Después de tener relaciones con su tía se da cuenta que está, es adicta al sexo

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Había comenzado a experimentar el solo con las revistas de su tío. Visitando a su familia en aquella parte de la ciudad, siempre acababa haciendo que leía un libro, o que «jugaba» si es que alguien creía que podía continuar jugando a aquella edad. Son los momentos en los que aprovechaba para intentar localizar las revistas que escondía su tío. Fue aprendiendo con el tiempo donde escondía las mas X, desde las mas inocentes en las que solo aparecían mujeres con los pechos al aire, tipo Interviu, pasando a las que enseñaban su sexo. A las que eran completamente pornográficas, que fueron interesandole cada vez más y aprendió a coger a escondidas y meterse en el lavabo con ellas para desahogarse.

Normalmente siempre aprovechaba para robar las revistas, cuando su tío estaba fuera trabajando, su tía realizaba cosas en casa, o iba a comprar. Entonces era cuando podía esconderse en alguna habitación a espiar revistas, o ponerse en el sofá con una escondida e ir mirándola. Cuando se quedaba solo, era cuando aprovechaba para masturbarse. Y si estaba demasiado salido o había encontrado alguna revista que le provocara demasiado, entonces se metía en el lavabo.

Su tía era una joven que casi no llegaba a llevarle los 10 años de diferencia. Era guapa y esbelta con unos pechos bastante grandes. Aunque él no pensaba en su tía en esos términos. Solo había llegado a fijarse en ella sexualmente recientemente, cuando en una fiesta con la familia, estando ella un poco alegre por la bebida, aprovechó que estaba solo para asaltarle por la espalda apretarle el culo y preguntarle por su vida sentimental.

El suceso le sorprendió muchísimo. No se esperaba nada similar. Nunca había pensado en su tía, ni le había a traído, pero pensar en que ella podía estar interesada en él, comenzó a obsesionarle y ser el centro de sus fantasías.
En las semanas siguientes, corrió más riesgos, su libido estaba por las nubes. Fantaseaba siempre con follarse a su tía, con realizar algunas de las cosas que veía en las revistas. Pasó de buscar las revistas de inocentes teens que se dejaban hacer, a intentar localizar las mas duras con mujeres algo más adultas que tomaban la iniciativa , buscando relatos de mujeres casadas con jóvenes, o incluso con sobrinos, que para su sorpresa había muchos.

Pero si la obsesión por su tía fue tanta, era por las historias que habia escuchado. Todos sus tios, eran conocidos por ser unos grandes juerguistas con la pilla loca que iban de mujer en mujer sin importar las repercusiones. Un par de ellos incluso tenían hijos con varias mujeres a la vez sin haberse comprometido con ninguna. Y si justo este tío, mantenía una vida normal con una pareja estable, era según las malas lenguas, porque su tía era tan adicta como él.

Pensar en que tenia una tía adicta al sexo, que guardaba revistas x en su propia casa que parecía ignorar, o que directamente le había metido mano, apretándole el culo, hacia que estuviera desesperado por follársela, o más bien que le enseñara todo lo que sabia sobre sexo.

Quizás por eso aquel día se descuido tanto, y corrió demasiados riesgos. No podía más. Plantó sobre la cama de sus tíos la revista abierta, por una pagina donde un joven delgado, atravesaba con su enorme polla a una mujer joven de carnes abundantes y coño enorme.
La imagen parecía muy real, con sudor por todas partes y los sexos húmedos. En los cuerpos se veían rojeces por el roce y el esfuerzo, y a ella se le veía la cara encendida y sonreía. Si estaba actuando, era una actuación perfecta. Esa era la pagina en la que había elegido correrse, era lo mas cercano que podía estar de hacerlo con su tía.

No le dio tiempo ni a moversela dos veces, su tía entró por la puerta casi en el mismo instante que se la sacaba completamente dura de entre los pantalones.

– Pero que….- Dijo su tia.- hay dios si te acabo de pilla

Su tía reía divertida, pero él casi estaba al borde del infarto. Se guardó rápidamente la polla e intentó torpemente esconder la revista. Por su cabeza pasaron un montón de ideas, la más evidente, era idiota.

– No, no no. No te asustes, es completamente normal.

El chico solo balbuceaba nervioso sin saber donde meterse.

– Espera espera, tranquilo. A ver, es completamente normal lo que haces.

No había manera de que se calmara, le cogió la revista de las manos y se sentó en la cama. Necesitaba naturalizar la situación y que el joven no creara un trauma de aquel suceso.

– Siéntate un segundo. Ya eres bastante grande y creo que alguien tiene que hablarte de sexo como un adulto. Conociendo los antecedentes familiares, alguien tiene que explicarte. Esto que tenias en las manos puede ser peligroso.

Levanto la mano en la que tenia la revista, señalando que se refería a eso, pero luego matizó.

– No este trozo de papel, lo otro que tenias. – Dijo sonriendo.

Consiguió que se sentara a su lado, temblando como un flan, abrió una pagina de la revista y la primera imagen era de de una chica de su misma edad con la cara llena de semen relamiéndose.

– Mal ejemplo para empezar, luego ya llegaremos ahí.

Tomó la primera pagina como ejemplo. En esta salia una mujer adulta, de unos 40 años, con el coño abierto, acariciándoselo de forma lasciva, con un pecho al aire. En frente un chico joven completamente vestido se la miraba dudando.

– Este es un buen ejemplo. No es normal, no digo que no pase, digo que no es normal, que una chica se te plante delante con el coño abierto. Esas escenas que muestran siempre con tanta promiscuidad, generalmente solo pasan aquí.

El chico estaba alucinando, podía ver claramente la polla dura bajo los pantalones. No entendía que sucedía y su cara lo mostraba con unos ojos que no dejaban de mirar de un lado a otro.
Su tía cambio de pagina y en esta se mostraba a la pareja teniendo sexo de pie. Una polla enorme entrababa en un coño blanco y depilado, impoluto.

– Esta es otra imagen típica de las revistas. Parece que a una mujer se la puedan meter en cualquier momento. Y para colmo imágenes tan limpias donde parece que las mujeres no lubriquen y no lo necesiten. El sexo es una guarrada llena de fluidos. Siento decírtelo así, pero es lo que es. Si la chica no tiene el coño chorreando, dudo que sea un buen polvo.

Cambio de pagina, y en esta salían casi en la misma postura, pero en esta, el chico se la metía por el culo.

– Ufff…. y llegamos al sexo anal, el maldito sexo anal. Mira, te digo una cosa. El sexo anal es divertido, cuando toca. Jamas lo intentes sin que ella quiera. Así fastidiáis siempre buenos polvos.

El chico se removía inquieto en la cama. Estaba incomodo, y aunque la situación era excitante, también era sumamente vergonzosa.

– Ah!!! y llegamos a lo peor, la corrida facial. No digo que no pueda tener cierta gracia, y sea excitante en ocasiones. Pero dime, donde crees que nos gusta mas sentir el semen?

Dejo la pregunta en el aire esperando que respondiera. Y como veía que estaba cortado, lo presionó para que respondiera.

– Puestos a elegir, donde crees que elegiremos nosotras que os corráis? En la cara? en la boca? en el coño?

– En el coño? – Dijo tímidamente.

– Casi, pero vas bien. Si estas con una chica y estáis follando a tope y llega el momento clave, tu crees que le hará gracia que se la saques para correrte en la cara? Igual es lo que quiere ella, pero sin pedirlo, donde crees que quiere que te corras? Lo mismo que si te la come, y no te dice nada que le avises. Frustra mucho que queráis cambiar de sitio justo cuando os vais a correr, como si no fuéramos capaces de conseguirlo por nuestro propio mecanismo. Te deja en mal situación como amante si no eres capaz de correrte en el momento adecuado.

El chico la miraba sorprendido inquieto, con la polla dura y grande como un calabazin. Ella se la cogió con la mano, acariciándosela.

– A ver, que esto solo lo hago porque creo que has de aprender algunas cosas. Tienes una buena polla y eres joven. Puedes ser un autentico peligro con la chicas jóvenes. Ah! y lo de correrse dentro del coño, siempre con preservativo. Ok?

Le sacó la polla de los pantalones, y la observó mientras la masturbaba ligeramente.

– Es mejor que pruebes esto con alguien que sepa, y que quiera que disfrutes. No te ralles, ok? necesitas vaciar esta polla.

Sin darle tiempo a reaccionar se la metió en la boca y se la chupo una única vez. Lo miro riendo.

– Debes estar alucinado. Tranquilo, relajate.

Se la movía muy suavemente, recorriendo todo el trayecto de su polla, jugando con el borde de su grande. La metió en su boca, humedeciendo mucho la polla y acompañando los movimientos con la mano.

Estuvo como dos minutos haciendo un movimiento repetitivo y constante, lento, que debería ser más un previo que un acto intenso para terminar con la comida, pero para el aquello era excesivo. Las sensaciones eran completamente nuevas. De por si la sensación de sentir una mano femenina masturbandole, era algo nuevo que le provocaba placeres diferentes. La humedad de la boca, ya lo terminaba de volver loco. Además aquella sonrisa constante de su tia con la polla en la boca, le provocaba una oleada de sentimientos. Quería ponerse encima, y meterle la polla, experimentar por fin con aquello del sexo.

Pero para su desgracia, aquella experiencia sería muy corta. No fue consciente de que se estaba corriendo hasta que vio salir el semen de la boca de su tía. Se estaba corriendo dentro de la boca de su tia. Pero el pensamiento vino demasiado lento. Vio como su tía se apartaba sorprendida, y en ese instante un chorro de semen salió disparado con fuerza y le surcó la cara, un segundo chorro se estrelló contra su boca cuando se acercaba de nuevo a meterse aquella polla loca en la boca. Entonces fue cuando llego el fuerte orgasmo. Uno que le recorrió el cuerpo y lo dejó desconectado por unos segundos. Sintió como el semen salía con fuerza con cada espasmo que recorría su cuerpo. Pudo abrir los ojos brevemente, incapaz de controlar su propio cuerpo, y se le gravó en la mente la imagen de su tía sonriendo con un chorro de semen que casi le entraba en el ojo, chupando la polla llena de fluidos mientras dejaba que el semen fuera saliendo desde dentro de su boca según salia.

– Que cantidad de semen mas descomunal. Me pilló por sorpresa. – Su tía no dejaba de masturbarlo, jugando con la polla húmeda.- Ves, es a esto a lo que me refería, si no hubiera querido que te corrieras dentro, no habría llegado tan lejos. Aunque me has durado un suspiro.

Su tia se limpiaba el semen de la cara con la mano, y mientras, no dejaba de sonreír. Con la otra mano continuaba masturbandole, como si esperara que terminara de eyacular, si es que aun tenia que hacerlo.

– Es que no se te cae nunca? continua dura como al principio.

Se quitó el jersey y luego desabrochó su sujetador. Hizo que separara las piernas y se colocó tumbada entre ellas con la polla en la cara. Se la metió en la boca de nuevo.

– Veamos cuantas veces eres capaz de correrte.