Las excitantes clases de equitación durante el sábado a la mañana
Ya era toda una mujer trabajadora, sin ataduras sentimentales, lo que me hacía buscar continuamente escarceos para disfrutar del sexo…. Sentirme viva por dentro, aunque tenía orgasmos todos los días, ya que durante muchísimos años me he masturbado dos y hasta tres veces al día, el sabor, el olor y el contacto de una polla erecta y gruesa, no es ni siquiera comparable.
Mmmmmm, en esa época una de las cosas más excitantes eran, a su vez, mi cerveza del viernes a medio día, que me iba hacia el pueblo de al lado, donde mi amiga Rocío y yo, después de salir de trabajar, almorzábamos a fuerza de tapas y cervezas contándonos cómo nos había ido esa semana y cuánto habíamos follado…. Era excitante, y además, a veces, se nos unía su hermana, que tenía su novio formal, y aunque decía que estábamos locas que a los hombres no le gustan las mujeres tan guarras para casarse, se quedaba a escucharnos, de seguro para luego contárselo a su novio y tener buenos polvos a costa de nuestras experiencias.
Por aquél entonces, decidí retomar mi deleite por montar a caballo, que desde niña no hacía, así que, al no tener uno propio, me fui a la escuela de hípica y, decidí tomar algunas clases. Los profesores se podían elegir, pero yo no conocía a ninguno, así que cuando para la primera clase, la chica me dijo, bueno, te voy a poner con Miguel, que es uno de los más encantadores y esta mañana se ha quedado libre porque han anulado su clase… obviamente, no le di importancia, jamás pensé que mis clases de equitación los sábados por la mañana se convirtieran en un placer ansiado toda la semana.
Estaba muy delgada, una talla 34, pero con curvas, con pecho, cadera y nalgas…. Recuerdo que la primera vez, llevaba puesto mi pantalón de montar negro (sólo tengo dos, así que….), como era mayo y apretaba el calor, en la parte superior un top de lycra de color blanco, y un sujetador con tirantes transparentes debajo, muy pegados y con mucho escote.
Cuando me acerqué a Miguel, siguiendo las indicaciones de la chica de recepción, él ya me estaba esperando pues le habían avisado, me miró de arriba abajo, se puso colorado, sonrió bastante nervioso, y se giró hacia el caballo que estaba ensillando para ocultar su incipiente erección.
Yo, no me podía imaginar, que Miguel fuese tan guapo, con ese cuerpazo, así que al verlo y además observar su reacción, mi coño se mojó y estuve toda la clase pendiente de él, más que de sus explicaciones.
Ese primer día y varios sucesivos, lo único que aconteció fue ir tomando confianza, pero la tarde anterior, mi amiga Rocio, me dijo, Joder tía, como vengas la próxima semana y no te hayas tirado a ese tío, voy a comenzar a pensar que estás perdiendo facultades, o bien, que estás entrando en la fase que dice mi hermana y me vas a dejar sola al buscarte un novio.
Siempre he sabido el poder de las palabras en el momento preciso y viniendo de la persona adecuada. La verdad, es que me masturbaba continuamente pensando en la polla de Miguel, pero él no se atrevía a dar el paso, imagino que por miedo a una posible reacción de mi parte y verse en la calle. Me tocaba a mi…..
Al día siguiente me enfundé en mi pantalón de montar blanco, el top, blanco también, cuando Miguel me vio vestida de esa forma, me dijo que esa mañana haríamos unos ejercicios distintos y que estaríamos mejor en la pista cubierta.
Mmmmm, eso sonaba bien, la pista cubierta es la de los espectáculos, cerrado a todo el mundo y, daba intimidad.
Estaba claro que Miguel quería observar mi cuerpo, mis pezones se endurecieron cuando los pellizqué fuertemente, ya estaban morenos del sol y casi transparentaban la tela, no me había puesto bragas, así que, el decorado monte de Venus se dejaba ver con sus figuritas pegadas a la tela del pantalón.
En un momento de hacer ejercicios de equilibrio, que cansan un montón, le dije a Miguel que necesitaba descansar un poco las piernas. Aunque sabía perfectamente subir y bajar del caballo sola, le pedí que me ayudara y él encantado se acercó para ello.
Yo me iba a dejar caer de frente, pero no me dejó, me dijo que apoyara mi cuerpo sobre la grupa del caballo, me soltara de los estribos y me dejara hacer.
Ufffff, cómo de caliente me puso eso, mi coño olía a hembra en celo, pues notaba que mis jugos vaginales empezaban a mojar ligeramente la tela del pantalón de montar.
Miguel se acercó a mi, indefensa desde atrás, pero sentí su respiración justamente en mi entrepierna, me abrí ligeramente de piernas y él lo notó, así que pegó su cara a mis nalgas, con sus manos me agarró de la cintura y tirando de mi, consiguió que mi cuerpo se pegara completamente al suyo para amortiguar la caída, consiguiendo que cuando me incorporé de pie, mis nalgas estaban completamente pegadas a su falo, crecido y grueso.
Se restregó contra mi, sujetándome, como con miedo a que me separase, y me susurró al oído, ufffff, me tienes malo y enfermo desde que te vi por primera vez…. Como sigas provocándome así no voy a responder de mis actos….
Sonreí, estaba muy excitada así que moví mis nalgas restregándome completamente por ellas su verga, y le dije, pues estoy deseando comprobar cuales son esos actos de los que no vas a responder.
Me llevó andando hacia un lugar donde comenzaban los asientos y que estaríamos protegidos de la vista de cualquiera que abriese la puerta y entrase en la pista.
Era muy fuerte y no dejó que me diera la vuelta, me excitaba completamente mucho que me dominase desde atrás y, sobretodo que dirigiera la forma para abusar de mi, de mi cuerpo, ya que lo necesitaba yo, estaba desesperada por probar su polla.
Me sentía una guarra, una puta, necesitaba follármelo, se había convertido en una obsesión desde hacía días.
Miguel sabiendo del poco tiempo del que disponíamos no perdió demasiado tiempo.
Desabrochó el botón y la cremallera de mi pantalón…. Metió sus dedos acariciando mi monte de Venus y tirando un poco del pantalón separó la tela y se hizo con mis labios vaginales…. Ahhhhhh me abrí de piernas todo lo que pude… sentí sus dedos separar mis labios vaginales acariciarme de arriba abajo, de abajo arriaba y, al sentir mi humedad, meter y sacar los dedos una y otra vez.
Dijo en mi oído,…. Uffff lo sabía, sabía que no te ponías bragas, esos dibujos de tus pelos sobre la tela me tienen tan enfermo que sueño por las noches con ellos.
Mientras me susurraba esto, mi mano girada hacia atrás, acariciaba su verga dentro del pantalón, se movía y el calor que emanaba traspasaba la tela, era delicioso.
Sus dedos acariciaban mi coño de forma muy experta, suave, con algo de ritmo, pero que rebajaba y aumentaba continuamente, se movía por todos lados, separaba mis labios vaginales de forma delicada, a penas rozaba mi clítoris y cuando las oleadas llegaban a mi cuerpo, el muy cabrón, recorría otra parte dejando a las puertas.
Yo deseaba estallar en un primer orgasmo, pero me dijo que no, aún no. Que él era el profesor, seguía en su hora y él mandaba.
Me giró, bajó mi pantalón liberando mi sexo, me sentó inclinada hacia atrás en el primer asiento, quedando él de pie, desde abajo, así alcanzaba perfectamente a mi coño.
Sacó su verga, estaba chorreando, es una de las vergas que más calor transmiten de las que he probado…. Una delicia electrizante.
Rozó y rozó mis labios una y otra vez, resbalando su verga, tiró de mi escote y liberó una de mis tetas que comenzó a apretar con tanta fuerza que tuve que controlar….. pero esa verga por mi coño era una delicia….
Me provocó un fuerte orgasmo, Miguel sonreía, mientras veía y sentía cómo me retorcía, era delicioso, las oleadas de calor me erizaban la piel…. Mmmmmmm
Entonces, me preguntó, si yo tomaba algo y le dije que sí, que no se preocupase…. Joder dijo, pero se calló por un momento, y se concentró en taladrarme con su verga.
Ahhhhh, era muy gorda, así que sentí cómo me la metía pues mis músculos vaginales se tenían que ir adaptando, pero ese calor, cuando la tuve dentro comenzó a bombearme…. Y el muy cabrón, me dijo… pues ya tienes que ser una buena zorra porque sin novio, tomando pastillas y provocando como lo haces conmigo…. Joderrrrrrrrrr fue creo que lo que más le excitó, y soltó un buen chorro de leche dentro de mi…..
Al sentir ese calor tuve un fuerte orgasmo, su polla seguía bombeando mientras soltaba su leche….. ahhhhhhhhhhhhh, cuando la sacó, acarició mis labios vaginales impregnados de su crema, cuando lo inundó al sacar su verga aún goteante….
Mmmmm qué maravilla….. esos roces al restregarme su leche cual zorra yo era, y saber que se había excitado tanto al saber lo zorra que era, me provocó un nuevo orgasmo de mi clítoris que estaba sumamente hinchado….
Cuando nos vestimos faltaban tan sólo un par de minutos de su tiempo de clase y, me dijo…. Bueno, como yo me encargo de tu bono, no te preocupes nena, que más de una no te la anoto…..
Agarró el caballo, y mientras se iba me dijo, el sábado nos vemos….
Joder, con las palabras de mi amiga Rocio, provocó que tuviese varios encuentros sexuales con mi profesor de equitación….