Mi regalo de cumpleaños es que mi esposa haga lo que quiera durante un día

Rate this post

Hola amigos, primero que nada quiero decir que es mi primer relato por lo que toda sugerencia o corrección serán bienvenidas.

Me presento soy Bruno, tengo 30 años, mido 1,70 y tengo una contextura más bien delgada.

Les presento a mi esposa, se llama Marisa, tiene 28 años, es delgada, tiene buenos pechos ( 95 de medida ) y tiene una cola bastante apetecible fruto de años de jugar al volley y hacer spinning.

Si hay algo que tengo que destacar de Marisa es que le encanta el sexo, siempre está dispuesta a realizarlo y abierta a hacer todas las Fantasías que se puedan ocurrir, por lo que espero este sea el primero de varios relatos que voy a realizar.

Lo que hoy los quiero contar fue con motivo de mi cumpleaños.

Era día lunes ( mi cumpleaños era el sábado) y mientras estaba en el trabajo recibí un WhatsApp de Marisa preguntado que íbamos a hacer por mi cumpleaños y que quería de regalo.

Ya que estamos con algunos proyectos no tenía intención de hacer un gran festejo y le propuse que mi regalo fuera que por un día yo sería su amo y ella mi sumisa.

A Marisa le encantó la idea y me respondió con una foto de su cola en ese momento.

Me quedaba una semana para prepara todo. Hace un tiempo ya que venimos fantaseando que Marisa recibe dos penes al mismo tiempo (usamos un vibrador mientras yo la estoy penetrando por la cola en 4 o cuando se sube a cabalgar el vibrador va a su cola). Pero cuando lo hemos hablado seriamente a ella le da miedo y nunca pasa de una fantasía. Yo quería que fuera realidad

El día antes le envié un WhatsApp dandole indicaciones para el sábado

Bruno: mañana a las 21 te voy a pasar a buscar por casa, te dejo la ropa que tenes que ponerte arriba de la cama.

A lo que mi esposa solo contestó; “ok amo”

El sábado Marisa trabaja por la mañana así que le deje arriba de la cama todo preparado. Un vestido rojo corto con un muy buen escote y apretado en la cola unas medias negras de liguero y zapatos negros de tacón de punta.

Y debajo del vestido un conjunto de lencería de encaje negro con portaligas incluido.

Además de la ropa le deje un sobre con preservativos dentro, y escrito en el sobre decía “no abrir hasta que sea necesario”

Llame a un restaurant que está alejado de la ciudad, para que nadie nos conozca y ser desconocidos.

A las 21 la llame y le dije que estaba afuera. Cuando la vi salir de casa vestida con la ropa que yo le había preparado, el pelo recogido y pintada con labios rojos no pude contenerme y mi pene se puso duro y los nervios me empezaron a ganar

Marisa no sabía nada de lo que iba a pasar esta noche y por más de que no quisiera (o eso creía yo) lo iba a tener que hacer

La cena transcurrió tranquila, el restaurant tenía luz tenue y la particularidad que los mozos eran todos jovencitos y me daba cuenta cómo la miraban en el restaurant y cómo el mozo que nos tocó cada vez que venia le miraba las tetas.

Bruno: el mozo viene cada 5 min a ver si estamos bien, me parece que en realidad viene a mirarte las tetas

Marisa: te pone celoso gordito??

Bruno: no para nada, es más le vas a dejar un regalito así se acuerda de vos

Marisa: jaja de que me estás hablando?

Bruno: anda al baño, masturbate y moja bien la tanga. Después sácatela que se la vamos a dejar de propina

Marisa: vos estás loco, mejor otra cosa

Bruno: no te olvides quien manda hoy, vos aceptaste que sea mi regalo y lo tenes que cumplir

Marisa: está bien, ya vas a ver cuando sea al revés lo que te va a pasar

En eso mi esposa se levanta y se va al baño. En eso llamo al mozo para pedirle la cuenta, no sin antes hacerle un comentario de mi esposa diciendo lo buena que está

Pasados 10 minutos Marisa vuelve del baño y en la mano bien cerradita trae la tanga, a lo que yo se la pido para comprobar si está mojada.

Bruno: mmmmm está empapada , cómo se nota que te excito la idea de que otro huela y saboree tus jugos

Marisa: vos pediste q me mojara, ahí tenes, mas te vale que me cojas fuerte hoy porque me estás poniendo muy caliente.

Bruno: la noche recién empieza y no te olvides que hoy se hace lo que yo diga

Marisa: si amo lo que usted diga.

Pagamos la cuenta y dentro de la cartilla del restaurant le dejamos la tanga al mozo de regalo.

Subimos al auto, y cuando Marisa se sentó se le subió el vestido y quedó al descubierto el porta ligas y su conchita bien depilada que ahora están sin tanga. Esto me puso a mil y sin pensarlo me desabroche el pantalón, la agarre de la nunca y la lleve hacia mi pene para que lo chupara.

Ella no opuso resistencia y se metió el pene hasta el fondo de su boca, se lo sacaba y con la lengua saboreaba la punta del pene ya que sus labios los tenía pintado mi pene quedó todo marcado.

Solo fue un instante y le dije que parara , que esto recién empezaba.

Marisa se arregló y se volvió a pintar los labios, mientras yo manejaba hacia un boliche en el cual sabía que no nos íbamos a encontrar a nadie conocido.

Bruno: bájate ahora, yo voy a estacionar y nos vemos adentro. Estate atenta al cel que te voy a decir donde nos vamos a encontrar

Marisa: si amo, lo que vos digas

Marisa se bajó cerca de la puerta, enseguida me di cuenta como varios ya le habían puesto el ojo y le miraban el orto mientras caminaba

Una vez que estacione le mande el primer mensaje

“Esta noche vos y yo no nos conocemos, acordate de hacer todo lo que te diga. Anda a la barra y pedite algo para tomar”

A lo que me respondió “ok”

Mi idea era que Marisa se pusiera más entonada, que se liberara y sacara esa puta que lleva dentro.

Yo por mi parte entre al boliche y me fui a la barra a pedir un trago y me fui a una zona elevada tipo galería donde observa la pista principal.

En cuanto visualice a mi esposa le volví a escribir

“Busca alguien que te interese, y seducilo, hoy sos una puta a mis órdenes “

Marisa enseguida me empezó a buscar con dentro del boliche y una vez que nos cruzamos la mirada me respondió el msj

“Estás seguro? Una vez que esto empiece no hay vuelta atrás”

Yo en sus ojos ya veía que la puta que yo conozco dentro de la pieza estaba empezando a salir y que estaba esperando poder hacerlo

“Vos hace lo que te diga, yo te voy a seguir observando”

No me respondió, solo me miro y se saboreo los labios con su lengua demostrándome que esto ya no tenía vuelta atrás

Había mucha gente por lo que la perdí de vista rápidamente, empecé a dar vueltas por el boliche aprovechando yo también para ver que había disponible, hasta que de lejos la encontré, esa cola roja inconfundible y esos labios que hacían juego.

Estaba con un flaco alto, Moreno de aspecto deportivo. Por ahora solo se hablaban en la oreja y se reían, él le convidaba lo de que estaba tomando y Marisa se dedicaba a coquetearle .

Me fui acercando sin que él se diera cuenta de nada raro hasta que me vio Marisa, en cuanto me vio se rio y me guiño el ojo . Acto seguido empezaron a bailar muy pegados, veía cómo se acercaban y pegaban sus cuerpos. Ella le frotaba la cola en su paquete y él aprovechaba para agarrarla por la cola y las caderas. Mientras esto pasaba Marisa me miraba con cara de puta, de que se estaba calentando y que lo estaba disfrutando.

En un momento dado mientras ellos seguían bailando, veo como con su mano ella empieza a buscar su pene por arriba del pantalón, rozando la mano sutilmente buscando que su nuevo amigo se calentara cada vez más, él por lo pronto no perdía oportunidad para tocarle el orto y empezar a tocar sus tetas. En se momento decidí mandarle un msj nuevamente

“Te espero en la puerta del baño”

Vi como sacaba el celular de su cartera y le hablaba al flaco.

Nos encontramos en el punto fijado y en cuanto la vi noté lo caliente que estaba.

Bruno: estás excitada putita?

Marisa: me encanta, y por lo que noté apoyándole mi cola tiene un pene hermoso. Se llama Diego y no es de acá

En ese momento me había olvidado que Marisa no tenía la tanga puesta, pero ella se encargó de hacérmelo recordar metiendose un dedo por debajo del vestido y dándome de sus jugos en mi boca

Marisa: viste como estoy? Así te gusta que este no?

A mi se me puso duro el pene, quería llevármela al auto y reventarla, pero todavía no era el momento.

Bruno: volve con él, comételo y déjate llevar. Por cierto abriste el sobre?

Marisa metió la mano en la cartera, saco el sobre y lo abrió. En ese momento se dio cuenta como iba a terminar esto al ver los preservativos dentro del sobre y solo se limitó a decirme

Marisa: leche en las tetas o en la cara?

Y se dio vuelta sin darme tiempo a responder.

Yo la seguí , los volví a ver juntos cada vez más pegados y ahora se empezaban a besar, literalmente a comer mientras ella me miraba y se reía. Observe como Marisa agarro las manos de Diego y las llevo hacia sus tetas y por debajo del vestido en su cola, mostrándole que no tenía nada puesto.

Vi que encararon a salir y los seguí hasta la playa de estacionamiento, se fueron al final y se escondieron entre los autos. Yo me quede agachado sin que me vieran observando todo.

Marisa se agachó, le desprendió el pantalón y de un solo salto salió a la vista el pene de Diego, tenía razón Marisa ya que se veía de buen tamaño no largo pero si grueso,vi como le colocaba el preservativo al pene que ya estaba goteando de tanto calentar. Y después de esto noté que Marisa le hablaba ( después me contó que le dijo que elija donde quería acabar pero que no lo haga dentro del preservativo)

Yo por mi parte estaba sumamente nervioso, algo celoso pero muy caliente y esto me ponía a mil al ver como mi esposa se estaba metiendo con tantas ganas y con tanto placer el pene de un total desconocido en su boca.

Veía como Marisa agarraba el pene y se lo metía entero en la boca, se lo sacaba y saboreaba desde la punta hasta las bolas de Diego, lo masturbaba mientras lo miraba a los ojos y le decía que le encantaba su pene que no quería dejar de chuparlo.

Diego le agarró la cabeza y se empezó a coger la boca de mi esposa con su pene y escuchaba le decía

Diego: que buena puta, de dónde saliste , que manera de chuparme la pija

Marisa: que rico que rico, que buena pija tenes, gorda y venosa me encanta!!!

En eso veo que Marisa se baja el vestido dejando al descubierto sus tetas y mirando fijo a Diego le dice

Marisa: déjame la leche acá por favor

En ese momento Marisa hizo algo que Diego no esperaba, se empezó a colar dos dedos en su vagina que estaba chorreando de la calentura que tenía y empezó a gemir a gritos pidiéndole leche, sacándole el preservativo

Marisa: dame leche dame leche dale masturbate y lárgame todo acá en las tetas!!

Acto seguido vi como la cara a Diego se le transformaba y empezaba a acabar en las tetas de mi esposa, ella seguía colándose dos dedos y notaba cómo llegaba al orgasmo de la excitacion que tenía.

Una vez finalizado, vi como se limpiaba un poco con un pañuelo que tenía en su cartera y volvía a subir su vestido.

Marisa le hablaba a Diego al oído y después de darse un beso , él se marchaba adentro del boliche y a mi me sonaba el celular

Marisa: donde estas, se que me estás mirando

En ese momento aparecí muy caliente y sin cruzar palabras le agarre la mano y la lleve hacia nuestro auto, sin entrar la apoye en el costado, me desabroche el pantalón y le metí el pene hasta el fondo, que gracias a lo mojada que se encontraba entro sin problemas.

Mientras la penetraba con todo, me hablaba al oido y me calentaba aún más

Marisa: te gusto ver como se la chupaba a otro, que rica pija tenía lastima que no me la metió en la concha porque me hubiera reventado de lo gorda que era……aaaaahh ahhh dale dale cogeme mira lo que tengo para vos

En eso se bajo el vestido y quedaban restos de leche que Marisa se encargó cn sus dedos de llevarse los restos a su boca y acto seguido comerme la boca a mi y agarrando mi cabeza la llevo hacia sus tetas para que terminara el trabajo

Yo seguía cogiendola y ahora también comiéndome sus tetas y los restos de leche que habían quedado.

Bruno: que puta resultaste ser, te imaginaba trola pero no tanto, y eso que no te lo cogiste

Marisa: no te haga problema que el próximo me lo cojo, esto no termina acá. Dame duro ahora lléname la concha de leche que está muy caliente

Después de esto empecé a largar toda la leche contenida dentro de su concha, tanto fue que se le empezó a escapar x la cancha y recorrer sus piernas. Mientras a los gritos Marisa acababa nuevamente

Nos arreglamos, nos subimos al auto y nos fuimos a casa, sabiendo que esto recién empezaba.

Espero les haya gustado, las opiniones y sugerencias serán bienvenidas y de esta manera voy a seguir subiendo las historias que tenemos juntos.

Deja una respuesta 0

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *