rico tío, que rico, gracias por ser tan lindo conmigo, gracias tía por enseñarme tanto placer.

Empezó a moverse despacio, lo saco y metió con dulzura, poco a poco sus embestidas iban en aumento, en lo que mi tía seguí lamiendo mi botoncito, yo gemía y jadeaba de placer.

-Dentro de ella, vente dentro de ella, quiero tomarme toda tu rica leche directo de su puchita.- Tía.

Cuando oí lo que mi tía quería, me hizo estremecer de placer, al imaginarme y su boca en mi puchita.

Y por fin, después de tantas ricas embestidas de mi tío, sentí como su duro miembro hizo erupción dentro de mí. Su caliente leche inundo mi puchita pero mi tío no se detenía, seguía, por lo que me hacia enloquecer de placer y lujuria, hasta que una segunda erupción volvió a llenar mi ya llena intimidad, su leche brotaba y brotaba de su hombría y sentía como corría hacia mis nalguitas.

Por fin lo saco su duro miembro de mi inundada puchita, mi tía se levanto y se puso al pie de la cama, hincada a beber la mezcla de nuestros jugos, mi tío se sentó a un lado mío, se inclino y me beso en la frente y luego en los labios, lo tome de su cabeza para fundirme con el en un largo beso. LuegoaEi¿?

-Ven tío, acércate, quiero chupártelo, quiero también de tu rica leche.-

Se acerco y se lo chupe hasta dejarlo completamente limpio, así como mi tía me lo hacía a mí. Cuando terminamos, nos metimos a bañar los tres, al salir nos dormimos juntos en la misma cama.

Al día siguiente nos levantamos tarde fuimos a desayunar y de paseo toda el día, en la noche al llegar al hotel nos bañamos, primero mi tía y yo, después lo hizo mi tío y cuando el salió estábamos tumbadas en la cama, completamente desnudas, devorándonos en un rico 69.

A mi lindo tío, le gustaba mucho vernos así, le fascinaba. Se sentó en un sillón frente a nosotras, así envuelto en toalla y nos miraba con lujuria.

Mi tía Berenice acostada boca arriba, con sus piernas completamente abiertas y mostrando su hermosa puchita a mi tío, ambas nos lamíamos el botoncito, lo chupábamos y succionábamos, y metíamos nuestras lenguas en las grutitas del placer. Después de un largo rato, mi tío se levanto y se acerco a nosotras, tome su duro miembro con una mano y lo lleve a mi boca para chuparlo, lamerlo todo, así como sus huevos, luego lo dirigí a la entrada de la puchita de mi tía, poco a poco se lo fue metiendo, mi tía Berenice solo gimió de placer.

-Aaaaahhhg, aaahh, mmmmnn, ven mi niña, voltéate, bésame mis tetas.- Tía.

Me voltee y quede en cuatro sobre ella, mis nalguitas estaban a disposición de mi tío quien las acariciaba con delicadeza, entre tanto yo besaba los duros pezoncitos de mi tía, le daba tiernas mordidas, los chupaba, en eso sentí, como un lindo dedo entraba despacio en mi, hoyito. Al estar ya adentro salía y entro rico, haciéndome gemir también.

-Aaahh, aaahh.-

Me estire un poco más hacia arriba para besar los dulces labios de mi tía, cuando sentí entrar un segundo dedo, luego un tercero, mi gemido se perdió entre nuestros labios. Mi tío embestía fuerte con su hombría la puchita de mi tía y los traviesos dedos de su mano entraban y salían de mi hoyito, hasta que salieron por completo para dar paso al duro y rico miembro de mi tío, que aun era más grueso que sus dedos. Poco a poco fue entrando, me dolía pero lo deseaba sentir dentro por primera vez.

Cuando por fin entro todo, mi tío se quedo quieto por un momento, para que me acostumbrara al nuevo invitado, luego despacio lo fue sacando y metiendo, sus movimientos eran suaves, poco a poco fue arreciando, me tomo de las caderas cuando lo hizo con un poco mas de fuerza.

Sentía como entraba hasta el fondo, me sentía completamente llena. Era todo delicioso.

Mientras mi tía, besaba mis tetitas, con una de sus manos se daba placer y con la otra acariciaba mi botoncito.

En aquella habitación un concierto de gemidos se mezclaban, mi tía, yo y mi tío que ya bufaba.

Su miembro se hinchaba mas, lo sentía, sentía que estaba a punto de hacer erupción y si, dentro de mí lo hizo, grandes chorros de su caliente leche inundaron mi culito, aun así, seguía embistiéndome un poco más, hasta que salió la última gota.

Su leche escurría por mis piernas y las sentía temblorosas. Su miembro aun erecto y duro estaba dentro de mí.

Despacito lo fue sacando y cuando salió todo, me ayudo a levantarme, nos metimos al baño, me ayudo a lavarme y yo a él, cuando salimos del baño su hombría aun seguía dura y bien parada, mientras mi tía seguía dándose placer.

-AA¿Te ayudo mi vida?- Tío.

-Si mi vida, si, ayudame.- Tia.

Mi tío se hinco sobre la cama, tomo sus piernas y las abrió y de un solo golpe le hundió todo su miembro en la puchita, la comenzó a embestir con fuerza hasta que se vino dentro de ella, cuando se lo saco, me acerque a mi tía y comencé a lamer su empapadas puchita de la rica leche de mi tío, hasta dejarla totalmente limpia, luego fui con mi tío y chupe su rico miembro. Cuando termine me fundí en un profundo beso con mi tía.

Después nos metimos a bañar y finalmente nos dormimos los tres juntos, completamente desnudos. El resto de las vacaciones fue así, en el día salíamos de paseo, a comprar, a la playa y en la noche nos fundíamos en la lujuria.

Mi tía me decía que siempre debía estar linda y presentable para mi tío, por lo que me compraba seguido ropa para salir, tanto de día como de noche, cuando salíamos de vacaciones y para lucirles a solas, batitas transparentes con su tanguita, tanguitas solas, micro bóxer y camisetitas, el chiste que en su casa yo andaba como a mí me gustaba y a ellos también.

A mis tíos lo quiero mucho y ellos a mí, me cuidan me miman, me consienten, están al pendiente de mi, salgo de vacaciones con ellos, me hacen sentir como bien.

Gracias tíos, los amo.

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