Las dos chicas se miraron y poco a poco acercaron sus bocas de forma vergonzosa hasta darse un pico, tras ello se separaron y me miraron

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Soy profesor en una universidad privada católica femenina y tengo 34 años

Apenas hace 8 meses empecé a dar clases así que casi todo es nuevo para mi, pero siempre escuché historias de alumnas que se acostaban con maestros para aprobar, y yo jure que nunca haría eso pues se me hacia inmoral y que mi trabajo no se podía poner en riesgo por una aventura.  Y no sería porque no había chicas hermosas en la universidad, además todas van vestidas con los uniformes del colegio, la falda de tablas que siempre se subían por encima de las rodillas, esas camisas blancas ceñidas a su cuerpo , los zapatitos negros brillantes y los calcetines blancos.

Al final del segundo cuatrimestre  tuve que sustituir al bibliotecario varias tardes. En una de ellas, a las 20.30 había terminado el horario de biblioteca y dejé la llave en conserjería y fui caminando por lo pasillos del campus. Ya era tarde cuando vi un aula que estaba encendida y escuchaba gente hablar  así que había alguien. A esas horas las aulas están cerradas y se supone que no hay nadie todos los jóvenes deben estar en sus habitaciones, así que me acerque a mirar quien andaba por ahí. Había dos alumnas fumando que, al verme, trataron de ocultar los cigarrillos. Es algo habitual pillar de vez en cuando a alguna alumna fumando y siempre que así sucede se envía a la joven a casa por una semana. Me puse muy serio y pregunte a las jóvenes que estaban haciendo.

-Nada, solo estábamos aquí -respondió una

-¿Y tu que tienes en la mano? -le pregunté a Erika que trataba de esconder la cajetilla de tabaco. – Os quiero ver inmediatamente a todas en mi despacho.

Mientras las jóvenes se dirigen al edificio donde está mi despacho yo fui a la cafetería a  tomarme un café. Sabía lo que iba a ocurrir, ellas me esperarían en la puerta del despacho, las haría entrar una a una y las hablaría sobre lo malo que es fumar, sobre cómo deben comportarse y esas cosas. Después el señor Beltrán las mandaría a cada una a su casa por una semana, para que reflexionaran sobre lo que habían hecho. El castigo no serviría para nada pero yo me habría ganado el sueldo.

Acabe mi café y fui a mi despacho. Al llegar a la puerta del despacho allí estaban las dos alumnas vestidas con los uniformes de la universidad, la falda de tablas que siempre se subían por encima de las rodillas, camisas ceñidas a su cuerpo, los zapatitos negros brillantes y los calcetines. Estaban ambas con la cara seria, asustadas supongo, ante la posibilidad de irse una semana castigadas a casa. Abrí la puerta del despacho y ordene que pasasen.

Me senté detrás de mi mesa y ella se quedaron detrás de la mesa de pie con las mano a las espalda como era costumbre en la facultad. Ante mi tenía a Jennifer y Erika , ambas de chicas de 19 años.

Erika  era realmente mala estudiante. Estaba muy desarrollada. Tenía una melena color fuego que casi le llegaba a los hombros y varias pecas en la cara, la otra era Jennifer que era una chica muy linda con una larga melena rubia con ojos verdes su polo del uniforme  denotaba que tenía unos buenos pechos, la falda aunque corta mostraba piernas largas y finas.  Mientras yo les hablaba de la importancia de seguir las reglas no podía evitar mirarla de arriba abajo a las dos muchachas. Las tenía allí enfrente de mi, mirándome con las manos a la espalda  y muy serias. Llevaban la falda a la altura de las rodillas. Sus  pechos se insinuaban debajo de sus camisas blancas. Se notaba que estaba nerviosa porque se balanceaba ligeramente de derecha a izquierda, sin despegar los pies del suelo. Eso hacía que sus faldas se moviese ligeramente de un lado para otro. El diablillo se me vino a la cabeza, más que diablillo satirión y la situación me excitaba excitando y accione el botón del aire acondicionado del despacho. De esta manera ellas iban sintiendo el frío mientras se ponían más y más nerviosas. Cuando ya llevaba un rato hablando, la temperatura del despacho había bajado sensiblemente y los pezones se les marcaba dentro de las camisas. En ese momento me quedé mirándolas fijamente y le anuncie que estarían una semana en su casa como castigo. Ellas agacharon las cabezas, no podía dejar escapar esa situación dictando sentencia así que inicié una conversación para alargar la situación.

–    ¿Qué puedo hacer con vosotras entonces?

Ellas seguían con la cabeza baja sin responder, no me estaban dando juego y esta situación se iba a acabar.

–    Ok. queréis salvaros de esta. ¿no?.- les dije con voz algo más alta para que reaccionan.

–    Si.- respondieron las dos al unisono.

–    Ok. pues tenéis que hacer lo que yo os diga.

–    Vale.-  dijeron las dos mirándose.

–    Daros la vuelta.- les dije.

–    Cómo?.- respondieron las dos al unísono.

–    Daros la vuelta he dicho.

Ambas se dieron la vuelta, yo aproveché para sacarle la polla y ponerla en mis manos, además aproveché para mirarles el trasero, menudo trasero que se gastan las dos.

–    Ok. podéis girar.

–    Ahora quiero que os deis un beso.- quería poner el listón alto a ver como reaccionaba y iban a seguir mis órdenes.

–    Como?.- respondió Jennifer.

–    ¿Quieres que nos besemos?.- dijo Erika.

–    Si, venga, besaros quiero ver como os besáis para que probéis lo que es besar a una persona que ha fumado.- en verdad quería ver si estaban dispuestas a todo.

Las dos chicas se miraron y poco a poco acercaron sus bocas de forma vergonzosa hasta darse un pico, tras ello se separaron y me miraron.

–    No hombre, quiero que haya lengua, vamos podéis hacerlo mejor, que degustéis el sabor de la nicotina en otra boca.

Las dos alumnas se acercaron y comenzaron a besarse, al principio algo tímidas pero luego los besos se convirtieron en algo más lujurioso.

–    Eso Erika saca la lengua y Jennifer chupasela, lamersela.- ambas chicas obedecen mis órdenes y yo mientras sacudía mi polla bajo la mesa. .

Disfrutaba con el espectáculo, esas dos jóvenes se estaban comiendo la boca delante más sin ninguna vergüenza y es más, harían lo que yo quisiera.

–    vamos no paréis- les decía cuando se paraban de besarse.

Ellas se miraban y seguían besándose hasta Erika acariciaba la cara de su amiga, señal que para ella también está resultando excitante esta situación, y Jennifer posaba sus manos sobre la cintura de su compañera revelando que para ella también estaba siendo excitante la experiencia..

–    Bien, está bien basta por ahora.

 

Las dos chicas respiraron aliviadas pensando que se había acabo todo, pero cuan equivocada estaban porque esto acababa de empezar.

–    Bien quiero que os levantáis las faldas.

–    Cómo?.- respondieron las dos al unisono.

–    Quiero veros las braguitas, vamos.

Las dos chicas se subieron las faldas.

Jennifer llevaba una bragas blancas mientras que Erika llevaba un tanga negro, me había puesto más cachondo si cabe.

–    Ok, Jennifer quítale las bragas a Erika.

Jennifer muy obediente lo hizo.

–    Ahora Erika siéntate en la mesa. vamos y súbete la falda.

Erika lo hizo sin rechistar.

–    Jennifer ven.- cogiéndole la mano se la dirigí al coño pelirrojo de su compañera.

–    Vamos acaricíalo. Jennifer comenzó a acariciar el coño de su amiga ante la mirada impasiva de Erika y mi mirada lasciva.

–    Ahora cómetelo, todo todito todo. Jennifer levantó la cabeza luego me miró miró a Erika y dirigió su lengua a la raja de su compañera. Yo me levanté de la silla guardando mi polla dentro de mi pantalón y le levanté la falda a Jennifer para acariciar su culo mientras ella hacía lo que le había ordenado, luego miré a Erika y le dije que me besara, ella obediente me besó. Yo le tomé de la cabeza para meterle mi lengua más profunda luego dejé de besarla y miré como Jennifer le comía el coño.

–    Te gusta lo que te hace?.- le dije a Erika, ella no articuló palabra únicamente asintió con la cabeza y yo volvía  a besarla mientras que le acariciaba sus pechos por encima de la ropa, sus pechos eran duros y grandes daba gusto acariciarlos.

Dejé de besar a Erika para pedirle a Jennifer que se quitara las bragas, quería ver su coñito, ella lo hizo. Yo mientras volví a besar a Erika y acariciar su coño, cuando Jennifer estaba sin bragas esperando mis ordenes le dije que se levantara la falda para mostrar su coñito luego aparté el portátil para que se sentara sobre la mesa como su amiga. Le abrí las piernas mostrándole a Erika el coño de su amiga.

–    Te parece bonito?.- ella asintió con la cabeza.

–    ¿Te gustaría comértelo?.- – ella asintió con la cabeza.

Comencé a besar a Jennifer mientras que acariciaba sus pechos por encima de la ropa y bajaba a su coñito rasurado. Erika se bajó de la mesa y sin ninguna orden mía comenzó a acariciar el coño de su amiga preparándose para comérselo.

–    Vamos hazlo.- le susurré.

Ella se agachó y sacando su lengua empezó a lamer el coño de su amiga, yo mientras le subí la falda para tomar su trasero. Jennifer estaba disfrutando con la comida de su amiga.Yo no daba a basto no para de besar Jennifer,  tocarle los pechos, acariciar el culo de Erika, observar como le comía el coño Erika a Jennifer.

–    te gusta, verdad?

–    Si!.- dijo Jennifer.

Miraba como Erika introducía la lengua dentro de su amiga.

–    Sigue comiendo así, lo haces muy bien.

Volví a los labios de Jennifer y acariciar sus pechos, metiendo mi mano dentro de su camisa y sacando uno para chuparlo, sus pezón era marrón oscuro y grande algo que me agradó mucho, Ella empezó a desabrochar su camisa para liberar a sus pechos. Erika seguía entretenida lamiéndole la concha.

La camisa de Jennifer estaba abierta y sus pechos estaban a la vista, yo los chupaba mientras que con una mano masajeaba al otro.

MI polla en mi pantalón no podía crecer más así que dejé de besar a Jennifer y le dí la vuelta a la mesa. Una vez en su lado les dije que se ocuparan de mi.

Erika dejó de comerle el coño  a Jennifer, y la cual se bajó de la mesa. Me apoyé en la mesa yo  y saqué mi polla ante ellas.

–    Vamos quiero que la dejéis bien limpita.

Jennifer fue la primera. Cogió la polla y comenzó a meter se la en la boca ante la atenta mirada de Erika, la cual acariciaba mis huevos y miraba mi cara de placer, Jennifer era una comedora de polla experta. Se la introducía entera y luego le daba pequeños bocaditos algo que me gustaba, mientras yo acariciaba la rojiza melena de Erika la cual acariciaba mis huevos esperando a su turno para comerme la polla, yo la miraba y veía el morbo que me había dado siempre la besé en la boca e introduje mi mano dentro de su camisa para cogerle los pechos. Ella paró de acariciar mis huevos para quitarse los botones de la camisa, mientras yo acariciaba el culo de Jennifer.Una vez que se desabrochó todos los botones y se abrió la camisa vi sus pechos. Eran grandes y duros como los de Jennifer pero sus pezones era rosado y tenían lunares. Comencé a acariciar sus pechos ante su mirada de niña que no había roto nunca un plato. Tras catar sus pechos le dije a Jennifer.

–    Es el turno de tu amiga- ella asintió con la cabeza y dejó mi polla para que Erika se la comiera.

Jennifer se arrodillo y comenzó a besar mis huevos mientras que Erika me chupaba el glande, ambas amigas estaban haciendo un buen trabajo con mi polla.

Me estaba entrando calor y me quité la chaqueta y luego me abrí la camisa. Las  dos seguirán comiéndome la polla.

Hice que Jennifer se quitara su camisa y luego le dije a Erika que se quitara la falda, pero mientras que encontraba el cierre ella me entretuve besándola y tocando y chupándole los pechos, estaba tocando el cielo en ese momento la de veces que había soñado con besar esos pechos, Jennifer seguía comiéndome la polla y yo abrazaba a Erika mientras le comía el cuello y los pechos ella no hacía más que gemir de placer y excitación, le acariciaba el culo y con ello conseguí que su falda se cayera luego comencé a meterle un dedo a lo que ella apoyó su pie en la silla para que mi dedo entrara a su aire en su coño ella se acariciaba el pecho que no estaba en mi boca mientras que Jennifer seguía comiéndome la polla, en esa sala solo se escuchaban los gemidos de los tres no sabría decir quien estaba gritando más.

Mi polla estaba lista y le dije a Erika que se quitara todo, es decir la camisa que era lo único que le quedaba, luego hice que se sentara sobre la mesa para con mi polla bien húmeda se metiera en su coño aún más húmedo. Jennifer acariciaba el cuerpo desnudo de su amiga y le besaba los pechos  mientras que mi polla se abría paso en los rosados labios vaginales de Erika.

Escuchaba los gritos de placer de Erika y veía a Jennifer aferrada a los pechos de Erika, yo  dirigí mi mano al coño de Jennifer para acariciarlo, ella se incorporó y con su boca buscaba mi boca mientras que mis dedos jugueteaban en su coño mientras que  Erika era penetrada por mi polla.

Erika llamó la atención de su amiga chupando los pechos a los que Jennifer dejó mi boca para besar a su amiga y acariciar sus pechos. Mi polla con el roce se había secado, saqué mi polla del coño de Erika, Jennifer no lo dudó y se lanzó a chuparme la polla mientras que Erika le acariciaba los pechos a ella.

–    Te está gustado señor.- me dijo Erika con esa cara de picara que tenía.

Saqué la polla de la boca de Jennifer y volvía a meterle la polla a Erika en su coño. Jennifer volvió a besar y chupar los pechos de su amiga.

Disminuí el ritmo ya que quería prolongar el polvo ademas tenía otra chica que me quería follar. Miré a Jennifer que aún tenía su falda puesta y le quité el roche a los que la falda cayó al suelo mostrando me  otra vez su depilado coño. Humedecí algunos dedos de mi mano y se los metí en el coño, ella lo agradeció. Mientras me follaba a Erika le hacía un dedo a Jennifer. Luego dejé el coño de Jennifer el cual ya estaba suficientemente húmedo y comencé a acariciar su cuerpo, su cintura sus pechos.

No podía aguantar más y saqué la polla del coño de Erika y le dije a Jennifer que le comiera el coño, yo puse algo de saliva en su coño y se la metía en su coño, mientras  lamía el coño de su amiga. El coñito de Jennifer era más prieto y costaba más que entrara algo que me gustó. La abrazaba por arriba cogiéndole los pechos, ella le comía el coño a Erika la cual disfrutaba de la comida de su amiga. Yo culeaba a Jennifer y ella pasó de comerle el el coño a Erika a comerle la boca y a besarla.

Estaba cansado de tanto empujar así que me senté en una silla y tomé a Erika de la cintura, haciendo que se bajar de la mesa, la puse encima de mi polla frente a mí y comiéndole la boca comencé a  follarla, le agarraba de los pechos , se los estrujaba hacía que gritara de placer, Jennifer buscaba su sitio, en mi boca, o en la boca de Erika,o en los pechos de ella…

Tras un largo folleteo a Erika quería volver a follarme a Jennifer así que sacando mi polla del coño de Erika hice que Jennifer volviera a hacerse cargo de mi polla chupando  y lamiendo mientras yo besaba los pechos de Erika y le besaba la boca. Una vez que mi polla estaba suficientemente húmeda otra vez tomé a Jennifer en peso y la subí conmigo en la mesa mientras que Erika se sentaba en la silla, Jennifer se montó en mi polla y comenzó a botar sobre ella mientras que Erika se hacía un dedo mirando como mi polla se perdía dentro del coño de su amiga. Jennifer que ya tenía el coño más prieto y ahora más húmedo hacía que mi polla se resbalara dentro de  su coño. Solamente escuchaba los gritos de placer/dolor de Jennifer mientras que mi polla la penetraba.

Jennifer se empezó a reír y mi huevos se mojaron. La guarra se había corrido sobre mis huevos, Jennifer se sacó mi polla a lo que Erika se la metió en la boca para lamer los jugos de su amiga. Un vez limpia de jugos se la volvía a meter a Jennifer la cual tras un largo rato se volvió a correr.

Yo estaba apunto de correrme y quería antes de ello darles por el culo, ese culito prieto que había visto antes bajo las faldas, así que me levante y le dije a Jennifer que se pusiera en pompa con los codos sobre la mesa y a Erika de la misma forma. De esa forma tenía los anos de mis alumnas a mano y podía dar embestida a una y a otra.

Comencé a metérsela a Jennifer y cambiaba al culo de Erika, y al momento vuelta a darle al culo de Jennifer lo suyo, luego otra vez cambiaba de culo y a Erika se lo llenaba  con mi polla, Las dos amigas disfrutaban de mis embestidas gritando y comiéndose la boca eran una vistas geniales. Estaba sintiendo que me iba a correr y cambié de agujero y comencé a follarme únicamente a Erika, tras fuertes embestidas se corrió de una forma bestial cayendo líquido por su pierna y por la mía a la alfombra. Estaba rendido y me senté en la silla y las dos chicas se incorporaron y se pusieron de rodillas frente a mi polla y empezaron a mamarme la polla hasta que consiguieron que me corriera. Luego las muy guarras se tragaron todo mi semen.

–    Chicas… uuufff he decidido no informa de esto.- las dos chicas sonrieron.- pero tendremos varias tutorías. Ambas se miraron y se rieron.

Por supuesto que tuvimos varias tutorías, de hecho más de una vez desde que salieron de la escuela hemos tenido un encuentro.

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