La dulce venganza de una mujer casada
La venganza de una mujer casada
Sally era una maestra de de 30 años, de unos 165 cm de altura, 55 kg de peso y piel blanca cremosa… Su pelo es castaño oscuro hasta los hombros y ojos marrones… Le gustaba mantenerse en forma con dos o tres entrenamientos semanales en un gimnasio.
Ahora tenía serios problemas económicos… Terminaba de pasar por una serie de experiencias muy desagradables y, por propia voluntad muy a su pesar, debía continuar teniéndolas para poder salir adelante
Todo comenzó hace dos años, cuando conoció a Brad en el gimnasio… Aunque él estaba casado y tendría más de cuarenta años, eso no les impidió tener una aventura que duró tres meses y luego lo dejaron de mutuo acuerdo… Todavía se veían en el gimnasio y ocasionalmente tomaban café juntos, pero la relación sexual había terminado… Era sólo una de la media docena de relaciones que había tenido desde que ella cumplió 20 años.
Lo que Sally no sabía era que Kelly, la mujer de Brad, se enteró del asunto extramatrimonial… Ella no quería divorciarse de su marido, pero sí vengarse de Sally por lo que le había hecho.
Kelly era una mujer que económicamente estaba muy bien y su trabajo como abogada criminalista le reportaba mucho dinero… Este trabajo le permitió tener contactos con tipos despiadados que harían cualquier cosa por dinero.
Cuando Sally contactó con estos tipos, les dijo que sus planes contra Sally incluían dolor, humillación y sexo, mucho sexo: vaginal, oral y anal, incluso doble y triple.
Pidió que la mayoría de los hombres debían ser negros y que si fuera blanco debería estar sucio y maloliente y follar a Sally con tanta rudeza y brutalidad como pueda.
La mujer de Brad pasó unos meses navegando por la web buscando sitios BDSM… Encontró algunos instrumentos que quería usar en Sally y también algunos videos que confirmaron sus ideas.
Sus contactos contrataron a una pandilla que le aceptaron todas sus propuestas… La pandilla recibió una cámara de video y el material de castigo… Se les dijo que debían usar ese material, pero que también podían agregar sus propias ideas.
Aparte de las violaciones en grupo, Sally no debía recibir heridas graves o huesos rotos o grandes cicatrices permanentes (todo lo más algunas quemadura de cigarrillo)… Deberían tratar de evitar que Sally contrajese el SIDA, pero si podrían contraer otras enfermedades de transmisión sexual o quedar embarazada.
La pandilla no sabía quién les contrataba y les proporcionaba el dinero… Su contacto era un mafioso que recibía órdenes superiores, a los que si conocía la mujer de Brad.
Una vez que las cosas estuvieron claras, Kelly, la mujer de Brad, contrató a un investigador privado para averiguar más sobre Sally… Se enteró de que ella se iba un mes de viaje turístico durante las vacaciones escolares de verano… También tenía el hábito de hacer jogging matutino por un parque… Su ropa estándar era una sudadera y pantalones deportivos.
Su captura fue fácil… Una camioneta estacionada cerca de su camino que habitualmente utiliza para correr… Dos hombres que la agarraron cuando pasaba corriendo… Un trapo en la boca… Una capucha sobre la cabeza… Y un hombre fuerte y pesado sentado en su espalda hasta que la camioneta llegó a su destino.
Sus secuestradores la sacaron a rastras de la camioneta y le quitaron la capucha y la mordaza… Pudo ver que estaba en una nave vacía, que podría haber sido un almacén o una vieja fábrica abandonada.
Las ventanas tenían los cristales oscurecidos y no había relojes alrededor… Sally lloraba y gritaba, aterrorizada diciendo:
– “¿Qué queréis de mí….¡Dejadme ir!”
Los hombres le quitaron su reloj, su billetera y le vaciaron sus bolsillos… Luego le pusieron un collar de cuero y unas esposas que ataban sus muñecas a la espalda.
Sally gritaba y les rogaba que la soltaran, pero ellos la miraban riéndose de ella.
Uno de sus captores la agarró del pelo y le echó la cabeza hacia atrás… Otro le obligó a abrir la boca mientras que un tercero vertió alrededor de 2 litros de agua por su garganta.
El hombre que la agarraba de su pelo la arrastró a otra habitación… Era una habitación pequeña, bien iluminada, que contenía una jaula que era un cubo de unos 70 cm de lado… La parte superior e inferior estaban hechas de chapa de acero y los lados, de barras de acero… Un lado se deslizó hacia arriba ella fue obligada a entrar y luego se cerró con un candado.
La jaula era demasiado pequeña para permitir cualquier comodidad… Todo lo que pudo hacer fue sentarse con la cabeza inclinada y las rodillas dobladas… No había forma de reducir el dolor en sus brazos y pronto se encontró mojando sus pantalonetas sin poder hacer nada.
‘¿Que esta pasando?… ¿Alguien vendría por ella o simplemente se moriría de hambre y sed en esta horrible jaula?’, pensó
Lloró mientras parecía pasar una eternidad de tiempo con dolor e incomodidad… Tenía calambres en las piernas por la posición apretada en la que estaba antes de que dos adolescentes negros la sacaran de la jaula y la llevaran a otra habitación más grande.
Allí había más adolescentes negros, unos 10 en total… Se rieron y se burlaron de ella… La puta blanca tenía mierda en sus pantalonetas.
La llevaron a un poste de hierro con un gancho cerca de la parte superior… Le soltaron las esposas de sus muñecas y suspiró aliviada por el horrible dolor pero, de inmediato, sus muñecas fueron de nuevo atadas frente a ella y sus brazos levantados sobre su cabeza con una cuerda atada al gancho.
La estiraron hasta que se puso de puntillas y le ataron los tobillos a unos ganchos que había en la base… Ajustaron una barra horizontal para que sus caderas fueran empujadas hacia adelante… Quedó en una posición muy excitante y usaron una cámara para hacerle fotos.
A continuación, con un cuchillo afilado le cortaron la sudadera y el sostén… Sally les mostro que tenía unos pechos bien desarrollados con pezones prominentes… Se divirtieron pinchándolos con la punta del cuchillo y ella gritó mucho.
El paso siguiente fue cortarle la pantaloneta y las bragas… Los chicos se rieron al ver mojado su coño y vello del pubis y orín corriendo por sus piernas… Sus bragas estaban también muy mojadas de orina.
Los chicos se las pasaron por los pechos y la cara… Estaban cansados de que gritara y la amordazaron metiéndole las bragas sucias en la boca… Tomaron más fotografías de su cuerpo desnudo y sucio.
Ahora era el momento de la diversión… La lavaron con una manguera y frotaron su piel con gel, prestando especial atención a sus pechos y coño… Incluso le metieron los dedos dentro del coño… El video mostraría a una mujer blanca desnuda con manos negras explorando cada centímetro de su cuerpo.
Sally se dio cuenta de que la violarían en grupo… Eso ya se lo imaginaba… Su cuerpo iba a ser un juguete para ser follado por chicos jóvenes.
Una vez que estuvo limpia, la sacaron del poste de hierro y la llevaron al siguiente juguete… Era un rectángulo de madera más bien como un gran marco de imagen de unos 2 m de largo y 1,20 m. de ancho con cuerdas atadas a cada esquina… Las cuerdas terminaban en puños de cuero que iban a las muñecas y tobillos de Sally.
Ella estaba desamparada y amordazada… La follada comenzó y los chicos siguieron las instrucciones que les habían dado… Empujar con fuerza, mutilar sus pechos y hacer que luche por respirar… En resumen: hacerla sufrir… Y sacar muchas fotos, pero no muestren sus caras.
Sally perdió la cuenta de las folladas que le dieron y esperaba que todo hubiera terminado cuando se detuvieron… Los muchachos negros dijeron que su coño estaba demasiado sucio para continuar y decidieron coger trapos y metérselos en su coño para limpiarla.
Como eran jóvenes, se recuperaron rápidos y no tuvieron problemas para darle una segunda o tercera follada… Las ordenes fueron claras: ‘la puta blanca es tu juguete para follar, fóllala hasta que os quedéis todos saciados y nadie quiera follarla más.
Sally estaba medio inconsciente cuando finalmente se cansaron de follarla… Le dieron una comida dietética líquida y agua… Luego la llevaron de regreso a la jaula, la obligaron a entrar y le pusieron las esposas en las muñecas… Fue menos doloroso que la primera vez pero seguía siendo una jaula estrecha.
Cuando despertó, no sabía cuánto tiempo llevaba metida en la jaula, pero estaba sentada en un charco de orina cuando dos hombres negros la sacaron y la llevaron de nuevo al poste.
Había más hombres esperándola… Era un grupo mixto en la que habían negros, asiáticos y unos pocos blancos de aspecto bastante desagradable.
La ataron al poste y la lavaron de nuevo… Un hombre le mostró lo que llamaron un ‘azotador’… Era un palo recubierto de cuero en cuyo extremo habían una docena de correas de goma largas unidas… Sally gritó mucho mientras lo usaban para azotarle sus pechos, vientre y piernas hasta que se pusieron de un rojo brillante.
Luego le mostraron ‘el remo’… Parecía un matamoscas excepto que el extremo era un cuadrado de goma de 6 cm… Fue muy doloroso cuando se golpeó sus pezones con ella o entre sus piernas para golpear sus labios vaginales… Los azotes continuaron hasta que ella se quedó ronca de tanto gritar de dolor.
– “Escucha Puta, cuando te soltemos, camina hacia ese colchón y acuéstate boca arriba con los brazos y las piernas abiertos… Cuando un hombre esté encima de ti, finge que es un amante y dale un buen polvo… Si no haces un buen trabajo, te daremos otra paliza.”
Comenzó su trabajo… El primer hombre pesaba tanto que a Sally le costaba respirar… Sally lo rodeó con los brazos e intentó mover las caderas para igualar sus embestidas… Cuando el hombre se apartó de ella, le dijeron:
– “No has utilizado tus piernas”, seguido de un golpe en sus pechos con el ‘azotador’
El siguiente hombre la montó y ella envolvió sus brazos y piernas alrededor de él y usó sus caderas… La follada fue larga y dura… Finalmente disparó su semen en su coño y rodó.
– “No has utilizado tus labios”, seguidos de dos golpes con el ‘azotador’ en sus pechos.
El tercer follador era uno de los hombres blancos… Se le notaba que no se había lavado en tiempo y su aliento era fétido… Sally trató de besarlo, pero se atragantó y volvió la cabeza… Su follada fue larga y lenta mientras otros hombres apretaban sus pechos y retorcían sus pezones.
– “Has estado muy mal… De vuelta al poste!”
La arrastraron hasta el poste por el pelo y esta vez la sujetaron de espaldas y la azotaron mucho, tanto en la espalda y como en el culo.. El ‘remo’ se usó para darle una docena de golpes en los labios de su coño… Ella se derrumbó durante el uso del ‘remo’ y gritó:
– “¡Por favor deje de golpearme!… ¡Daré buenas folladas.”
– “Eres una puta y un juguete para follar.”
¡SLAP! (bofetada)
– “¡Por favor, deje de pegarme… Este juguete promete dar buenas folladas!”
La soltaron y ahora tanto su frente como su espalda estaban doloridos por los latigazos recibidos y sus labios de la vagina estaban hinchados por los golpes que le dieron con la paleta… Sentiría dolor en cualquier posición en la que se acostara y sabía que las pollas empujando en su coño le causarían sufrimiento y además, asco.
– “Vuelve al colchón y prepárate para follar.”
Cayó sobre manos y rodillas y empezó a gatear.
– Separa más las rodillas y ves más lento.”
Siguió las órdenes y cada vez que movía las rodillas hacia adelante, recibía un golpe con el látigo… Cuando llegó al colchón, se puso de espaldas y abrió los brazos y las piernas.
– “¡Pídelo en voz alta!”
– “Por favor, señores, a esta puta le gustaría que se la follen.”
– “¿Cuántos hombres quieres?”
– “¡Esta zorra quiere ser follada por todos los hombres que están en la habitación.”
Y todos los hombres de la habitación la follaron sin prisas y con dureza… Y ella trató desesperadamente de complacerlos… Envolvió sus brazos y piernas alrededor de cada jinete y lo besó con fuerza en la boca e incluso abrió la boca a la lengua exploradora de su jinete.
Para cuando terminaron, estaba cubierta de sudor, le dolían las costillas por luchar por respirar con el peso de los hombres… También le dolían las caderas por el movimiento constante y sus pechos estaban magullados y cubiertos de marcas de mordiscos… Los labios vaginales, muy hinchados y molestias en le interior del coño.
Después de que todos los hombres de la habitación la usaron, una mano en su pelo la hizo ponerse de pie.
– “Pon las manos detrás de la cabeza, une tus dedos y camina por la habitación.
Sally caminó desnuda como estaba en la posición que le indicaron y con semen goteando de su coño y por la parte interna de los muslos… Se horrorizó al ver que más hombres habían entrado en la habitación durante esta exhibición.
– “Este es el segundo turno… Te follarán todos y luego los que quieran repetir te volverán a follar… Recuerda que cada follada tiene que ser muy buena porque si haces mal algo, significa volver al poste y ser duramente castigada.
– “¡Por favor… No puedo ser follada por tantos hombres.”
– “Sí, puedes… Hemos tenido mujeres que se las follaron 50 hombres y si ellas pudieron hacerlo, ¡tú también puedes!”
Le entregaron un consolador con una toalla envuelta alrededor.
– “Limpia tu coño y luego vuelve al colchón.”
Sally folló con lo que parecía un interminable tren de hombres… Estaba exhausta y todos sus músculos estaban doloridos cuando reconoció el olor del primer hombre blanco con el que había follado anteriormente… Se dio cuenta de que debía ser el segundo turno de sus violadores… Ella logró servirle pero tras follar con varios hombres más, se desmayó.
Eso no le sirvió de nada… Le arrojaron agua hasta que recuperó la consciencia y luego la llevaron de nuevo al poste.
Esta vez tenía los ojos vendados… Usaron alfileres para pincharla por todas partes… Sus pechos y pezones, que estaban muy sensibles, fueron torturados sin hacer caso de sus gritos y súplicas.
En un momento, le levantaron las piernas para que colgara en forma de U… Eso les permitió usar alfileres en el interior de los labios y el clítoris de su vagina… Ella suplicó desesperadamente piedad y prometió:
– ¡Por favor, dejen de torturarme… Este cubo para recoger corridas le dará una buena follada a cada hombre que la monte!”
La follaron una y otra vez hasta que su coño sangraba… Las únicas veces que descansó fue cuando la hicieron caminar y limpiar su coño con el consolador.
Finalmente, le dieron algo de comida y agua y la llevaron de regreso a la jaula… Se alegró de estar de vuelta en la pequeña jaula incluso cuando le pusieron las esposas en sus muñecas… ¡Cualquier cosa sería mejor que ese interminable tren de hombres!
No habían limpiado la jaula y Sally se vio obligada a agacharse en un charco de su orina y heces… Estuvo en la jaula el tiempo suficiente para ensuciarse más y gemir de dolor debido a los músculos acalambrados.
Casi se alegró cuando los hombres la sacaron de la jaula y la llevaron al poste… La lavaron con manguera de nuevo y le enseñaron algunos juguetes nuevos.
El primero era un pesado yugo de madera… Medía aproximadamente 1,5 m. de largo y 10 cm de grosor con un agujero central para su cuello y agujeros a cada lado para sus muñecas.
Delante de su boca había un pequeño listón de madera horizontal con tornillos en cada extremo… Se vio obligada a sacar la lengua para que descansara sobre el listón… Se dejó caer otra tablilla sobre los pernos y se apretaron las tuercas para que su lengua quedara bien sujeta… No podía hablar, ni gritar, ni cerrar la boca… Ni siquiera mover la cabeza.
La pusieron de espaldas y los hombres le levantaron las piernas y se las metieron en el segundo juguete nuevo que aprisionaba sus pies… Luego cogieron bastones de madera largos, delgados y flexibles y los usaron para golpearle las plantas de sus pies mientras ella emitía gruñidos de dolor.
– “¡De pie!”… Fue la orden impuesta con un golpe de bastón en sus pechos… Luego la soltaron de sus restricciones.
– “Baila para nosotros…. Quédate quieta y mueve las caderas.”
Cada vez que dejaba de bailar, recibía un golpe de bastón en el culo o en la espalda que le dejaba una roncha.
– “Camina por la habitación.”
Los hombres frente a ella usaban bastones en sus pechos y vientre, pero si ella trataba de evadir, los hombres detrás de ella usaban bastones en su espalda, nalgas y piernas.
– “Ponte de rodillas y gatea.”
Más azotes mientras gateaba.
– “Acuéstate boca abajo.”
Le pusieron una pesada bolsa de arena en la espalda y usaron su pelo para arrastrarla hasta el siguiente juguete… Era un caballete con madera contrachapada clavada a los lados y una barra de metal triangular en la parte superior del travesaño.
Vas a dar un paseo en pony.
Fue levantada y montada en el ‘pony’… Sus piernas lo montaron a horcajadas y si se ponía de puntillas, su coño quedaba por encima del metal, pero a medida que sus piernas se cansaron, se dejó caer hasta que su peso descansó sobre la barra que mordió sus tiernos labios vaginales… Luego intentaría obligar a sus piernas cansadas a levantarla de nuevo.
Los hombres estaban bebiendo cerveza y riéndose de sus gruñidos… A veces, un hombre apretaba una teta o tiraba o torcía un pezón… Los hombres que fumaban colocaban la punta ardiente de su cigarrillo contra su piel, sus pechos, pezones o barriga provocándole fuertes gruñidos.
El sudor corría por su cuerpo cuando le dijeron:
Te damos a elegir entre dos opciones: seguir en el pony o arrodillarte con la cabeza en el suelo y el culo levantado para que cualquier hombre que quiera te folle por el culo.
Ella era virgen anal y tenía la intención de seguir siéndolo, pero se dio cuenta de que la negativa sólo significaría más tortura hasta que se decidió por lo segundo.
Tan pronto como la sacaron del pony, se arrodilló y se inclinó para que su frente tocara el suelo… Le colocaron una pequeña almohadilla debajo de la frente para evitar que el piso le estropease la cara…
Pronto sintió algo presionando su abertura anal… Era una polla que se abrió paso a través de los músculos del esfínter y se la metió profundamente en sus intestinos… Quería gritar de agonía, pero se mordió la lengua lo suficientemente fuerte como para hacerla sangrar… Nada detuvo el terrible empujón y embestida en su culo.
El hombre finalmente se retiró con el comentario:
“La zorra tiene un bonito culo apretado pero 20 o 30 pollas deberían aflojarlo… ¿Quién sigue?”
Otra polla entró en ella, y otra, y otra… En algún momento durante la interminable follada anal, comenzó a gritar de agonía y suplicar piedad… No le sirvió de nada… Los golpes de culo continuaron hasta que se cansaron de ella y la volvieron a meter en la jaula… Le dieron un poco de comida y mucho agua… Esa fue la única piedad.
Como de costumbre, sus músculos estaban acalambrados antes de que la sacaran de la sucia jaula y la llevaron otra vez al poste.
Esta vez le ataron las manos a la espalda y le levantaron los brazos a una altura dolorosa al poste… A esto le siguió el habitual lavado con agua fría… La obligaron a arrodillarse manteniendo todavía los brazos levantados a la espalda y le ataron los tobillos hacia arriba en una postura dolorosa.
– “ Hoy vas a aprender a usar la boca… Te soltaremos los brazos cuando aprendas a usar los labios y la lengua… Y tus piernas cuando aprendas a hacer garganta profunda.
El primer hombre se paró frente a ella con su polla en su cara y comenzaron a darle instrucciones:
– “Besa y lame sus bolas… Luego pasa tu lengua por todo su tronco y métete la cabeza de su polla en tu boca y muévela tragándotela hasta la base… Si es demasiado larga, inclina la cabeza hacia atrás para que pueda bajar por tu garganta… A continuación, mueve la cabeza hacia atrás para que su polla casi se salga de tu boca… Frota su polla con tu lengua mientras lo haces… Sigue repitiendo los movimientos de tu cabeza hasta que se corra en tu boca y te tragues todo el semen que te tire dentro.”
El primer hombre disparó su carga en su boca y de inmediato había una nueva polla frente a ella… Este hombre le sostuvo la cabeza con ambas manos y la forzó hacia adelante y hacia atrás hasta correrse en su boca.
El tercer hombre usó una mano en su cabeza y una mano para apretarle su pecho, pero usó su control para conseguir una larga y lenta follada de boca con expulsión de mucho semen.
El cuarto y quinto hombre dejaron su cabeza en paz pero usaron ambas manos para castigar sus pechos… Ella los complació a todos tan bien que le desataron las manos, mientras otra polla ya estaba frente a ella esperando su turno.
– “Ahora sostén la polla ligeramente con los dedos y muévelos hacia arriba y hacia abajo… Sostén la polla con los labios y usa tu lengua para excitarla y ayudar a correrse.”
Sally siguió las instrucciones y tragó cuando la nueva carga de semen se disparó en su boca.
Perdió la cuenta de cuántas pollas había servido… Finalmente le dijeron que inclinara la cabeza hacia atrás y la abriera la boca de par en par.
Eso fue seguido por una polla que le fue metída directamente en su garganta y que le provocó un reflejo nauseoso… La polla fue metida hacia dentro y hacia fuera de su garganta mientras ella luchaba por respirar.
Se le permitió un breve descanso para tomar aire antes que de nuevo se la metieran en la garganta y comenzara de nuevo esa agónica tortura, que terminó cuando el semen salió disparado directamente por su garganta hasta su estómago.
Sally atendió a muchas pollas antes de aprender a no tener arcadas… Pasar esa prueba fue recompensado liberando sus tobillos para que ya no estuviera atados.
Lo último que le prepararon fue ver lo que se esperaba de ella cuando 25 hombres desnudos estaban dispuestos en un círculo, seguro que para nada bueno.
– “Arrástrate hacia el hombre a su izquierda y le dices:
– “Por favor señor, ¿puede este cubo de semen mamarle su polla?»
Sally se arrastró, chupó y tragó, usando sus dedos, su lengua y su garganta, por un tiempo interminable hasta que se hubo completado por dos veces el círculo.
– “La cabeza hacia atrás y la boca bien abierta”, fue la siguiente orden que le dieron.
De inmediato un chorro de orina fue directamente en su boca… Ella, asqueada, la cerró, lo que hizo que en orina fuera toda a su cara y cuerpo… Un bastonazo muy doloroso le marcó ambos pechos.
– “¡Manten la boca abierta y traga!… ¡Arrástrate hasta el siguiente hombre!”
Sally dio la vuelta al círculo de nuevo… Fue orinada por todos lados, en especial, su boca, su cara, su pelo y sus pechos… Al final, todo su cuerpo estaba empapado de orina.
– “Pasa tus dedos sobre la polla hasta que se corra en tu cara… Luego, arrástrate hasta el siguiente hombre”, le ordenaron de nuevo.
Cuando terminó el círculo, el semen goteaba de su rostro y pechos y su pelo estaba resbaladizo con el líquido blanco pegajoso.
La volvieron a meter en la jaula y le dijeron:
– “No necesitas nada para comer, ni beber… Ya estas llena.”
Otro tiempo interminable en la jaula, fue seguido por la limpieza con agua fría de la manguera que lavó la suciedad de su cuerpo.
Sally se preguntó qué más podrían hacerle… Habían usado sus tres agujeros una y otra vez… ¿Qué quedaba?
– “Arrástrate hasta el colchón y acuéstate boca arriba.”
Un hombre la montó, le metió la polla en el coño y la puso de costado… Otro hombre se acostó detrás de ella y se la metió por el culo… La follaron vigorosamente hasta que el hombre en su coño disparó su carga profundamente y se retiró… Había una polla frente a su cara y ella obedientemente la tomó en su boca y comenzó a mamarla.
Hicieron el ciclo varias veces: coño y culo, coño y boca, boca y culo, culo y coño, hasta que se acostumbró a ser doblemente follada.
Luego, de repente, tenía pollas en los tres agujeros… Los hombres formaron 3 líneas… Tan pronto como una polla salió de un agujero, entraba una nueva.
Sally odiaba todo esto… Las pollas en su boca eran lo peor de todo.. A veces estaban resbaladizas por el semen que tenía en su boca de la corrida del hombre anterior.
Kelly, la mujer de Brad, estaría encantada de saber y ver todo esto que le estaban haciendo… Ella había dado instrucciones muy concretas para los videos que filmaran… Sally, comenzaría a ser grabada, limpia, desnuda, extendida en la cama, lista para que cualquier hombre la monte… Y así hasta grabarla con tres pollas negras en su cuerpo, sucia, muy usada, cansada y magullada con el semen goteando por todos sus agujeros.
Cuando los hombres se cansaron de ella, le dieron la comida y bebida de siempre y la volvieron a meter en la jaula con las muñecas bien atadas con las esposas de cuero… Le tiraron un cubo de orina y estiércol en la cara y los pechos… Un segundo cubo, sobre su espalda y pelo… Y un tercer cubo de basura podrida repleta de gusanos, para terminar… Luego se fueron.
El olor era nauseabundo pero se acostumbró… Los gusanos se arrastraban por su cuerpo y subiendo por sus fosas nasales la volvían loca y constantemente se sonaba la nariz tratando de deshacerse de ellos… Estaba segura de que algunos se estaban metiendo en su coño.
Sally no tenía forma de saber la hora… Sus únicos relojes eran los calambres en los músculos de las piernas y la presión en la vejiga, que al no poder aguantar, se meaba… Empezó a gritar pidiendo ayuda a pesar de que sabía que era inútil… Se estaba poniendo histérica y presa del pánico de verse abandonada por tanto tiempo.
Ella no lo sabía pero la dejaron en la jaula sucia durante dos días y dos noches… Eso no la lastimaría… Los humanos pueden pasar una semana sin agua y un mes sin comida.
Finalmente un hombre entró y le dijo:
– “Hola, perra, ¿estás cómoda?”
– “Por favor, señor… Déjeme salir… Hare lo que quieras.”
– “Eres una perra y las perras van con perros… ¿Follarás con los perros?”
– “¡Sí, lo haré!”
– “No lo digas así y lo sabes.”
– “Por favor, señor… Esta puta quiere ser una cubeta de corridas para perros… Permítaselo”, le respondió Sally.
– “Cuando te deje salir, no te quedes parada… Arrástrate hasta el poste.”
Sally se arrastró hasta el poste y se quedó a cuatro sobre manos y rodillas mientras la lavaban con una manguera… Estaba tan sucia que se alegró de recibir la ducha de agua fría… No le quitaron toda la suciedad porque a sus nuevos clientes no les importaría su limpieza.
Luego, siguiendo ordenes se arrastró hasta el siguiente juguete.. Era un marco de metal en forma de una gran letra H… Sus tobillos y muñecas fueron atadas a las piernas y la barra del travesaño presionaba su vientre… Su cabeza estaba libre y colgando.
Trajeron un pastor alemán… El animal le olisqueó los genitales, les dio algunas lamidas y la montó… Lo sintió penetrar en su coño y luego sintió que la bola al final de su polla se hinchaba… Quedó enganchada a su polla… Aprendió por las malas que los perros tienen mucha resistencia.
El segundo perro pasó un tiempo olfateándola por todas partes y le metió la lengua profundamente en el coño… Era más pesado y tenía largas garras que le arañaron la espalda mientras la jodía.
El tercer perro estaba ocupado follándola y cuando levantó la cabeza, encontró la polla de un hombre en su cara… Tuvo tiempo para chupar 5 pollas mientras el perro la follaba… ¡Este sería, sin duda, un video muy interesante para la Sra. Brad!
El semen goteaba de su coño y labios cuando trajeron un cuarto perro… El animal estaba entrenado para lamerla y luego follarle el culo… Ella gritó cuando sintió su polla entrar en su ano… El perro no tuvo problemas ya que tantos hombres habían violado su culo que ya no estaba apretado.
Cuando la soltaron del marco, Sally pensó que el calvario había terminado pero, no, sólo la estaban cambiando de posición… Ahora estaba boca arriba en el marco… La posición estiró tanto sus articulaciones y músculos que gimió de dolor… No podía hacer nada más que soportarlo.
El siguiente perro lamió sus pechos antes de montarla… Sus patas descansaban sobre ellos y le causaban mucho dolor al arañárselos… Y el perro después de joderla lamió tanto su cara como su coño.
Le dieron la comida y el agua de siempre y la dejaron sola con un perro suelto en la habitación. Era un animal amistoso que pasaba mucho tiempo olfateándola y lamiéndola… La montó varias veces.
Se había llamado a sí misma un cubo de esperma para perros y eso era exactamente en lo que se había convertido.
Cuando finalmente fue liberada, se arrastró hasta el poste de hierro, la colgaron de las muñecas y la lavaron con una manguera como de costumbre… Luego, la frotaron con gel de baño y le lavaron el pelo… Por fin se sintió bien por encontrarse limpia, sin hacer caso de la manos del hombre que la lavó y limpio.
– “Arrástrate hasta la mesa y siéntate en la silla”, le dijeron.
Al sentarse vio que estaba ante un pequeño tocador con un espejo, un cepillo, un peine y un tubo de lápiz labial.
– “Arregla tu pelo y píntate”, siguieron diciéndole.
Le costó mucho tiempo arreglar el desorden en que se había convertido su pelo… No había podido tocarlo desde que la capturaron… Cuando se peinó, se puso el lápiz labial y luego se arrastró de vuelta al poste.
La pusieron en el poste con las manos sobre la cabeza, las caderas extendidas y los pies bien separados.
– “Bueno, perra, ¿te gustaría ir a casa?”
– Si, por favor… Déjeme ir, se lo suplico.”
– “Te costará mil dólares.”
– “Se los pagaré.”
– “No es tan fácil… Tienes que ganarte el dinero vendiendo tu cuerpo en la calle.”
– “¡Oooh, Dios!… Muy bien… Lo haré.”
Trajeron a un hombre negro enorme, quizás de casi 2 m. de altura y 130 kg. de peso y se lo presentaron diciendo:
– “Este es Big Tom… Es un chulo putas.”
Él la miró, le palpó sus pechos, le pasó varios dedos por el coño y dijo al final:
– “Me la llevo a trabajar.”
La soltaron del poste de hierro y le entregaron algo de ropa… La primera que había tenido desde que la secuestraron… La parte de arriba estaba lo suficientemente apretada para mostrar hasta la forma de sus pezones… La falda le colgaba de las caderas y le llegaba a la mitad de las rodillas… Su abdomen quedaba al aire… Los zapatos tenían tacones de 12 cm. de altura.
Era una ropa tan absolutamente descarada que no dejaba lugar a dudas de que era una puta en busca de clientes.
Big Tom la metió en el maletero de su coche y se marchó… Cuando la dejó salir, descubrió que estaban frente a una casa en ruinas en un barrio deprimente… Lo primero que vio fueron 4 cajas numeradas en la pared del vestíbulo de entrada.
– “Desnúdate y pon todo en la caja 3… Primera regla, nunca llevas ropa adentro… Te los pones antes de salir y te los quitas tan pronto como entras.
La llevó a una habitación que tenía cuatro colchones en el suelo y 3 mujeres desnudas sentadas en ellos.
Las mujeres se pusieron de pie de un salto tan pronto como él entró en la habitación y se pararon con las manos detrás del cuello y los pies bien separados… Una era una mujer blanca increíblemente bella, otra era una pequeña asiática y la tercera era una mujer negra de piel clara.
– “Segunda regla, párate así siempre que esté en la habitación y no cambies de posición a menos que te lo diga o me vaya de la habitación… Caso contrario te pegaré una paliza.”
Ella asintió y él le dio una bofetada.
– “¡Ponte en posición!… Eres la nueva puta número 3… Las otras zorras son todas superiores a ti y tienes que obedecerlas en todo.”
Al salir de la habitación, les dijo a las otras tres mujeres:
– “La nueva puta necesita disciplina y entrenamiento… ¡Enséñale!”
Dos de ellas rápidamente le torcieron los brazos a la espalda y la tercera le abofeteó la cara varias veces… La arrastraron al baño, la obligaron a meter la cabeza en el inodoro y tiraron de la cadena varias veces… Luego la llevaron de vuelta al dormitorio y la soltaron.
La mujer asiática le dijo:
– “¡Ponte en posición y escucha con atención lo que voy a decirte… Big Tom tiene un temperamento desagradable y usa los puños y los pies muy fácilmente… También tiene un cinturón que duele muchísimo cuando lo usa… Si una de nosotras lo hace enojar, se desquita con todos nosotros, así que haz lo que dice y no discutas.”
– “Lo comprendo y así lo haré”, le respondió Sally.
– “Nunca utilices nombres y tampoco digas yo… Esta puta es la puta 1, la blanca es la puta 2, la de color es la puta 4 y tú eres la puta 3… Esta puta que te habla es la puta mayor y da las órdenes en esta habitación. ¿Entendido?
– “Sí, lo entiendo.”
La blanca, la puta 2, le dio un puñetazo en el estómago y se dobló de dolor.
– “No digas yo… Inténtalo de nuevo.”
– “Esta zorra entiende.”
– “Ponte en posición y di: ‘Esta puta es la puta 1 de Big Tom… Y repítelo cambiando el número cada vez hasta llegar a 100.”
– “Esta puta es la puta 1 de Big Tom… Esta puta es la puta 2 de Big Tom… Esta puta es la puta 3 de Big Tom… Esta puta es la puta 5 de Big Tom…”
– “Puta 4, mantén un control de su cuenta… Puta 2, disfruta de ella.”
La mujer blanca, puta 2, metió dos dedos en el coño de Sally y comenzó a follarla así mientras prestaba especial atención a su clítoris… Usó su mano libre para acariciar los pechos de Sally y pellizcarle sus pezones.
A mitad de camino, la de color dijo:
– “Perdió la cuenta.”
La asiática abofeteó la cara de Sally varias veces y le dijo:
– “Brazos por encima de la cabeza, palmas juntas y empezar de nuevo desde el 1.”
La mujer blanca siguió follando a Sally con los dedos y poco a poco pasó de meterle dos dedos a meterle cuatro.
El tiempo pasó hasta que la cuenta finalmente llegó a 100.
– “¡Golpearla en el coño y tetas!”, ordeno la asiática.
La mujer blanca sacó los dedos, hizo un puño y golpeó a Sally con fuerza en los labios vaginales… La de color clavó un puño en uno de los pechos de Sally.
– “Manos detrás de tu cuello y quédate en esa posición hasta que Big Tom nos lleve al trabajo… ¡Y cállate y deja de gemir!
Sally se mordió los labios… No podía entender cómo otras mujeres, que eran víctimas compañeras, podían tratarla así… Pero sabiamente guardó silencio y mantuvo la posición humillante y reveladora.
Big Time finalmente entró en la habitación.
– “Es hora de salir a la calle… Puta 3 verá a Puta 2 durante una hora para que vea como trabaja… Luego ella empezará a trabajar.
“Puta 3, cobra 20 dólares por un polvo anal, 40 dólares por una mamada y 60 dólares por follarte por el coño… Cuando el cliente esté de acuerdo, me lo traes para que pague y lo llevas al callejón para que le des su pedido… Cuando hayas terminado, vuelves al trabajo.”
Recibo las tres cuartas partes de lo que cobras… Me tienes que sacar 100 dólares al día con lo que queda para alojamiento y comida… Y te pegaré si no tras los 100 dólares… Todo lo que sobra va en tu cuenta… Cuando llegues a los mil dólares, te llevo de vuelta… ¿A ver, qué le cobras a los clientes?
– “Esta puta cobra veinte dólares por una follada anal, cuarenta dólares por una follada en la boca y sesenta dólares por una follada en el coño.”
¡Correcto! Vámonos. ¡Veces una pérdida!
Las 4 mujeres se subieron al coche de Big Tom y éste las llevó a lo que obviamente era un gueto negro… Tenía un tramo de calle y cada chica tenía su lugar… Había callejones estrechos que salían a otras calles y las chicas los podían usar para atender a sus clientes.
Sally observó a la mujer blanca y vio cómo sonreía y saludaba a los hombres y los coches… Su chulo estaba cobrando precios muy diferentes por sus servicios a los de ella… Por supuesto, Sally no sabía que Kelly, la mujer de Brad, le había fijado los precios para que siguiera trabajando duro.
Después de una hora, Big Tom le asignó a Sally su lugar y le dijo que ya podía empezar… Su primer cliente quería una follada de coño… Ella lo llevó al callejón, se apoyó contra la pared y se subió la falda… El cliente le levantó la parte superior y le tocó los pechos mientras la follaba… No tardó mucho tiempo en correrse y pronto, ella estaba de nuevo en la calle… Dos veces se arrodilló y chupó pollas y una vez puso sus manos contra la pared y se inclinó mientras un hombre usaba su culo… Después de eso, perdió la cuenta… No tenía idea de cuántas pollas había tenido en el momento en que Big Tom le dijo que parara.
Big Tom las llevó de vuelta a la casa y las puso en fila por antigüedad para las duchas… Sally pronto se enteró de que había suficiente agua caliente para 2 duchas y lo hizo con agua fría… Tras una comida precocinada, las cuatro mujeres se derrumbaron agotadas sobre sus colchones y se durmieron.
Pasados unos días, mientras comían, Sally se armó de valor para preguntarle a la asiática:
– “¿Puede esta puta hacerle una pregunta a la puta 2?”
– “Adelante, pero si la pregunta es incorrecta, recibirás una paliza.”
Sally miró a la hermosa mujer blanca y le preguntó:
– “Esta puta se pregunta por qué una puta tan guapa como tú, está trabajando aquí en la calle.”
La respuesta fue:
– “Big Tom no es mi chulo, es un ejecutor… Esta puta era una prostituta de 1.500 dólares la noche… Varios clientes se quejaron de mi trabajo y fui enviada por mi chulo a Big Tom como castigo.”
Sally perdió la noción de los días y luego las semanas… Vio a las otras mujeres golpeadas y ella también fue golpeada varias veces… Las tres putas que trabajaban con ella fueron reemplazadas por otras putas pero ella seguía en la calle… Se preguntó si estaría embarazada de tantas veces que se la habías follado y cuántas enfermedades sexuales habría contraído.
Una noche, en lugar de llevarla a casa después de su turno, la llevó con la pandilla… Su tiempo como puta callejera había terminado.
La pandilla no había terminado con ella… Su disfraz de prostituta dejaba mucho de su abdomen visible y Kelly, la mujer de Brad, tenía planes muy claro para eso… Le tatuaron la palabra PUTA con grandes letras rojas que iban desde debajo de sus pechos hasta su ombligo… Y también le tatuaron en sus muslos dos pollas negras apuntando a su entrepierna.
Así tatuada y vestida como una puta, la metieron en la camioneta, le devolvieron sus tarjetas bancarias y sus llaves y la dejaron a un kilómetro de su apartamento… No tuvo más remedio que caminar a casa con esas ropas de puta y el tatuaje a la vista de todos.
Pasó por delante de un cajero automático en el camino y trató de conseguir dinero… Fue entonces cuando se enteró de que su cuenta bancaria estaba vacía y sus tarjetas al máximo de deuda.
Llegó a su casa y se sorprendió al encontrar todos los muebles y que no le habían robado ni el televisor, ni el ordenador.
Luego descubrió que le faltaba toda la ropa… No quedaba ni una sola toalla, sábana o funda de almohada… No tenía nada más que su vestido de puta que llevaba ahora y nada para taparse.
Encontró una carta y dos notas junto al ordenador… La carta era del Colegio donde trabajaba aceptando su renuncia y diciéndole que el pagos de su despido se habían depositado en su cuenta bancaria… Rápidamente, se conectó a su banco… Sí, se habían depositado 10,000 dólares pero se había retirado todo… La cuenta estaba vacía.
La primera nota era una lista de direcciones de internet, algunas de las cuales iban acompañadas de identificaciones de usuario y contraseñas… La mayoría de las direcciones eran sitios de pornografía gratuitos con fotos suyas y trailers cortos que la mostraban en acción… Las direcciones que tenían contraseñas eran sitios porno de pago con videos de ella de 15 o 20 minutos.
La segunda nota, sin firmar, decía:
‘Cuando una golfa pretende robarle el marido, suelen pasar estas cosas como venganza’
Ella bajó la cabeza y lloró… ¡Sin trabajo, sin dinero, sin crédito, sin ropa y su rostro y cuerpo desnudo por todo Internet!… Su camino iba a ser muy difícil si no volvía a ser una puta para pagar deudas… No tenía otra alternativa y ese fue el camino que tuvo que seguir.
¡Y es que la venganza de Kelly fue terrible!
F I N