Le gusta, le fascina látigos y ositos
Hace meses que no nos vemos, meses que no siento tu boca en la mía y tu piel y tus dedos rozándome tal y como sabes que me encanta.
Quedamos para cenar y como siempre dudo qué ponerme. Por fin me decanto por mi conjunto de ropa interior morado, falda negra y blusa de raso. Y tacones.
Llegas a buscarme antes de tiempo y me sorprendes medio arreglada pero sin la ropa puesta. Te hago subir para que no cojas frio en el portal.
Disculpa he salido algo tarde y todavía no estoy, te digo mientras te abro la puerta con el albornoz puesto.
No te preocupes sé que he llegado algo pronto, hoy no he cogido tráfico, me dices sonriendo.
Pasa tranquilo y sírvete algo si te apetece, salgo enseguida.
Me dirijo al cuarto a terminar de ponerme la falda, la blusa y los tacones a la carrera. Cuando estoy abrochándome la blusa me giro y te encuentro en la puerta mirándome.
Te sonrío y te pregunto:
Qué haces ahí?, te aburres?
No, me dices mientras te vas acercando con un botellín de cerveza en la mano, es que me he dado cuenta de que no me has besado al llegar.
Me dices mientras ya me sujetas por la cintura.
Es cierto, discúlpame, intentaré compensarte, te digo mientras te cojo la cerveza y la poso encima de la cajonera.
Te beso suave. Me miras. Me sujetas por la cintura y una mano va bajando hasta apretar mis nalgas. Yo me sujeto a ti y noto como te endureces. Nos besamos apasionadamente.
Me separo de ti.
Tienes mucha hambre? Te digo mientras me comienzo a desabrochar la blusa.
De ti mucha, me dices mordiéndote el labio inferior.
Mis manos bajan hasta tu pantalón y te desabrochan los botones, meto una mano por dentro de tus bóxer y te acaricio la polla. Saco la mano y te digo
Quítatelos!
Eres muy mandona lo sabes?, me dices mientras me besas el cuello.
Te beso suave y te digo seria…
Se me está ocurriendo algo ….. Quieres dejarte llevar? Confías en mí?
Sí, sabes que yo me dejo…
Entonces, te empujo suave hacia la cama. Te echas y yo voy detrás de ti a gatas sobre la cama. Me estiro hacia la mesilla y alcanzo dos lazos anchos de seda, que me suelo poner a modo de corbata para los días más serios en la oficina, y te sujeto un brazo hacia el cabecero. Mientras sonríes. Te sonrío.
Quieres que siga?
Soy todo tuyo, me dices apoyando la cabeza de nuevo en la almohada mientras estiras tu torso.
Y yo me deleito con ese movimiento.
Te sujeto el otro brazo y me pongo encima de ti a horcajadas, y te beso jugando con tu lengua apartándome y juntándome para encender tus ganas, te muerdo un poco el labio de la que me separo…
Me pongo de pie en el suelo. Me quito la falda muy despacio. Me doy la vuelta dándote mi espalda y me quito el sujetador. Estiro mis brazos hacia arriba y te escucho decir
mmmmmm.
Te miro de reojo por encima de mi hombro y sonriendo me quito el tanga, dándote todo mi culo, abro las piernas y las acaricio desde los tobillos recorriendo toda la media hasta la blonda y hago como que la coloco, dando un pequeño tirón a la goma mientras me muerdo el labio mirándote.
Me estás calentando mucho…, me dices.
Me doy la vuelta completamente y me muestro semi desnuda ante ti, solamente con mis medias de blonda y mis tacones.
Me abro de piernas y me acaricio. Me noto húmeda. Me paso el dedo por mis labios. Veo cómo te excitas mientras me miras.
Joder porque me tienes atado que sino ya te habría follado ahora mismo.
Tranquilo fiera, esto acaba de empezar…, te digo sonriendo.
Me subo a horcajadas sobre ti, rozando mis duros pezones sobre tu cuerpo mientras te beso. Alcanzo de encima de la mesilla el antifaz de ositos para dormir, para taparte los ojos.
Lo que me faltaba, me dices a carcajada limpia.
Si algo te molesta a partir de ahora me lo dices y paro en seco. – Te digo algo seria mientras te tapo los ojos y te beso en los labios. Dame un segundo, te digo.
Y veo como se te baja algo la emoción, pero no me preocupa.
Me pongo de pie en el suelo y veo tu imagen desnudo, en el centro de la cama, con los brazos agarrados al cabecero y tus ojos tapados. Me encanta.
Voy al cajón de mi mesilla y saco uno de mis vibradores más estrechos y un boli con cabecero de plumilla del escritorio. Del armario cojo un pequeño látigo de un viejo disfraz y los pongo ambos sobre la cama sin que lo notes.
Me subo a horcajadas de nuevo sobre ti.
No he tardado verdad?, te digo acariciándote con la pluma por el pecho.
Te beso en los labios y notas mi pecho sobre tu cuerpo, mis pezones endureciéndose. Entonces juego con ellos delante de tu boca, rozándolos con tu lengua, los besas, los muerdes. Me excito.
Te dejo con la miel en los labios y voy bajando. Te beso el cuello, el hombro y voy bajando lentamente, derramo sobre tu pecho la cerveza fría, das un respingo y con mi lengua la voy recogiendo, relamiendo tu torso, tus pezones, te los lamo, te los muerdo.
Notas el roce de mis medias en tu cuerpo, en tus muslos, el roce de mis tacones en tus pies, noto como tu piel se eriza con mi cuerpo. Entonces estiro la mano, sujeto el látigo, separo la boca de tu cuerpo y doy un latigazo fuerte sobre la cama. No te toco. Pero das un respingo y veo como se te eleva.
Te molesta?, te pregunto rozando mis dedos al final de tu torso antes de llegar a la base de tu miembro.
Me ha pillado desprevenido, es todo. Sigue .
Eso quería escuchar!, te digo sonriendo aunque tú no me ves.
Me inclino de nuevo sobre tu cuerpo, y rozo suavemente tu miembro con mi lengua, desde la base hasta la punta…sujeto el látigo de nuevo y vuelvo a dar un latigazo sobre la cama mientras notas mi lengua en tu glande. Te endureces de golpe. Repito la jugada, doy más fuerte sobre la cama, notas el aire del movimiento del látigo cerca de tu piel, no te roza, pero te excita. Notas mi lengua jugando en tu glande y se te pone muy dura. Me la meto entera en la boca. Mueves tu pierna entre las mías y notas mi calor, mi humedad. Te sigo comiendo la polla, desde la base apretando con mis labios, jugando con mi lengua. Noto como te retuerces, noto tus venas encendidas, noto como se te pone cada vez más dura. Entonces paro un segundo, me la saco y te la sujeto con la mano. Llevo mis dedos a mi interior impregnándomelos y los llevo hasta tu ano, jugando suave, haciendo círculos con ellos.
Das un respingo, noto como te tensas, pero no dices nada salvo un
Mmmmmmmmmmmmm
Suavemente meto mis dedos en tu ano mientras me vuelvo a meter la polla en la boca relamiéndola entera te lleno de mi saliva, mi boca se mueve y mis dedos van abriéndose paso en tu interior suavemente los saco y sujeto el vibrador con la mano. Lo impregno de lubricante y lo acerco suavemente a tu ano. Notas algo duro rozando tu entrada, doy otro latigazo sobre la cama. Y me agacho de nuevo a lamerte la polla, suavemente te relamo el glande.
Gimes, y me pides que siga.
Dejo el látigo a un lado y con una mano comienzo a rozarte el ano con el vibrador y con la otra te sujeto la polla fuerte, me la meto en la boca y comienzo a presionarte fuerte con mi boca, notando como te endureces, como saboreo tus primeras gotas, voy introduciendo poco a poco el vibrador mientras succiono tu polla subiendo con fuerza y relamiendo tu glande. Mis dedos bajan hasta tus huevos acariciándolos suavemente. Comienzo a sacar y meter suavemente el vibrador de tu ano.
Dios! Joder! No pares! Sigue! Ah!!!
Te doy intensidad con mi boca, no puedes más, estas a punto, lo noto, mis dedos acariciando tus huevos notan como se encogen como estás a punto de llegar, te sigo metiendo el vibrador un poco y sacándolo. Te derrites de placer. Mi mano deja tus huevos y te agarro la nalga con fuerza contra mi boca. Me la meto y la saco presionando con la lengua, mi lengua saborea tu glande en círculos suaves, intensos, relamiendo ya tu preciado líquido. Sigo con fuerza, intensa y noto como ya estás apunto, te presiono de nuevo el vibrador en el ano y succiono tu polla fuerte una vez más, elevas tu pelvis hacia mi boca presionando hacia mi boca, te sujeto con fuerza, te araño y con mi lengua jugando terminas explotando con un…
Ostia! Qué bueno!