Hicimos el amor millones de veces, y me sigue doliendo y sorprendiendo Braulio, cada vez en cuando me empieza a penetrar

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Hicimos millones de veces el amor. Todavia me sigue doliendo

Hola me llaman La Pety, mido 1.52, tengo unos lindo y parados pechitos (dice él), y una cola la cual dejó siempre sorprendidos a todos; soy super femenina, me encanta verme bien, suelo usar ropa interior siempre para sorprender a mi pareja y me gusta estar siempre lista para cuando él quiera sexo conmigo, siempre estar super producida, con la planchita si es posible como le gusta a él, toda depiladita también a su petición y con muchas ganas de deborarmelo todo.

Él es un muchacho más bien común, yo cuando lo conocí no sentí mucho interés en él, salvo por sus ojos……ver sus ojos te vuelven loca, son de un color verde y miel a la vez…hermosos.

La verdad es que me terminé enamorando de él, luego de nuestra primera cita, allá hace un año atrás, lo único que recuerdo con detalles era mi forma de quedarme dura al ver eso! No tengo idea de cuánto medirá exactamente…..lo único que se es que es lo suficientemente GRANDE, con todo el sentido de la palabra, para dejar anonadada a cualquiera. Ese día solamente habíamos salido a pasear, lo cual terminamos en un hotel, y yo quedé sorprendidísima ante eso; me encantó, y ahí nunca más me separé de él.

Hicimos el amor millones de veces, y me sigue doliendo y sorprendiendo Braulio (así le dice), cada vez en cuando me empieza a penetrar. Él siempre me deja hacer al principio, y yo, como buena calentona no puedo resistirme a eso…puedo chuparlo, puede chuparme pero yo le voy a terminar a gritos pidiendo de que me la meta, que me penetre. Siento que nunca me acostumbro, él me la va metiendo y es como que se me tiene que ir agrandando porque es enorme, y me encanta, me encanta que me duela, me encanta que me guste, como me encanta chupársela toda apenas acaba, deborarmelo todo, me encanta, o chupetear todo lo que me termina acabando en los pechos, en la panza, es riquísimo todo lo que él acaba; y me termina gustando, probocando y insitando tanto, que de la misma forma que le pido que me penetre por delante, le pido que me haga la cola, porque me encanta como me toma por detrás, en forma de cucharita, y me va haciendo doler con sus intentos de penetraciones. Solo un par de veces logramos acabar. No veo la hora de repetirlo, y de aguantarme ese terrible dolor que me invade al principio, cada vez que me hace la cola, pero que es tan saldado con el placer que te brinda después, porque el calor que te trae eso no te lo da otra cosa. Cómo me gusta que me penetre por todos lados, que me acabe también en todos lados, igual, no se iguala con el hecho de que sea él quien me lo está haciendo, con el hecho de saber que él es quien luego se dormirá a mi lado.

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