Un reencuentro muy caliente con el padre que me abandono
Hace un mes perdí a mi madre, una extraordinaria mujer que daba todo en cada momento. No lo ví venir, por las mañanas me levantaba, preparaba la comida y como siempre salió como un día normal, solo que ésta vez no regresó. Mi padre nos abandonó dos año después de que naciera, quizá no fui lo que esperaba, tal vez quería un varón y al final salí yo.
Al buscar entre sus cosas encontré una carta dirigida a mí.
Para Amaranta:
Necesitas encontrar a tu padre y seguir con el legado.
Cuando lo encuentres y lo tengas frente a frente sigue tus pensamientos, ellos no se equivocan. Tiene que ser el primer hombre que esté contigo.
Tú sabrás cómo lo harás y cuando.
Qué clase de carta era esa, no tenía ni las más mínima idea de a qué se refería.
Desde entonces todos los días me mantenía en mi cama sin poder levantarme, desnuda y sin ánimo de nada. Gracias al patrimonio de mi madre puedo mantenerme económicamente, de no ser así no se que haría. He notado que lo único que me levanta el ánimo es tocarme, me volví dependiente a las caricias que mis dedos hacen a mi peludo conejito. Como lo único que hago es estar en mi cama, mientras veo el tiempo pasar, no hay minuto en que mis dedos o algún que otro plátano, pepito o cepillo dental no esté dentro de mi sexo.
Me gusta estar sin ropa mientras inclinó mi cuerpo sobre mí, poner la parte superior de mi cuerpo haciendo presión a las piernas como si de una posición de yoga se tratará, mientras pienso en cosas sin importancia o que simplemente no tienen relación con lo que me encuentro asiendo -No soy lo suficiente, a tu padre de mierda no le necesitas, tu padre no te ama si no estuviera aquí contigo-. Levanto el trasero para que mi mano pueda meterse por debajo de mi abdomen y llegar a mis suaves labios. Esta posición hace que entré en calma, me imagino la visión que tendría otra personas al ver como estoy en cuatro patas, a la vez que mi mano masajea mi raja rosa, presiento que el derrame de liquido de mi conejito bajará lentamente en forma de gotitas y la presencia de humedad hará que tenga un aspecto brilloso.
Puedo sentir mi mano llena de jugos vaginales, como es costumbre mi mano llena de líquido llega a mi boca y la introduzco por completo en mí, saborear los jugos que provienen de mi sapito es un claro ejemplo de lo sabroso que puede ser mi manantial.
Mi cuerpo necesita una nueva forma. Mi espalda se recarga en la cabecera de la cama, mis largas piernas se abren en su totalidad dejando mi sexo completamente visible, es hora saciar mis gustos.
Tomo el plátano de unos 17 cm de longitud y lo peló como si fuera a comérmelo, lo mejor de esto es pasar mi lengua por la punta del plátano e imaginar que es el glande de un sabroso pene. Tomo con firmeza la fruta y la introduzco como alimento a mi vagina, mi sexo come su alimento y me percato de cómo este se apachura en el interior. Sentir el plátano en forma de puré en los labios de mi conejo hacen que mi libido suba al máximo. La sensación es impresionante – Un recuerdo de mi infancia llega, mi madre me enseñó a no desperdiciar la comida, y sería una ofenza enorme incumplirla hoy- mi mano de manera involuntaria se dirige a mi segunda boca, escarba en mi sexo hasta conseguir un poco de aquel plátano que ahora se encuentra totalmente aplastado, es evidente la capa superficial que lo cubre, mis fluidos han inpregnado mi alimento, la suerte de tener bebida y comida. Toca acabar con esto, el pure de platano entra a mi boca, el olor a pescado es inconfundible, sentir en mi lengua una fruta que hace uno segundos tenía en mi cavidad vaginal y chupar ese cremoso líquido de mi conejo ha producido es el mejor desayuno que pueda desear. La reacción de cansancio llega a mí, lo mejor será dormir un rato con los restos de plátano en mi sexo y por la tarde terminar de comerlo.
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Al día siguiente
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Hoy, mientras navegaba por internet me llego la curiosidad de buscar a mi padre, encontré a alguien parecido a la fotos de mamá, pero no estoy bastante segura de que sea él. Sé que no hay necesidad de hacerlo, puedo mantenerme estable con el dinero que mi madre dejó, incluso como ya tengo 19 no será difícil conseguir un empleo para financiarme algunos gustos, pero creo que mi curiosidad es saber la razón por la cual nos abandonó y descubrir a qué se refiere aquella carta que dejó mi mamá en vida, quizá no sepa que mi madre ha muerto, posiblemente desea conocerme, puede ser que tenga medios hermanos o simplemente saber si le importo. En la búsqueda apareció un nombre «Tiago Robles» y un número de contacto para la cotización de planos arquitectónicos, nunca escuche a mamá decir que el era arquitecto, aunque no es de extrañar ya que casi nunca hablaba de él. Creo que la mejor decisión es llamar y esperar que todo salga perfecto. La extraña sensación de temor y angustia llena cada parte de mi cuerpo, mis inseguridades más bajas dan la luz.
A- Hola, buenas días ¿Hablo con el arquitecto Tiago Robles?
T- Hola, buenos días. Somos ConstruBru, se encuentra Tiago Robles al habla. ¿En qué puedo ayudarle? -La voz del hombre eriza cada pelo de mi cuerpo, la sensación de escalofríos es evidente-
A- Sí… soy Amaranta Robles Huicab. Esto le sonará extraño pero me parece que usted podría ser mi padre.
T- Por favor señora Amaranta, esto es una agencia sería, si solo llamo para gastar una broma entonces… Adiós.
A- No corte la llamada, permítame explicar. El nombre de mi padre es Tiago Robles Ayub, embarazó a mi madre, y la dejó con una hija solo dos años después. He hecho unas búsquedas en internet y he llegado aquí.
T- Está hablando enserio -Una voz entre cortada llega por el altavoz de mi teléfono- ¿Habla usted de Diana Cortez Huicab? -Una pregunta que más bien parecía afirmación- Por dios esto es… esto es desconcertante.
Después de unos minutos de plática dónde me encontraba casí al borde del llanto, y discutíamos un par de datos para estar totalmente segura de que aquél hombre era mi padre, acordamos vernos dentro de 2 días en su casa. La idea de verlo me confunde, escuchar su voz por el teléfono provocó enojo, odio y tristeza. Tengo miedo, no discutimos nada externo y, puede que tenga hijos y una esposa ahora, pero no me dolería si quisiera ser parte de mi vida… en realidad no lo sé.
Teniendo el anhelo de ver pronto a mi padre y saber cómo era, tome la computadora y busqué su nombre en facebook. No fue difícil encontrarlo, en su foto de perfil estaba él, su posición empoderada y la vista fija hacen que entienda porqué mi madre se enamoró, su cara es ruda, la barba de candado le da un toque elegante, si mal no estimo su edad debe de ser 35 años, pero su rostro da la impresión de ser mucho más joven. Urgando entre sus fotos encuentro una en traje de baño, su cuerpo es diferente al que podía haber pensado, sus piernas largas y gruesas dejan opacado su abdomen de apariencia firme y musculosa. Sin duda alguna la persona que se encuentra en la fotos es muy diferente al que uno puedo esperar. Mientras sigo en la búsqueda de información es extraña la sensación de toques eléctricos que mi entrepierna está sintiendo, mientras que un impulso fogaz llega a mi ingle, por temor a ser algo grave meto mi mano entre mi short y noto como mi peludo conejito se encuentra húmedo, mi dedos pasan alrededor de mi raja y se impregnan de fluido. Qué es lo que estaba pasando? ¿Acaso mi sexo estaba goteando por excitación? La sensación de cosquilleo se elevaba cada vez más, esa extraña sensación que al final supe que era. ¿Era eso? Las fotos de mi padre estaban ocasionado en mí un pícaro y bochornoso sentir, mi conejito estaba ardiente por ver las fotos de mi padre, eso o que era la hora de que mi segunda boca se alimentará nuevamente.
Fui rapidamente al refrigerador, busqué entre todas las cosas, justo en la esquina encontré una manzana, la extrema y espontánea necesidad de alimentarme hizo que la tomará y me dirigiera a la cama. Me desnudé, puse mi espada en la pared y como todas las veces abrí mis piernas dejando al aire mi sexo, tome la manzana, saqué mi lengua y la mojé totalmente con saliva, dirigí mi mano a mi conejito y la introduje lentamente, la obstrucción de mi sexo hizo que la manzana entrará lentamente, para culminar realice fuerza y la manzana quedó en la cavidad de mi sexo. Puje un poco, el dolor de tener una fruta más grande que mi puño era evidente, mi mano se introdujo en mi sapito y como si fuese un hoyo saqué la manzana solo para volverla a meter. Después de unos minutos de tener la manzana en mi conejo, era el momento idóneo para alimentarme, saqué la manzana y para mi sorpresa no solo estaba cubierta de flujo, sino también de unos toques de sangre, mi apetito subió extraordinariamente, acerqué la manzana a mi boca, le di un par de mordiscos hasta acabar con ella. Sin embargo, a diferencia de otras ocasiones esta vez no estaba totalmente satisfecha, mis pensamientos más bajos llegaron a mi mente, ¿Cuál sería la sensación si miro la foto de mi padre? ¿No es aquello lo cual hizo que tuviera la espontánea sensación de excitación…?
Coloqué la foto de mi padre en pantalla completa frente a mí, era claro el ambiente cálido que provocaba, pase mis dedos por mi sexo, lo acaricié rápidamente, como si se tratará de un solo de guitarra, pase mi dedo anular por el clítoris, movimientos circulares y fuertes provocaron que mi manantial siguiera produciendo líquidos. Di la vuelta, coloque mi cuerpo en cuatro y puse mi trasero en la cara de la fotografía de mi padre, mi vagina húmeda y goteante llenaba la pantalla de un brillo inusual, mi mano de manera espontánea e involuntaria llega a mi conejito y frotando aún con más fuerza, sigo, sigo y sigo hasta que llegue a cansarme.
Una nueva cosa que no había llegado a sentir, la sensación que querer orinar está al borde de mí, mi sexo está palpitando extremadamente, el sentir de litros de orina en los labios me sensibiliza, cuando por fin ya no percibo esa sensación, mi conejito expulsa una gran cantidad de fluidos en la laptop, unos cuantos orgasmos hacen que grite mientras que mis piernas empiezan a desestabilizarse y templar como si un temblor 7.8 atacará mi cuerpo. Desvanecida caigo a la cama sintiendo un placer increíble y desafortunadamente totalmente cansada.