No tenía dinero para volver a casa por ese motivo es que me folle a varios hombres, para juntar algo de dinero. Termine con mi panocha muy adolorida

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Ya era de noche, asi que no habia problema por como estaba vestida, nadie lo notaria. Tenia que reunir dinero para tomar algun bus que me llevara a casa, no queria cojer a nadie por hoy ya que los dos negros me dejaron adolorida en mi panocha, pero necesitaba el dinero asi que decidi cojer a un viejo que la tuviese pequeña y claro que tuviese dinero y pues que me diera algo. Vi a un señor con una estatura robusta  usaba un traje de oficinista, asi que lo segui y  en una esquina lo insinue. Entramos a los servicios higienicos y por suerte la señora de la entrada no nos dijo nada, ya dentro del baño él procedio a desabrocharse el pantalon – si bien la tenia pequeña lo compensaba de ancha, dios mio mi mano no la sujetaba completa. Me quite la falda y el solo se desabrocho el pantalon, me la metio  de un porron, me dijo que estaba apurado, asi que lo hizo toscamente, me sentia vacia por que solo me daba ese ardor delo que ancheaba mi panocha mas no me saciaba, le rogaba a que se venga rapido mientras chupaba y mordia mis tetas como si quisiera sacar leche de ellas y en eso se vino me dio el dinero y salio.

Me sentia insatisfecha y con ardor en mi vagina me daba ganas de masturbarme pero eso seria peor. Cuando estaba por cambiarme alguien toca dentro del baño y cuando lo abro, otro viejo entra y me dice al oido – yo te hare gritar más perrita – y yo con un poco de ansias le abro mis piernas mientras el me la mete sin condon. Yo no habia visto de que tamaño lo tenia pero lo introdujo en mi lo tenia largo. Gritaba como perra saciada mientras el metia un lapicero en mi panocha yo estaba algo sorprendida – El me dijo que era por que a el le gusta ver a perras como yo que sientan dolor, pero a mi no importaba y segui gimiendo. En eso el decide introducir sus dedos mientras hacia el enviste – con sus dedos el ancheaba más mi panocha y yo poco a poco sentia el dolor pero era soportable. Para el no era suficiente asi que saca sus dedos mientras seguia con el embiste y busca en sus bolsillos y no encuentra nada – tenia la cara algo frustrada – En eso le ruego a que se venga dentro mio, pero al oir eso el se detiene y me dice que enserio quiero verte sufriendo, rogando a que mi pene no este en tu panocha. En eso en el suelo ve un cuantos billetes, arranca  un pedazo de bolsa de basura lo suficiente para su pene – Yo aun no entiendo lo que hara – El agarra la bolsa lo pone en su pene luego agarra esos billetes y algo papel higenico y lo envuelve en su pene con otro pedazo de bolsa – Y luego me dice : Haber si ahora si quieres mi pene – yo me asusto un poco – Nunca lo habia intentado y la sola idea me excita. El se da cuenta y se rie un poco diciendo: pero vaya perrita que eres – yo no digo nada mientras siento como mi panocha se moja – en eso me lo incerta de un tiron no entra del todo pero el fuerza la entrada yo comienzo a sentir el dolor y me voy alejando por instinto.

El se dacuenta de eso y me sujeta de la caderas mientras sigue intentando empujar yo para eso ya no siento placer si no dolor por la bolsa que se formo partes punteaguada mientras estan en mi interior. El le comienza a disfrutar al ver como escucha mis gemidos de dolor y el cuando llega a entrar en toda mi panocha decide moverse salvajemente y ahi  es cuando  grito como loca y ruego a que la saque.

En eso alguien más toca por la puerta – a mi no importa yo sigo gimiendo fuerte. El decide abrir la puerta, en eso veo aun señor con mucha barba algo borracho y le dice al que me esta prenetando toscamente – Oye tu turno ya termino -El le responde con que recien esta comenzando a gozar  y le invita a que me folle el ano – yo no lo soportaba pero eso no le importaban a ellos y en eso el barbon se une y me incerta por el ano y yo gimo como nunca crei. Cuando los acaban me tiran dinero y me dejan sentada en el water – yo estaba adolorida pero tenia que regresar a casa, asi que decida salir antes de que otro viejo entre y piense que aun sigo «trabajando».

Agarro los billetes tirados, me pongo mi microfalda y la casaca. Ya afuera decido tomar el bus para poder ir a casa y dormir.

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