Por andar bastante cachondo, muy caliente. Al final casi termino quemándome

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He leído muchas veces los relatos de la página, imaginándome si las cosas son tan simples como suelen pasar, una mirada y zas a lo que van… Quise contarles este relato que me paso en la estación del Metro Indios Verdes… Soy estudiante de nivel preparatoria…todas las mañanas utilizo el metro para llegar a la escuela, tengo 17 años soy de tez morena y complexión delgada, he sido manoseado infinidad de veces, me hago el desentido, total eso no se gasta…y claro disfruto las caricias hay algunas muy atrevidas no he andado con alguien ni mujeres y muchos menos hombres…

Pero bueno como les decía me dedico a estudiar no busco novia, ni nada por estilo, todas las mañanas tomo el metro indios verdes rumbo al metro Balderas, y por lo regular el metro viene lleno…y es la razón que me visto de ropa de vestir o en pants para sentir las caricias de cualquiera que se me acerca, por lo general después de manosearme y restregarme su miembro se vienen y se van. Yo me quedo muy excitado, siempre ha sido así. Ya es normal y creo que no tiene sentido relatar algo tan recurrente. Les relatare algo que salió fuera de lo común y es la razón por la que decidí contar esta aventura.

Eran las 9.00 de la mañana en el metro Indios verdes, el andén estaba saturado, me imagine que podría ser un día de suerte y sentir las caricias de algún tipo, afortunadamente tenia pants de nylon, no me gusta la ropa ajustada, pero mis nalgas y caderas lucen bien en ese tipo de prenda. Observe entre el barullo de personas quien podría ser el indicado, vi a un señor de traje como de unos 50 años por lo general me gustan maduros, los de mi edad no me atraen, este señor se veía vital muy limpio y aseado, observe sus manos, eran grandes me imagine todo lo que me haría, me acerque a su lado, para motivarlo le di una sonrisa. Al entrar al vagón me deje ir al primero tubo de la puerta contraria para sostenerme y ponerme de espaldas enfrente de él. La gente al entrar, hizo su parte me dejo en una posición en la cual no podía ser observado y el señor si quería podría dejar salir sus deseos más perversos en mi, el vagón cerró sus puertas y al entrar al túnel para llegar a la siguiente estación se detuvo y un señor empezó a decir de majaderías por el retraso del metro, mientras yo permanecía expectante a que mi selección empezara a hacer algo…pero llegamos a la siguiente estación y nada…empecé desanimarme y arrepentirme de haberlo elegido, por lo general cuando no dan color como el…no hago nada, me gusta me manoseen, pero no soy un ofrecido, si no se da el momento , será mañana…en esas estaba cuando otra vez el señor como de 65 años totalmente despeinado, desaliñado, balbuceaba contra el mal servicio, el tren se tardó más en la siguiente estación, y mi elegido pidió permiso y se bajó como pudo, ya completamente resignado me iba recargar contra la puerta aceptando que no pasaría nada ese día…cuando el señor de 65 que no paraba de insultar el mal servicio se anticipa y se queda en la posición del que se bajó.

El servicio no mejoraba y la gente como sea quería estar por lo menos arriba de el tren, lo que hizo que quedáramos totalmente apretados, en la misma posición que empecé mi relato, la verdad me deje llevar, pero entendí si la tensión por la demora del metro había hecho desistir a un hombre de 50 intentar algo, que podría pasar con este anciano de 65. Ya sin poder moverme. El señor me dijo si podía moverme para acomodar su maleta en el piso, le dije que sí, y al hacerlo pare de más mi trasero, y este anciano me tomo con sus manos, y me acomodo de manera que quedara mis nalgas con su pene ya erecto, totalmente ya en la posición que más le acomodo se deja venir una y otra vez restregándomelo lentamente, como para que no me diera cuenta, aún seguía insultando el servicio con malas palabras, cerca de mi oído, con la mano que no se veía me apretaba mis nalgas con fuerza, y en una de esa me susurra al odio.

– déjate de hacerte la pendeja, si bien que te gusta…

Me quede paralizado, y pensé-Ya estando en esto, que disfrute…- con mi cuerpo me hice lado para que no lo vieran las personas que tenia de frente, inmediatamente me acaricio su mano con fuerza una nalga y con la otra metió su mano a la altura de mi pecho, acariciándome un pezón, la verdad eso me prende, y ahora era yo quien le restregaba mis nalgas con su pene….me quiso bajar el pants, pero no lo permití, le recargue mis nalgas contra su pene, fue cuando empecé a sentir sus palpitaciones, casi al momento me muerde la espalda y que me vengo como nunca lo había hecho…me quede sin fuerza y aprovecho para bajarme el pants, y el se saca su pene totalmente empapado de su fluidos , lo frota contra mis nalgas, tratando de metérmelo, la verdad me dio miedo, y como pude me separe del…subiendo mi pants, me baje del tren en la estación la Raza, con la mente confundida, un calor y enorme pena.

Como les dije esto ya me había pasado, muchas veces, solo que esta vez, me perdí… sé que fue diferente…pero no lo relataría. Al estar recobrando la compostura, escuche una voz que me decía.

-Que lo vamos a dejar así, acá afuera hay un Hotel-me dijo el anciano

Tomándome del brazo con fuerza me dirigió a la salida del metro, caminamos y subimos a un puente a lo lejos divise el Hotel, mi mente-me decía en serio lo vas a hacer con él, es tu primera vez, tanto te has aguantado, para esto, dile que no, en esas andaba que bajando las escalera me dice.

-Ahorita vas a saber lo que es bueno, pendeja-

Al llegar al hotel hay unas plantas que tapan la entrada, fue cuando le dije:

-Sabe que prefiero esperar, no lo he hecho, y no me imaginaria seria así-

El decirle que era mi primera vez fue un error, porque con más furia, me dijo

– tu no me dejas picado, ahorita te quito lo calenturienta-

Entramos por el estacionamiento, entro a recepción, pidió una habitación, y pues lubricante, le dijeron que no tenían en ese momento que la administración no les había entregado que ahorita que terminaran de revisar se lo llevaban.

Al entrar pensé que había una posibilidad, me deje quitar la ropa, puso sus manos callosas en mis nalgas, mientras me besaba mi pezones, no les voy a negar que me empecé a excitar, lo empecé a desvestir, a quitarle la ropa, me percate que su piel estaba flácida, todo el deseo que tenia se perdió, poco a poco fui recobrando el juicio, me quiso poner en posición le dije.

-Espera es la primera vez, me va a doler, podemos seguir disfrutándonos…-

Ni tardo ni perezoso me beso mi espalda, me mordió quien sabe cuántas veces mis nalgas, trataba de poseerme, y lo contenía, hasta que ya no pude evitarlo, acerco mi boca a su miembro, y me obligo a hacerle sexo oral tomándome de los cabellos, cuando sentía que se iba a venir, me levantaba, y me besaba, no quiero decirle a que sabían sus labios, no tenían buen sabor. Casi a punto del vómito, decidí poner más iniciativa lo tire a la cama me subí arriba de él, le besaba sus pezones, fui cuando ya no pudo más me aparto se puso sus pantalones y la camisa, salió de la habitación.

-Espera voy a recepción, no tardo ponte cómoda, perra-me dijo

-Sí, no tardes-le dije no sin antes darle una fuerte mordida en su boca

-Castígame, apresúrate-le susurre.

Sin más que sale presuroso, y es ahí cuando me puse mi pants, mi sudadera, dejándole mis calzones y playera para el recuerdo, con cuidado Salí de ese lugar al lado contrario de por dónde llegamos perdiéndome en las calles. Sé que me dirán que solo me gusta calentarlos, pues sí, pero tampoco debes hacerlo con alguien que no te guste, de verdad la piel estaba muy flácida, y su aliento…no era muy bueno. Tal vez más adelante, lo haga y las de totalmente…se que tanto me acerco al fuego que algún día me quemare.