Me convertí en la sirvienta sexual de mi amigo hetero

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Al cabo de unos días después del encuentro con mi amigo David en el despacho de mi padre.. y la mamada que le hice, quedamos para hablar en el mismo despacho. David quería hablar de lo que había pasado. Aunque había estado relajado después de la mamada (fuimos a tomar un café y seguimos hablando de otras cosas, series y demás), tuve miedo que quizás había sido demasiado. Por Whatsapp me dijo que ya estaba abajo, así que bajé a abrir la puerta. Al ser sábado no había nadie en las oficinas y había mucho silencio. Subimos por las escaleras y entramos al despacho. Inmediatamente le pregunté si quería un café y me dijo que sí.

Me pidió para ir al baño y mientras tanto preparé el café. Al salir del baño pude ver que se recolocaba bien el paquete, pero no hice ningún comentario e hice ver como que no había visto nada. Hablamos un poco de lo que había pasado. A ambos nos parecía una locura pero ninguno de los dos parecía dispuesto a dejarlo.. David me preguntó si me sentía incómodo y le dije que no. Me sinceré y le comenté que siempre había estado objeto de mis fantasías de adolescente, y que para mí era un placer. Le comenté que en mis relaciones, sexualmente hablando soy muy sumiso. A él le pareció sorpender y se mostró curioso. Me comentó que se sentía algo egoista al haberse corrido en mi boca y no haberme dejado masturbar, pero le aseguré que eso es lo que yo quería… No quería ser más que una boca, un agujero donde él pudiera descargar su leche. Y así se lo hice saber. Otra vez más lo soprendí y noté que se movía un poco en su asiento. Se echó para atrás para acabar su taza de café y pude notar un bulto más que prominente en sus tejanos. Yo estaba ya salivando.

David llevó el tema de conversación a mi mamada, llenándome de cumplidos que me hacían sentir como una verdadera puta orgullosa de su trabajo, y eso me encantaba. Yo le dije que no sé por qué, pero a veces me basta con mamar, que no hay nada mejor que sentir el rabo de un macho descargar en mi boca. Él sabía que yo había estado con otros hombres más maduros, y también sabía que nos grabábamos (se lo había comentado en otras ocasiones). Me preguntó si le quería enseñar algún que otro vídeo de mí siendo follado por estos maduros. Casualmente tenía mi cuenta de Dropbox actualizada, y ahí es donde tenía los videos. Le dije a David que se acercara, ya que mi pequeño PC no tenía mucha batería. Yo estaba sentado en la silla de oficina y él se sentó en la mesa delante mío. Aún hoy no me he atrevido preguntarle a David si el ponerme su entrepierna delante fue a drede o si por lo contrario fue casual.

Le puse un vídeo con un maduro que me gusta mucho, en el vídeo se veía como el maduro (por aquel entonces de 47 años, barba blanca y bastante tripa) me daba de comer su rabo. Al ser el maduro quien grababa, se podía ver en pleno detalle como me comía ese rabo con gusto y pasión. David debió notar eso porque me dijo «Se nota que te gusta, verdad?» y yo le miré con una sonrisa de oreja a oreja «No sabes tú cuánto». David se estaba poniendo cachondo y se notaba el bulto de nuevo en sus pantalones. David tiene un rabo largo (el más largo que he tenido el placer de mamar) y parecía gustarle lo que veía. Me confesó que realmente lo que le estaba poniendo es el verme ahí siendo usado y satisfaciendo a otro macho. El vídeo seguía y se nos pedía ver al maduro y a mí preparándonos para que me follase el culo. Siempre he tenido un culo bastante redondo y atractivo, alguien podría llegar a decir que es algo femenino. David en algunas ocasiones había hecho alguna que otra broma, pero esta vez dijo «Menudo culo tienes, no? Me estoy poniendo muy burro.. te importa servirte mientras miro el vídeo?» Yo en ese momento estaba en pleno júbilo..! Poco sabía David las ganas que tenía de hacerle una buena mamada de nuevo, y si es viendo como me follan, aún mejor!

David se puso delante mío y se bajo pantalones y calzoncillos de una vez, descubriendo ese rabazo que me pone a cien, rebotando al ser liberado. David ya sin inhibiciones cogió mi cabeza y la dirigió a su rabo, el cual engullí inmediatamente. Ese pollazo se puso más duro aún al dar con las paredes de mi boca y garganta, y David se estremeció al dejar ir un suspiro. Con su mano derecha aún en mi cabeza sujetándola para que no la apartase ni un centímetro de su rabo, se sentó de nuevo sobre la mesa y subió el volumen al máximo (en ese momento el oso maduro me estaba pegando la follada de dios y mis gemidos se oían un montón). «Parece que te gusta que te den caña como una puta.. no es algo que me haya planteado nunca pero ese culo se merece una visita…»

David parecía disfrutar un montón forzando mi cabeza más y más adentro, haciéndome tragar cada centímetro de ese inmenso rabo. Sus gemidos se hacían cada vez más fuertes y cada vez podía notar que intentaba empujar su rabo más profundamente si cabe dentro de mi garganta. Hubo un par de veces que pensaba que me ahogaba, pero pensé que mientras él disfrute y yo me sienta así usado, valía la pena. De vez en cuando soltaba algun insulto «puta… mamona… traga ese rabo» y yo me ponía muy cerdo. De pronto David se puso de pie y empujó su pelvis al máximo, haciendo que su rabo fuese directo a mi garganta. Yo me empecé a ahogar y noté como él suspiraba y decía «Ostia ostia ostia siii» y al decir eso noté como su precioso rabo vibraba y descargaba dentro de mí. Debieron ser bastantes chorros de leche porque se quedó el rabo vibrando dentro de mí mientras él seguía viendo el vídeo. Sacó lentamente el rabo de mi garganta y mostró los restos de leche mezclada con mi saliva. Instintivamente me puse a limpiar con mi lengua los restos de leche y saliva (leche que sabe a gloria por cierto), pero él cogió el rabo por su base y me empezó a pasar el rabo lentamente por toda la cara. En ese momento me sentí como una puta de verdad, y creo que él pudo verlo que estaba disfrutando porque dijo «menuda puta estás hecha, qué cara de vicio, te gusta que te llene de lefa verdad?» a lo que yo respondí asintiendo. Así seguimos un rato hasta que mi cara quedó llena de lefa y saliva y su rabo estaba limpio de nuevo (y aún duro hay que decir). Él se empezó a subir los pantalones y calzoncillos, que habían quedado tirados por la oficina. Había un silencio, habíamos pasado una barrera.. él sabía que me podía dominar y yo sabía que quería ser su esclavo. David debió pensar lo mismo porque me dijo: «Oye, el finde que viene no es el cumple de Agus?» Agus era un amigo que vivía cerca de David, éste se había echado novia y le veíamos poco (eso era común en él). «Por qué no vamos a cenar con él y Marc y luego te pasas por mi casa? Mis padres no vuelven hasta el martes» a mí se me iluminó la cara, y tuve la impresión que quería algo más que una mamada. «Sí David, me encantaría!». «Vale, pues dile a tu madre que te quedas a dormir, y espero que vayas tan preparado como con el maduro este del video…» Me dio un abrazo y bajó su mano a mi culo, dando un buen golpe a la nalga. Con un guiño y un «me dices algo por Whatsapp» se fue.

Yo cerré la puerta del despacho y me desnudé por completo. Ahí me hice una de las mejores pajas que me he hecho nunca, recordando lo que había pasado hacía tan solo unos minutos y con ansias que la semana pasase lo más rápido posible. Vi una gota de semen en la mesa y la lamí con avidez.. eso era lo único que necesitaba para correrme a borbotones pensando en David y su magnífico rabo…

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