Mi marido me convirtió en la zorra de mi propio padre
Continúo la historia de como mi marido me convencíó de ser la puta de mi viejo padre. Yo ya habia jugado a calentar a mi viejo y en ese juego me fui poniendo a mil, deseaba que mi marido me diera ya la orden de abrirle mis piernas a mi papito. Y la orden llegó… mi marido me dijo inventaría un viaje de trabajo, nos dejaría solos toda la noche del viernes para que me lo comiera completito. Como le gustaba decidir los detalles, mi marido eligió mi vestimenta para la ocasión, me vestí como toda una puta, mi vestido negro más transparente y un colalles rojo, arriba sin sujetador para que se notarán claramente mis tetas y mis pesones, usé un descarado escote, mis piernas cubiertas con una medias caladas y zapatos rojos con taco alto. Preparé una romantica cena, con velas incluidas, y me fui a vestir… mi padre imaginando lo que vendría se paseba como un macho en celo… aparecí en el comedor completamente mojada, mis tetas querián escapar del vestido. «Te gusta como me veo Miguel» nunca lo había llamado por su nombre… te ves espectacular hija mía me dijo… «me vestí para ti papito». Yo notaba su verga parada, no pude evitar fijar mi vista en el tremendo bulto que sobresalía de su pantalón. Mi papá se acerco nervioso, me tomó de las caderas y me acercó con fuerza a su cuerpo… yo me apreté a el y le ofrecí mi boca. Nos besamos como dos quinceañeros y ahí iniciamos la noche más caliente de mi vida… mientras mnuestras lenguas se entrelazaban yo no podia contener mis gemidos, mi padre rápidamente deslizó una de sus manos bajo mi vestido y manoseo primero mi culo con fuerza y lujuria. Su otra mano liberó mis tetas del vestido, se sento en el brazo del sofa para que su boca quedara justo delante de mis duros pesones… yo hervía de placer y entre gemidos cada vez más fuertes le decía «hazme tu puta papito», «hazme gozar como a mi mamá» «me tienes caliente Miguel». Cada frase mia y mis contorsiones aumentaban la calentura de Miguel.
Mi papá me chupaba las tetas y me mordía los pezones como un salvaje. Una de sus manos seguia jugando con mi culo y la otra se dedico a mi choro que a esas alturas chorreaba mis juguitos sin parar, sentía mis piernas mojadísimas. Miguel no paraba de tocarme como poseido… metió varios dedos en mi chocho y yo sentí que venía mi primer orgasmo y le dije entre gemidos «papito me voy a correr»… Miguel se detuvo y me dijo «aguanta hijita quiero que te vengas en mi boca» con esa frase casi estallé. Mi papá me tumbó en el sofa, abrió mis piernas, se hincó y me ordenó…»córrase el calzón»… «Te voy a chupar el sapo como nunca te lo han chupado putita»… yo ya estaba mareada de caliente, me corrí el collales y sentí que me penetraba con su aspera lengua. Grité de placer, le abrí lo más que pude mis piernas, le aggrré con fuerza su cabeza y me vine dejando escapar un chorro que mi padre desesperadamente bebía… «Quiero ser tu puta papito», «quiero que seas mi macho» «así» asííí». Mi orgasmo fue uno de los más exitantes que he tenido hasta ahora… Miguel me decía «que rico son tus jugos putona, quiero más…». Yo lo detuve y le dije «yo también quiero chupar».
Mi papá se paró y se bajó sus pantalones, yo me hinqué y tomé con mis manos su hermosa y grande vergota. Empecé a lamerla desde sus coqitos hasta su cabeza, mi calentura iba en aumento y más se aceleró cunado me dijo «mamala hija como tu sabes hacerlo» «se nota que has mamado muchas», «sí he mamado muchas vergas pero ninguta tan sabroza como la tuya papito» le contesté. Mientras yo mamaba su pico con frenesí mi papito me sacaba a tirones mi vestido y me decía «eres más caliente y puta que tu mamá», eso me prendió mas todavía. Hincada, sólo con mis colalles, mis medias y mis zapatos me sentía más puta que nunca. Realmente mi padre me estaba follando por la boca…¡que ricoooo!. «Hágame una paja rusa» me ordenó y yo a punto de estallar de nuevo puse su miembro entre mis hinchadísimas tetas y lo masturbé…
La noche recién comenzaba, la cena estaba intacta y yo atendía a mi padre como una profesional…
(continuará)