Secuestro a Rosa para grabar una porno y cumplir una fantasía
Alejandro es un joven de 25 años, estudiante de medicina, que se encuentra trabajando como actor XXX, se vio obligado a trabajar en el «mundo del porno» porque le hacía falta dinero para terminar su carrera Universitaria.
Se mantiene con un buen físico es alto, moreno, musculoso y guapo.
En su trabajo conoce muchas mujeres que le llaman la atención por su físico, ha querido conocer a algunas de ellas más a fondo, pero todas se le hacen vacías. Sin embargo no pierde oportunidad de tener encuentros sexuales con ellas a fuera de su trabajo.
Un viernes por la noche le llamaron ya que tenía una sesión fotográfica, él se encontraba en un salón aislado para que pudieran fotografiarlo sin inconvenientes, sin embargo empezó a escuchar gritos y ruidos, él junto con los fotógrafos salieron haber de que se trataba, los guaruras de la jefa de la «agencia XXX» habían secuestrado a una joven se llamaba Rosa tenía 20 años de edad, de piel blanca, cabello rizado, y muy bonita.
La joven estaba muy asustada, y gritaba pidiendo ayuda, era la primera vez que Alejandro veía algo así, pero al mismo tiempo se impresiono con la belleza de la chica, nunca había visto a alguien así, tan bonita y sexy. Sintió ganas de protegerla, y ayudarla, de sacarla de allí e irse con ella, pero no, sabía que no podía.
Días después, Alejandro y Rosa estaban por grabar su película XXX, antes de las grabaciones Alejandro aprovecho el momento para hablar con Rosa…
Alejandro: -Hola, ¿Cómo te llamas? Pregunto el chico muy entusiasmado
Rosa: – Hola, me llamo Rosa, por favor, puedes ayudarme a salir de aquí? Yo no me dedico a esto, me trajeron a la fuerza, necesito tu ayuda.
Alejandro: Si, lo sé, vi cómo te trajeron a la fuerza, no te preocupes hare lo que este en mis manos para ayudarte.
Rosa: de verdad? Harás eso por mí?
Alejandro:- Si, se me hace muy injusto que te hayan traído así, yo estoy aquí porque necesito el dinero, pero se ve que tú eres una mujer buena y sencilla, que no necesita ni quiere estar aquí, tu familia debe de estar buscándote.
Rosa:- Si, deben de estar muy preocupados, me quieren mucho.
Los productores llamaron a la primera escena a los chicos, Rosa no sabía qué hacer, estaba muy asustada, tenía miedo y ganas de llorar, ella aún era virgen y su primera vez seria en una actuación de una película porno¡ quería salir corriendo, que alguien llegara y la rescatara. Ella siempre había fantaseado con que su primera vez seria echo por amor, con su pareja, en un lugar paradisiaco, pero ahora todo eso se arruinaría.
Primera escena: Las grabaciones son en una casa muy grande con alberca, y jacuzzi.
Rosa esta con un bikini de dos piezas blanco muy sexy, acostada cercas de la alberca, Alejandro entra con un bloqueador y se lo empieza a esparcir por todo el cuerpo, dándole un suave y relajante masaje.
Alejandro noto mucho miedo y una timidez en Rosa, sabía que tenía que hacer muy bien su «trabajo» y tratarla como a toda una dama, en ese momento dejo de ser una «tarea forzada» para él, ya que la chica le había encantado desde la primera vez que la vio, quería besarla y complacerla, sentir su calor más allá de una película porno, pues sin darse cuenta se había enamorado¡
Segunda escena:
Alejandro le quita el sujetador a Rosa, ambos se abrazan y comienzan a sudar, el empieza a jugar y besar sus pechos.
Rosa, toca despacio el pene de Alejandro, lo saca del bóxer y empieza a chuparlo, con miedo, no tenía experiencia, estaba muy nerviosa al ver las cámaras a su alrededor, solo pensaba en la vergüenza que esa película le originaria con su familia.
Él siente una gran placer al pasar sus manos y labios en el cuerpo de Rosa, nunca había sentido eso en alguna de sus anteriores películas, a pesar de que ya había actuado al lado de las mejores actrices XXX, era la primera vez que de verdad sentía un deseo por su compañera más allá de la actuación. Rosa solo quería que terminara ese martirio, Alejandro se le hacía guapo, pero no lo amaba.
Tercera Escena:
Alejandro se prepara para penetrar de forma anal a Rosa, pero primero se centró en comerle el culito con la lengua, Rosa comenzaba al fin a disfrutar un poco, a los pocos minutos se dejó llevar por las ganas de coger, era demasiada la calentura que ya tenía encina, se dejó de cosas y prejuicios para disfrutar el momento, ya no le importaron las cámaras, en el fondo sintió que quizá sería lo más tétrico que iba a hacer en su vida por la gente y el lugar en donde estaba, pero su compañero no era malo si no todo lo contrario.
Alejandro la penetro, y ambos estaban muy agitados, gemían como un par de locos adolescentes entregándose. La escena dio paso a penetrarla por la vagina, Rosa estaba temerosa nuevamente, el chico fue bueno con ella, tanta timidez por parte de ella, lo hizo sospechar que era virgen¡ solo quería complacerla y hacerla sentir bien, aunque terminando la película no la viera más.
Rosa estaba encantada con esa cogida que le estaban dando, su primera vez no fue algo romántico como había soñado, pero al final de cuentas no le desagrado, gemía y gemía sin parar, y a la vez besaba a Alejandro, se le estaba entregando¡ más allá del porno, el chico no pudo evitar venirse en ella.
Los productores apagaron las cámaras y los mandaron a un cuarto para dejarlos descasar un poco, estaban agotados, pero aun así se besaron apasionadamente, y se confesaron su amor..
En ese cuarto había una ventana entre abierta, Alejandro la golpeo con gran fuerza para que se abriera por completo, le dio la mano a Rosa para que saliera ella primero, pero en ese momento entro Carolina, una actriz porno que desde hace días estaba acosando a Alejandro. Pero a él no le gustaba ella para nada serio.
Carolina: – ¿qué creen que están haciendo?
Alejandro: cállate, te van a escuchar, Rosa se tiene que ir de aquí, ella no pertenece a este ambiente
Carolina: – y tú? pensabas escapar con ella?
Alejandro: claro que no, sabes que yo necesito el dinero. Quería despistarle, para que no sospechara.
Carolina: y porqué le ayudas? Te gusta o qué?
Alejandro:- No me gusta, pero quiero ayudarle a salir de aquí.
Rosa: – por favor, no digas nada.
Carolina: – tú cállate, no estoy hablando contigo, y Alejandro si no te gusta entonces demuéstramelo.
Alejandro: – ¿Cómo?
Carolina: – cógeme aquí, enfrente de ella, si no lo haces es porque te gusta y piensas escapar con ella, y ahorita mismo voy con el chisme.
Alejandro: -¡No¡ no te atrevas, está bien te daré lo que tanto quieres y me pides en frente de Rosa.
Alejandro voltea a ver a Rosa con cara de tristeza, y dolor, como si le estuviera pidiendo una disculpa con la mirada.
Toma con fuerza de la cintura a Carolina, se besan, le quita el vestido pegadito de color rojo que traía puesto, y le baja la tanga con violencia. No permite que le chupe el pene y se lo mete con gran rudeza y velocidad, la avienta y pone de perrito.
Carolina sentía un dolor impresionante, nunca se lo había hecho así, tan bruscamente, pero a la vez gemía como una perra loca, y tenía ganas de más y más.
Habían pasado 20 minutos y Alejandro no aguanto más y se vino en el culo de Carolina.
Rosa solo veía la escena, se sentía triste y celosa, porque habían obligado a su pareja a coger con otra, pero le daban ganas de tocarse, aunque no lo hizo y prefirió quedarse así.
Al terminar el acto sexual de Carolina y Alejandro, Caro solo se seca su parte toma intima toma su ropa se viste, y le dedica una sonrisa descarada a Rosa y a Alejandro le manda un beso coqueto y le guiña el ojo. Después se retira de la habitación, y los deja tranquilos.
Posteriormente del encuentro con Carolina, pasaron unos días y seguían esperando la oportunidad de poder escapar…
El productor, quien era un tipo gordo, feo y contaba con 50 años, su nombre era Fernando. No dejaba de verle el cuerpo a Rosa, la acosaba despiadadamente con la mirada, quería abusar de ella y hacerla suya, él sospechaba que Alejandro y Rosa eran pareja y por eso tenía tantas ganas de cogérsela.
Un sábado por la tarde llamo a Rosa a su oficina, ella se negaba rotundamente en asistir porque se imaginaba para que quería verla, le tenía mucho miedo, nunca cruzaba una palabra con él, y aun le guardaba rencor por secuestrarla, pese a que gracias a eso había conocido a Alejandro, con quien tenía muy buena química y se querían.
Toco la puerta de la oficina la empezó a abrir lentamente, Fernando la saluda más adelante la invita a sentarse en una de las sillas, preguntándole en un tono burlón si le ha gustado su estancia en ese lugar y si la han tratado bien, le comenta que ganara un poco más de dinero por la película que había hecho con Alejandro, pero eso a ella no le importaba, solo deseaba su libertad.
Rosa empezó a llorar, suplicándole que la dejara libre que ella ya había hecho una película y no quería seguir en ese mundo, Fernando se enfureció le dio un par de bofetadas para que se callara, Rosa se pegó contra la pared y le empezó a salir un poco de sangre de la frente, el productor aprovecho el momento la tomo fuertemente de los brazos y la recostó en su escritorio, le quito el brasier de un jalón y empezó a apretarle fuertemente los senos con sus manos, la chica de 20 años lloraba y gritaba sin piedad.
Alejandro estaba con su asistente llamaba Rebeca, ella estaba entusiasmada con él y quería cogérselo, en ese momento escucho los gritos de Rosa y fue donde ella para ver que le pasaba entro a la oficina y con un par de puñetazos derribo a su jefe quien se desmayó al instante, cargo a Rosa y la saco del cuarto.
Rebeca en el fondo era buena persona, los vio bajar rápidamente por las escaleras, les habla y los lleva por una entrada que nadie de los actores porno conocía y les fue a abrir para que escaparan. Pero antes de dejarlos libres le pidió a Alejandro que follara con ella, desde que lo había visto lo deseaba y no iba a permitir que se fueran si no lo hacían.
Era la única oportunidad cercana a su libertad que iban a tener, así que sin dudar acepto.
Rebeca y Alejandro empiezan a besarse, ella le desabrocha el pantalón y comienza a chuparte el pene, lo recuesta y se mueve suavemente arriba de él, a Alejandro parecía gustarle y disfrutarlo, no tenían mucho tiempo ya que sabían que en cualquier momento Fernando despertaría y se arruinaría todo, habían pasado cercas de 20 minutos Rebeca se paró y lo beso agradeciéndole por ese instante que le había dado, saco las llaves de su bolsillo les abrió la puerta y ambos salieron de allí para no volver.