Elena es una mujer de 36 años casada, cumplió una de sus fantasías cuando 7 hombres la amarraron y la hicieron llegar al orgasmo
Elena, 36 años, morena, ni gorda ni flaca, muy alta, y muy guapa, casada y sin hijos, volvió sola a su pueblo para pasar las fiestas de San Miguel en la casa materna, día en que cumplía años. Perico, su cuñado, un joven de 28 años, bailando con ella en la verbena le dijo:
-¿Echamos un polvo?
-¿Dónde?
-En la fragua del herrero. Está abierta.
-Vamos.
Poco después. Elena estaba agachada delante de su cuñado. Le masturbaba y mamaba el cipote.
Más tarde, Perico, en una barra de atar a los animales que había en el techo de la fragua, le ató a Elena las manos con unos cordeles y le vendó los ojos con un paño. Elena, besándolo, se dejaba atar y vendar. Después de atarla le abrió la blusa. Le sacó las tetas del sujetador. Se las mamó. Después le quitó el pantalón, las bragas y los zapatos… Le estaba comiendo el coño peludo cuando entraron en la fraguá, el herrero, el carpintero, un pastor, el curandero y el capador. (oscilaban entre los 22 y los 29 años ) El herrero cerró la puerta de la fragua. (sacaron todos sus trallas) El más alto, Pedro, el carpintero, la besaba en los labios. Toño, el curandero y Carlos, el capador, le comían sus grandes tetas. Lucas, el herrero, le comíó el culo, y Berto, el pastor, le besaba el cuello. Elena se deshacía en gemidos. De repente, sus piernas comenzaron a temblar y tuvo su primer orgasmo. La cara de Perico, su cuñado, quedó pringada de flujo mucoso. Se limpió el flujo con un pañuelo, se levantó y la penetró. Lucas, el herrero, se la metió en el ojete. La follaron sin piedad… Se corrieron dentro de ella. Al sacarlas de su coño y de su culo salía leche de los dos sitios.
Volvieron a comerla. Cada uno regresara a su sitio… hasta que Toño y Carlos, que tenían las pollas mas gordas que Perico y Lucas, la follaron por delante y por detrás. Poco más tarde, las piernas de Elena volvieron a temblar y tuvo su segundo orgasmo.
LLamaron a la puerta de la fragua. Perico fue a abrir. Entró un hombre de unos 50 años. Se sentó en una banqueta. Era un boyeur.
Allí nadie hablaba, solo se oían los gemidos de Elena, y los de los folladores, que la llenaron de nuevo.
El voyeur sacó la polla al ver caer la leche mezclada con flujo mucoso del coño de Elena y se comenzó a masturbar
No le daban tregua. Pedro enculó a Elena, Berto se la metió en el coño, y la volvieron a follar metiéndole caña… Y otra vez el temblor de piernas de Elena, pero esta vez sus amantes se corrieron con ella.
Cuando todo el flujo salió de su ojete y de su coño. El boyeur se arrodilló delante de Elena, y metiéndole dos dedos en el coño y trabajándole el clítoris con la lengus hizo que se corriera en su boca. Aún estaba lamiéndole el coño cuando su cuñado la desató y le quitó la venda. El boyeur se levantó, besó a Elena en los labios y le dijo:
-Felíz cumpleaños, amor mío.
-¿Adivináis quien era?
Se agradecen los comentarios buenos y malos.