El morbo que me generan sus pies

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Tengo una amiga que se llama Alejandra. Tiene 18 años y unos pies muy bonitos, calza 38/39.

Alejandra y yo somos compañeros de la escuela, estudiamos juntos en la misma clase y pronto nos hicimos amigos, una amistad que se construyó rápidamente.

Empecé a tener este interés en sus pies cuando hicimos una excursión por la escuela a Serra do Cipó, una región atractiva por la naturaleza preservada con muchas cascadas. Perfecta para aquellos que disfrutan de deportes como el piragüismo, la escalada, etc.

Cuando llegué a la escuela vi a mis compañeros juntos esperando los buses que nos llevarían, ahí fue cuando me di cuenta que la mayoría de los compañeros estaban en chanclas, chicas y chicos. Pronto me excité al ver esos pies y sandalias. Encontré a Alejandra y ahí estaba ella también con sus chancletas, luego me fijé en sus pies. Unos pies muy bonitos, blancos, bien tratados, y sin defectos.

Llevaba unas Hawaianas azules tradicionales que combinaban muy bien con sus pies. No me gustaba, no sé por qué, usar chanclas en la calle, solo las usaba en casa, o a veces cuando iba al club y a la playa.

¡Solo estaba imaginando cómo debía ser oler esos pies y esas hawaianas!

Nos hicimos amigos y comencé a ir a su casa, ya que éramos vecinos del barrio. Un día fui a visitarla y ahí estaba ella con sus chanclas. Estábamos en su computadora y comencé a sentir el olor de los pies, era suyo, ¡entonces sentí más ganas de oler sus pies y hawaianas!

Como no me iba a pedir que le oliera los pies, ¡esperaba conseguir sus chancletas y masturbarme con ellas!!!

Un día, decidí llamarla y preguntarle si tenía algunas chanclas para donar, ya que mi criada las necesitaba para sus hijos.

Un verano viajamos a la playa y cuando llegamos a casa ya se estaba quitando las zapatillas y sacando sus chanclas Hawaianas negras. Noté que ya había cambiado las sandalias. Y me pregunté si habría tirado las otras chancletas azules.

¡¡Pero luego me dije que era mi hora de poder oler sus chanclas!

Cuando nos fuimos a dormir, esperé despierto a que se durmiera profundamente para poder tomar sus chanclas y olfatear, lamer y masturbarme con ellas.

Tuve una idea: Empecé a romper las chanclas, luego ella tendría que comprar otras y yo podría conseguir estas viejas sandalias suyas.

Todas las noches las rompía un poco para que no se diera cuenta. Cuando un día decidimos ir a un parque acuático y dijo que no podía usar chanclas en ese estado. Yo había traído dos chanclas como siempre hago cuando viajo a la playa.

Le ofrecí un par, se las probó pero no las aceptó porque quería comprar unas nuevas. Fuimos a una tienda a comprar las chanclas, entonces le dije que comprara unas Hawaianas blancas, que ya tenía unas negras y una azules. No quería, porque el blanco se ensucia demasiado rápido. Así que eligió unas Hawaianas azules como las que ya tenía.

Pero como eran nuevas aún no tenían el olor de sus pies.

Al regresar a casa tiró a la basura sus viejas Hawaianas negras. No tuve dudas y sin que nadie se diera cuenta tomé las chanclas y las guardé en mi mochila.

¡Desde entonces me masturbo oliéndolas todos los días! ¡También las uso para mantener el olor de los pies!

Estábamos en época de clases en la escuela, cuando surgió una excursión de vacaciones para que fuéramos con los compañeros de estudios.

Al llegar, la residencia tenía dos dormitorios enormes, uno para chicas y otro para chicos. Y los dormitorios estaban separados por camarotes donde había una litera en cada camarote, o sea, dos camas en cada habitación. Quién obtendría quién no fue nuestra elección sino una lotería. Quería quedarme con Alejandra pero en el sorteo no salimos en la misma habitación. Pero tan pronto como todo estuvo arreglado, hice el cambio y me mudé a la habitación de Alejandra.

Guardamos nuestras cosas y fuimos a conocer el lugar, que era muy chulo.

Cuando llegó la noche teníamos que dormir a la hora establecida, así que nos cepillamos los dientes y nos fuimos a nuestra habitación y nos cambiamos para la cama.

Cuando veo a Alejandra en chancletas. ¡Wow, esa fue la mayor alegría para mí!

En eso, por supuesto, decidí que yo me quedaría en la litera de abajo y Alejandra en la cama de arriba.

Elegí quedarme abajo para tener acceso a las chancletas de Alejandra.

¡Cuando se fuera a dormir, tendría acceso y tomaría sus hawaianas y las olfatearía! ¡Ese era mi mayor sueño en ese momento!

En cuanto todos se fueron a dormir y apagaron las luces, aproveché y agarré sus chanclas.

Las metí debajo de las sábanas y me bajé los pantalones del pijama. ¡Mi polla estaba dura!

Como en la litera quien está arriba no puede ver quién está abajo y el alojamiento estaba oscuro, ¡así que comencé a oler y lamer esas chanclas maravillosas!

¡Tenían un olor realmente bueno! Eran unas chanclas de color azul marino y estaban muy usadas. Unas chancletas suaves, que al pasar la verga no raspan.

¡Muy genial!

¡Así que pasé toda la noche prácticamente olfateando, pasando la polla y lamiendo esas hawaianas!

¡Quería masturbarme así con esas chancletas! Cuando comencé a hacerme la paja, la cama comenzó a balancearse y al mismo tiempo Alejandra se asustó, me miró y me preguntó qué estaba haciendo.

Por suerte me estaba masturbando debajo de las sábanas para que no viera nada.

A partir de ese momento tuve que disminuir la intensidad. Pero me estaba masturbando lentamente.

El problema que estaba pensando era, si iba a correrme, dónde lo limpiaría.

Pensé en los calcetines, pero para eso tendría que levantarme de la cama y correría el riesgo de que Alejandra despertara de nuevo. Pero era la mejor alternativa.

Luego me levanté lentamente y agarré mi calcetín que había usado durante el día. Lo llevé debajo de las sábanas y, cuando llegó el momento de correrme, me ponía el calcetín en la polla, continuaba con la paja y luego me corría dentro del calcetín.

No había otra, la calentura era tanta que aun masturbándome levemente, tardé un rato pero acabé en el calcetín oliendo esas chancletas con los maravillosos pies de Alejandra.

Hasta el día de hoy sueño con esas chanclas. Estas Hawaianas no las pude conseguir.