Cogiéndome a la hija campesina de mi primo
Esto me ocurrió en Panamá cuando tenía 24 años (tengo 53) y fui de visita donde un primo en el campo, estaba de vacaciones de la universidad y al ir a visitar a una tía, un primo que tenía tiempo no veía me invita a su casa más adentro en el campo. Así me fui a pasar algunos días, el lugar muy lindo, sin luz eléctrica, casas distantes y lo mejor tenía una hija unos años menor que yo, linda morena con cabello negro largo, unos senos no tan grandes, pero unas caderas y un culo que llamaba la atención a kilómetros de distancia. Al verme corrió hacia mi y se me colgó del cuello diciéndome que hacía mucho que no me veía (como 5 años) y preguntándome mil cosas de mi vida en otro país (yo estudiaba en México).
Desde el primer momento sólo pensaba en tener una oportunidad de comérmela, cosa que pensé sería fácil ya que solo vivían mi primo, su esposa y su hermano menor que siempre estaba con la mamá.
Mi primo me dice que dormiría en el cuarto con sus hijos porque sólo había 2 y el otro era el de él y su esposa.
La primera noche eran como las 6:30pm cuando empezó a oscurecer y mi primita me invita a acostarnos en la grama frente a la casa bajo un árbol para que le contara como era México, así hicimos pero luego me dice que si se podía sentar en mi abdomen (así hacia cuando era más pequeñita). Mi primo y la señora estaban en sus oficios y un leve resplandor de las lámparas de kerosene de la casa iluminaban un poco el lugar donde estábamos. Así platicamos, no sin desaprovechar la oportunidad para moverme y acariciarla disimuladamente, ella estaba con un vestido que le llegaba mas arriba de la rodilla, fue así que se me fue parando la verga que estaba apunto de salirse del pantalón corto que tenían puesto, ella quizás por su inocencia campesina no parecía percatarse de ello. De momentos le hacia cosquillas, como cuando mas pequeña y al reírse y moverse podía sentir su cuquita directamente contra mi abdomen, así sutilmente baje un poco mi short quedando mi glande fuera del pantalón, pero ella no lo notó, y fue en uno de esos movimientos cuando sentí que mi pene a todo dar se puso directamente sobre su botoncito, ella al sentirlo hizo un silencio y dejó de moverse y de reírse, eso me asustó y pensé, se va levantar y si se lo dice a mi primo? Pero el susto pasó rápidamente porque siguió haciéndome preguntas como si no pasara nada, eso me puso a mil y entre la conversa la tomé de las caderas y la iba moviendo sobre mi pene suavemente, ella sonreía y continuó platicando como si nada pasara, hasta que pude sentir como empezó a empaparse su calzón al frotarlo contra mi pene, aunado a una respiración profunda y entrecortada que empezó a tener. Fue en ese momento que me atreví a meter mi mano y pude hacer a un lado su panty ya bien empapado de sus flujos y sentir como la cabeza de mi pene se resbalaba entre sus labios vaginales, ya en ese momento dejó de hablar y sólo miraba hacia la casa, sin dejar de moverse lentamente hacia delante y atrás para sentir la presión de mi pene sobre su vulva.
Fue en ese momento que le pregunté si había tenido sexo y me dijo que solo una vez, así que ya sin pensarlo más la tomé por las caderas y la levanté un poco para poder colocar mi pene en la entrada de su vulva y la fui bajando poco a poco, eso me hizo sentir en el paraíso, literalmente estaba en él, y así fui sintiendo como la iba penetrando poco a poco hasta que le quedó ensartada toda mi verga adentro, ella empezó a menearse suavemente, y mirando constantemente hacia la casa por si alguien salía de repente, pero no, y así estuvimos no se cuanto tiempo, yo le pregunté cuando había sido su última regla y fue la gloria escuchar que le había terminado 2 días antes, así que aquella fue una cabalgata violenta que empezó sobre mi, hasta que me dijo que sentía que se hacía pis, ya en ese momento yo tampoco aguanté y le solté un chorro dentro, así nos mantuvimos un largo rato, le pregunté si le había gustado y me dijo que nunca se había sentido de esa forma y que le había gustado mucho pero que no se lo dijera a su papá (qué inocencia) así que le dije que sería nuestro secreto y que si deseaba lo podríamos repetir, a lo que me dijo que si pero que su papá no se enterara. Así nos quedamos otro rato, ella sentada en mi abdomen chorreando flujos y semen, hasta que su mamá la llamó para que no me molestara diciéndole que seguro que yo estaba cansado del viaje y quería descansar, y ya era muy tarde. Nos reímos y nos levantamos, me fui a una ducha y creo que esa noche no dormí reviviendo cada momento en mi mente.
Esa fue la primera de muchas cogidas que tuvimos mientras pase esas inolvidables vacaciones en el interior. Al menos nunca las