Nunca me imagine terminar en la playa con un amigo y su hijo
Hola.
Soy Laura y ya paso de la cincuentena. Desde muy jovencita he vivido y disfrutado el sexo con pasión y lo continuo haciendo. Es por eso que me he decidido a contar algunas de mis experiencias aquí.
A inicio del verano me llamó un amigo por si quería ir con él a la playa. Nos conocíamos muy íntimamente y no le dije que no. Le pregunté a qué playa iríamos y me propuso una pequeña cala naturista justo al lado de otra playa nudista más grande. Me encantó la idea, el poder bañarme sin ropa y que el agua acaricie mi cuerpo es una sensación que me eriza la piel. Me preguntó si me importaría que nos acompañase su hijo de 20 años que estaba unos días con él y le dije que no tenía inconveniente.
Nos fuimos a primera hora de la mañana, nos gusta el agua fresca a esa hora y tampoco hay gente, con lo cual se está más tranquilo.Hacía tiempo que no veía a su hijo, y ahí estaba un chaval alto, delgado, y bien plantado, digno hijo de su padre. Aparcamos el coche y nos dirigimos por un sendero a la calita y allí extendimos las toallas y nos fuimos quitando la ropa. Mis 95 de pecho todavía se mantienen bien, y el resto del cuerpo también. Luís se iba quitando la ropa y no le quitaba ojo de encima. La de veces que he llegado a disfrutar de ese cuerpo y sobretodo de su hermoso pene… la de veces que ha llegado a estar dentro de mi… y no solo por un agujero…
Pero la gran sorpresa me la dió su hijo, más de metro ochenta, delgado y lo que escondía entre las piernas en reposo… Qué rico que debería de estar…
Nos tumbamos en las toallas y mientras Luís y yo hablamos observe que su hijo se encontraba algo nervioso, no paraba de mirarme y de repente se levantó y se fue corriendo al agua, creo que tenía una buena erección. Se lo comenté a Luís -Me parece que tu hijo se ha puesto «muy contento» de verme- Y su padre me respondió -Creo que si- Pobre chaval, en una situación así que se debe de poder hacer?
Le pregunté a su padre si le importaría que le ayudase a bajar el calentón y me respondió que ningún inconveniente, ya era mayorcito y segoro que en temas de sexo ya tenía su experiencia. Me levanté y me fui al agua, estaba fresquísima, y me acerqué a él por la espalda y rodee su cuerpo con mis manos y fui bajando hasta encontrar su pene. Ya había bajado un poco, aun así me puse delante de él y le dije que algo se podía hacer si quería, no me dijo que no y fui masajeando su polla con mis manos y enseguida volvió a recobrar su vigor… que peadazo de rabo, debería medir unos 20 cm y encima gruesa… que apetecible se ponía… y vaya par de huevos también… los cogí con la mano y eran contundentes… mis pezones estaban erectos, como casi siempre y el no quitaba los ojos de encima… le dije que podía jugar con ellos y no tardó nada en hacerlo, primero con las manos, luego con la punta de los dedos y al final me succionaba con sus labios, qué placer… Cogí aire y me sumergí y me metí su polla en mi boca y empecé a hacerle una linda felación… iba saliendo a coger aire y a volver a entrar, estaba duro como una piedra y antes de que me diera cuenta empezó a correrse en mi boca, una gran cantidad de semen, hacía tiempo que no se corría, sabroso como pocos había probado, un poco más y me quedo sin aire intentando tragarme hasta la última gota.
Salimos del agua con su pene en posición de descanso y nos tumbamos. Luís le preguntó que qué tal y él respondió fabuloso, a lo que Luís le respondió, -qué me vas a contar… hace tiempo que nos conocemos-. Luís insinuó que a él también le hubiera gustado una buena mamadita y su hijo se volvió a poner rojo. Yo dije que ya que estabamos los tres en plan sexual por qué no nos íbamos debajo de unos pinos que había en la cala, un poco más resguardados y a ver que podíamos hacer. Y dicho y hecho. Cogimos nuestras toallas y cosas y debajo de los pinos que nos fuimos.
Luís empezó a frotarme mi clítoris con sus dedos ensalivados y yo empecé a acariciar su pene, su hijo miraba y yo empecé a jugar con mi lengua y el pene de Luís y a acariciar sus testículos, hasta que me metí su verga en mi boca, como me gusta mamarlas, y le fui haciendo una buena mamada. Cambié de posición y me puse de rodillas inclinada sobre él y enseñando toda mi retaguardia hacía su hijo en invitación a que se uniese a la fiesta. Cosa que no dudó en hacer y me introdujo su imponente pene en mi vagina y empezó a moverse a ritmo mientras yo al mismo ritmo se la iba chupando a su padre. Que placer que iba sintiendo, ya os dije que disfruto mucho con el sexo. Y así fuimos moviéndonos a ritmo hasta que noté que la polla de su padre estaba a punto de estallar… Que hacer? Yo ya había tragado una buena cantidad de semen esa mañana… pero tampoco os negaré que no sería la primera vez que me como más de una polla en un día… Pausé un poco el ritmo para que viniese más lento y durase más el momento y así fué… solo que fueron dos eyaculaciones simultáneas… una en mi vagina, donde tuve un gran orgasmo, y la otra en mi boca… y abundantes… Que delicia de día… que rica estaba la leche de Luís… Cuando su hijo sacó su polla de mi coño empezó a caer auténticos goterones de mi vagina. Fué una gran descarga… y los 3 exhaustos nos tumbamos en las toallas.
Al cabo de un rato lo volvimos a repetir, pero esta vez al revés, Luís empotrándome por detrás y yo haciendo las delicias de su hijo con su polla en mi boca…
Y así fue nuestra matinal playera. La lástima es no haber llevado un buen lubricante para el ojete, pero la próxima vez seguro que no se me olvida, y así me pueden follar por el culo también… Luís me dijo que su hijo se apunta a la próxima excursión a la playa.
Y eso es todo por hoy, espero que os haya gustado. Vendrán más historias, que en 50 años ha habido muchas.