Me follo a una amiga de mi sobrina. Una jovencita de 18 años
Había llegado del trabajo, me di una ducha, estaba muy acalorado, aunque ya la temperatura había bajado, tome una lata de cerveza y me senté a ver las noticias en la tele. De pronto suena el timbre de mi departamento, abro la puerta y me encuentro a mi sobrina con una amiga.
– Como has entrado Mariana
– Estaba el portero en la entrada y como le dije que era tu sobrina me dejo pasar, ella es mi amiga tío
La miro más detenidamente era una jovencita que mediría 1,75 casi como yo, delgada, cabello lacio y largo, llegaba hasta sus pechos, los mismos eran grandes pero se los notaba bien parados, tenía un culo pequeño con unas nalgas respingadas
– Hola preciosa eres amiga de Mariana
– Si me ha hablado mucho de usted
– Espero que cosas buenas
– Yo te cuento tío, Ana tiene mi edad 18 años y aún es inexperta en todo
– No te entiendo Mariana , dímelo mas claro
– Mira tío ella aun es virgen tiene temor a sufrir cuando la desvirguen por eso venimos a verte
– Sigo sin entender, porque me cuentas eso
– Es muy fácil eres tu quien la va a desvirgar
– Mariana ya te he dicho que lo nuestro ya paso que quiero evitar problemas
– Tío los problemas los tendrás si no haces lo que te pido
– Y vos Ana deseas eso o es Mariana quien te influye
– No Antonio yo deseo eso y ella me dijo que usted no me haría sufrir que es muy experimentado, eso me hizo decidirme
– Bueno si tú lo deseas también lo haremos, quieren beber una gaseosa
– No tío mejor vamos a la habitación los tres
Nos dirigimos los tres hacia mí recamara, ya en ella mi sobrina dijo:
– Tío quítate la ropa y te quedas sin nada te daremos un pequeño show que solemos hacer cuando jugamos solitas
Me quite la ropa y me senté en la cama, mi sobrina puso en su celular una canción de Beyonce que a mí me encanta Dance for You y bailando empezaron a desvestirse una a la otra tocándose, de a poco caían sus ropas, solo les quedaban unas pequeñas tangas, ellas se besaban el cuerpo, yo empecé a excitarme ante esa vista dos jovencitas de 18 años desnudas con unos cuerpos maravillosos (mi sobrina media alrededor de 1,60, ojos color café, larga cabellera, pechos medianos y un hermoso culo bien parado). Una hermosa escena lésbica
– Mmmmm tío parece que te ha gustado se te puso durita, es tu turno Ana de comértela, pero ponete en un 69 así mientras él te come también el coño
Me acosté de espaldas, Ana se quitó la tanga y se recostó sobre mí, su coño justo en mi boca y empezó a chuparme la polla, a pesar de no tener experiencia la chupaba bastante bien, empecé a saborearla su piel bien depilada tenía un rico aroma que se mezclaba con sus jugos.
Estaba muy excitada, nunca se lo habían chupado y mi lengua la enloquecía, yo jugaba con mis dedos en el culito pero no quería abusar ya que ella nunca había tenido sexo, a medida que se excitaba más, me chupaba la polla más fuerte
– Bájate Ana y recuéstate de espaldas
Ella se bajó se acostó, le puse una almohada debajo del culo para que su coño quedara más expuesto, continúe chupándola y ahora jugando con mis dedos en su coño, metiéndolos de a poco, cuando notaba que le era molesto yo paraba, ya estaba próxima a tener un orgasmo, era el momento de penetrarla, yo tenía la polla muy dura, tome un condón y me lo puse, ella estaba muy mojada eso hacía que no hiciese falta ninguna crema
Lo puse en la puerta y empecé a jugar, se movía excitada pero cuando presionaba notaba que sentía dolor, llego el momento de su orgasmo, estaba muy agitada, gemía, cuando sentí que acababa y su coño convulsionaba presione de golpe y la metí, su gemido se mezcló con un pequeño grito de dolor, yo me quede adentro muy quieto.
– Te duele Ana
– No en este momento pero si cuando me penetraste en el medio del gozo
Comencé a moverme despaciosamente, mis manos la acariciaban, quería excitarla nuevamente, mariana que se había quedado mirándonos ya sin su tanga se masturbaba, se acercó y empezó a chuparle los pechos a Ana, le mordisqueaba los pezones, de a poco fue excitándose nuevamente, ya ahora yo me movía mas, ella estaba gozando sintiéndose penetrada
– Aaaaahhh Antonio sigue más fuerte, ya casi no siento dolor, casi me viene otro orgasmo
– Muévete fuerte tú también, acabemos juntos yo ya también estoy por terminar
Aceleramos los dos, yo no aguantaba más y de pronto ella con un fuerte gemido acabo y al contraer su vagina, yo también explote, la leche lleno el preservativo, acerque mis labios y la bese, ella respondió dulcemente a mi beso
– Eres divina, has estado estupenda
– Gracias a ti he logrado lo que tanto deseaba y temía
Cuando saque mi polla el preservativo estaba manchado de sangre, mi sobrina trajo una toalla, limpie su coño para no manchar las sabanas, Ana estaba muy contenta
– Gracias tío siempre cumples con lo que te pido pero aun no terminamos, sé que por tu edad no estas para dos polvos tan seguidos así que te pediré que me saques la calentura con tu lengua que trabaja muy bien
– Bueno niña recuéstate
Mariana se acostó con las piernas abiertas, yo metí mi cabeza en medio de ellas y empecé a saborear ese coñito que tanto me gustaba, jugando con mi lengua desde su comienzo hasta el ano, lo chupaba, lo comía, follaba su coño con la lengua, con los dedos
– Sigue así tío, me estas volviendo loca
– Sí, me gusta volverte loca
Ana le besaba los pechos, jugaba con sus pezones, mi sobrina se retorcía de placer
– Si, siiiii, ya acabo, Ahhhhh
Su coño empezó a largar jugos, yo los saboreaba, me gustaba hacerlo, luego de unos minutos de descanso nos levantamos, nos dimos una ducha los tres, jugueteamos un poco pero ya era tarde ellas se tenían que ir, nos secamos y nos vestimos.
– Bueno niñas espero la hayan pasado bien
– Si tío cumpliste como siempre lo sabes hacer
– Si Antonio como te dije antes tenía mucho miedo, y estoy contenta de haberle hecho caso a Mariana, porque además disfrute mucho, me has excitado como nunca me había sucedido, llenaste mi interior, me arde un poco el coño, pero me voy inmensamente feliz.
Nos abrazamos y nos besamos, cuando se iban mi sobrina se dio vuelta y me dijo
– Hasta pronto tío, ya nos veremos de nuevo…
– Eso me asustaba, podria traerme problemas, pero no podía negar que con ella la pasaba muy bien.