A Nerea le encanta sentir el semen y el flujo de su familia, no le importa donde le termine mientras lo tenga es feliz

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Nerea es una joven chica que perdió a su madre hace dos años, desde entonces ella se encarga de las labores domésticas de su casa en la que convive con su padre de 45 años, su hermano mayor de 25, su hermano menor de 18 y su abuela de 60, la madre de su difunta madre. Todos están trabajando, incluso la abuela que es profesora, por lo que ella decidió por si misma ocuparse de los cuidados de su familia.

Nerea es una chica bajita pero con curvas, es atractiva pese a que no se arregla demasiado pues siempre está en casa con una cola en el pelo sin pintar y con gafas. Lo más llamativo de su cuerpo es su culo, un culo ancho y respingón que siempre lleva marcado con legings ajustados.

Nerea es muy dulce y servicial con toda su familia, a la cual satisface sexualmente en todo momento. Es una viciosa del semen de su padre y sus hermanos, siempre está emborrizada en el engrudo de ellos.

Un día en la vida de Nerea:

A las cinco de la mañana suena el despertador de su móvil, Nerea se despereza en la cama de su padre con el que duerme todas las noches como si fuese su mujer. Suele dormir desnuda, sólo con las bragas puestas. Su primera misión es despertar a su papá. Para ello destapa a Juan que está roncando como un condenado y bajándole el calzoncillo le coge su polla morcillona.

Le encanta acariciarla, le da besitos de buenos días en el capullo, se lame la mano y frota el glande con ella, de manera que el nabo del viejo se va poniendo duro. A partir de ahí Nerea le masajea los cojones mientras lame la polla como si de un helado se tratara.

Su padre se va despertando gustosamente se despereza, ya tiene la polla tiesa y siente el gusto que le da su hija con sus manitas y con su lengüita. Es toda una experta. Nunca se la menea es suficiente con los lametazos y frotamientos que le hace en el capullo. A la chica le encanta saborear el semen que va saliendo de la picha de su padre poco a poco porque Juan se corre lentamente soltando la leche despacito, desde el líquido preseminal con el que la hija le embadurna los genitales hasta que empieza a soltar el esperma sin chorros pero abundante.

Nerea se lo come todo, toda la corrida, mientras su padre le dice:

“buenos días, mi niña, así, así, cómetelo todo mamona, traga putita”

Una vez saciado, el padre se levanta y se va a la ducha, su hija se da la vuelta y vuelve a dormirse.

A las siete de la mañana vuelve a sonar el despertador. Nerea se levanta y va a la habitación de su hermano mayor, Enrique. Este duerme en pelotas y le gusta que su hermana lo despierte morreandole la boca. Enseguida su hermano se despierta y lo primero que hace es agarrarle las dos peras que tiene por tetas. Dos pechos pequeños pero protuberantes con unos pezones muy hinchados.

A su hermano le gusta estrujárselo y a ella le encanta. Enrique ya tiene la polla erecta su hermanita se la agarra y se pone a meneársela. A Nerea le encanta la polla de su hermano Enrique, es muy grande y gorda, parece una seta del gran capullo que tiene. Se lo mete en la boca, le cuesta mucho meterse tan tremendo glande y con las dos manos se la menea hasta que le suelta unos chorros de delicioso semen que la chica se traga sin desperdiciar nada.

Luego Enrique se va al cuarto de baño que tiene en su habitación y su hermanita tiene la obligación de hincarse de rodillas para que le suelte la primera meada de la mañana. Su hermano es un guarro y la ha pervertido a ella que se traga toda la larga meada mientras con sus manos se toca el chocho y se hace una paja, ¡Cuánto le calienta que se meen en su boca!

Para terminar, antes que su hermano se duche éste se abre el culo y la niña se lo lame dejándoselo limpito mientras se corre:

“ahhgggg, guarro, puerco, me has llenado la barriga de pis” dice Nerea.

Son las siete y media ahora le toca despertar a su hermano pequeño, Nerea va a su habitación y se encuentra a Julio de 18 años, dos menos que ella empalmado, siempre lo está a su edad por las mañanas. Le baja el pijama y se quita las bragas. Ya tiene el toto mojado de su anterior corrida. A Julio le gusta que lo despierten follándolo y su hermana mayor se introduce su picha dura como el hierro en su coño.

Lo cabalga y el niño se despierta, pronto se vacía dentro de ella llenándole la vagina de un montón de leche.

“Joder, Julio parece que me has inyectado un litro de semen, cabrón”. Dice Nerea

“tápate bien el coño puta que no se te salga, que te espera la abuela”, le contesta su hermano menor.

Nerea se levanta poniéndose las manos en su vulva y sale corriendo a la habitación de la abuela. Son las ocho y esta la espera ya despierta:

“venga niña, que voy a llegar tarde al trabajo!”, le dice.

“perdona abuela, es que mis hermanos me han entretenido hoy mucho. Abre la boca cerda”, contesta la nieta

La madura abuela Ana se destapa , está en cueros, tiene un cuerpo atractivo, entrada en carnes y es muy guapa, morena con grandes tetas y anchos muslos.

Nerea se sienta sobre su boca y le suelta toda la corrida que hace poco le ha metido su hermano pequeño. La vieja se traga la mitad y una vez que comprueba que no hay más , se incorpora y echándose sobre su nieta le suelta una enorme cantidad de semen en su boca.

“toma tu ración de leche cochina”,

Nerea traga.

Después se tiende, y esta vez es la abuela la que se sienta sobre su boca. Tiene un coño muy grande y un clítoris enorme, tan grande que parece una pequeña polla con su glande gordo y todo.

“Chúpame el pipón cariño”, le ordena a su nieta.

Ya lo tiene totalmente erecto y la niña se lo mete en la boca mamándoselo con glotonería. La abuela berrea de gusto.

“méteme la mano en el culo por favor, que hoy lo tengo limpio” dice Ana.

Nerea introduce su manita en el dilatado ano de Ana. A la abuela le encanta que le metan el brazo en sus tripas. Tanto que enseguida se corre gritando como siempre y soltándole largos chorros de unos flujos blancos como el semen. Es una virtud que ha tenido toda su vida.

“trágate mi leche mamona, que aun te cabe en el estómago con la que tienes de tu padre y tus hermanos” dice la madura.

Así es, Nerea ya ha desayunado, tiene el estómago lleno de leche. Ese es su alimento de todas las mañanas.

Luego se queda sola en casa, haciendo todas las tareas, yendo al súper a hacer la compra, limpiando.

Hasta el medio día está sola preparando el almuerzo. Algunos días, como hoy se siente un poco de hambre a eso de las 12. Para ello tiene a Ruffo, su perro. Es un chucho pequeñito pero con unos huevos y una polla como la de un hombre.

Nerea lo coge en brazos y lo acaricia para sacarle el pito al perro. Se mete el nabo en la boca y enseguida se quita el hambre con la larga corrida del animal que le rebosa la leche de la boca. Le mancha la ropa y se tiene que cambiar.

Al medio día vienen a comer su padre y su abuela. Les sirve la mesa, comen los tres juntos y luego se acuesta con ambos para echar la siesta. Pero antes la abuela la desnuda y le dice:

ANA: Cariño tenemos que seguir dilatando tu culazo, hoy he traído este bate de beisbol del colegio y creo que te va a venir de maravilla

NEREA: no abuela, es muy gordo y tengo el culo seco!

JUAN: no te preocupes que antes te lo voy a embadurnar con los caldos de tu abuela.

Juan le agarra el largo clítoris ya tieso a su suegra y le hace una paja hasta que Ana eyacula leche espesa sobre el culo redondo y abierto de la niña. Se lo unta metiéndole varios dedos en el ano a su hija.

De esta forma, Ana le mete el grueso bate en su ancho ojete. Para ello se coloca el bate entre las piernas sujetándoselo por detrás. La muy bestia le mete un enorme trozo del palo en el culo de la chica.

Al principio se queja de dolor, pero luego la muy putita se corre mientras le chupa la polla a su padre.

Duermen la siesta.

A las cinco, se levanta Nerea y se pone a fregar los platos. Su padre y su abuela aun duermen juntos.

Llega su hermano pequeño del instituto y la pilla en la cocina con el culo respingón fregando. No se lo piensa. Le baja los legins y las braguitas y se la mete por el culo.

“joder, Julio. Hoy vienes con ganas”!

“si hermana, es que tengo una profesora de educación física que está buenísima y me ha puesto cachondo”

“pues ala, aquí tienes a tu culona hermana para descargarte”

Julio le llena el recto de semen , se la saca y le pone un tapón anal para que no se le salga la enorme cantidad de leche.

“para la cena, guárdalo gordita”, le dice

Nerea sale un rato con sus amigas que aún conserva. Pero no se entretiene mucho, prefiere estar con su pervertida familia.

Vuelve a casa para preparar la cena pero antes la llama la abuela qué está en el baño.

“ven cerdita, límpiame el culo que sé que te encanta”, le dice

Ana se levanta del váter y dándose la vuelta le ofrece el culazo a su nieta abriéndose las nalgas con las manos. Nerea observa la raja sucia y sin dudarlo incrusta su cara en ella lamiéndola toda hasta dejarla bien limpia.

“ahora meame abuela para quitarme el mal gusto”.

La abuela se gira y abriéndose el coñazo le suelta una larga meada que la chica se traga enterita.

Luego llega el hermano mayor justo para la cena. Después de ésta acostumbran rebozar de semen a Nerea y ofrecérsela de postre a la abuela.

Nerea se queda en pelotas, todos miran su protuberante culo. Retira las cosas de la mesa de comer y se tiende sobre ella bocarriba.

Su padre le abre las piernas y le mete el nabo en el coñito, se la folla. Por arriba se sitúa a cada lado sus hermanos con sus vergas enhiestas para que ella las agarre con cada mano y juegue con ellas.

La abuela también colabora, coge al perrillo en brazos y desnudándose de cintura para abajo le pone el coño en la boca a la niña, mientras le hace una paja al animal.

En cuestión de media hora todos se han vaciado sobre ella, su padre dentro de su coño, su hermano mayor en sus tetas, su hermano menor en sus muslos, la abuela le ha soltado una plasta en la cara y el perro ha echado su semen en sus tetas.

Nerea esta rebozada en lefa, disfruta como una loca, se unta por todo su cuerpo el semen, huele mucho, le encanta, se pone cachonda. Recoge grumos y se los come. Se mete los dedos en su vagina y saca la leche de su padre para llevársela a la boca y comérsela.

Los tíos se van a acostarse o a ver la tele. Su abuela se queda con ella. Se desnuda del todo y se tumba sobre su pequeño cuerpo. Se embadurna con todo el semen. La lame por todas partes compartiendo también el engrudo entre las dos.

Están empapadas, calientes. Acaban sentadas follandose una a otra introduciéndose los puños en el coño de la otra hasta que se corren.

NEREA: buaaaf, que bueno abuela. Me revientas el coño!

ANA: Aggghhhhh, ay, ay, eres la putita de la casa, me corroooo, méteme todo el brazo lleno de esperma guarrita.

A las doce Nerea se ducha, y se acuesta con su padre en la cama de matrimonio, pone la alarma del móvil a las cinco, se abraza a él y se queda dormida.

“Mañana habrá más leche”, piensa la cochina.