Mi madre es una mujer que permite que la quieran
Hola mi nombre es Jose, tengo 20 años, vivo solo con mi madre ya que mi padre nos abandonó cuando nací ya que la familia de él no quería a mi madre y por ello le inventaron un amante y le dijeron a mi padre que yo no era hijo de él, pero no había cosa más falsa que eso. Ya que lamentablemente tengo varios rasgos de la familia de mi padre.
Con mi madre siempre tuve una buena comunicación, aunque supongo que como todos cada uno guardaba para sí mismo algunas cosas.
Nunca tuve malos pensamientos hacia ella por ser mi madre aunque hoy en día, por el simple hecho de ser hombre me doy cuenta de varias cosas, por ejemplo que tiene un cuerpo de no creerse, supongo que se mantiene con un cuerpo espectacular debido a que uno de mis tíos es dueño de un gimnasio y cuando mis papás se separaron mi tío le aconsejo meterse a hacer ejercicio para superar la depresión en la que había entrado, gracias a él también empecé a hacer ejercicio y por ello también mantengo un cuerpo atlético.
Debido a que mamá tenía que cargar con todos los gastos nunca habíamos tenido la oportunidad de salir de vacaciones a alguna playa, solo a estados cercanos y con la compañía de mis tíos y sus familias, esto para compartir gastos de gasolina, casetas, entre otros.
Todo empezó cuando llegue de trabajar y mamá estaba en la sala esperándome, me pidió me sentara frente a ella y dijo que tenía algo que decirme, su cara era seria, pero de pronto se tornó muy efusiva diciendo.
– ¡Nos vamos a la playa!
No lo podía creer.
– No juegues con mis sentimientos.
– ¡En verdad nos vamos a la playa!
– ¡Que padre!, ¿cuándo? ¿Quiénes irán?
– Solo tu y yo corazón.
– ¡no! ¿en verdad?
Después me explico que era sueño de ella conocer la playa por lo cual desde hacía algunos meses había estado ahorrando para poder ir solos.
El día 21 de diciembre salimos hacia el aeropuerto para ir a una de las playas de Oaxaca, hicimos poco más de una hora, llegamos de noche por lo cual solo comimos algo ligero y nos fuimos a dormir, nuestra reservación constaba de una habitación con cama King zice, un baño completo, un sillón amplio, entre otras pocas amenidades.
Habíamos acordado dormir ambos en la cama pero dándonos la espalda y uno en cada extremo de la cama, al día siguiente iríamos a comprar trajes de baño ya que ni uno de los dos contaba con alguno (en algunas ocasiones había visto la ropa interior de mi madre y nunca vi algo que se le pudiera llamar sexy o digno de una mujer con su cuerpo, por lo que en mi mente tenía que ella compraría un traje de cuerpo completo que tapara sus nalgas, torso y pechos).
Al día siguiente fuimos a una tienda de trajes de baño, cada uno busco en el departamento correspondiente, nos encontramos en la caja para pagar las compras y salimos hacia el hotel.
Mi madre entro al baño a cambiarse, yo lo hice en la habitación, de mi parte más que un bañador short que me llegaba a mitad de piernas, mi madre llevaba puesto un vestido halter de espalda cerrada, pensé que debajo del mismo llevaba el traje nada atractivo.
– Vamos a tomar el sol a la playa.
(Sabía que en Oaxaca hay playas nudistas así que mi plan era ir a ver y tener la experiencia, la playa nudista estaba a 15 minutos según Google maps).
– ¿Te alcanzo en unos minutos? Tengo que entrar al baño.
– Por supuesto.
(hice cuentas, 15 minutos de ida, 15 de regreso y tomaría 15 para pasear y le diría a mi madre que me quiso dar malestar estomacal o que la estuve buscando y no la encontraba)
Espera unos minutos después de que mi madre salió de la habitación y Sali hacia la playa mirando a todos lados divisando no encontrarla y arruinara mi plan.
Caminando, viendo nalgas, veo unas que especialmente atrajeron mi atención, una nalgas imponentes, blancas, tapadas por un bikini brasileño de doble tirante lateral que cubría menos de media nalga, el sujetador dejaba verlos laterales de las tetas. La chica estaba tumbada en la arena sobre una manta café claro con manchas y líneas amarillas. (quede hipnotizado por la chica por lo cual se me olvido la playa nudista, podía ir al día siguiente y era poca la posibilidad de volver a ver a la chica)
Me senté en la arena para ver entre las piernas, ¡¡¡Mierda!!! Se le marcaban los labios vaginales “no se mucho de sexualidad femenina, pero creo que cuando se hinchan es porque quieren comer y ella los tenía hinchados, no eran gruesos, ¡los tenía hinchados!”.
De pronto se acerca un chico moreno a ella, se tumba en la arena y la chica se mueve para que el chico se posara sobre la manta, supuse era su novio.
Después de no mucho tiempo el chico pone su mano sobre la cintura de la chica y empieza a masajear como poniendo bloqueador, primero la mano fue de la cintura a los hombros, regreso, pero no se detuvo hasta llegar a las piernas pasando por las nalgas, nuevamente regreso, pero esta vez la mano quedo en una de las nalgas.
Era imposible no tener una erección con dicha situación y aun más viendo que el chico le soltaba las tiras del bikini.
Tomé el celular y empecé a gravar todo el manoseo a las impresionantes nalgas y el momento en el que el chico soltó el sujetador del bikini, dejé de grabar en cuanto el chico se levantó con una sonrisa que parecía de caricatura cómica y se dirigió a no sé dónde.
En unos momentos la chica levantó el torso para darse vuelta
– “por fin voy a ver su carita ha de ser hermosísima”
Cuando se iba levantando la parte del bikini de abajo dejo ver unos vellos púbicos que me parecieron hermosos esta al tratar de taparse soltó el sujetador dejando ver un par de ricos pechos. Mi vista estaba enfocada a esta zona de su cuerpo, pero en cuanto la chica controlo la situación del calzoncito del bikini tomo el sujetador tapándose las tetas y mi vista por fin enfoco a su cara “… la vida se me iba a la mierda”.
– … Es mi madre.
Dije en voz baja y con los labios secos.
Tome nuevamente mi celular, ¿grabo a mi ¡puta madre!, voy por ella y le restriego mi ¡puta decepción!, Me regreso a México solo? tenía ganas de llorar, de gritar, como era posible que sin más mi madre se dejara manosear.
Me aleje un poco desde donde pudiera ocultarme de ella, pero sin perderla de vista.
Le llame controlando mi voz.
– ¿en dónde estás, llevo minutos buscándote?
Volvió a levantar el torso agarrando el sujetador para no volver a mostrar las tetas, miro a los lados buscándome con la vista.
– ¿por dónde estás tú?
Le describí un lugar cercano de ahí, dándole a entender que pronto la encontraría en sus jueguitos.
De un salto se levantó, tomo la manta, (vi que no era café con líneas y manchas amarillas, si no que las “manchas” eran realmente el vestido que sobresalía de los costados de la manta) dejo caer el sujetador y por poco también el calzoncito del bikini, pero lo atrapo con las piernas, lo tomo, se cubrió la zona pélvica y hecho a correr con todos sus cosas excepto el sujetador, sus tetas brincaban al ritmo de sus paso, en su huida giro la vista hacia donde estaba el chico que momentos antes le había manoseado las nalgas y no dudo el culo también, esto la hizo tropezar cerca de un grupo de chicos quienes no perdieron oportunidad de acariciarle las nalgas, la vulva y las tetas con pretexto de quererle ayudar a levantarse pero eran demasiado evidentes en sus intenciones, mi madre tratando de evitar las manos se retorcía y manoteaba, en momentos se podían oír pequeños gemidos, hasta que pudo levantarse y echar a correr nuevamente. Los tipos no paraba de reír.
La Seguí con la mirada para no ser evidente.
– Mamá, ¿me escuchas?, ¿mamá?
Fui a recoger el sujetador y caminé a peso velos hacia donde ella había ido, pude oír a los tipos decir.
– Pero que puta, seguramente el wey ese era su amante y vio a su esposo, pero que buena esta, putas nalgas que se carga, y si la seguimos y tratamos de cogérnosla.
Todo esto entre otras cosas.
– Mamá ¿me escuchas, donde estas?
Después de unos minutos me contesto con voz entrecortada diciéndome su ubicación, la alcance, ya tenía puesto el vestido, fui a nuestra habitación y guardé el sujetador, volví donde ella.
– ¿Por qué tardaste tanto?
– Te estuve buscando y nada mas no te encontraba.
Se le veía preocupada y quise jugar con ello.
– ¿Por qué no te quitas el vestido y andas en el traje de baño? Hace calor debe de ser incómodo.
– Es delgada la tela pareciese que no lo traigo puesto.
La tela era gruesa por eso no se le veía que bikini llevaba, pero si se notaba los pezones erectos.
Decidí no joderla más así que pronto regresamos a la habitación después de un día relativamente normal.
Se metió al baño y salió con un bikini diferente pero parecido al anterior.
– ¿Qué te parece el bikini qué lleve a la playa?
– Woou, te ves espectacular, pero de nada sirve.
– ¿Por qué lo dices?
– Pues en ningún momento te quitaste el vestido ese.
– ¿No te molesta que me vean así en la playa?
– No, para nada, estamos en una playa, es lo más normal.
– Ok, entonces mañana andaré así
– Vale, emmm oye mañana quiero ir a un lugar.
– ¿A dónde?
– ¿Puede ser secreto?
– Bueno, está bien.
La noche paso normal con excepción de mi excitación, la imagen del pubis de mi madre no me permitía conciliar el sueño, sus tetas que, estaban a centímetros de mí, no dejaban de ser deseo prohibido.
Al día siguiente volvió a salir del baño con un vestido similar al del día anterior, nos dirigimos a la playa nudista sin que ella supiera, pero le pidi nos echáramos a la arena un rato en un área desierta, diciéndole que sería genial estar unos momentos solos y disfrutar de la playa solo los dos.
– Tienes razón.
– ¿Por qué no te quitas el vestido y te bronceas?
– Si, muy buena idea.
Lo que tenia en mente ya hacia efecto en mi miembro, que empezaba a incomodar entre mi cuerpo y la arena.
El traje de baño de esta ocasión era mas pequeño que el anterior, prácticamente solo tapaba los pezones y el monte de venus, la parte trasera parecía tanga, pero era un brasileño de nueva cuenta.
– Woou mamá pero que hermosa estas.
– ¿En verdad te parece?
– Por supuesto que sí, lastima que eres mi madre
– Gracias cariño, ¿Por qué lástima que soy tu mamá? ¿Qué me arias si no fuera tu madre?
– Muchas cosas que te gustarían.
No hubo respuesta, después de un rato acostados liberé una de mis manos y solté lentamente el sujetador de mamá, no se dio cuenta, continúe con el calzón del bikini, de igual manera no se dio cuenta, pero cuando iba a soltar el cordón del otro lado se dio cuenta y levanto el costado como queriendo esquivar mi mano, haciendo que callera la parte frontal del bikini tanto del calzoncito como del sujetador.
– ¿Qué haces, porque sueltas mi bikini?
El tono de su voz era de duda.
– Para que estés mas cómoda y más relajada.
– Si, pero ¿también la parte de abajo del bikini?
– Si
Estaba tentado a replicar las acciones de quien la había hecho sumisa a carisias en sus nalgas y piernas, pero decidí que no era hora.
– Bueno, vamos al lugar que quiero visitar, vemos si te gusta y si no volvemos aquí que te parece
– Me parece muy bien, que por mí, me quedaba aquí, vuélveme atar el bikini.
Primero ate el sostén y posteriormente el calzoncito, al terminar de hacerlo pace la mano tocando sus nalgas, no dijo nada.
Llegamos a la playa nudista.
– ¿Qué es esto Jose?
– Una playa nudista.
– Se que es una playa nudista, pero ¿Por qué?
– Pues tenia curiosidad ¿a ti no te da curiosidad de pasar la experiencia?
– La verdad nunca me ha cruzado por la mente
– Te propongo algo, entramos un rato y si no te sientes cómoda nos regresamos, a donde estábamos.
– Ok
Entramos en una especie de cuarto para desvestirnos completamente sentía un poco de pena por que mi madre viera mi pene semi erecto y supongo ella sentía algo similar pues se tapaba lo más posible con las manos.
– Calma mamá, no pasa nada, esto es lo más natural del mundo
– Si ¿verdad?
Solo destapo sus tetas, pero aun tapaba su pubis, no comente nada.
Nos acostamos sobre la manta, aun que ella no hallaba como hacerlo para no dejar mucho a la vista.
– Sabes, me siento muy incómoda, así que nos vamos.
– Esta bien, un trato es un trato, solo permíteme ir al baño, espérame aquí para ayudarte a recoger las cosas.
Realmente no fui al baño solo fui a esconderme para ver si sucedía algo.
No sé si quería arrepentirme o tomar mi pene y jugarlo, pues no tardo mucho en lo que un par de tipos se acercaron a ella, solo que estos se al parecer iban a lo directo pues una vez llegaron a ella y posaron sus manos directo en sus nalgas por lo cual inmediatamente tome mi celular y empecé a grabar, le empezaron a dar platica, uno de los tipos la tomo de la barbilla y le dio un beso largo en los labios y posteriormente el otro tipo y se marcharon no sin antes meter mano para tocar su vulva. Regrese y recogimos las cosas para ir nuevamente ir a donde estábamos al principio.
Nuevamente estábamos solos recostados uno a lado del otro, pero en esta ocasión de una vez desate su bikini y nuevamente pase mi mano por sus nalgas destapándolas, en esta ocasión volteo a verme, pero sin decir nada.
– ¿Oye y que te dio por usar ese bikini? Realmente siempre vistes bastante seria.
– Pues nada, solo que me gustaron y me parecen más cómodos para relajarme.
– Ahorita que estamos en total confianza madre e hijo, te puedo preguntar ¿durante todo este tiempo, has tenido algún novio o algo así?
– ¿y ahora porque esa duda?
– No lo sé, solo me vino a la mente.
– No ahora que lo dices, no he tenido nada que ver con nadie realmente.
– Pero seguro tienes miles de pretendientes.
– Pues sí, tengo mis pretendientes, pero tú eres el único hombre en mi vida mi amor.
Acababa de ver a mi madre dejarse tocar la vulva por dos desconocidos, no le creí, seguramente después de salir del trabajo se iba algún hotel con x hombre del trabajo o algún conocido de ella, quizá hasta con cualquiera que se lo pidiera.
– Oye tienes razón en cuanto que ese traje de baño es muy cómodo y perfecto para relajarte mira.
Le di mi teléfono con los videos, mientras su cara giraba lentamente mi mano jalaba el bikini dejándola desnuda, mi mano rápidamente se metió entre sus nalgas para empezar a masturbarla.
– Parece que no soy el único hombre en tu vida, al parecer cualquiera puede ser hombre para ti o tú de ellos.
Mientras decía esto no le dejaba de masturbar y ella de retorcerse y gemir del placer.
Le solté y tomándola de la cintura le di vuelta, le di un beso, mi lengua rápidamente busco la de ella, nuevamente mi mano ataco esta vez metiendo un dedo dentro de su vagina, pensé que recibiría un empujón y una cachetada, pero en cambio fue la continuidad del beso mas apasionado que en mi vida había dado.
Al terminar el beso puso su mano frente a sus labios para impedir la siguiera besando.
– ¿Comprendes que también soy mujer? no solo soy tu madre, también soy mujer y necesito de un hombre que me haga sentir amada, deseada. Necesito quien me coja por las noches.
– ¿Por cuantos te has dejado manosear o mejor aún cuantos te han cogido?
No hubo respuesta de su parte.
– ¿¡por cuantos!?
– ¡Por nadie!
– …
– ¿y ahora qué? Ya sabes que tu madre necesita hombre ¿y ahora que vas a hacer?
Volví a comerle la boca y a masturbarle, sus manos rodearon mi cuello, sus gemidos eran indescriptibles.
– Sii mi vida, mi amor. Que rico, haaa.
De mi madre emano una cantidad de fluidos y sus paredes vaginales aprisionaban dos de mis dedos que estaban dentro de ella dándome a enterar de su primer orgasmo.
Rápidamente me quite el bañador, me hinque entre sus piernas, le empecé a comer la vulva.
– Si mi amor… así mi vida, que rico.
El cuerpo de mi madre se tensó en un nuevo orgasmo.
– Ya no aguanto amor, cógeme aquí. cógeme, haaa!! Quiero que tu seas mi hombre, quiero que tú me llenes todas las noches, mi amor, mi vida.
Rápidamente guie mi verga con la mano a la entrada de mi madre, de un empujón lo introduje.
Era indescriptible la sensación, sabia que no era cualquier vagina, era consiente de que me estaba cogiendo a una mujer sin igual tanto en belleza como en todos los sentidos y además de todo era mi madre, la mujer más hermosa que conocía o que había visto.
Me eche sobre la manta y mi madre no tardo en cabalgarme y lo hacía de mil maravillas mientras esto le daba de nalgadas y ella gemía con mas intensidad con cada una de ellas. Después de un largo rato mi respiración se volvió agitada.
– Lléname, mi amor, llena a mamá de tu lechita corazón.
De pronto sentí como los espasmos vaginales de mi madre me exprimían la verga.
Nos quedamos acostados un rato más, pero esta vez desnudos y con una de mis piernas sobre la de mi madre, estuvimos platicando, divagando sobre una nueva vida como pareja.
Ella prometía no dejarse coger por nadie más que yo, prometía no dejarse manosear, pero a esto último no conteste nada.
Se hacia tarde y decidimos marcharnos, apenas nos levantábamos cuando nos dimos cuenta de que dos personas se acercaban, eran los tipos que en la playa nudista se habían acercado a mi madre.
– Estas aquí sola, ¿vale? Voy detrás de ti.
– ¿Qué?
Me escondí entre árboles y arbustos, mi madre comenzó a caminar rumbo al hotel yendo por la orilla de la playa, al parecer los tipos no tardaron en verla pues la alcanzaron corriendo.
Deje que caminaran un tanto y los perseguí con distancia que considere pertinente, los dos tipos la iban abrazando por la cintura, se veía que iban platicando, aunque yo no escuchaba nada, solo risas sonoras por parte de ellos y de mi madre.
Por fin llego lo que quería ver, uno de los tipos se agacho un poco para dar un beso a mi madre y ella correspondía sin más, posteriormente lo mismo con el otro tipo, así siguieron muchas veces, tenía una combinación de coraje y excitación.
El primer tipo alargo más la mano hasta alcanzar la vagina de mi madre y el otro le iba acariciando el culo por debajo del bikini. De momento se detuvieron el primer tipo saco la mano de la vagina de mi madre “al parecer se dio cuenta que tenía la vagina llena de mi esperma”, una pequeña risa salió de mis labios.
El primer tipo se acercó nuevamente a mi madre y se besaron como si de dos enamorados se tratara al igual con el otro tipo. Ella volteo hacia mí, camino y nos alcanzamos.
– ¿Eso esperabas que sucediera?
– No exactamente, pero estuvo bien.
El poco camino que nos faltaba le fui platicando que me había excitado mucho ver como la manoseaban, de igual manera ella acepto que se mojaba cuando lo hacían se sentía deseada.
Mi calentura seguía siendo alimentada por las miradas que mi madre provocaba muchas de estas muy descaradas, mi coraje había desaparecido, ya no caminaba a lado de una mujer imposible, prohibida para mí, de quien solo me quedaba ver con rabia como cualquiera la podía manosear, como cualquiera la podía poner en celo y cogérsela, ahora eran ellos quien solo les quedaba imaginar como yo me la podía montar.
Entramos a la habitación, nos bañamos juntos cada que podía le tocaba las tetas, las nalgas o el monte de venus de igual manera cuando se agachaba para enjabonarse los pies le arrimaba la verga como si aun fuera prohibido para mí, me resultaba mas excitante pensarlo así. En cuanto terminamos deje que se adelantara para estar solo y masturbarme con las imágenes en mi mente de cómo era manoseada.
– Te estoy esperando mi amor, ¿aun te falta mucho?
– Ya voy para haya.
Me sequé en el baño y decidí salir sin ropa y ponérmela en la habitación, total ya no tenia nada que ocultar ni mi madre a mí.
Saliendo del baño veo a mi madre acostada desnuda en la cama en una pose muy sensual.
– ¿Sabes a quien está en la habitación de al lado?
– Ni idea.
– El chico que me iba a poner bronceador en la playa de enfrente.
– ¿y?
– Pues no me gustaría que se quedara con las ganas de oír mis gemidos de placer
En su cara se dibujo una sonrisa muy picara.
– Me parece bien, que considerada de tu parte, pero ahora, es mi juego.
– Así me gusta amor.
Le pidi se pusiera el traje de baño mas pequeño que hubiera comprado.
Salimos a la playa en donde el día anterior la había visto, camino al lugar compre alguna bebida, al llegar al sitio nos acostamos juntos, pero yo me coloque de manera que tenia la verga sobre una nalga de mi madre, platicábamos de temas triviales (planes a futuro, la posibilidad de cambiar de domicilio para vivir plenamente como pareja sin las sospechas de familiares y conocidos, entre otros asuntos)
Sentimos cierto frio y una sombra, era el tipo del día anterior.
– Hola mi amor ¿hoy si te pondré bronceador?
– No ves que estoy acompañada.
El tipo soltó una carcajada, mientras yo desataba el bikini tal y como él lo había hecho.
– Lárgate, ya te dije que estoy acompañada.
– …
– ¿me pones bronceador mi amor?
Mientras me levantaba para colocar el bronceador, el tipo se dio vuelta balbuceando
– Maldita zorra.
No me molesto, realmente lo era.
Le empecé a poner el bronceador tal como el tipo aquel lo había simulado, pero mientras lo masajeaba las nalgas y el culo también le daba besos apasionados, ella soltaba pequeños gemidos.
– Date vuelta mi amor
Se dio vuelta solo procurando taparse la zona pélvica y la vulva. Comencé por la parte frontal de los hombros, masajee sus tetas como si de ello dependiera mi vida después de terminar de untarles el protector le di un beso en los labios y una mamada a sus pezones como si pudiera sacarle leche. Me situé entre sus piernas, ellas las recogió como para prepararse para ser penetrada, de sus pechos fui bajando hasta su abdomen, me separé un poco para ponerle el protector en sus pies hasta la ingle me ti mis manos por debajo del bikini para empezar a masturbarle un poco.
– Me toca mi amor, recuéstate.
Era mi turno, recosté boca abajo, me monto poniendo las rodillas en mis costados, no sin antes atarse el bikini, recorría mi espalda con ambas manos para poner el protector en mis hombros se agachaba totalmente permitiéndome sentir sus tetas desnudasen mi espalda, una vez había terminado con mi espalda me di vuelta. La misma técnica por el frente antes de terminar metió la mano a mi bañador para colocar protector a mi verga.
En momento llego una oficial para notificarnos que mi madre no podía hacer topples en esa área, por lo cual nos teníamos que retirar o mi madre tenía que ponerse el sujetador, fue contundente mi respuesta.
– Nos vamos.
Mi madre se puso el bañador y nos marchamos con destino a nuestra habitación, varios tipos de distintas edades se acercaron para ofrecerle ayuda a mi madre, pagar alguna fianza o llevarla a alguna playa nudista e invitarle tragos o alimentos.
– Que lindos mis amores, pero vengo acompañada.
Me di cuenta de que algunos de estos tipos nos siguieron hasta la habitación, supuse que era para ver si tenían alguna oportunidad de encontrarla sola.
Una vez entramos a la habitación, mi madre dejo caer el bikini, la alcance y la empecé a besar.
La acosté en la cama y metí dos dedos en su vagina, sus gemidos los pudiera comparar con los de una actriz porno.
– Siii, sii, haa, que rico mi amor.
No se si sus gritos eran de éxtasis o para calentar a quienes nos siguieron.
Nuestras bocas y lengua parecían luchar una contra la otra, mis dedos parecían tratar de entrar cada vez más dentro de la cueva húmeda de mi madre, a la vez que ella con ayuda de sus piernas elevaba sus nalgas, baje a sus tetas intercalando un amasamiento de una teta mientras besaba, mordía y succionaba la otra.
– Ponte en cuatro.
Ordene en un tono de voz autoritario, por lo cual paro las nalgas para encularla, pero antes de ello procure propinarle unas nalgadas y con cada una de ellas sus gemidos me excitaba aún más, me sentía en una película porno.
– Haaaaaaa, si papi, haaaaaa.
Introduje mi verga a la vagina ya hinchada de mi madre, ver que de sus labios vaginales que aparentaban ser de una adolescente virgen escurrían sus jugos me excito de sobremanera, No podía creer que mi madre fuera tan puta
El vaivén en su vagina era una escena digna de ser grabada pero la excitación en la que me encontraba me traiciono haciendo que me corriera rápido llenándola de semen.
Ella aun quería guerra, tanto tiempo “en caso de que fuera cierto el hecho de que nunca había sido cogida por alguien más que mi progenitor” sin ser cogida, sus ganas eran épicas o solo era de coger hasta terminar más que saciada.
– Ven aquí papi.
Agarro mi verga, se lo metió a la boca y con la mirada clavada en mí, empezó a la mejor mamada de mi vida, mis testículos y verga recibían un masaje que será imposible de olvidar.
En cuanto mi verga se recupero ella me cabalgo y moviendo las caderas se ensartaba en mi verga hasta que quedo cansada, le volví a pedir se pusiera en cuatro.
Esteves le masajeé el culo con mi verga llevando la mezcla de sus jugos y mi esperma hasta ese agujerito virgen, lo fui clavando poco a poco hasta quedar relativamente poco a fuera di un empujón que ella recibió con un grito que abra dado a enterar a nuestro público que el culo de mi madre acababa de ser desvirgado.
Mientras mi madre era penetrada analmente me monte a ella como un perro usando mis manos para acariciarle las tetas. Explote llenando las entrañas de mi madre de mi leche. Quedamos cansados ella mirándome, sonriendo me dice un.
– Te amo, me acabas de hacer la mujer más feliz del mundo.
Sube su cuerpo al mío y empieza una lucha entre nuestras lenguas, quedamos dormidos desnudos, su sexo sobre el mío su torso cubría la mitad del mío y sus tetas sobre mi pecho.
Al día siguiente solo nos dio tiempo de desayunar y nos volvimos al aeropuerto, en cuanto entregamos la habitación mi madre no perdió oportunidad de agradecer con un beso al hombre que nos recibió las llaves.
Al llegar a nuestra ciudad fui directo a tomar los calzones de “abuela” que solía usar mi madre, pues como había mencionado, ella usaba unos para nada dignos de una mujer como ella, tire varios a la basura y otros, los que creí un tanto llamativos los eche en una bolsa de plástico semitransparente y la misma dentro de una mochila que suelo usar para ir al super, puesto que en México desde hace tiempo no dan bolsas en los supermercados o cualquier otra tienda comercial.
– ¿Por qué tiras mis calzones?
Mi respuesta fue solo un beso y una nalgada.
– Vamos al centro comercial.
No fuimos en auto, en su lugar tomamos el autobús donde a vista de un señor que iba ahí, deje la bolsa con los calzones de mi madre. En cuanto bajamos vi que el tipo se cambio de asiento al que íbamos nosotros.
Los nuevos calzoncitos que compre a mi madre incluían tangas, cacheteros y brasileños.
Desde ese día solo yo le he manoseado y llenado la vagina de leche.