Un par de hermanos que se entrega a su pasión, masturbándose mutuamente

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– Rubén & Alba. Con mi semen en su boca –

Me despiertan los labios de Alba posados sobre los míos y pasando la lengua por ellos. Su manita izquierda acaricia mi mejilla derecha y el tacto de su cuerpo desnudo me eriza la piel. Abro un poco los ojos y la encuentro allí delante, con esas aguas cristalinas que tiene por iris mirándome.

-Buenos días, mi amor -musita con una voz suave que me enternece.

Inclina la cabeza y esta vez soy yo quien se abre paso entre sus dulces y finos labios. La abrazo con suavidad y se deja caer sobre mí como si de una pluma se tratase. Envueltos en las sábanas, nos besamos con tranquilidad durante un buen rato.

-Mmmmmm… Aaaaaahhh…

-¿Lo pasaste bien anoche? -Sé bien la respuesta, pero quiero oírla de nuevo.

-Bien que lo sabes, hermanito jiji.

-Sí, pero quiero que salga de tus labios.

-Mmm… Me encantó -susurra antes de besarme de nuevo, rozando sus labios con los míos al decirlo, como si quisiera darme sus palabras para mi deleite más literal.

Nuestros dedos se entrelazan y mi boca desciende por su cuello hasta los senos, que devoro casi con ansia.

-Aaaaaaahhhh…. Mmmmmm… Siiiiii… -gime ella, cerrando los ojos y dejándose hacer.

Logro colocarme sobre ella y succiono sus pezones, ya endurecidos de antes pero ahora todavía más.

-Oooooohhh… Ffffff… Mmmmmm… Siiigueee…

-Siempre, cariño… Siempre… Hasta donde tú quieras… Disfruta, mi pequeña…

-Aaaaaaffffff…

-Anoche no pudimos hablar mucho después de tu orgasmo… Uuummm… Dime… ¿Querrás que vuelva a tocarte la vagina?

-Por supuesto… Oooummmfff… Me encantó… Mmmmmm… Me quedé muy relajada…

-Lo imaginaba… Mmm… El orgasmo sienta genial…

-Sí, me quedé como flotando jiji. Ven aquí, anda.

Me hace volver a su lado y usa mi pecho como almohada.

-Me gustaría volver a masturbarte… si me dejas -me pide.

-Adelante, hermanita. Mi pene es tuyo.

-Jiji gracias.

Sin apenas moverse de donde está, me saca el miembro y me acaricia los huevos.

-Mmmmmmm… -suspiro al notar sus manos masajeando mis partes.

-¿Así está bien o lo hago más suave?

-No, no… Pffffff… Así está bien… Lo haces de lujo, Alba jeje… Dame golpecitos con la mano en los testículos, suavecito.

-¿Así?

-Uuummm… Sí, perfecto… Qué bien, joder… Aaahhh…

Envuelve mi polla con la mano y pasa a masturbarme. La sensación que siento es realmente gloriosa.

-Aaaahhh… Siiigueee… Aaaaammmmfff…

-Veo que no lo hago mal.

-Pffffff… Para nada, cielo… Mmmfff… Para nada…

-Me gustó mucho el cuidado que tuviste anoche conmigo, Rubén. Gracias.

-¿Sí? Mmmmmm… Fui con cuidado de no hacerte daño en la vagina… Aaahhh…

-Lo sé, por esto te lo agradezco. Cuando me tocaste al principio sentí cosas que nunca antes había experimentado… Mmm… Fue maravilloso… Notaba cómo ibas metiéndome los dedos despacito, vigilando mis reacciones… Me sentí a tu lado, cielo. Supe que estaba iniciándome en el mundo del sexo con la persona adecuada.

-Para mí fue un placer, hermanita… Oooooohhh… Verte gemir… Suspirar… Pffff… Saber que te estaba provocando todo ese placer… Uuummmffff… Ver cómo te retorcías de gusto sobre la cama… Hhhhmmmm… Aquello no tuvo precio…

-¿Acaso algo de lo que hacemos lo tiene?

-No. Desde luego que no… Pffff… Que seas mi hermana pequeña me da morbo… Eres la pequeñita… Aaahhh… La enana… La que necesita ser instruída.

-Y aquí estás tú para hacerlo.

-Y aquí estoy yo para hacerlo, cierto… Soy tu hermano mayor, tu chico y tu maestro… Pfff…

-Y yo soy la enamorada… Uuummm… La alumna aplicada dispuesta a aprender todo con tal de complacer a su macho… A su hombre…

-Aaaahhh… Qué gusto… Pffffff… Qué bien, joder… Mmmfff… Qué bien me tocas…

-Soy tu pareja y te amo, te quiero mucho…

-Es que se te da muy bien darme placer… Aaaahhh… Te lo digo enserio…

-No sé… Masturbarte me parece algo natural, algo que no requiere demasiados conocimientos… Simplemente te masajeo el tronco así…

-Mmmmmfffff…

-… y te doy placer. Oye… ¿Puedo preguntarte algo?

-Claro… Dime… Pffffff…

-¿Soy la primera chica que te pajea?

-Que me pajea tan bien, sí jeje.

-O sea, que hubo otra antes de mí.

-¿Te molesta? Aaaahhh…

-En absoluto jiji. Eres demasiado guapo como para haber estado soltero toda la vida.

-Gracias, peque.

-De nada, mi amor… Uuummm… -Levanta un momentito la cabeza y nos besamos con lengua cariñosamente.- Qué bien besas…

-Con unos labios como los tuyos, cualquiera se motiva -la alabo antes de volver a besarla, esta vez dejando a nuestras lenguas juguetear entre ellas durante un ratito.

Alba está encantada con la situación. Sus labios se mueven con ya cierta destreza, haciendo morritos y mordisqueando los míos con suavidad. Su boquita es muy tierna, tiene un sabor y un olor dulce y embriagador.

-Aaammm… ¿Puedo saber quién fue la afortunada?

-Sí, pero no la conoces… Mmmm… Se llamaba María… Nos conocimos cuando tenía trece años y estuvimos juntos algo más de un mes… Oooommm… Recuerdo que la encantaban los ordenadores…

-¿Cómo era? -se interesa.

-Morenita, tenía el pelo negro y los ojos marrones… Aaaafffff… Muy mona…

-¿Más que yo? -finge ponerse celosa.

-No, no tanto jeje… Alba, me voy a correr… Aaaaahhhhh…

-Córrete tranquilo, mi amor…

-Oooooohhh… -suspiro, y una abundante corrida me mancha el pantalón.- Bufff… Qué bien me he quedado, hermanita…

-Fue todo un placer jiji.

No tardo mucho en levantarme de la cama e ir a limpiarme la corrida.

***

Estoy cepillándome los dientes tras desayunar cuando se abre la puerta del baño y entra mi madre a ponerse las lentillas.

-¿Qué tal habéis dormido? -me pregunta.

-Bien, como siempre.

-Os vi anoche…

-¿Qué quieres decir? -trato de no perder la calma, aunque en realidad me he tensado de arriba a abajo.

-Abrazados, digo. Me levanté a por agua de madrugada y pasé por la puerta de vuestro cuarto. Alba estaba aferrada a ti, rodeándote con los brazos y las piernas.

-Nos llevamos bien, ya lo sabes.

-Sí, supongo que sí. -Y se marcha del baño dedicándome una enigmática sonrisa.

***

Por la tarde voy al supermercado con Alba, que iba a salir con sus amigas pero se han rajado, y con mi amigo David, quien supongo lo hace para estar con mi hermana.

-Si supiera lo nuestro… -piensa en voz alta cuando le digo que viene, antes de salir de casa.

-Tú calladita, ¿eh? -le pongo el dedo índice en la boca, divertido.

-Jijiji. -Y lo chupa.

Pasamos a recogerlo a su casa y aparco en la puerta del local. Mirándole de reojo, le pillo con la vista pegada a Alba, mirándola de arriba a abajo. No hace falta ser muy inteligente para ver que le atrae físicamente.

La verdad es que mi hermana -aún no me sale llamarla “novia”, “pareja” o algo del estilo- se ha puesto muy guapa: lleva la melena bien alisada, una camisa lila a cuadros sin mangas y un pantalón corto negro. Realmente preciosa.

La casualidad hace que, al girar una esquina, nos encontremos con Nuria y sus padres. Ahora que mi amiga ya le cae mejor, se dan dos besos y pasamos unos minutos charlando con ella. Debido a lo que siente por mí, Nuria no puede evitar hacerme ojitos varias veces y tanto Alba como yo nos damos cuenta. Miro a mi hermana buscando celos en su expresión, pero no solo no los encuentro sino que lo que hallo es una leve sonrisa. Parece que finalmente ha entendido y aceptado mi relación con su nueva amistad.

Tras una breve conversación de David con Nuria y de su madre conmigo durante la que me invita a comer a su casa rehusando yo cortesmente, quedamos para ir al cine esa noche a ver una película de terror y nos despedimos.

-Nos vemos luego, Rubén -me susurra Nuria al oído, tras besarme en la mejilla.

-Veo que no te ha molestado el comportamiento de Nuria conmigo -le comento a mi hermana cuando nos quedamos solos, despues de dejar a David en su casa.

-Mira, no te voy a negar que me cansa lo pesada e insistente que puede llegar a ser, pero también entiendo que le está costando hacerse a la idea de que nunca te podrá tener. Hay cosas que estoy dispuesta a pasar por alto.

-Gracias.

-A ti.

-¿Por?

-Por elegirme a mí antes que a ella.

-Alba, sabes que siempre has sido y siempre serás la primera… ¿verdad?

-Sí, y te lo agradezco -acariciando mi mejilla y sonriendo dulcemente mientras me mira a los ojos y yo rodeo su cintura con mis brazos-. Pero también sé que podrías haberme rechazado hace tiempo y estar ahora con ella o con otra. Fui yo la que empezó a meterse en tu cama e insinuarse. Podrías tener una relación pública, pero preferiste amar a tu hermana pequeña. Por ello te doy las gracias.

-Cómo te gusta ponerte sentimental.

-Y a ti sentirte fuerte cuidándome jiji.

-Podría escribir una historia de amor y drama de nuestra relación.

-Escríbela -me reta.

-Igual lo hago.

-Jijiji venga -sacándome la lengua, burlona.

Agacho un poco la cabeza y humedece mis labios con su lengua. Finalmente la atrapo y la beso tiernamente. Nos echamos sobre la cama dándonos mimos.

-Estabas muy guapa en el super.

-Me visto así para ti jiji.

-¿Ah, sí? ¿Te gusta calentar a tu hermano mayor?

-Sí… Uuummmfff…

-¿Sabes que el incesto está mal visto?

-No me importa… -Va desabrochándose la camisa y dejando a la vista el sujetador blanco.- Pfff… Tócame, hermanito… Ooohhh… No me hagas sufrir…

Se sienta sobre mí y se toca las tetas por encima del sujetador, caliente, excitándome con sus movimientos femeninos. Restriega su culo en mi paquete y me pone todavía peor.

-Bufff, hermanito… Uuuummm… Qué caliente estás… ¿Te excita tu dulce hermana sobre ti? -Se muerde el labio, mirándome sensualmente, para después meterse el dedo índice izquierdo en la boca e ir bajando por su barbilla y su garganta hasta los senos, ya endurecidos.

-No sabes cuánto… Joder, Alba… Mmmmmm… Me estás…Ffffff… Bua… Me estás poniendo la polla demasiado dura… ¿Quieres que te toque?

-Sí, por favor… Pffffff… Lo estoy deseando…

No me ando con rodeos: meto la mano por el pantalón y las bragas y finalmente acaricio con cuidado la raja de su chochito. Como imagino, tiene los labios vaginales mojados e hinchados, deseando ser trabajados y satisfechos por mis manos.

-Oooooohhhhh… Siiiiii… Diiiooosss… Qué bieeennn… Buuufffffff… -cierra los ojos y se muerde el labio para ahogar sus gemidos de placer y así no alertar a nuestra madre, que se encuentra por casa.

Por mi parte, sigo frotando sus labios con la palma de mi mano mientras me sobo el trasero con la otra. Alba se pone roja de la excitación que lleva encima y empieza a sudar.

-Disfruta, mi pequeña… Mmmmmm… Relájate… Déjate llevar… Pffffff… Hay que ver lo guapa que te pones cuando te masturbo…

-Me encanta… Aaaaaaahhhh…

-Eres una lobita…

-Auuuuuuu… -ahúlla, para hacer la gracia.

La hago agacharse y nos morreamos apasionadamente mientras sigo tocándola, ya con dos dedos metidos en su coñito de nena.

-Aahhh… Bésame, Rubén, bésame… Aaaaammmm… -está como ida, todo su rostro busca desesperadamente mi boca pero no consigue dar con ella, pues su cuerpo entero se retuerce de gusto sobre mí.

La cojo por la nuca y mi lengua chupetea sus labios, que instantaneamente la atrapan y se adhieren a ella con desesperación. Su naricilla enrojecida, sus mejillas sonrojadas, la comisura de sus labios roja y llena de saliva… Mi hermana está dejando salir a la hembra desatada y sedienta que sexo que lleva dentro.

-Dame tus tetas, Alba… Aaaammm… Que te las cuido…

-Tómalas… -me las ofrece, quitándose el sujetador.- Son tuyas… Aaahhhh… -Se las magrea ella misma y los pezones se ponen de punta.

-Oooohhh… Qué ricas…

-Aaaahhh… Sóbamelas… Trabájamelas… Pffffff… Qué bien…

-¿Te gusta?

-Me encantaaaaahhh… Mmmmmm…

Adentro más los dedos y sus gemidos de placer son ya casi imposibles de silenciar.

-Shhh… Baja la voz, Alba; nos oirá mamá…

-Mmmmmmffffff… Eso… Oooohhh… Eso intento… Pero… Uuuuuhhh… Me cuesta…

-Si necesitas que lo haga más suave, dímelo, ¿eh?

-No, no, tranquilo… Aaaahhh… Tú sigue… Seré… Uuuuuummm… Seré silenciosa…

-Pffffff… Estás sudando, hermanita…

-Siiiiii… Es que me pone muy calentita que me toques… Aaaaafffff… OHH… MMM… Rubén, me… me corro… UUUUMMMFFFF…

-Córrete, tranquila, princesa… Disfruta del orgasmo…

-PFFFF… OOOOHHHH DIIIOOOSSS… SIIIIII…

Se retuerce sobre mí, sobando mi cuerpo con fuerza y moviéndose cada vez más depresa.

-MMM…. MMMMMM… AAAAAAAHHHHH…

Y finalmente llega al orgasmo, quedándose a continuación exhausta, rendida boca abajo sobre mi pecho. Jadea, tratando de recuperar el aliento, mientras yo le hago cosquillitas en la espalda. Saco los dedos de la vagina, impregnados de líquidos, y le ofrezco chuparlos.

-No me importa… -acepta.- Por probar…

Dicho esto, nos metemos los dedos a la vez en la boca, uno ella y el otro, yo. Lo cierto es que, pese a no tener el mejor sabor del mundo, tampoco se puede decir que sepa mal. A Alba, por el contrario, han parecido gustarle sobremanera, porque me chupetea el dedo entero y después me mira picarona.

-¿Qué tal? -me pregunta, curiosa, rozando nuestros narices.

-Estás deliciosa.

-Eso pensaba yo jiji.

Me mete un señor beso con lengua y rodea mi cuello con sus brazos.

-Eres el mejor novio del mundo -me alaba-. Gracias por esto.

-A ti, mi niña.

***

Alrededor de una hora antes de salir de casa para ir al cine decido ducharme, aprovechando que el baño se ha quedado libre tras salir mi padre, que ahora ronda por el pasillo medio en pelotas. Estoy en mi cuarto, ya desnudo y con la toalla en la mano, cuando se mete Alba.

-¡Eh, cabrona, que iba a entrar yo! -la riño, entre risas.

-Un momentito, ahora salgo jiji. También puedes entrar, no me molesta.

Hago esto último y la observo sentada en la taza del váter, en ropa interior y con la coleta hecha. Los ojos se me van a sus bonitos pechos, ella se da cuenta y se los acaricia suavemente, mirándome picarona.

-¿Te gustan? -me pregunta de forma sensual.

-Ya sabes que sí.

-Jijiji. Ven -me pide, moviendo el dedo índice.

Me acerco y automáticamente me agarra el miembro.

-Me apetece masturbarte un ratito. ¿Puedo? -pone voz de niña pequeña, detalle que da más morbo a su pregunta.

-Ahora mismo no, pero puedes convencerme -realmente me muero de ganas, pero quiero chincharla un poco y, de paso, ver qué más sabe hacer a un chico.

-¿Cómo?

-Échale imaginación.

Se levanta y se desnuda por completo con una especie de danza erótica que, la verdad sea dicha, se la levantaría a un muerto. Con sus encantos al aire se acerca a mí y restriega su cuerpo en el mío. Se suelta la melena y baja sus manos mi pecho, pasando por mi barriga hasta llegar a la entrepierna, donde agarra y apreta mis testículos con fuerza.

-Aaaahhh… -gimo yo, medio de placer y medio de dolor.

-¿Qué pasa?

-Que duele… Aaaahhhh…

-¿Seguro? Yo solo te oigo gemir. -Roza sus labios con los míos, sin llegar a besarme.

Intento atrapar su lengua, pero aparta la boca a tiempo. Me lame el lóbulo y la parte de detrás de la oreja y es entonces cuando ya me estremezco del todo.

-Oooooohhh… Va-Vale… Me has convencido… Ahora mastúrbame… Uuuummmfff… Por Dios…

-No me lo pidas dos veces jiji. Te haré gozar, hermanito… Pfffff… Prepárate… -me susurrra.

Empieza una lenta masturbación que me pone a cien. Mientras ella masajea mi soldadito, mis manos se van a sus pechos a sus hombros, que recorro con los dedos disfrutando de su finura. Me besa suavemente, pasando la lengua por mis labios y haciendo que, por momentos, nuestras lenguas dancen juntas. El conjunto de todo es el de un encuentro lento y tranquilo, sin prisas de ningún tipo.

-Aaaahhh… -suspiro yo.- Alba…

-Shhh… No hables y déjame hacer, hermanito… Uuummm…

Lo que de entrada era un beso suave mientras se torna húmedo, con su boquita saboreando la mía. Un típico beso de pareja. La mano que tenía posada en su hombro sube hasta la nuca y de ahí hasta el pelo, donde hundo los dedos y hago cosquillas en la cabeza.

-Aaaaammmffffff… -expira ella, sin duda disfrutando de mis caricias.

La mano que tengo en sus pechos los sigue masajeando a gusto. Pellizco sus pezones, amaso los senos, los acaricia… Todo esto la hace retorcerse de gusto, haciéndola temblar.

-Pfffff… Diiooosss…

Sus diestras manos recorren mi polla de arriba a abajo, apretándola por momentos y dándole leves golpecitos en la punta. Yo me la siento a punto de reventar, pero todavía no. El contraste de la suavidad de sus manos con el tacto de la piel de mi falo hace de esta frotación una absoluta y completa delicia. Me muero de gusto.

-Esta noche no podremos tocarnos mucho en el cine… Uuuffff…

-Lo sé… Hhhhmmm… Por eso quiero aprovechar ahora…

-¿Crees que Nuria se te insinuará demasiado?

-No lo creo… Lo sé. ¿Estás celosa…?

-No demasiado… Aaaaahhhh… Sé que eres mío…

-Dale conversación tú… Ooooohhh… Así a mí me dejará en paz…

-Tal vez lo haga… Uuummmfff…

-Deberías… Joder, qué bien… Fffff…

-¿Ah, sí? ¿Por qué? Aaaaaffff… ¿Piensas serme infiel con ella?

-Sabes perfectamente la respuesta a esa pregunta… -Le meto la lengua hasta la campanilla.

-Oooouuummmm… -Se la saca.- No… Aaahh… No la sé…

-Pues entonces dale tema tú y así yo no tendré oportunidad de acercarme a ella… Uuufff…

-Eso haré… Aaaaammmmm… Mi novio… Qué bien me besas… me devoras… Pfffffff… Me comes la boquita…

-Contigo me motivo, cariño… Oooouuummmffff… Estás demasiado buena como para poder resistirme…

-Aaaaaafff… Lo sé… Te quiero mucho…

Volvemos a besarnos con lengua y en pocos segundos descargo toda la lefada sobre su vientre. Quedándome en la gloria, observo como recoge un poco de mi semilla con los dedos y se la lleva a la boca. Debe de ser de su agrado, porque va cogiendo más y más hasta casi limpiarse la barriga ella sola.

-Estás deliciosa, Rubén…

La abrazo fuerte y nos volvemos a besar con lengua, esta vez con más fuerza, apretando nuestros cuerpos desnudos y recibiendo yo parte de mi propia corrida en la boca. Una gozada.

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