Después de tantos años pude gozar de la mujer de mi vecino
Aquella noche todo estaba organizado para que yo viera el partidazo de futbol en la casa de mi vecino. Luis se dedica al mantenimiento de las líneas eléctricas de alta tensión, y tiene una enorme televisión y es además de mi equipo. Él y su mujer Laura viven en el portal de enfrente, y nos conocemos desde hace muchos años, de coincidir en el barrio, y últimamente con Luis en el monte donde hacemos senderismo.
A Laura le eché el ojo hace muchos años, pero enseguida me dejó claro que estaba casada, sobre todo aquel día en la frutería, en el que le sugerí si cenábamos juntos. Supongo que aquella intentona a ella se le olvidó, pero a mi me calentaba el cuerpo cada vez que la veía.
Embolsé mi botella de vino tinto, y salí hacia casa de Luis, preparado para ver un interesante encuentro, y cenar con mi vecino delante del plasma. No era la primera vez, y mientras lo hacíamos, Laura se dedicaba a leer, o hacer cosas en la casa.
Llamé al timbre y su natural sonrisa me recibió como siempre, alegre y con ese olor que me volvía loco.
– Adelante Fran, ya tengo todo preparado….menos mi marido, que se ha tenido que ir hace 10 minutos, con lo de la tormenta de esta mañana han tenido que venir hasta de Madrid.
– ¡Vaya!! Y por que no me ha avisado por wasap??
– Por eso, porque si te dice, no hubieras venido, y te quedas sin ver el partido, que en tu televisión no puedes.
– Ya mujer….pero….
Estuvimos cenando juntos, en el salón, frente a la pantalla, pero en la 2º parte del partido ella se puso cómoda, y se quedó con una camiseta, unos bóxer…y dándose crema en las piernas, mientras yo veía el partido. Laura era una chica morena, con pelo rizado, menuda pero con unos pechos que imaginaba duros y por lo que se adivinaba, muy proporcionados. La crema desprendía un olor dulce y penetrante.. Aunque lo había estado evitando, ya no había escape, y se tenía que comentar la situación:
– Que bien huele eso Laura! Me da ganas de echarlo al gin-tonic!
– Jajaja…ya ves lo que tenemos que hacer las mujeres. Espero que tu amigo vuelva antes del martes…porque llevamos unas semanas que casi no nos vemos…ni en la cama.
– Que suerte tiene…
– No sé si se da cuenta…le noto bastante frío últimamente –mientras sus manos extendía la crema en la zona interna de los muslos-.
Me estaba excitando de una manera que no controlaba, y comenzaba una erección. En ese momento, recibí por wasap un video x, enviado por mis amigos, haciendo referencia al resultado del partido, donde mi equipo había perdido.
– Que cabrones!
– ¿Qué ha pasado?
– Nada un video que me han mandado…
– A ver…ponlo
En el video, un hombre con un potente pene sodomizaba a una jovencita que gritaba mientras el empujaba intentando entrar en el pequeño hueco.
Laura se había acercado tanto que casi podía acariciar su pelo rizado…¡Dios mío! ¿Qué voy hacer?? Su pecho se posó en mi brazo. Ella atenta al video, que volvió a reproducir cuando terminó.
– Uffff que morbo! Vaya cara de gustazo que pone!
– ¿Te gusta el sexo anal??
¿Pero estoy loco? ¿Qué pregunta es esa? Ahora es cuando me echa de casa–pensé-
– Me vuelve loca, pero con Luis es imposible, me hace mucho daño cada vez que lo hemos intentado, y la verdad es que lo echo de menos! –contestó con normalidad reposando su espalda sobre el sofá, en un gesto donde sus pechos brincaron, y mi mirada se posó en ellos-.
– Es una de las fantasías de todo hombre…-únicas que se me ocurrían-
– ¿Tienes otro video?
Busqué en archivos otro, lo más artístico posible, y empezó a verse una pareja interracial en plena faena, la chica rubia de rodillas, haciendo una felación a un enorme chico de color. El juego terminó con una verdadera ducha de leche y la chica diciendo más, más, mientras el líquido blanco se deslizaba por toda su cara.
– Vaya corrida! Que pasada, me ha encantado!
Ya no podía más. En esa posición mi miembro no podía colocarse bien, y mi pantalón pellizcó la punta de mi pene. Como un resorte, me levanté del sofá, con un enorme bulto en el pantalón.
– Ayyy! Mi pito! Que me lo he pillado!
– Fran, pobre, pero mira como estás!
– Me duele….me lo voy a mirar –y cuando me dirigía al baño-
– Bájate el pantalón, tienes que dejarlo suelto. Te vas hacer más daño si no…
Me bajé el pantalón y el bulto en mi bóxer era importante. Ella sentada en el sofá se acercó y me lo bajó. Mi pene estaba gordo y rojo.
– Pues sí que lo tienes inflamado.
– Dame un poco de tu crema. –me atreví a decir-.
– No…con eso no. Y su cara esbozó una sonrisa pícara.
De un pequeño cajón del armario cercano saco un bote de lubricante de sabor fresa, hechó un poco en sus manos, y empezó a extenderlo por mi miembro, que ahora, brillante y con el glande fuera, se mostraba orgulloso.
– A ver si te puedo relajar…..
– Ufff Laura….que manos….
– No te vayas a correr, eh?
– No creo que aguante.
– Espera…un poco…
Y se metió mi polla en su boca….Lamiendo….suavemente…. Nunca me habían hecho una mamada así!.
– Ves porque no se podía hacer con la crema?
– Levántate –le dije-
– ¿no quieres terminar en mi boca?
– Luego…ahora quiero follarte!
– Que bruto eres!! Ehh?
La puse de rodillas en el sofá, le bajé su pantaloncito y el tanga….acaricié su rajita que estaba empapada, y le metí bien dentro la polla, empezando a bombear mientras agarraba su culo blanquito, y redondo…casi perfecto.
Ella callada…solo jadeaba…y casi musitando decía un tenue “sí, sí”.
– Así te gusta eh Laura, así te hace falta eh…
– Dame duro, dame duro…-empezó a susurrar con los ojos cerrados-
– Déjame ver esas tetas.
Se quitó su camiseta y yo le quité el sujetador sin dejar de penetrarla….
Sus pechos eran pequeños y duros. Se volvió loca cuando la monté subido casi encima de ella, con su cara contra el sofá.
– Fóllame, como una perra, soy tu perra!!
Al oir eso…no pude aguantar más, y me me corrí como hacía tiempo…hace años que no me salía tanta leche…
Terminamos acostados en el sofá.
– Me has rellenado…como un bollito de leche! –y empezó a reírse-
Tuve una sensación especial, no solo me había follado a una chica con la que había soñado, sino que me gustaba su presencia.
– Eres magnifica….- y le besé-.
Ella se levantó, y muy seria me dijo:
– No te hagas ilusiones, si quieres lo haremos de vez en cuando…pero por favor,…nada más. En cuanto vea que me pones ojos tiernos, se acabó!
Y bajó debajo de mi cintura y empezó a mamar mi polla blanda y pequeña..cansada de la corrida.
– Espera…está enana.
– Me encanta, es como un caramelo…que crece en mi boca.
– Pues no voy a aguantar mucho.
– Mmmmr……De eso nada! Mi culo necesita que lo calmes.
Aquello sonó tan caliente…que de repente me puse tan duro…que el preservativo se colocó solo. Repartí bien el lubricante en su estrecho huequito que al contacto con mis dedos se dilataba mientras Laura gemía y movía su cintura hacía mi mano. Me acerqué por detrás y entré dando un pequeño empujón….que vino seguido de un dulce quejido de mi amante. Le estaba zumbando con ganas y ahora le estaba dando duro, todo mi ariete estaba dentro, no quedaba nada fuera y el placer era inmenso por la pretura de su cuerpo. De repente, ella dijo:
– Me vas a reventar el culo, cabrón! –con voz enfadada-.
Me quedé parado y me retiré asustado.
– ¿Qué haces Fran? Por favor, sigueeeee! Es que me pongo muy bruta, y necesito que me domen.
– Pues te voy a dar bien duro, perrita mía. Te voy a partir en dos.
– Sí, eso esssss ….dame…tu polla es la medida justa …me corroooo! Daaamee ..dameeeeeeeee. -Esas últimas palabra casi llorando de placer-.
Tumbados en el sofá…abrazados…no pude impedir besarla en la boca y acariciar su cara. Al oído le dije: “quiero repetirlo otro día”.
– ¿Quieres que sea tu putita?
– No me gusta la palabra…pero….me gustaría tenerte de vez en cuando.
– A finales de mes estaré sola de jueves a sábado…Mi trasero te estará esperando… si me recupero…pq me lo has dejado bien roto. –Y su carcajada sonó en todo el piso-.
Espero que os haya gustado, escucharé vuestras opiniones.