Un policía me domina

Valorar

Era una noche aburrida decidí salir con unas amigas a una fiesta de pueblo, llegamos, bailamos. en eso se cruzo una mirada con la mía, un policía, fue impactante. Demore como dos semanas para localizar quien era.

A los días yo le comenté a un amigo que trabajaba en el mismo lugar sobre las características que había visto en esa Persona, mi amigo me mostro una foto y le dije que si era él.

Me dijo: es fulano, tiene tal rango, etc.…

Mi amigo no se la aguanto y se lo comento a esa persona. de paso le dio mi número.

Sin imaginarlo me llego un mensaje de “Hola”. Algo me decía que era él. Efectivamente si lo era, conversamos por horas y nos veíamos en la calle, pero en lapso cortos de tiempo.

Al mes estaba trabajando, salió de su turno y me llamo eran las dos de la madrugada.

Me dijo: Hola, puedes salir

Le respondí: pasa por mí.

Sali sin que nadie se diera cuenta, la adrenalina estaba altísima.

Me dijo: ¿dónde te llevo?

Yo estaba tan caliente que si me decía hay en el carro yo iba a acceder. Traía puesto el uniforme y créanme eso me puso más hot. Era mi fantasía total.

Le respondí: no puedo ir lejos me e escapado.

Cerca del lugar había lotes vacíos donde las personas se estacionan a conversar.

Conversamos un rato, nos dimos un beso demasiado largo, me acaricio suavemente el muslo, fue subiendo hasta llegar a mi cintura y me apretó, fue tan excitante.

Sentí temor, puesto que es en un hombre mayor, era algo nuevo para mí estar con un señor, estaba insegura de hacerlo.

Sali deprisa y me coloque en la parte trasera del auto, no tenía a donde ir estaba oscuro.

El se bajo del auto y me abrazo diciendo, no te va a pasar nada malo, confía en mí.

Volvimos a besarnos y su mano entro en mis cenos apretándolos como si fuesen de su propiedad, con la otra mano me tomo de la cintura y fue quitándome la ropa, me agarro y volteo contra el auto. Se agacho y empezó a jugar con mis partes, haciéndome venir tan fácilmente.

Estaba bien húmeda, escuche como su cinturón se soltaba. Tomo mi cabello como si fuesen unas riendas Y de un golpe me penetro, haciéndome soltar un gemido de pasión y dolor. Eran movimientos coordinados, donde sabia exactamente como hacer y como tocarme para hacerme explotar.

Me corrí al menos unas 4 veces antes de que el me dijera que terminaría. Me dio un par de nalgadas antes del terminar, soltó él unos gemidos únicos, en si jamás había escuchado a un hombre quejarse rico y eyaculando dentro de mí con el preservativo. Sentí como su pene se movía al terminar.

Nos limpiamos, vestimos, me llevo a la casa y nos despedimos.

Juro que esa noche no dormí pensando en él.

Ese mismo día a las 12 del medio día me llega un mensaje.

Él decía: mami que te parece si terminamos lo que comenzamos ayer.

Yo respondí: me parece muy bien, pasas por mí.

El me responde: listo voy por ti.

Llego en unos 10 minutos.

Nos saludamos con un beso en la mejilla, pero sabiendo el deseo que nos teníamos.

Me llevo a la habitación #14 de un lugar de acciones.

Al entrar vi una silla donde se hace bondage y todo tipo de juegos BDSM.

Me gusto la idea me encantaba la idea de esos juegos, solo que no lo había experimentado.

Entramos nos dimos un baño de deseo sin tocarnos, solo nuestras miradas admiraban el cuerpo de cada uno.

Salimos me tomo fuerte del brazo y me beso, me hablaba dominantemente. Me empujo contra la cama y jalo de mis pies hacia él. Fue tan rápido que solo alcance agarrar la almohada para taparme el rostro, estaba asustada.

Abrió mis piernas de una sola y me quito la almohada.

Diciendo: quiero ver tu rostro.

Lo mire aterrada y el me miro con un poder dominante.

Beso mi ombligo y fue bajando.

Miro mis partes fijamente admirándola, mi corazón iba a mil.

Sentí como sus dedos iban bordeándome la chocadita, me la abrió con sus dedos y su lengua empezó a recorrer mi toti húmedo, con su pulgar me masajeaba el clítoris mientas que su lengua y otra mano me tocaban, en poco tiempo logré correrme en su boca.

Me dijo: ya te estoy conociendo.

Me arrecho tanto que le dije: métemelo, métemelo.

El me dijo fijamente y serio: pídeme por favor.

Le dije: por favor métemelo, no aguanto más.

Se levanto y como se masturbo brevemente. Abrió mis piernas y entro entre ellas. Me tomo por el cuello y me penetro bruscamente, hasta que me empujé hacia arriba buscando escapar y el sabio como me tenía por el cuello no pude hacer mucho.

Empezaron a moverse tan rico que ya el dolor era solo placer después de darme 5 minutos, se levantó, tomo mi cabello y me puso a chupársela, ese pene tenia algo especial era distinto o no se que era. Jajaja, pero me impacto parecía adictiva solo quería mamársela.

Me levanto, me puso de espalda hacia él, tomo mis manos y lo puso detrás como si me fuese a esposar. Me empujo contra la cama, tomo mi cintura y la alzo hacia su cuerpo.

Con una mano me agarraba las manos mías y con la otra envolvió mi cabello como si fuese soga.

Pensé: ahora si me mato.

Cerré los ojos para aguantar el golpe.

Esta ves lo introdujo con suavidad, imagino que el veía como iba entrando.

Empezó a bombearme más y más.

Le grite: suéltame voy a explotar

El me grito: eso quiero…

Trate de soltarme, pero no podía, siguió cogiéndome en esa posición me iso venir 3 veces.

Estaba débil, me soltó y me dio dos nalgadas. Podía escucharlo reír,

Diciéndome: eres una niña, no que querías experiencia.

Yo Me tape la cara.

El tomo agua y volvió a alarme por los pies. Sentía mi conchita inchada y adolorida.

Me llevo a la silla que estaba en la entrada, tomo sus esposas me las puso en las manos y con su suéter iso una especie de soga, que quedaban arriba de mí.

Me dijo: relájate.

En esa silla me iso de todo lo que le dio la ganas, no pude hacer mas que disfrutar. Yo explotaba como si fuese grifo.

Me manipulaba el ano, pero sin penetrar.

Le dije: por ahí no por favor.

El respondió. No te preocupes eso será otro día.

Volvió a introducirme su pene y ya era algo mixto entre suave y duro.

Me dijo: ahora nos vendremos juntos.

Que rico empezó a cogerme, es como que tuviese todo planeado.

De tanto darme ya sentí que no podía, lo empujaba para sacármelo, pero la fuerza de él era más, se introdujo en mi cuello, gimiendo tan varonilmente y como magia, pufffff explotamos ambos a la vez, fue sorprendente.

Nos quedamos un rato acostados descansando, me dice luego bañemosno.

No podía ni caminar de cómo me había dejado.

Nos bañamos, nos abrazamos, nos vestimos y nos fuimos.

Han pasado tres años y seguimos con el mismo deseo de la primera vez.

No somos pareja, pero tampoco entra nadie a nuestras vidas.