Cumpleaños de ellas, pero termina siendo un regalo para mi ¡Su primer trío MHM!
Ellas cumplen años, pero el regalo es para mí
En la idea de ir contando las historias vividas en el swinger, vamos a dar un salto a una que acaba de pasar hace menos de una semana.
El 13 de noviembre es el cumpleaños de Valentina, para ese día le había comprado dos perfumes y le organice un almuerzo en casa, al cual invitamos a una amiga cercana que viniese a comer con nosotros. Todo transcurrió normal, cuentos, echadera de bromas y a media tarde pensamos en ir a tomar unas cervezas.
El plan del día era simplemente hacer una salida familiar dado que el sábado es que está programada la celebración del cumpleaños.
Pero ser los acures representa un gran compromiso social y el cumpleaños de Valentina no iba a ser de otra forma.
Estuvimos en el local hablando de muchos temas y proyectos, riendo y recordando muchas cosas al tiempo que ya habíamos tomado unas 10 cervezas ellas y 15 yo. Se nos dieron las 9:00Pm y decidimos volver a casa. Hasta ese momento había sido una salida normal, de hecho, al llegar a casa había dado por terminado el día. La cosa es que tenemos otra amiga que cumple años ese mismo día y no pasaba por mi mente verla dado que habíamos pactado la fiesta para el sábado. De pronto Valentina se acerca al cuarto y me dice que Natasha quiere venir a tomarse unos tragos con nosotros. Me preparé para salir a buscarla y en el camino le dije que esperaba verla era el sábado, pero que siempre es bienvenida en nuestra casa y que si es de celebrar, pues se celebra.
Esta amiga en cuestión la conocemos desde hace un par de años, es una vecina cercana que se ha hecho muy amiga y cómplice, es una mujer muy bella e inteligente, tiene unas curvas espectaculares, es de tez blanca, con una boca que provoca comerla a besos, cabello negro que debe llegar a la marca del brassier, un culazo que desafía la gravedad y unas lolas muy bien moldeadas por el bisturí. Es una chica muy fiestera, de aspecto sexy que resulta muy difícil no fijarse en ella.
La verdad es que siempre me llamó la atención, en varias oportunidades habíamos hablado Valentina y yo de lo buenota que está Natasha, pero la amistad se fue haciendo tan firme que se hacía difícil poder entrar al tema swinger con ella. En el pasado habíamos tenido roces en el cine, nos dimos unos besos en una fiesta que hicimos hace meses, pero ese deseo de tenerla entre nosotros y disfrutar de un divino trío no se había dado.
Volviendo al cumpleaños, ella estaba vestida con un short de jeans y un sweater tejido que dejaba sus hombros pecosos al descubierto. Antes de entrar a casa recuerdo estuvimos hablando y le di un piquito en sus labios carnosos. Entramos, estuvimos tomando unos rones en compañía de unos familiares y amigos. Estaba al corriente de la conversación de todos pero a su vez pensaba en como hacer para terminar de ligar con ella esa noche. Recordé que tenemos algunos regalos ya comprados para chicas, como suele ser parte de lo que hacemos, siempre tenemos alguna carta bajo la manga para dar detalles a las invitadas. Aproveché la ocasión para dar a nuestra amiga un perfume muy rico que ya había regalado meses atrás a Valentina, pero que en su momento compré tres iguales.
Sabía que era cuestión de determinación y tiempo, dado que a nuestra amiga le encanta tomar y de seguro no se iba a conformar con unos tragos y ya. A la 1:30am todos se fueron, quedamos sólo Valentina, Natasha y yo. Nos pusimos a bailar reggaeton y descaradamente comencé a pegarme a ella sin disimulo.
——–Una de las cosas más entretenidas de ser swinger es que literalmente tenemos licencia para matar, es decir, puedo ligar con alguien sin temor a ser descubierto o a que mi pareja se moleste por ello. Incluso es el efecto contrario, a Valentina le encanta verme en plan salido con otra mujer.——–
Conforme iba pasando la noche deje de beber, ellas si seguían muy animadas en tomar, yo quería mantenerme en mi plan de avanzar con Natasha y fue el agua con limón mi compañera de viaje. Nuestra amiga es fanática de los ritmos electrónicos, así que era ella quien escogía la música y los tres bailábamos, en varios momentos me acerque a ella sugerentemente buscando besarla pero ella esquivaba mis ataques, yo estaba decidido que esa noche llegaría más lejos… En una nueva canción me puse tras de ella y mis manos subieron entre el sweater y su piel para desabrochar su brasier. A pesar de que hemos bailado muchas veces y hemos tenido roces, esta vez era distinto, mi meta estaba clara. A eso de las 2:15am mis manos estaban en su cintura, metí mis dedos entre su short y sentí el elástico de su tanga, debo reconocer que me atrae de sobremanera el explorar furtivamente un cuerpo desconocido, así que mi erección no se hizo esperar, el ritmo de la música y las luces apagadas eran el escenario perfecto para dejar que mis manos dibujarán la marca de su tanga.
El deseo de avanzar me llevó a subir una de las manos y agarrar su seno derecho directamente sobre su piel, para ese entonces los dos estábamos en trance y ella agarró mi mano izquierda que estaba en sus tangas y la termino de llevar entre sus piernas. Ambos apretamos y pude sentir como la humedad de su coño se hacía presente. Esa caricia fue un instante, pero fue suficiente para saber que esa noche todo iba a ser diferente.
Después de ese flash de haberla tocado sin disimulo y ella haberlo aprobado, en una de esas le comenté a Valentina.
_ Vamos a cogernos a Natasha.
_ No lo sé, es muy amiga y me da pena.
_ Eso no va a cambiar la amistad, ya verás que será rico.
Valentina no estaba muy convencida por el tema de la amistad, a pesar que todos somos amigos, ellas dos lo son más. La verdad es que no hice caso a eso que ella dijo y en la siguiente canción me puse tras Valentina y descaradamente le metí mano, ella tenía una blusa ajustada y un pantalón ceñido al cuerpo de tela negra, sus curvas se veían muy provocativas, Natasha estaba en su baile y las acerque a las dos, quedaron frente a frente, quería que el morbo siguiese, una de mis manos agarro a Natasha, y le restregaba mi verga bien parada en las nalgas a Valentina, la otra mano la lleve al short de nuestra amiga y la atraía a mi esposa. Era una situación llena de morbo de ver a dos mujeres casi besándose de lo cerca que estaban. En otro momento Valentina fuese tomado la iniciativa y hubiese besado a la chica, seguramente fuese sido más fácil todo el ligue con la invitada, pero al ser la amiga, ella estaba muy cortada.
En la siguiente canción las volví a colocar frente a frente, solo que ahora Natasha estaba en medio de los dos y de espaldas a mi. Mi erección seguía de campeonato, no tenía el menor interés en ocultarla y creo que nuestra invitada estaba disfrutando de la situación tanto como yo, solo que también estaba contrariada al ser amigos y estarse dejando manosear por el esposo de su amiga. Con mi mano izquierda fui dentro de su sweater y agarre con ella su seno izquierdo, la otra mano la lleve sobre el short a su entrepierna, el baile era la excusa perfecta y el ritmo indicado para que la sensualidad del momento se hiciera más intensa. Durante unos segundos me permitió dejar mis manos hurgar su intimidad y Valentina que estaba pegada a ella podía sentirlo.
Más canciones pasaron y yo seguía ganando terreno sobre su piel, en un momento nos pusimos a bailar los tres frente a la pantalla del portátil y mis manos estaban descaradamente agarrando el culazo de cada una de ellas. No había tela que pudiera limitar mi deseo de sentirlas. Tenía cada mano directamente en las nalgas de cada una sobre la piel, había entrado entre el short de nuestra amiga y el pantalón de mi esposa. Era una situación llena de morbo el recorrer una nueva piel con la complicidad de hacerlo justo al lado de mi pareja.
De pronto nuestra amiga se puso más románticona y cambió el ritmo músical, ahora eran canciones de Juan Gabriel las que se escuchaban en casa… por un momento pensé que todo estaba perdido, pero en nuestra sala hay un par de puff que son muy grandes y da espacio a sentarse cómodamente y poder quedar entre la pared y las espaldas a ellas. Así lo hice, me coloqué tras de ellas y deje que mis manos siguieran su recorrido de nuevos destinos.
Llegó un momento que faltó nada para terminar haciéndolo en la sala, pero horas antes unos de los asistentes se habían ido a dormir a uno de los cuartos y eso era algo que no podíamos obviar. Decidí ponerme más cómodo y me cambie el jeans y la camisa manga larga por un short de tenis y una franela de running, en este cambio pasé por la ducha y fugazmente me di una pasada de agua y jabón para salir fresco y sin nada bajo el short.
El destino estaba a nuestro favor y la luz se fue, la lluvia era constante, así que nuestra amiga no podría irse, vamos, que tampoco es que la iba a ir a llevar, ya le había comentado que esa noche se quedaba en casa. La botella de ron llegó a su final, ambas estaban muy tomadas pero conscientes. Así que les dije que era hora de irnos a dormir, para ese momento eran cerca de las 4am y noté que Valentina dudo si dormir los tres en el cuarto, la verdad es que no le presté atención y nos fuimos a la cama matrimonial, nuestra amiga pasó al baño, Valentina se quedó a un costado y como era de esperarse, dejé espacio para nuestra invitada en el medio.
La cama es algo estrecha para tres personas, pero cuando las ganas son supremas eso es justo lo que quieres. Nuestra amiga se acostó de espaldas a mí con el sweater y el short, yo había quedado sólo con el short; y desde siempre me ha fascinado el tema de abordar a una mujer dormida, es una situación que me excita de sobremanera, el recorrer la piel y el quitarle la ropa mientras está entregada al sueño.
Mi mano derecha la abrazó, sostuvo sus grandes lolas torneadas directamente sobre su piel, mi cuerpo se pegaba al suyo, y mi erección estaba tan firme que era capaz de sostener un edificio sobre ella. Luego de un instante baje por su abdomen, sin mucho esfuerzo logre abrir el botón de su short, la cremallera cedió sin problemas… ahora solo quedaba sacar el short y el tanga. Como pude me las ingenié para que el short fuese deslizando por su piel, al estar ella de lado esa tarea es algo difícil, pero las ganas eran mayores y con ayuda de mis piernas logré sacarlo.
!Por fin podía sentir su tanga sin ningún tipo de impedimento¡
Ese era un logro que elevo más mi deseo, pero estaba decidido a llegar hasta el final, mi mano se fue a su pubis depilado y con ayuda del tanga algo flojo mi dedo medio se puso dentro de sus abultados labios. Tantos años de haber masturbado a una chica desde la espalda se hicieron presentes, ese morbo de sentir sus nalgas pegadas a mí, mientras mi dedo vibra sobre su clítoris me causa un éxtasis total. Por primera vez ella se movió y dijo vagamente que parase, pero mis oídos estaban sordos y esa noche era todo o nada.
Nuevamente inicie el transitar del tanga para salir de sus piernas, lo dejé a la altura de las rodillas y aproveché para sacar mi short. A todas estas estaba plenamente seguro que Valentina estaba dormida. Sé que no habría problema de nada, porque no es la primera vez que cojo con una mujer a su lado a pesar que ella duerma.
Con total acceso a su carnosa y jugosa entrepierna ya mis pensamientos volaban, nuevamente comencé a masturbarla, estaba enfocado en su clítoris y besaba su cuello desde la espalda. Su mano se posó sobre la mía para indicarme que quería que bajase, lleve mi dedo medio a la entrada de su cuca caliente y debo reconocer que se siente divina, tiene una textura más rugosa de lo normal, rápidamente fui acelerando el ritmo para llevarla a más, ella se restregaba sobre la cama, ya estaba totalmente boca arriba, y sus movimientos demostraban placer… sentí que estaba muy próxima a llegar, pero nuevamente se escuchó…
_ Alejandro, deja… (Su voz era una mezcla de deseo y choque mental de tener a su amiga al lado dormida).
Hice caso omiso a su petición, por el contrario la puse a agarrar mi guevo erecto y lleno de deseo, por un instante estuvimos masturbandonos mutuamente pero salio de su trance.
_ Valentina, por favor ponte en el medio que Alejandro no me deja dormir.
Tuvo que despertarla, pensé que había acabado todo, solo reinaba la oscuridad del cuarto y ahora era Valentina quien estaba a mi lado y Natasha del otro lado de la cama. Mi deseo seguía intacto, y a pesar de que Valentina se había acostado con el pantalón de tela, lleve mi mano derecha directamente sobre su coñito inocente de lo que estaba pasando. Ese es el cuerpo que más conozco, sé lo que le encanta, así que con firmeza comencé a masturbar su clítoris, ella comenzó a despertar y a gemir, por mi mente pasaba el recuerdo de hace un instante invadiendo la intimidad de nuestra amiga, estaba entre ese pensamiento y el llevar a Valentina al orgasmo, cuando de pronto siento unas uñas sobre mi mano, no tenía la certeza de quién eran, un nuevo movimiento hizo sonar unas pulseras, y esas sí que las reconozco, son las que tenía puesta nuestra amiga.
Sentí como su mano pasaba sobre la mía y seguía en la búsqueda de los gemidos de Valentina. Ellas comenzaron a pegar su piel y cuando pude ver en medio de la oscuridad Natasha la estaba besando intensamente mientras yo seguía en mi camino de llevarla al orgasmo. Su cuca estaba mojada, palpitante, llena de deseos y pasión, su amiga estaba igual, en un momento nos besamos Natasha y yo mientras que Valentina en el medio recibía el placer propio de nuestra excitación. Sentimos como ella acabó en un orgasmo silencioso para no despertar a nadie…
_ Ahhhhhhhhhh!!! fue lo que sonó bajito en la habitación.
Me levanté para dejar a nuestra amiga en el medio, pero ellas dos entraron en un espiral de deseo lésbico que nunca había visto, nuestra amiga quedó en cuatro sobre la cama besando a mi pareja como dos novias que llevan meses sin verse, como quien descubre el sabor de un beso por primera vez. Si antes había estado excitado, ahora estaba fuera de mí, encendí la luz del baño y dejé la puerta a medio abrir para poder ver más el espectáculo, al voltear estaba el culazo de nuestra amiga cubierto por un tanga negro, juro que intente sacarlo, pero estaban tan perdidas en su beso apasionado que no se enteró de mi deseo. Vino a mi mente el recuerdo de escenas pasadas donde con fervor y lujuria he reventado tangas para facilitar el acceso a una cuca chorreante. Tomé con mis manos la parte que se encaja en las nalgas y cubre su sexo, estire la tela para despegarla de su piel y ale con fuerza en direcciones opuestas, sonó como el tanga se rasgaba, y con un poco más de fuerza terminé de romperlo. (El tanga roto de la imagen inicial es el que me quedo de recuerdo de esa noche).
El tanga quedó de cinturón en su cintura, la luz tenue no me dejó verla con detenimiento, pero mi boca se acercó a ella para morder sus nalgas firmes y atravesar su ano con mi lengua. Ellas seguían sumergidas en su beso, y yo metí un par de dedos en la cuquita palpitante de nuestra amiga mientras con mi lengua probaba su culito suave. Le masturbe freneticamente hasta que ella anuncio su orgasmo.
Valentina se incorporó y se quedó sin ropa, Natasha se quitó todo y fue cuando se dio cuenta que le había roto el tanga.
_ Desgraciado, me lo rompiste.
_ Tranquila que te regalo otro.
Ellas estaban sumergidas en su deseo, Valentina es de mayor preferencia por las chicas, nuestra amiga está buenísima y es el tipo de mujer que tanto mujeres como hombres desean probar alguna vez en su vida. Natasha por su parte no es abiertamente bisexual, pero nos había contado que había experimentado algo con alguna chica y le había encantado. Esta vez fue un despertar para ella y un recuerdo de tiempos pasados para Valentina y sus memorias de haber vivido con otra chica. Todo se convirtió en una escena digna de aparecer en un canal lésbico, por un buen rato me senté simplemente a verlas a ellas.
No dejaba de masturbarme al ver como nuestra amiga se montó a cabalgar a mi pareja y sus cucas chorreantes se daban placer en el roce de una con la otra. Yo estaba disfrutando de mi espectáculo porno, me estaba dando una masturbada de lujo con semejantes mujeres cogiendose frente a mí. Sus gemidos, los movimientos de nuestra amiga, la forma en que ese culazo se revolcaba en la cama, la verdad era una escena digna de ser grabada, por un momento lo pensé, pero estaban tan metidas en darse placer que no quise sacarlas de su trance con el flash de la cámara.
En un instante cambiaron, ahora nuestra amiga estaba boca arriba de piernas abiertas, Valentina se puso en medio de ellas y con su lengua se estaba comiendo el coño de la invitada. En esa pose a mi chica se le nota un culazo demasiado rico, y solo provoca nalguearla y cogerla sin piedad. Ese fue mi momento, al verla así le pegue un par de nalgadas y me acomode tras ella, la verdad es que la forma en la que estaban me hacía muy incómoda la penetración, pero ellas andaban tan metidas en lo suyo qué, o era así o no era.
Sentí como Valentina comenzó a jadear mientras chupaba el coño de nuestra amiga, ella por su parte se agarraba sus tetazas redondas y perfectas. La escena era súper porno, dos mujeres dándose placer tan entregadas. Se notaba la confianza que cada una sentía, a diferencia de muchos tríos que hemos hecho, en este todos nos conocemos, así que fue una ampliación de la amistad y eso le da un sabor más especial al sexo.
Ellas estaban en el trance del efecto del alcohol y la excitación, justo en el momento que Valentina estaba acabando producto de mi cogida, nuestra amiga estaba llegando a su orgasmo en la boca de mi chica.
El deseo seguía, pero también los efectos del alcohol, fue cuando decidimos sacar un colchón que tenemos bajo la cama para invitados. No lo saqué antes por razones obvias, quería que estuviéramos los tres en la cama, pero para ese momento era lo mejor para poder coger en condiciones. En el nuevo anexo de la habitación nuestra amiga se acostó boca arriba, Valentina fue a seguir disfrutando de su sexo, y yo le dije al oído a Natasha.
_ ¿Es que no me vas a dejar cogerte?
Le di una cachetada más simbólica que fuerte y le dije, abre la boca putona. Ella hizo caso y le metí mi guevo en sus labios calientes. Estuvimos un rato en el folleteo y se lo saqué y les dije, ahora me toca cogerla a mí.
Puse a nuestra amiga en 4 sobre el colchón, y vi ese culazo redondo que hace un buen rato atrás había cruzado con mi lengua. Listo y engomado la penetre de una estocada, por un momento la estuve cogiendo así, pero ella pidió cambiar de posición, quería estar arriba. Ella se montó sobre mi verga y me dijo que le gustaba despacito, que la dejará llevar el ritmo, la escena era divina, sus tetas estaban frente a mi cara, ellas perdidas en un beso, de pronto agarró mi cara y la llevó a sus tetas, me dijo.
_ Chupamelas!!!
_: Como gustes, que rico coges.
Ella seguía en su vaivén sobre mí, sentía como atrapaba mi verga en sus profundidades, por momentos sentí el deseo de acabar, pero quería ver hasta donde iba a llegar esta cogida, la agarré del cabello y la traje hacia mí, le decía…
_ Me gusta como coges, se siente rica tu cuquita, sigue apretando…
Ella estaba en su nota, sus gemidos eran lo que más se oía en el cuarto, nos comenzamos a besar con pasión embriagante, ella mordía mis labios, yo los suyos, mi boca chupaba su lengua, ella lamía mis labios, yo la incitaba a besarme y la apartaba. Valentina se situó tras nosotros, podía sentir su boca chupando mis bolas, lamiendo el tronco de mi verga que quedaba por fuera, subiendo al culazo de ella para disfrutar de la suavidad de ese anito palpitante.
El placer de cogernos era intenso, iba más allá de la sola cogida fuerte y animal, esta tenía además un componente de sensualidad, su movimiento era lento, pero la pasión era intensa. En un momento nos acercamos los tres a besarnos, mi boca estaba en medio de ellas y nuestra amiga comenzó a gemir más fuerte anunciando su orgasmo.
_ Ayyyyyyyyy… Ahhhhhhhhh!!!!!
Se quedó inmóvil un momento y le pedí que se pusiera como estaba pero con los pies en la cama, ella lo intentó pero el alcohol en su cuerpo no la dejó. Así que termine por pararme, ella ocupó mi lugar y quedó con las piernas abiertas. Ahora quería ser yo quien probase esa cucaza hasta hacerla acabar. Quería que solamente fuesen mis labios y mi lengua las que la llevasen al orgasmo… Pasaron unos buenos minutos en que mi boca se valió de todas las mañas para disfrutar de esa cuca caliente y chorreante. Valentina chupaba sus tetas, la besaba a la boca, ella gemía y agarraba mi mano, hundía mi cabeza entre sus piernas y con un sonoro orgasmo volvió a acabar.
_ Ahhhhhh, Aaaaaaaaa, ayyyyyyyyyyyyyyyyyyy!!!!
Por un momento le dí unos besos delicados en las piernas y me recosté sobre su pubis. la verdad me fuese quedado así, pero ya eran casi las 6am y debía acabar o me quedaría con las ganas.
Desde que estamos en el Swinger disfruto de acabar en la boca de las chicas, me gusta ver como ambas se ponen a besarse y a mamar mi verga mientras esperan mi leche caliente. Me fui sobre la cama, ellas se pusieron en medio de mis piernas y fue nuestra amiga que tuvo el protagonismo, ella se puso a mamarme al tiempo que me masturbaba en su boca, ambas se buscaron para un beso sobre la cabeza de mi verga. Yo tenía una vista única de esos culazos sobre la cama y no dejaba de pensar en todo lo que había pasado y el morbo de tenerlas allí esperando mi leche… Les anuncié mi acabada y fue Natasha quien fue a la búsqueda para que salieran los chorros calientes sobre su cara.
_ Ahhhhhh, que divinas son, ustedes cumplen años, pero el regalo es para mí.
Los tres reímos por el comentario y dejé a ambas chicas sobre la cama y yo me fui a dormir al colchón de invitados. Definitivamente es la mejor celebración de cumpleaños en la que he estado jamás.
Gracias chicas por permitirme ser afortunado entre tantos hombres!!!