Por fin pude saborear su cuerpo otra vez

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Mi segunda vez

Capitulo IV

Luego de la sesión de sexo en grupo (Capítulo I, Mi Primera Vez) pasaron varios días donde solo vi a Juan un par de veces y siempre acompañados de nuestros amigos por lo que no pudimos volver a tener sexo hasta que el destino nos ayudaría un poco.

Mi familia saldría de viaje a León y claro que yo pediría lleváramos a Juan con nosotros a lo que mi mamá no tuvo objeción, así que lo invité y después de pedir permiso me dijo que sí y al siguiente fin de semana estábamos viajando toda mi familia y Juan con nosotros,

llegamos al hotel nos hospedamos, claro que él se quedó en la habitación con mis hermanos y yo con mi mamá en otra, pronto salimos a almorzar y luego mi familia quiso ir a visitar a un tío que vivía muy cerca del centro de Leon, Juan y yo no dudamos en aprovechar para estar solos a lo que les dijimos que estaríamos en la plaza y luego los alcanzariamos allá, mi mamá accedió y mientras ellos se iban nosotros nos quedamos en la plaza platicando

claro que en mi cabeza no estaba solo platicar, ya tenía ganas de sentir si pene otra vez dentro de mi, pasados unos 15 minutos le dije a Juan, – vente – y lo tome de la mano, caminamos y nos fuimos al hotel donde estábamos hospedados, pedí la llave en recepción y subimos al 3er piso,

mientras el elevador nos trasladaba comencé a besarlo y me le repegaba para sentir su reacción, una campanita nos dijo que habíamos llegado, se abrieron las puertas y bajamos, íbamos riendo pues yo sabía que quería y él… él se lo imaginaba también

Me dijo – ¿a que venimos?

Te voy a coger, le respondí

¿Pero qué tal si regresa alguno de tus tíos o tu mamá?

No, ellos creen que estamos en la plaza, no aquí

Le di un beso, todo esto mientras caminábamos a la habitación, llegamos y abrí la puerta, entramos y rodie su cuello con mis brazos, lo besé, el cerro la puerta, pusimos seguro y nos dirigimos a la cama, lo tumbe, el quedo sentado y se me quedó viendo, yo llevaba un short beige unos tines blancos, huaraches blancos y una blusa blanca de manga corta, él llevaba pantalones de mezclilla playera, calcetas y tenis

Me senté en sus piernas y lo comencé a besar, el respondió con lo mismo, nuestras lenguas se tocaban y yo sentía rayitos en mis pechos y mi vagina, me tomo de las nalgas y subió por mi cintura, luego por mi espalda, yo lo abrazaba me besó el cuello y yo suspire, pasaron algunos minutos de besos que fueron subiendo el calor, me levanté y fui a servirme agua

el se paró y me rodeó por detrás de la cintura, siguió besándome y dándome mordidas en los hombros, cuello y orejas, eso me prendía mucho, ya estaba mojada, me voltee y comencé a buscar su bulto en el pantalón, lo toque, estaba duro, eso me generó un escalofrío, él me apretó las nalgas, seguíamos besándonos

Desabroche su cinturón y desabotone el pantalón, baje el cierre, el ya había sacado mi blusa del short, la había subido y estaba sobándome las tetas, yo soltaba pequeños gemidos, metí mi mano en su calzón y toque su pene caliente, duro, erecto, lo apreté, a cada cosa que hacía sentía correr escalofríos y rayos por todo mi cuerpo, volví a lanzarlo contra la cama, él está vez se tendió en ella, estaba como pasmado, me incline y le bajé el pantalón y su calzón hasta las rodillas,

su pene apuntaba hacia arriba, su cabecita estaba roja y lubricada, me paré y desabotone mi short, lo bajé junto con mis calzones blancos de algodón, los saqué de mis piernas y me puse sobre él de rodillas, acerque mi boca a la suya y nos volvimos a besar, en esa posición su pene rozaba mis labios y mi clítoris, yo hacía movimientos lentos adelante y atrás con la cadera para provocar más ese roce

Estaba muy caliente así que bajé mi mano levanté la cadera tome su pene duro y lo dirigí a mi entradita, puse la punta en mi hoyito, la piel se me puso chinita, desendi sintiendo como entraba cada sentimiento de su carne en mi carne, sentí oleadas de placer, subía y bajaba despacio, él también comenzó a moverse de arriba a abajo, era delicioso sentir todo ese pedazo de carne dentro,

no se como pero se incorporó quedando sentado y sentí que entraba aún más en mi. Sus manos tomaban mis nalgas y las jalaba intentando que la penetración fuera más profunda luego subía sus manos tomando mi cintura y las volvía a bajar a mis nalgas, yo seguía moviéndome hacia adelante y hacia atrás, él seguía moviéndose hacia arriba y hacia abajo, a veces lo hacíamos más rápido y otra más lento, no dejaba de besarlo ni él a mi, jugando con nuestras lenguas.

Sentí que se ponía de pie y me abracé a su cuello para no caer, el giró y me dejó caer de espaldas sobre la cama sin que en ningún momento se saliera su pito de mi vagina, me tenía ahí sometida, embistiendome y haciéndome gemir de placer a pesar de mi corta edad, le comencé a subir la playera, yo subía mis piernas y recargada mis talones en sus nalgas, él aceleraba el movimiento y de pronto sentí como explotó dentro de mi,

era caliente lo que me hecho y su pito palpitaba, yo le grite, nooooo adentro no, pero ya era tarde, se paró y su pene aún se movía hacia arriba y hacia abajo como palpitando, con un liquido blanquesino que la primera vez no vi, me dio un beso en la frente y se metió al baño a lavarse, salió y yo hice lo mismo, me puse mi calzón y mi short y salimos del hotel,

nos fuimos a la plaza para descubrir que mi familia ya nos estaba buscando, un tío nos encontró y nos regañó diciéndonos que donde andábamos, que tenían rato buscándonos, yo solo conteste aquí en la plaza caminando pero nos perdimos, llego mi Mamá y me dijo -no volverás a andar sin nosotros entendido jovencita- a lo que yo asentí

Colaboración Ale Moon

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