La niña que quiere que se corran adentro de su polla y sentirlo todo
El pasado viernes me cayó lo que no estaba en los escritos, era un día para pasarlo en la oficina, cosa que no me dejaron estar. Además me “obligaron” a ir a ver una instalación sobre las cuatro y media del mediodía, hora que la verdad no me apetecía para nada ir. La instalación estaba en Alcalá de Guadaira (un pueblo de Sevilla), me citarón en la Plaza del Paraíso, lugar que llegue con tiempo pues eran las tres y media del mediodía. Venía por la calle Telmo Maqueda buscando un hueco donde poder aparcar, teniendo la suerte de ver precisamente de lejos como un coche salía.
Venia escuchando mí música… mí reguetón. Cuando aparque mí coche en el hueco que había dejado ese otro automóvil, ni tan siquiera apague el motor y menos aún la música. Mire la hora y me dio por mirar a mi alrededor, divisando en la parte alta de la acera como una plazoleta, donde a pesar del tiempo había tres chicas jóvenes. Chicas que no es prudente precisar su edad, aunque una de ellas no dejo de decirme en todo momento que tenía dieciocho años, edad que no quise pedir su DNI por parecer desconfiado.
Bueno continúo, estas estaban junto a un banco metálico, una sentada y dos de pie, banco que está en la plazoleta denominada «Callejón del Huerto». Cuando estas escucharon la música procedente de mi coche, comenzaron dos de ellas a bailar, obviamente las que estaban de pie. Moviéndose con picardía, movimientos de reguetón, cuya consecuencia fue que a una de ellas que de improvisto, acabo por salirse uno de sus senos… mmm, momento en que mis ojos se pusieron como platos al fijarme en ellas, quedándome incrédulo al verlo.
Estas para haceros una idea vestían con ropa deportiva, siendo esta en concreto la cual llevaba un top azul marino, un pantalón deportivo y un chaquetón enorme de pelo con gorro, prenda que en ese momento preciso no llevaba. Mientras las otras dos, llevaban prendas deportivas también pero menos provocativa, no por eso las hacia menos atractivas. La chica para nada se cortó, sino todo lo contrario, continuo bailando, sonriente maliciosa, no dejo de mirarme, llegando a lanzarme besos. Mientras sus amigas con cierto cachondeo, soltaba…
«Mira el tío mirando… ja ja ja, coño que se le van a salir los ojos de los moldes”.
Soltaba una, prosiguiendo la otra…
“Ja ja ja, este seguro que cuando llegue a su casa de pajea».
Yo simplemente me quede callado mirando a esta chica en cuestión, chica que seguía mirándome de forma desafiante. Más aun cuando con uno de sus dedos de una mano, recorrió de forma ascendente su vientre desnudo hasta su boca, dedo que se lo introdujo dentro de la boca de forma indecente. No haciendo caso de los comentarios y advertencias de sus amigas, mientras yo seguía en el interior de mi vehículo con la música puesta. Está no dejaba de mirarme al tiempo que bailaba de forma sensual, moviendo sus caderas al compás que sus manos moldeaba su silueta… mmm. Notando yo como mi miembro se me iba endureciendo a medida de sus gestos, fueron sus amigas nuevamente quien le insistía a esta parase, cosa que no hizo y que incluso llegaron a amenazarle con irse y dejarla sola. La chica no se detenía, yo en cambio ni me movía del interior de mi coche, deje de tener prisa ya que ahora tenía un motivo para quedarme. Esta comenzó nuevamente a bailar dando salto, saltos que nuevamente se le salieron sus senos, pero en esta ocasión no fue solo uno sino fueron los dos… mmm. Y ante esto, cogieron sus amigas y acabaron por marcharse, dejándola sola al tiempo que una de ella le soltó…
«Cuando se te pase las tonterías, ya sabes dónde estamos».
Mientras la otra le dijo…
«Si vas a hacer una locura, procura que sea con protección, no lo hagas a lo loco».
Tras marcharse ambas, dejando allí sola a su amiga, chica que no dejo de mirarme, soltándome…
«¿Qué pasa?, ¿Qué te vas a llevar ahí todo el rato dentro del coche mirándome, o vas a querer algo?».
Contestándole yo…
«Has pensado que quizás, no pueda salir de la manera que me has puesto».
Me mira y suelta una carcajada, soltándome…
«No jodas… así estamos, joder… eso lo tengo que ver».
La muy mal hablada, coge y caminando hacia las escalinatas que están situadas a su izquierda, escalinatas que baja de la plazoleta, dirigiéndose hacia mi coche. Situándose junto a la puerta del copiloto, abriendo esta sin pedir permiso e introduciéndose en el interior de mi coche. Dándome cuenta que ni tan siquiera le llego a molestar el seto de tuyas que hay, pues ni le importo que si estas pudieran arañar la puerta. Pero está, una vez sentada, coge y sin pelos en la lengua me suelta…
«A ver sácala… quiero ver si es verdad, quiero ver porque coño no puedes salir del puto coche».
Me sorprendo de su vocabulario, pero no me echa hacia atrás, cojo y ante tales palabrería de da la sensación que está no ha pisado colegio alguno, me suelto la hebilla del cinturón, desabotono el botón del pantalón y bajo la cremallera, mientras miro a la chica con rostro ansioso, esperando yo que está se retracte de su petición o se baje del coche asustada. Pero en vez de eso, me jalea para darme prisa, acabando por ser ella quien alarga su mano hasta introducir su mano dentro de mi bóxer, acabando por sacar mi miembro y soltar…
«Ala… pues tienes razón, coño sí que es verdad que estabas empalmado, menuda erección que tienes ja ja ja».
No dejando de pensar la boquita que tiene la niñata… no soltaba nada, además era descarada a no poder, provocando hasta el último momento. Esperaba que cerrara esa boquita, cuando vio mi miembro fuera, pero en vez de eso soltó…
«Joé como la tienes, pero no es para tanto, aunque se ve apetitosa… no esperaba vértela tan gruesa”.
Apretó su mano oprimiendo mi tronco, sintiendo esos dedos frágiles rodearlo, soltando…
«Uuufff, pues sí que la tienes dura… no».
Comenzando a deslizar su mano a lo largo de mi miembro… mmm, impregnándose del líquido preseminal que salía de mi glande, líquido que le sirvió para deslizar su mano hasta mis genitales… ooohhh. Soltando nuevamente…
«Que caliente la tienes, esto es normal».
Por su manera de hablar más me dio la sensación que esta no había visto polla alguna, pero me retractaba su manera de cogerla y masturbármela… uuummm. La niñata por muy envalentonada que estaba, tenía detalles inocentes, detalles que quizás simplemente me estaba vacilando. Comentario inocente como el que me soltó…
“Es normal que un tío se depile la polla y las pelotas, aunque es raro y distinto… me gusta”.
Pero si es verdad que el sentir el tacto de esa mano, mano que era suave y delicada a pesar de esa sucia boca, pero sentía como esa piel joven me estaba haciendo temblar… aaahhh. Llegándole a soltar un comentario por su ignorancia hacia el miembro masculino, replicándome está en plan déspota y borde…
«Pues sabe una cosa ahora que la veo mejor, no la tienes tan grande pues mi padre la tiene mucho mayor que tú, además de los enormes huevos que le cuelga».
Comentario que pensaría que me molestaría, pero que en verdad es algo que me importa bien poco. Pero aun así ella no se detenía… mmm, no dejaba de deslizar su mano de arriba hacia abajo… uuuffff. Llegándome a decir…
«Sabes, siempre me han gustado los hombres mayores, pues los chicos de mi edad van a lo que va, no parándose a pensar en nuestro disfrute».
Respondiéndole yo…
«Bueno, yo no soy tan mayor, tengo cuarenta y cinco años».
Respondiéndome ella…
«Pues yo creo que si eres mayor, ya que tenemos una diferencia de edad de veintisiete años».
Años que como he dicho antes, ella aparentaba tener mucho menos, momento que me gire un poco hacia ella y envalentonándome, dirigí mi brazo izquierdo hacia sus senos, senos que suaves que me dio por sentir la juventud que derrochaba, notando su corazón palpitar acelerado. No dejando de pensar que a pesar de no pasar transeúnte alguno en esos momentos, no nos podíamos quedar ahí, ya que no dejaba de pasar personas. Volviendo ella a hacer comentarios jocosos sobre mi miembro, no dejando de menospreciar mi miembro la muy hija de puta… pero no la soltaba la cabrona, deslizaba su joven mano por mi tronco… mmm. No dejaba de echarme en cara que su padre debía de ser más hombre, hombre solo por el tamaño de su miembro, mientras su mano me masturbaba… aaahhh. Comenzando a pasar y de forma ocasionalmente algún transeúnte, pero no éramos objeto de miradas. Pues mientras yo me encontraba derecho en mi asiento, ella estaba levemente girada hacia mí, ocultando su maniobra su chaquetón, prenda que puso una vez que saque mi miembro fuera… ooohhh.
Siendo yo quien acabo por hacerle saber que no podíamos continuar allí y de semejante manera, siendo ella la que tras asentir, acabo por sugerirme una zona de aparcamientos que hay cerca. Aparcamientos que pertenecían a una zona residencial y a los bloques de vivienda de la zona, aparcamientos que me hizo saber que siendo la hora que es y con este tiempo estaríamos más tranquilo, al tiempo que finalizaba…
«Mejor ese sitio que cualquier otro, además yo no dispongo de mucho tiempo más ahora que estoy sin mis amigas, no te aconsejo que mis padres se preocupen».
Decir esto y sin dejar lo que estaba haciendo, continuó por indicarme como debía de ir a ese aparcamiento, cosa que hice. Comenzando por sacar mi automóvil de ese hueco, retrocediendo con cuidado, avance unos metros hasta adentrarme en la plaza el Paraíso, girando a la izquierda y dejar esta en el centro. Volviendo a entrar en esa misma calle en la cual salí (calle Telmo Maqueda), pero claro está ahora en sentido contrario, no llegando al final donde casi al final gire en la denominada aunque minúscula plaza San Mateo, tomando la dirección inicial. Momento en que esta coge y levanta el chaquetón, introduciéndose ella al tiempo que se cubre con este. Sintiendo la suavidad de sus labios posarse sobre mi glande, rodeando tersamente y actuar como si de un fresón fuera… uuuffff. Comenzando a darme bocaditos desde mi glande e ir descendiendo por mi tronco, dándome muerdos con suavidad… uuummm. Sintiendo su lengua y labios, haciéndome estremecerme al sentirlos en mis genitales… ooohhh.
Yo para esos momentos intente controlarme, poniendo mis cinco sentidos en la carretera aunque difícil de hacer, gire a mi derecha para meterme en esa calle que daba a esos aparcamientos, aparcamientos que son los que rodea a la plaza del Huerto. Acabando por aparcar mi coche donde está previamente me indico… uuuffff, soltando un sonoro respiró ante la manera de mamar. Pero bueno, tras detener el coche, echar el freno de mano y apagar e motor. Aparte el chaquetón de su cuerpo, dejándolo que cubrir y pose mi mano izquierda sobre esos cabellos, mientras la derecha la pose sobre su cintura, comenzando a ascender hasta su cuello… mmm. Sintiendo sus vellos erizarse por mis caricias y descender hasta media espalda, volviendo a ascender para esta vez introducir mi mano bajo el top. Disfrutando de su espalda desnuda, disfrutando de esa piel tersa, disfrutando de su aparente juventud… uuummm.
Cuando descendí hasta sus nalgas, mi mano acaricio en un primer momento por encima de su pantalón deportivo… mmm. Pantalón deportivo aunque tan fino como unos leggins, cuya sensación me dio por pensar que está no llevaba prenda alguna debajo. Ella que en esos momentos dejo de darme muerdos, de lamer y besar para pasar a engullir mi miembro… ooohhh, acabando yo por dar un sobresalto… aaahhh. Ella rio tímidamente pero no se detuvo… mmm. Yo continué, ascendí mi mano desde sus muslos hacia su cintura para volver a descender, acabando en esta ocasión por introducir mi mano por debajo de su pantalón deportivo. Descubriendo que en verdad llevaba prenda interior, pero cuya prenda es un tanga de hilo y que esta prenda, me dejaba total libertad para hacer… mmm. Ella comenzó a gemir y suspirar por cada una de mis caricias, disfrutando yo de esas nalgas delicadas. Disfrutando de esos glúteos y lo que esconde entre estos, deslizando mis dedos a través de estos hasta su ingle… uuuhhh.
Ella comenzó a suspirar cada vez más y de forma más agitada… ooohhh. Yo no deje de acariciar sus cabellos al tiempo que mi otra mano, se deslizaba desde sus nalgas hacia sus labios vaginales, labios que estaban hinchados debido a la excitación. Una vez tras otra hasta que acabar por hundirlo dentro de su orificio vaginal… aaahhh, no teniendo problema debido a lo mojada que estaba… uuuffff, acabando está por soltar un grito ahogado de placer… aaahhh. Siendo como se revolvía ella sin sacarse mi polla de su boca, moviéndose para intentar sacarse el pantalón, tirando con su mano derecha hacia abajo, acabando por sacársela de la boca. Mirándome como ahora el que sonríe soy yo, mientras ella nerviosa y torpe, tras descalzarse de su calzado deportivo y acabar por sacarse ese pantalón. Soltándome…
«Me gusta tu polla… mmm, nunca había probado una que no tuviera pelo alguno, me gusta que lo tengas rasurada… mmm».
Volviéndose a inclinar al tiempo que la sujetaba con su mano, masturbándomela alternando lamidas con muerdos… uuummm, besos con chupetones… uuuffff, absorbía y daba atragantadas… oooggg. Introduciéndosela hasta desaparecer por completo acelerando… aaahhh, sintiendo sus arcadas y nauseas. Mientras yo dedeaba su vulva… mmm, jugueteaba con sus labios vaginales e introducía mi dedo en su coñito… uuufff. Esta sacándose mi polla de su boca, me soltaba…
«Aaahhh… ooohhh, no pares… uuummm, no pares… por favor… ooohhh, ahora no… uuummm».
Oprimiendo yo su nuca, obligándola a mamar… uuuffff. Mientras dos de mis dedos entran y salían ya de su joven coñito, coñito que para nada era virgen, presionando con suavidad su pared superior vaginal… aaahhh. Volviéndomela a sacar para soltar entre gemidos…
«Ooohhh… Dios, que me haces… uuuffff, que bueno… uuummm».
Volviendo a su tarea, dedeándose ella al tiempo que penetro con decisión, alternando la presión hasta que esta entre convulsiones y gemidos acaba por explotar, pues obtuvo su primer orgasmo… ooohhh. Entre suspiros ahogados por la respiración entrecortada, cuyo cuerpo tiembla y no precisamente de frio, me mira mientras se repone y tras mirarme de forma maliciosa, me suelta…
“Ahora te vas a enterar tú, tienes preservativo…”.
Ante su petición, le hago saber que no suelo utilizarlo, pues me he operado ya y no puedo dejarla embarazada, motivos más que justificados. Pero que ella con lógica me contesta…
“Ya no es por el hecho que me dejes embarazada o no, también es por las infecciones”.
Respuesta que me mostró en esos momentos tanto la cordura, como la buena cabeza y juicio, pero tras escucharme oírle decir que no llevo ninguno, esta coge y saca uno del interior de uno de los bolsillos de su abrigo. Comenzando a abrirlo sin perder tiempo, mientras yo echo hacia atrás mi asiento, continuando por bajarme pantalón y calzoncillos a mis tobillos. Siendo ella la que me lo coloca en cuclillas sobre mí, mientras yo comienzo por acariciar sus pequeños senos… mmm, masajeándoselos y juguetear con sus pezones. Soltándome al tiempo que gime…
“Uuummm, malo papi… que eres muy malo”
Una vez que me ha colocado el preservativo, dejo de acariciar sus senos y coloco mi mano izquierda en su cintura al tiempo que con la derecha sujeto mi miembro por la base, dejando que sea ella la que se lo ajuste, dejándose caer poco a poco… ooohhh. Sintiendo a pesar del látex esa cálida gruta… uuummm. Soltándome ella…
«Uuummm… despacio… despacio, ooohhh… mmm, si… aaahhh».
Acabando por soltarle ante su cara de satisfacción y de vicio…
«Te gusta».
Respondiendo ella mientras jadeaba y con la respiración entre cortada suspira…
«Si… si… aaahhh».
Volviéndole a decir…
“Pero tú no eras la que decías que mi polla era…”.
No dejándome seguir al responderme…
“Si ya pero eso es una forma de hablar que a los tíos os gusta y pone, dándonos mayor placer al querer demostrarnos que de medianía no tenéis nada… ooohhh. Pero vez como al final te impones y estas demostrando que me equivoco… uuuffff.
Estuvimos un buen rato, tiempo que no os sabría precisar, tiempo que acabe por pasarle el top por detrás de su cuello, para comenzar por saborear sus senos… mmm. Lamiendo sus mamas y mordisqueando sus pezones, mientras ella no dejaba de botar y suspirar, inclinándose hacia atrás hacia el volante con el cuidado de no tocar el claxon… uuummm. Disfruto de su cuerpo, mientras no dejamos de besarnos, disfrutando de su cuello y hombros, mientras ella hacía rato que había abierto mi camisa y besado mi peludo pecho. No deja de moverse y al en cada movimiento sus senos botan… mmm, moviéndose con fuerza y sentir mi grueso miembro darle placer… ooohhh. Muerde mi hombro llevada por la satisfacción, mientras yo me entretengo por jugar con su orificio anal… uuuffff. Juegos que ella me dice…
“A los tíos os pone los culitos… mmm”.
Calla y prosigue…
“Te gustaría follarte mí culito”.
Tomándola con ambas manos por la cintura y acelere sus embestidas al tiempo que le hice saber que lo deseaba, ella no aguanto mucho más… uuuffff. Daba sensación que llevaba mucho tiempo sin hacerlo o estaba muy excitada, pues volvió a obtener un nuevo orgasmo, quedándome yo a las puertas de mío… mmm, cosa que se lo hice saber. Se quedó unos minutos sentada, minutos que mi polla palpitaba dentro de ella, sabiendo ella bien que no era prudente dejarme de esa manera. Acabo por levantarse al tiempo que se la sacaba con cuidado, sentándose en el asiento del copiloto, miró su reloj y me hizo saber…
“No es por dejarte así, pero me debo ir”.
Comenzando ella a vestirse, mientras no deja de mirar mi polla, acabando por preguntarle…
“¿Qué haces, no me digas que ya te marchas?”.
Respondiéndome ella…
“Tú que crees, te acabo de decir que no me puedo quedar más”.
Acabando por mirarme de nuevo al tiempo que vuelve a rodear su mano mi miembro, inclinándose y volvérsela a introducir dentro de su boca… mmm. Chupándomela con un ritmo, ritmo que intentaba que me corriera, cosa que permití yo y dejar de aguantar… ooohhh. Corriéndome dentro de su boca, mientras presionaba con una de mis manos su nuca al tiempo que la otra la espalda… aaahhh, no quedándole a esta más que tragar hasta la última gota. Tras apartarse fueron reproches, pero sonriente me soltó…
“Me lo merecía”.
Acto seguido y tras un breve silencio, me pidió disculpa por los insultos y menosprecio que me había hecho. Haciéndome saber que aunque reconoce que su padre la tiene más grande que la mía, también es verdad que no debe de tener tanto aguante como yo, como la experiencia y la manera de tratar a una mujer. Pues tu cuando hay que hacerlo con delicadeza y ternura lo haces, y cuando debes de usar la fuerza y las malas maneras también… mmm. Calla y prosigue… La verdad es que a veces desde mi dormitorio escuchaba a mis padres, desde los gritos y jadeos iniciales hasta los golpes producidos por la cama de mis padres, golpes que no eran otros que el cabezal de la cama chocar contra la pared. También es verdad que mi madre se escucha muy efusiva al inicio, advirtiendo a mi padre que tenga cuidado al introducirla, pues el tamaño ha llegado a veces a hacerle daño, pues mi padre según parece que de ternura y suavidad es poco. Luego en no más de cinco minutos escucho a mi madre decir…
«Ya… no me digas que ya te has corrido, no aguantas últimamente ni para gozar yo».
«Además me has dejado peor que cuando comenzamos, tanto tamaño y para qué».
Tras sincerarse pidiéndome disculpas, me pido que la dejara si era posible donde nos conocimos, para marcharse ella sola hasta donde están sus amigas. Pero antes de dejarla, nos intercambiamos de WhatsApp, dándonos un piquito al tiempo que esta me soltaba…
“La próxima vez quiero hacerlo a pelo, quiero esa medianía de polla dentro de mi coñito hasta que te corras dentro, quiero sentir esa sensación de sentir todo… mmm”.
Os podría decir que no me ha dado tiempo quedar con ella, tampoco os puedo negar que está no deja de mandarme whatsap, whatsap que no son leídos, ya que también son de voz e incluso algunos subidos de tonos, como el que recibí ayer mismo de unas fotografías y un video… mmm. Video que me enseñaba donde estaba, preguntándome…
“¿Cuánto tardarías en venir?, te recomiendo que no tardes no vaya a coger yo frio, o que otro se aproveche”.