Solo la había ayudado a entrar a la biblioteca, gracias a eso pude cumplir uno de mis fetichismos. Me hizo acabar masturbándose con sus pies

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Hola a todos!

En primer lugar me gustaría presentarme, ya que llevo mucho tiempo como usuario de esta página pero no ha sido hasta ahora que me he decidido a utilizarla para contar mis experiencias actuales (y no tan actuales) y compartirlas con vosotros.

Mi nombre es Gustavo, tengo 27 años, mido 1.78, peso unos 80kg, moreno. No hay nada que me guste más que un culito juguetón o unos pies bien sexys y cuidados.

Enfin, ya me iréis conociendo a través de los relatos, voy a empezar con este del otro día en la biblioteca mientras me disponía a estudiar para mi último examen de la carrera universitaria.

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Era un muy cálido lunes del mes de julio en la ciudad de Valencia. Todo el mundo está en la playa, de resaca, en algún lugar muy lejano o sin nada que hacer. A mi, despues de 5 años, todavía me queda un último examen para acabar la carrera. Con mucho dolor y calor, como pronto, cojo el coche y voy hacia la biblioteca de la universidad. Hace muchos meses que no voy por ahí, y la verdad es que siempre es un gustazo. Todas tan monas, tan vestidas de verano, con pantalones cortos de todo tipo; que si muy ceñidos, que si muy anchos y cortos, falditas, sandalias y las uñas pintadas. Vamos un parque tematico de toda persona a la que le va el morbo.

Entrando a la biblioteca, una chica erasmus se me acerca para pedirme si puede entrar conmigo. Ya que para entrar a esta biblioteca necesitas el carnet universitario y hay unas máquinas como si fueran las del metro para poder acceder. Le digo que por supuesto puede entrar conmigo, tras esto, me da las gracias y sigue su camino hacia el primer piso, decido ir tras ella y que gustazo dan las escaleras. Me quedo a la distancia perfecta para divisar la parte izquierda de su culito por debajo de ese pantaloncito tan veraniego que llevaba. Braguitas negras, nada especiales pero muy ceñiditas, consigo divisar hasta el centro del culo. Recibo la primera señal de mi polla, no se si hoy vamos a poder estudiar.

Tras hacerme con mi sitio, paso un rato estudiando hasta que decido hacer un descanso, el cual lo hago dentro de la misma biblioteca (hay que aprovechar el aire acondicionado), me dedico a observar a mi alrededor y fantasear. Dos mesas más adelante veo a una morenita, no medirá más de 1’65 delgadita, pechos pequeños y cara angelical. Va vestida con un simple y elegante vestido azul marino, empiezo a mirarla mientras está concentrada, la miro de arriba a abajo, tiene unos pies preciosos en los que me gustaría eyacular como si no hubiera un mañana. Me empiezo a empalmar muy fuerte y eso no podía ser, decido salir a que me de el aire y a fumarme un cigarro. No quería ir directo al baño y cascarmela como un mono a la primera de cambio.

En mi estancia fuera, me entretengo con el movil hasta que noto como una sombra me cubre por completo. Al quitar la mirada de mi móvil lo primero que veo son unos pequeños pies con las uñas pintadas de color granate. ‘He visto esos pies antes» pienso. Es la chica de antes, con la que me puse a fantasear. Levanto la cabeza con un poco deincredulidad. No nos conocemos de nada, que querrá de mi?

Le saludo, y me pide fuego, tras darselo me da las gracias, se sienta a mi lado y mientras le da una corta calada al cigarrillo se gira y me pregunta si tengo coche con aire acondicionado, que el suyo no funciona y que desde que ha visto como se me empalmaba mientras la miraba, estaba super mojada.

Me quedo perplejo, cómo me había pillado? parecía que no le importaba, así que le digo que se espere en el banquito acabandose el cigarro y que ahora salía con las llaves del coche. Al salir me recibió con las bragas en la mano, me las dió y mi primer impulso fue llevarmelas a la nariz. Uff que olor más pontente, pura mujer, realmente estaban muy mojadas, así que decidí ponerme la parte central en la boca y aspirar un poco. Fue casi como estar comiendole el coño, y ella a mi lado mirandome y tocandose los pezones.

Una vez en el coche nos empezamos a besar con una intensidad considerable, el aire estaba a tope pero no hacíamos más que sudar por todas partes, ella especialmente por el coño. Vamos a la parte de atrás, le levanto el vestido y se lo empiezo a comer, que sabor, que textura, como chorreaba esa fuente de placer. En el mientras, ella, muy habilidosa, cogió su pie derecho y lo llevó a mi polla ya hinchada al máximo. La abrazó entre sus dedos y empezó un lento y constante sube y baja que me empezó a llevar a la gloria.

Tras esto, empezamos a follar, ella se quedó en la misma posición en la que le comí el coño y yo encima embistiendola, asi estuvimos un buen rato hasta que noté que me corría, me salí de ella y de forma automática cogí sus dos pies, y la guié para que me hiciera acabar con una paja con esos deliciosos pies. Ahora mi polla estaba empapada de sus flujos. Como se deslizaba mi polla entre esos pies, hasta que me empezaron a dar espasmos, y le llené los pies, las piernas y hasta el bestido de leche.

Al despedirnos me dijo que ella acababa el día siguiente, y que si nos volvíamos a ver, sería fruto de la casualidad, y que en tal caso, seguramente acabaremos tan pringamos como ahora.

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