Follando con el mejor amigo de mi esposo el día de su cumpleaños

5/5 - (1 voto)

Con el mejor amigo de mi esposo

Habíamos quedado en celebrar el cumpleaños de Marvin, el mejor amigo de mi esposo,

nos conocíamos desde hace tiempo, mis esposo me lo había presentado cuando aún 

éramos novios, con el tiempo nos hicimos buenos amigos también, el solía llegar a mi casa

y almorzábamos juntos, el me platicaba de sus cosas y yo de las mías, el había estado enamorado

de una Chica la cual le había roto el corazón y por el cariño que sentía por él, había llegado a odiar.

Para mi cumpleaños, cuando creía que todos incluso mi esposo se habían olvidado el apareció con comida china

Y un pastel, fue agradable que se preocupara por mi, así que le dije a mi esposo que lo invitara para que celebráramos

su cumpleaños en nuestra casa.

Ese día decidí preparar algo especial, compramos un pastel y una botella de vino, mi esposo llegó como a las 7 de la noche,

a Marvin lo habíamos citado a las 8:30,  ese día decidí arreglarme, me puse un vestido negro de etiqueta, lo hice para verme sexy y también para que Marvin se sintiera alagado.

Marvin llegó a las 8:40 la mesa estaba servida, y la cena casi lista, el nos saludó y se alegró que hubiese preparado 

una cena especial para el, me dijo,

+ Wow ,que bien te queda ese vestido negro, no te lo había visto.

  • Gracias, es para ocaciones especiales, contesté un poco sonrojada.
  • Pasa a sentarte ya en un momento sirvo la cena.

Mi esposo y Marvin se sentaron en la mesa y comenzaron a hablar de sus asuntos.

Yo m encargué de servir la cena, y luego dije unas palabras, y lo mucho que nos importara que él estuviera en nuestras vidas.

Mi esposo se encargó de abrir la botella de vino, de llenar las copas y de hacer el brindis.

Eran las 9:20 d la noche y ya habíamos terminado de cenar, aún seguíamos bebiendo vino y charlando cuando mi 

esposo recibió una llamada de su trabajo, habían surgido unos problemas y tenía que ir a la oficina a resolverlos,

Marvin se ofreció a ir con el, pero mi esposo que no, que era su cumpleaños y no quería arruinarlo, así se fue diciendo:

“Enseguida regreso”

Yo le dije a Marvin

-El no va a regresar temprano, lo bueno es que nos queda casi media botella de vino.

Seguimos charlando, y no me di cuenta en que momento la conversación se comenzó a calentar, él dijo.

  • Me siento un poco incomodo.

+ ¿Por que?, respondí confundida.

  • No lo sé, creo que es ese vestido que te queda perfecto, no puedo pensar en otra cosa.

+ Gracias, al menos alguien en esta casa lo nota, dije un poco coqueta.

No sé porque dije eso, tálvez la copa de vino había hecho efecto.

  • Me alegro que mi mejor amigo tenga una esposa como tú, dijo viendo hacia la mesa.

+ A que te refieres con “Una esposa como yo”, pregunté curiosamente.

  • No lo sé, mírate eres linda, graciosa, inteligente y encima de eso te ves super sexy en ese vestido negro.

+ Pues tu amigo no piensa lo mismo dije sin pensarlo

  • Bueno a veces uno no sabe valorar lo que realmente es importante en esta vida, una mujer de verdad.

Esa frase hizo que la piel se me erizara, bajé la mirada un poco sonrojada. Él lo había notado y creo había encontrado

mi debilidad. El cariño que sentía por el, poco a poco se convertía en atracción, sin darme cuenta mi tanga comenzaba 

a humedecerse.

  • Lo que daría por tener a una mujer como tú, dijo con una mirada dulce y a la vez encendida.

Di un largo trago, terminando la poco que me quedaba en la copa, y me levanté.

  • Él se levantó, un poco asustado.

+ Tranquilo, dije, no va a pasar nada que tú no quieras que pase, dije en un tono dulce y sensual a la vez.

Pasé mi mano por su camisa, mientras el terminaba su copa de vino.

  • ¿Qué haces?, dijo un poco desconcertado.

+ Qué crees que hago, dije mientras dirigía la mirada hacia sus labios.

Me acerqué a sus labios, y el correspondió con un pequeño beso.

  • No creo que esto sea correcto, dijo, eres la mujer de mi mejor amigo.

+ Dime que no te gusto, dime que no te excita verme en este vestido negro, dije lujuriosamente,

No sé lo que me pasaba, supongo que me excitaba que al final alguien me volviera a encontrar sexy.

  • Eres la mujer de mi mejor amigo, no podemos hacerle esto, dijo asustado.

+ Bueno, pues el paquete en tu pantalón no dice lo mismo, dije

+ Eres el mejor amigo de mi esposo, nadie me va a tratar mejor que tú, dije mientras me lanzaba a sus labios.

El correspondió mis besos, podía sentir como se aceleraban sus latidos, sus manos temblorosas sobre mi cintura

Empezaba a bajar hacia mis piernas, para volver a subir lentamente mientras levantaba mi vestido. 

Me di la vuelta dejando mis nalguitas sobre su pantalón, dándole una probadita de mi culito, él pasaba sus manos por toda mi cintura.

Me tomó y volví a quedar frente a él, mientras me besaba apasionadamente.

Yo estaba mojadísima, no me había sentido así en mucho tiempo.

Mis manos traviesas comenzaron a hurgar en su pantalón, desatando ese bulto que palpitaba.

Bajé la bragueta, bajé su bóxer y pude tener en mis manos su verga totalmente erecta.

  • ¿Está así por mí?, pregunté con tono de traviesa.

+ Por quién más, dije mientras besaba mi cuello.

Mientras yo lo seguía masturbando él besaba mis tetas encima del vestido negro.

  • Qué hermosas tetas tienes, dijo.

Bajó la parte superior de mi vestido dejando mis tetas al aire, comenzó a chuparlas como un desalmado.

Mientras él lo hacía yo seguía mojando mi entrepierna.

  • Dime que esto no es un sueño, dijo un poco acelerado.

No contesté, mientras lentamente me ponía de rodillas sin perder el contacto visual, quedando al frente de su miembro qué palpitaba, y claramente se podían ver las primeras gotas de líquido presemilal.

Lentamente metí su glande a mi boca, y comencé a devorarlo, lo metía y sacaba completamente de mi boca.

+ Habías soñado con tenerme así de sumisa, pregunté mientras lo veía a los ojos con mis dos manos sujetando

su verga.

  • Sí, siempre soñé con que fueras mi esposa, dijo.

+ Pues imagina que soy tu esposa, que soy solo tuya, dije mientras veía su verga palpitar.

Yo seguía chupando cuando el bajó, me tomó por el rostro y me levantó para besarme la boca.

  • No aguanto más, quiero estar dentro de ti, dijo con un tono acelerado.

Me levanté y le di un beso, luego le di la espalda, quedando indefensa ante él.

Marvin no perdió el tiempo, siguió besando mis hombros mientras sus manos se apoderaban de mis tetas.

Hizo que me recostara en la mesa, subió mi vestido negro, y besó mis nalguitas.

Yo estaba hipnotizada dejando que el mejor amigo de mis esposo se apoderara de mi cuerpo.

Bajó mi tanga y le dio un par de besos a mí gatita, que ya se encontraba completamente húmeda.

Sin darme cuenta se posicionó para penetrarme, y dejó ir la primera embestida, podía sentir la lujuria en cada 

penetración, me tenía sola para el, sus manos encima de mi cintura, su verga entrando y saliendo, en ese momento

era suya y de nadie mas, mi cuerpo le pertenecía, y el lo sabía, subía sus manos hacía mis tetas mientras me 

seguía penetrando, yo solo gemía, disfrutaba del placer que él me daba incansablemente.

Mi vestido negro estaba justo en la mitad, con mis nalgas y tetas destapadas, el me llevo hacía su pecho, mientras

me seguía penetrando por detrás, besaba mi cuello y por momentos buscaba mi boca, yo estaba completamente

entregada a él, el había sacado la perra que hay en mí y que llevaba tiempo queriendo salir.

Seguimos un par de minutos en la misma posición, podía sentir cuánto tiempo llevaba Marvin sin coger, por la forma en que me penetreba.

  • Dime que estoy mejor que ella, dije.

+ Completamente, dijo mientras me seguía penetrando.

Me di la vuelta quedando nuevamente frente a él, me besó y dijo.

  • No puedo creer que mi mejor amigo no aprecie la mujer que tiene.

Me levantó, quedé sentada en la mesa, y él bajó dejando su rostro frente mi gatita.

+ Que deliciosa cosita tienes, dijo.

  • Pues cómetela, es toda tuya, dije.

Me recosté en la mesa, y el comenzó a chupar a mi gatita, me sentía tan perra teniendo al mejor amigo de mi esposo

entre mis piernas, y eso hacía que me excitara mucho más. Su lengua subía y bajaba, mi clítoris estaba en fuego.

Levante su rostro y lo besé apasionadamente, el correspondió mis besos y aprovechó la posición para volverme a 

penetrar, pero esta vez de frente. 

Sentía extraño ver el rostro de Marvin, mientras me penetraba, su cara tan lujuriosa.

  • Qué se siente tener a una mujer de verdad sola para ti, dije con mirada sumisa.

Él no dijo nada, seguía penetrando sin quitarme los ojos de encima.

Subió mi pierna derecha a su hombro y sus embestidas aceleraron.

Me levanté para besarlo, él seguía penetrandome sin compasión.

Nuestras miradas chocaban, mientras nuestros cuerpos buscaban la culminación.

Cuando vi en sus ojos que no le faltaba mucho para terminar, me separé de él.

  • No puedo permitir que termines dentro, dije con tono de autoridad.

Él me vio desconcertado.

  • No te preocupes no te voy a dejar así, dije mientras me ponía de rodillas.
  • Hoy es tu cumpleaños y este va a ser mi regalo.

Tomé su verga, y la introduje en mi boca, comencé a chuparla intensamente.

Luego la saqué y seguí masturbandolo.

En cualquier momento estallaría, lo metí en mi boca y seguí chupando, cuando estaba a punto

de acabar, lo saqué y lo seguí masturbando hasta que acabó en mis tetas.

Cuando había terminado completamente, me metí su verga a la boca y seguí chupando todo el semen

Que quedaba en el glande.

Cuando terminé de limpiar su verga con mi lengua me levanté, tomé nuestras copas de vino, las volví a llenar

y brindamos, dije:

“Feliz Cumpleaños “