Hacía muchos años que no veía a una gran amiga de la infancia: Ana, resulta que hacía mucho tiempo nos teníamos muchas ganas
Le había sugerido a Ana ir a la montaña y dar un paseo entre la arboleda, al final a regañadientes había medio dicho que sí. La falta de entusiasmo la ví recomensada más que con creces con su aspecto. Ana no es hermosa pero tiene un atractivo que me fascina. Está atlética, tienes unas hermosísimas curvas que me hacen la boca agua. Su físico femenino, demoledor, arrasador, dominante, seductor terminaba estocando con unos pantalones cortos viejos que tenían tiras rotas atrás. Pero también fastidiaba todo el encanto una horrenda camiseta negra con ovejitas.
– Qué tal estás monada?
– No me llames monada, Sebastián, no soy guapa y hoy no me siento hermosa. Me siento gorda
Me daba igual el impacto que fuera a tener o qué diría, lo que pensaba se lo iba a decir a la cara.
La tomé del antebrazo un momento con suavidad pero con firmeza, la paré, y me puse delante de ella, bastante cerca.
– A mí tu físico me parece espectacular, tus ojos son hermosos, juguetones, picarones. Tienes una piel preciosa. Tu nariz me divierte. Tus labios son carnosos y deliciosamente besables, tus pe….
– Ohh!! Vale, vale, vale…. Para!
– ¿¡ Qué pasa te molesta!???.
– Me sorprende!. Me sorprende una barbaridad!!. Yo pensé que no era tu tipo!!!!. Nunca me has tocado!.
– No, no suelo ir por ahí atacando a lo animalesco.
– Como iba diciendo…. Tus pe..
– Bueno, vale!. Tampoco hace falta entrar en tanto detalle….!.
Total que Ana me esquiva y da unos pasos hacia adelante….
Pienso para mis adentros que esta estrategia no sirve o no sirve hoy o no sirve con ella…No pasa nada….la sigo, me acerco y sujetándola por la cadera hago que cambie un momento de dirección…
– Bombón hermoso no es por aquí… es por allá arriba.
– Jo!. Esa ruta tiene pinta de ser bonita, chula… romántica.
– Por esta otra se está mejor, y es mucho más tranquila.
– …Bueno….vaaaaleeee..
Para mi sorpresa pone su mano encima de la mía y mete la otra mano dentro del bolsillo trasero de mi pantalón. Además empieza a mover la mano.
– Hey tronco!!! No tienes mal culo!. Además está durillo…. Uau!!!! Eso no lo sabía de ti….
Seguimos avanzando como si tal cosa, ella parecía relajada y yo estaba feliz, relajado y encantando de estar así con ella.
– Nunca te he contado esto, pero siempre he creído que eras un tío muy atractivo, pero pensaba que yo no te interesaba. No así….
Yo me empecé a reir a carcajada limpia.
– Qué pasa!!!???
– Yo siempre he pensado que tu estabas cañón, muy cañón, siempre me has puesto a mil…
– Pero por qué no….
En ese instante me dí cuenta de que no hacía falta pensar, ni reflexionar más, los dos nos atraíamos mucho pero los dos por un motivo u otro siempre habíamos tenido inseguridades y por fin llegó un momento que era un punto de inflexión…Sin más miramientos..me paré, la paré, quité mi brazo de su cadera, me puse delante de ella, me acercé despacito, la miré a los ojos y juraría que sin decir nada me susurraban…. Ven ya, házlo… que yo también quiero…..giré la cabeza, rocé muy suavamente mi nariz con la suya, mis labios sintieron los suyos, apreté suavemente, relajé mis labios, giré mi rostro un poco más para que nuestas napias no nos estorbasen…le dí unos besos en las comisuras de los labios, las mejilllas, sentía su respiración entrecortada, paré unos segundos y tenía unas ganas irresistibles de volver a su boca, así que mi mano se fue detrás de su cabeza, volví a esos labios carnosos… abrí ligeramente mi boca, empujé ligeramente su cabeza hacia la mía, mi lengua palpó ligeramente su labio y para regocijo su lengua salió para entrelazarse con la mía…llegaron unos minutos sublimes, celestiales, exquisitos, giramos, una y mil veces, labios se rozaron más que apasionadamente, y las lenguas cual serpientes bailando encantadas palpaban cada célula de su ser….No sé cuánto tiempo duró, pero ese lapso de tiempo fue divino….Mientras me deleitaba infinitamente su mano vino a mi visitar mi falo que a estas alturas se empezaba a endurecer bastante….Primero lo palpó suavemente y luego lo apretó, cosa que aumentó muy mucho mi felicidad y mi excitación….
Su boca se abrió más, su lengua empezó a explorar la mía, lo que me excitaba aún más.
Cinco minutos, diez, no tengo ni idea… pero nos quedamos así explorándonos, respirando juntos mucho tiempo, gozando….
Se separó lo imprescindible para poder susurrarme…
– Yo realmente te excito muchísimo (Ana)
– (Risas…) Creo que lo habrás notado..De hecho te comería toda entera cruda. Quiero aprenderme de memoria cada rincón de tu precioso cuerpo.
Si quieres más, pídemelo : – )
Buen día