Cosas que uno nunca se imagina que pueden pasar en un vestuario con la familia

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Buenas soy Pedro de Valencia (España). Hace un tiempo tuve una cuenta aquí y publiqué una veintena de relatos pero los quité posteriormente, he vuelto a crear la cuenta. En primer lugar voy a volver a compartir los relatos que ya tenía y posteriormente publicaré algunos que he escrito posteriormente y aún no he subido.

Entre estas personas se encuentra Miriam una chica super ardiente, que tiene la habilidad que cada vez que hablo con ella me den ganas de follar. Así que este relato va por ella porque sé que es algo que le gustaría vivir y lo voy a escribir desde su punto de vista. Así me lo contó ella:

En primer lugar voy a describirme me llamo Miriam soy una chica con un buen cuerpo a la que le encanta el sexo, he hecho casi todo tipo de locuras y vivido casi todo tipo de experiencias. Pero la que voy a contar esta vez es una de mis más morbosas, calientes y excitantes.

Suelo ir a un gimnasio en el que una parte de los vestuarios son mixtos. Voy a describirlo para que me entendáis digamos que hay dos habitáculos uno para chicos y otro para chicas, que es dónde nos solemos cambiar y demás, saliendo de cada uno de ellos hay un pasillo que lleva a las duchas. Tanto en el pasillo como en las duchas nos solemos juntar chicos y chicas, los hay que por pudor se duchan en bañador, pero hay quien lo hace sin ropa pese a coincidir con personas del otro sexo.

Digamos que las duchas están divididos en dos bloques uno enfrente del otro, pero las paredes hacen que de un bloque a otro sólo veas a quien está al medio (es por dónde se accede). En cada bloque hay unas 7 duchas.

Una norma no escrita es que las chicas vamos al bloque de la derecha y los chicos al de la izquierda, pero como digo es una norma no escrita. Por tanto muchas personas eso no lo cumplen y a veces estas duchándote y tienes al lado una persona desnuda o semidesnuda del otro sexo. Aunque principalmente dónde sueles ver personas del otro sexo desnudas es en el pasillo de acceso y en las duchas si están al medio.

Bueno voy a la acción tras describir todo esto que es necesario para entender lo que pasó el día D a la hora H. Era un día más de los que iba al gimnasio a trabajar y a definir mi cuerpo. Tras un par de horas de trabajo duro con las pesas y el sacrificio que ello conlleva, tocaba ya finalizar la jornada. Por lo que fui al vestuario. Yo no soy una persona vergonzosa, así que ese día decidí ir a las duchas desnuda. Al llegar al pasillo de acceso a las duchas me encontré que iba también desnudo con Jorge, el profesor de boxeo del gimnasio. El tío de todo el gimnasio que más cachondo me ponía, ir andando camino de las duchas con él al lado inevitable bajar la mirada y fijarse en su polla que ya iba morcillona.

Él me dijo, que suerte he tenido en coincidir contigo, estás muy buena. Hoy me ducharé al medio aunque me puedan ver porque así igual puedo verte. Eso me trastocó, me calentó. Sabía que él era muy de jugar, de calentar, pero estaba casado. En su momento tuvimos un polvo, pero nada más. Así que dije si este quiere calentar yo más. Entramos cada uno a un bloque de duchas pero nos quedamos los dos en la ducha del medio mirandonos mutuamente. Es como estar enfrente pero con la distancia del pasillo y el resguardo de saber que sólo la otra persona te está viendo. Pero el morbo añadido que cualquiera puede llegar y pillarte.

Él se situó debajo del chorro del agua, ésta recorría su cuerpo. Y lo primero que hizo fue rodear su polla, en ese momento ya estaba totalmente empalmado: el camino conmigo, el verme y la conversación le habían calentado. Empezó a hacerse una paja. Cara a él yo también procedí a que el agua cayese sobre mí y mis manos las lleve a mis tetas empecé a apretarlas, a calentarlo. No iba a pasar nada entre nosotros pero quería darle motivos para su paja.

Él no dejaba de mirarme, yo una de mis manos empecé a bajarla por mi cuerpo y empecé a acariciar mis labios vaginales, me abría el coño, se lo mostraba. Sin duda lo estaba disfrutando cada vez aumentaba más sus movimientos pajeros. Estaba siendo una situación muy caliente. En unas duchas públicas teniendo a pocos metros un chico con un cuerpazo al que me había ya follado. Yo me tocaba y él se tocaba. Así que la situación estaba siendo espectacularmente morbosa.

Cogí el bote del champú y empecé a enfocar a mi coño, me lo metía un poco. Era como follar pero con el bote. Delante mía él se hacía una paja. Decidí aumentar más aún el morbo. Giré mi cuerpo me puse de espaldas a él y empecé a meterme el champú por el coño. Cerraba los ojos e imaginaba lo que él se estaría calentando, lo que estaría disfrutando la visión que estaría teniendo. Mi mente se olvidó del sitio dónde estaba y me dediqué a meterme el champú con ganas, a follarme, a disfrutarlo.

A pensar como lo estaría disfrutando. Tras un minuto sin ni tan siquiera girarme a mirar. Noté una polla que me acariciaba por detrás unas manos situadas en mi culo. Estaba muy cachonda, sin abrir los ojos decidí dejarle hacer. Él no tardó en quitarme el champú de mi coño y sin mediar palabra, sin hacer nada más me metió la polla. Hasta el fondo. Fue entonces cuando me cogió la cintura y me apretó contra la pared, empezó a embestirme mi coño.

En ese momento habló, me dejó a cuadros. No me estaba follando Jorge. Era Derek MI HERMANASTRO. Al principio no supe que decir, como reaccionar. Derek era alguien super serio, en ocasiones hasta distante. Nunca había pensado que él me viera como una mujer. Y así sin saberlo que era él me estaba follando. Tenía su polla dentro y por lo que notaba era grande. Sabía que me lo iba a follar, ya en esta situación no había marcha atrás. Pero no podía dejar que fuera sin dar mi palabra. Me quise zafar de la situación.

Pero no sabía cómo, ni en que momento. Me tenía atada. Me había atado a la ducha. Estaba ahí abierta de piernas mi hermanastro me estaba follando y no podía hacer nada. Pero el calentón y el morbo de la situación sus movimientos de follar me excitaban mucho así que me dediqué a disfrutar. Él amasaba mis tetas. Ahora mismo ni me acordaba de Jorge ni sabía dónde podía estar. Fue cuando giré a un lado y lo vi. Justo a mi lado.

Fue cuando me dijo, sé que no quieres volver a follar conmigo pero sólo te pido una cosa: – ¿Me la chupas? Después de todo lo que había pasado no podía decir que no. Le dije que si, que con él no iba a follar. Así que me soltaron. Mi hermanastro se tumbó en tierra y yo de cuclillas me situé en la forma perfecta para follármelo, cabalgar sobre él. Jorge se puso de pie, su polla a la altura de mi cara. Entonces me la tragué entera, mi primer movimiento fue meterla entera en mi boca, saborearla para empezar a chuparla.

Evidentemente Jorge llevaba ya mucho rato caliente, no tardó en correrse. Al acabar se marchó y me dejó sólo con Derek follándomelo. Él tumbado en tierra y yo de cuclillas fue cuando aceleré, ritmo. En esas hubo otra «interrupción inesperada». Entró Eric mi primo. Alguien con quien nunca había tenido nada, pero que me daba morbo. Nos vio de pleno. Se quedó parado pero sin dudas el bulto suyo crecía y le estaba poniendo. Fue cuando le dije acércate.

Mi mano fue directa a su polla y situé mi lengua en la punta. No quería metermela aun solo calentar al máximo, hacerle una paja dandole besos a la punta. Era muy excitante la situación me follaba Derek mi hermanastro. Se la estaba chupando a Eric mi primo. Cuando poco antes la polla de mi boca era de Jorge mi profesor de boxeo.

La situación inesperada, improvisada, morbosa lo tenía todo. Derek se corrió. Y entonces me levanté, saqué su polla de mi coño sin dejar de pajear y chupársela a Erik mi primo. En ese momento «despertó» Erik hasta ahí no había hablado, ni hecho nada sólo se había dejado hacer. Me hizo levantarme, me abrazó y me llevo contra la pared. Me cogió las piernas y me abrió. Así contra la pared levantándome, las piernas me empotró y me metió la polla. Me dijo no sabes la de pajas que te he dedicado así que ahora voy a aprovechar. Y me comió la boca.

Su polla dentro de mi, su lengua jugando con la mía. La verdad lo estaba gozando mucho yo. Ahi fue cuando me sacó la boca y me dijo dejame follarte el culo. Me cambió de postura y la verdad el momento me estaba superando y le deje hacer su polla entró en mi otro agujero. Él cogió el bote de champu y me lo metió en el coño. Mientras me follaba el culo con su folla, el champú me follaba el coño. Fue un polvo descomunal tras una mañana para recordar.

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