Sexo en Mexico Lindo con una jovencita preciosa que limpiaba el hotel
Este relato que os narró a continuación sucedió en México, hará ya unos años, estaba de vacaciones allí, y pronto fijé los ojos en una joven, trabajaba de limpiadora en el hotel, junto con la madre, vivían cerca de allí.
Ella medía sobre 1,65, ojos marrones, pelo castaño, de piel clara, senos grandes, peso medio, y un culito pequeño y prieto. Se llamaba Julieta, decía que tenía diecinueve años. Solía hablar todos los días un poco con ella y con su madre Paulina, eran bastante amables, incluso un par de veces fui a su casa.
Un día salí a dar una vuelta, y me dirigí hacia la casa de Julieta, cuando me fui acercando observé como en su casa entraban varias chicas, me llamó la atención ya que esto era algo raro porque Paulina nos había dicho que no dejaba entrar a muchas amigas de Julieta, a pocas, y siempre con ella delante, para que no la degenerasen, porque por ahí había muchas putas, su mama era algo estricta cuando de visitas se hablaba.
Me acerqué a la casa y pude ver de espaldas a Julieta, su culito tierno dentro de un pantalón azul, después se giró y pude ver sus pechos dentro de su camisa blanca, me limité a contemplar un poco más a ella y a sus amigas y después me fui. Al otro día la vi en el hotel limpiando, no podía dejar de mirar su cuerpo, con su uniforme, su faldita y su camisa, todo a rayas azules y blancas, me acerqué y le pregunté por lo que hizo el día anterior y me dijo que nada importante, entonces al no ver a la madre le pregunté por ella, me dijo que estaba esa semana en otro hotel del sur, pues había mucho trabajo allí, que estaba sola esa semana, me reí y le dije que eso era muy peligroso, ella respondió que siempre alguna amiga se quedaba con ella, yo le repliqué que su madre no era partidaria de eso, pero ella me dijo que no se enteraba. Me quedé callado un rato hasta que ella me dijo que fuera a su casa por la tarde, que estaba sola en casa, que podíamos cenar algo.
Por la tarde me dirigí hacia la casa de Julieta, cuando llegué toqué el timbre, tardó en llegar a la puerta, pero al rato Julieta y una amiga abrieron la puerta, estaban respirando agitadamente, entré y nos pusimos cómodos, la casa estaba hecha un desmadre, sillones derribados, cojines tirados, mucha comida en las mesas, & Pasaron unos quince minutos cuando su amiga nos dijo que se iba, que tenía que ir al centro comercial con su madre a comprar, se despidió de Julieta y se fue.
Cuando nos quedamos solos me dijo que si quería saber lo que hicieron sus amigas y ella, mi curiosidad me llevó a decir que sí, ella se fue hacia el video, le dije que estaba espectacular con su minifalda cortita, que tenía un hermoso cuerpo, con un buen culito. Julieta sonrió y me respondió que yo también le gustaba, que quería coger conmigo, sonreí y le dije que sería follar, y ella respondió que como yo quisiera, que lo que deseaba era ver mi rica verga, acariciármelo y mamármelo.
Segundos después el deseaba mamarme mi dura verga, que quería que la cogiera, y que deseaba hacer lo del video, el sexo anal. Cuando terminó de decir esto, me senté en la cama, ella se puso de rodillas en el suelo, después a cuatro patas, enseñándome su culito, agarró mi polla y se metió la cabeza en su boca, absorbiéndola, una y otra vez, a continuación fue pasando sus labios por los laterales de mi polla, por todo el tronco, tenía cara de puta en celo, pasaba su lengua por mi glande, para después ponerse con las cuatro extremidades en el suelo chupándome la polla, se metía la mitad, parecía una perra, una y otra vez iba introduciéndose mi miembro en su boca, disfrutaba, se acariciaba sus pechos con una mano, al rato se sentó sobre sus piernas, agarró con una mano mi pene y empezó a chuparlo a la vez que con la mano lo masturbaba, pasaba sus labios por mi glande, se introducía mi polla hasta la mitad, incluso con una mano se acariciaba su coñito, me lamía los testículos, como una posesa se metía cada vez más rápido mi polla en su boca, pasaba su lengua por mi punta. Al rato metió mi polla entre sus tetas, empezó a moverlas rodeando mi miembro, haciéndome una cubana, cuando mi polla llegaba arriba con la lengua la lamía, era delicioso, me miraba mientras lo hacía con los ojos perdidos. Minutos después, se puso de pie y agachada continuó lamiéndome mi miembro, se lo metía entero en su cavidad, le gustaba, la cara era de agradecimiento, se soltó, me miró sonriendo mientras su mano seguía masturbándome, y después otra vez se empezó a meter mi polla, esta vez entera, a gran velocidad, quedándose su polla dentro algunos segundos cada vez, hasta que en uno de estos intervalos solté mi leche en su garganta, ella retrocedió para atrás rápidamente, me miraba riéndose, felizmente, momentos después siguió mamando mi miembro, saboreando mi semen, hasta que las últimas gotas se quedaron sobre su lengua, la sacó para que lo pudiese ver, estaba completamente blanca, estaba feliz con su lengua fuera llena de mi leche, hasta que le dije que se lo tragara y eso hizo, estaba muy contenta. Una vez terminada la mamada, Julieta se sentó en la cama sobre sus piernas, yo me puse delante de ella, me agaché y empecé a lamerle sus pechos, le pasaba la lengua por los pezones, por las aureolas, por los alrededores del pezón, mi lengua lamía sus senos, se los cogía con la mano, ella sonreía con cara de placer, estaba encantada, mientras le lamía uno ella pellizcaba el otro, suspiraba con los acontecimientos. A continuación, fui bajando con mi mano hasta su rajita, la pasé por ella, estaba húmeda, metí mis dedos en mi boca saboreando su jugo y lubricándolos, después volví con mi mano a su raja y se la froté repetidas veces, ella sonreía, arqueaba su cuerpo hacia atrás, se dejaba hacer, con más velocidad jugaba con mi mano sobre el inicio de su rajita, con su mojado clítoris, seguidamente le metí un dedo en la vagina, después dos y empecé a penetrarla, con la otra mano le abría su rajita, para poderla contemplar bien, ella jugaba con sus pechos, le introducía mis dedos y a la vez besaba su rajita, ella con cara de placer se pasaba la lengua por sus labios, con los ojos cerrados, después le saqué los dedos y empecé a lamer su rajita, de arriba a abajo, se la abría con mis dedos, hacia círculos con mi lengua, ella me acariciaba el pelo, después lentamente pasé repetidas veces mi lengua por su clítoris, mientras sus manos jugaban con sus pechos, le gustaba la suavidad con que trataba su clít minutos así me puse a su lado, lamiéndole los pechos y besándola a ella, con una mano bajé hasta su coñito e introduje dos dedos en su vagina, ella rápidamente empezó a moverse de placer a acariciarse su clítoris, estaba disfrutando al máximo. Por último la puse a cuatro patas y me puse detrás de ella a lamer su raja, le metí un dedo en su vagina y empecé a pasar mi lengua por su ano, ella gemía de placer, le lamía su culito, eso le encantaba, después me puse boca abajo y le mamé un poco más su clítoris, y a la vez un dedo lleno de sus jugos se lo metí en su culito, no se quejó casi nada, así que empecé a metérselo y sacárselo a la vez que seguía trabajándole el coñito, así estuvimos hasta que llegó a un sonoro orgasmo, Julieta se había corrido.
Estuvimos un tiempo descansando hasta que Julieta me empezó a acariciar los genitales, después sacó una crema y me dijo que la penetrase, que lo deseaba, quería mi pene dentro de ella, después nos acostamos y le dije que se pusiera a cuatro patas, ella se puso y después de ponerse me dijo que le pusiera la crema en su ano, que quería hacer lo mismo que la película porno. Le empecé a poner la crema con cuidado en su ano, pero mientras lo hacia podía observar su vagina pidiendo guerra, así que le empecé a meter mis dedos en su culo, ella se revolcaba, la agarré del pelo, la acariciaba y le decía que tenía un hermoso ano, Julieta estaba enloquecida, le pregunté si estaba lista y respondió que sí, que la penetrase ya, puse mi pene en su vagina, ella inmediatamente me dijo que ese no era su ano que era su vagina, segundos después empezó a disfrutar con la situación, a gemir con cada penetración, me decía que ella deseaba que la cogiera por el culo como en la película, no le dije nada, se la metía despacio, al cabo de unos minutos, ella estaba súper excitada, gemía fuertemente, la penetraba una y otra ves, me decía que no la sacase, que la dejase dentro para siempre, ella apretaba mis testículos, estábamos llegando al orgasmo, Julieta lo hizo antes, empezó a gritar, a gemir, a decir que había sido delicioso, hasta que me sacó la polla de su coñito, entonces me dijo que eyaculara en su boca, quería mi semen en sus, de inmediato lo hice, ella cogió mi polla, con sabor a su vagina y empezó a lamerla, hasta que perdí el control y empecé a eyacular en su boca, mi líquido salía hacia su boca, cuando empezó a decaer la cosa, me tiré boca arriba, todavía eyaculando un poco, ella me limpiaba con su boca y lengua.
Cuando terminó de limpiarme mi polla, nos tumbamos y nos dormimos, hasta que ella se tuvo que levantar por la mañana para ir a trabajar.