Vacaciones con mi tío y mi papi. Las cuales no voy a olvidar jamás
En unas vacaciones de Semana Santa, cuando yo tenía 18 años, mi mamá se llevó a mis hermanas a Nueva York, a visitar a unos de mi tíos; yo no fui, porque había sacado malas calificaciones y me castigaron, así que me quedé sola con mi papi. Las vacaciones no pintaban bien, afortunadamente uno de mis tíos nos invitó a su casa de Cocoyoc; su familia se había ido de vacaciones a Mcallen y él no quiso ir de compras con cuatro mujeres, así que teníamos la casa para nosotros tres. No era mi plan ideal, pero al menos iba a poder tumbarme en la alberca y tomar el sol a gusto; pero como soy la consentida de mi papi, me dejó invitar a una amiga, así que no estaría tan aburrido. Quién iba a pensar que acabaríamos siendo las putitas de mi papá y mi tío por algunos deliciosos y pervertidos días; yo, una lolita incestuosa.
Mi amiga Andy, a quien invité a Cocoyoc, siempre ha sido muy atractiva y aventada para el sexo; había rumores –ciertos- de que se había acostado con un par de profesores para pasar con mejor calificación; de hecho ella me animó en mis primeras experiencias sexuales. La tercer noche en Cocoyoc –obvio nos quedamos juntas en una habitación, mi papá y mi tío cada quien en la suya- estábamos en nuestra pijama de playerita y calzoncito, cuando Andy empezó a decirme que era muy rico coger con hombres mayores, porque tenían más experiencia, sabían más cómo coger y no eran tan desesperados como los chavos de nuestra edad o un poco más grandes; a mi empezaba a darme curiosidad, hacía unos meses que había perdido mi virginidad, pero sólo lo había hecho con mi novio que tenía 18 años. De pronto me sorprendió diciéndome:
Andy – Tu papá es muy sexy, güey!
Yo – Oye, no mames, en mi papá!
Andy – Pues es muy sexy, güey –le di un almohadazo- jajajaja…yo sí me lo cogía –le di otros almohadazos-
Yo – Pinche, Andy, eres una zorra jajajajaja –me devolvió un par de almohadazos-.
Andy – Pues a coger y a mamar que el mundo se va a acabar jajajaja.
Así estuvimos unos minutos.
Yo – En serio te parece sexy mi papá?
Andy – Bastante! Hace un buen que se me antoja.
Yo – Pero por qué o qué?
Andy – Pues es muy varonil, tiene buen cuerpo, manos grandes, buena nalga…y pie grande, güey jajajaja…está bien bueno y se me hace que ha de coger bien rico.
Yo – Una vez los oí coger.
Andy – A tus jefes? No mames! Qué loco!
Yo – Fue muy raro, güey. Me desperté en la madrugada con sed, fui a la cocina y oí ruidos en su recámara, me acerqué y los escuché unos minutos.
Andy – Ay, pinche Paty, seguro te mojaste, verdad zorra?
Yo – Claro que no jajajaja…bueno, un poquito, es que sí se oían perversos jajajaja.
Andy – Puta madre, tu papá ha de coger delicioso, güey; me cae que sí me lo cogía. Y tu tío no está nada mal, eh, Patito, también está bastante cogible.
Yo – Sí está guapo, verdad?
Andy – Bastante, y te devora con la mirada, no mames!
Yo – Ay, cómo crees?!
Andy – Me vas a decir que no ye das cuenta, no? –la verdad es que me estaba haciendo pendeja, era muy evidente que mi tío y a veces mi papá me veían mucho, como me la pasaba en bikinis muy pequeños…-.
Yo – Bueno…un poco.
Andy – Hasta lo provocas, crees que no me doy cuenta?
Yo – Es que sí está guapo.
Andy – Te lo cogerías?
Yo – Cómo crees?? Es mi tío??
Andy – No te vas a casar con él ni a tener hijos, sólo te lo vas a coger!!
Yo – Jajajaja…ay pues no sé, sí está cogible. Al menos lo voy a provocar.
Andy – No hay pex si les coqueteo un poquito? Me gustan mucho lo maduritos, güey.
Yo – Bueno, pero no te pases, güey, al menos no con mi papá.
Andy – Déjalo que pruebe carne joven.
Los siguientes dos días estuvimos provocándolos un poco, por ejemplo bajábamos a desayunar en short de pijama y una blusa sin brasier, playeras muy abiertas y cosas así. Yo le pedí a mi tío que me pusiera bronceador –sí ya sé, poco original, pero muy efectivo- y me delicioso sentir sus manos firmes sobre mi cuerpo, primero sobre la espalda, le pedí que me desatara el top del bikini, él aprovechó para untarme el aceite hasta rozar mis tetas por el costado –yo moría porque me las agarrara- sólo gemí y dije: “Mmm…qué rico”. Después bajó hasta mi cadera y untó lentamente en aceite en mis nalgas, mi tanga dejaba muy poco al descubierto y eso lo aprovechó muy bien mi tío. Yo abrí las piernas para que me untara la parte interna de las piernas y se acercó bastante a mi conchita, la rozó un par de veces muy suavemente; qué bueno, si no se hubiera dado cuenta de que estaba mojadita. Yo fantaseaba con que me cogiera, con que me poseyera así como estaba, acostada en el camastro, que me hiciera a un lado mi tanguita y me la metiera. Moví un poco la cadera hacia arriba como invitándolo a tocar más, pero no se animó. “Uno agradece el taco de ojo, sobrina”, le agradecí el piropo con una sonrisa y moviendo mi cadera de un lado al otro. Andy le había pedido a mi papá que le enseñara a jugar billar y ella me contó después que aprovechó para embarrar sus nalgas en el bulto de mi papi, después de un rato fueron a la alberca, y le pidió a mi papá que le pusiera bronceador, la manosearon igual que a mi. De hecho ella me contó en la noche que se volteó para que le pusiera aceite en el frente y mi papá la manoseó todita; la puso aceite en las tetas –lo que estaba fuera del bikini- en las piernas, y que cuando le estaba poniendo bronceador en las piernas, Andy abrió las piernas y mi papá le acarició con uno de sus dedos la conchita, mientras le ponía aceite en los muslos; “Puta madre, quería que me dedeara y me cogiera ahí mismo!”, me dijo mi amiga.
Después de un rato los cuatro jugamos en la alberca con una pelota, mi papá y yo, contra Andy y mi tío; mi papá evitaba que mi tío le pasara la pelota a Andy y yo, evitaba que Andy se la pasara a mi tío. Obviamente el juego era una tontería sin sentido, simplemente jugamos para tener un pretexto y tocarnos. Yo le embarraba las tetas o las nalgas a mi tío cada que podía y él me agarraba lo que podía; Andy y mi papá hacían lo mismo. Era muy divertido provocarlos y excitante sentir sus manos en mi cuerpo, su paquete duro en mis nalgas; en ese momento me decidí, mi tío me iba a coger. Supongo que mi papá y Andy pensaron lo mismo.
El día siguiente fue exactamente igual, nos la pasamos provocándolos y en la noche quisimos pasárnosla en la alberca, tomando unos cocteles y escuchando música los cuatro, así que preparamos margaritas y luego mojitos. En cierto momento estaban en una parte Andy con mi papá platicando y mi tío y yo por otro; yo estaba un poco tomada –“happy”, como decimos en México- y eso me pone muy cogelona, pero también con ganas de desalojar mi vejiga, así que fui al baño. Cuando regresaba, no vi a mi tío, pero vi a Andy sentada encima de mi papá en el camastro, estaba besándolo y se movía como si se lo estuviera cogiendo; mi papá le estaba quitando el top del bikini y luego le agarró las nalgas. Me sorprendió un poco, creo que en el fondo creía que ninguno se atrevería a otra cosas que fuera toquetearse, pero también me estaba excitando verlos fajar, en ese momento sentí a mi tío detrás de mi, me abrazó y enseguida llevó sus manos a mi cadera, una de sus manos la deslizó hasta acariciar mi conchita sobre mi bikini; yo estaba paralizada por lo que veía, por lo que estaba haciendo mi tío, pero también súper excitada.
Tío – Qué rico, verdad? –me susurró, yo no respondí- de verlos coger se antoja, verdad, sobrina? Por eso estás mojadita aquí abajito…hay que darle gusto a tu cosita, Patito, no es bueno quedarse con las ganas –me lamía la oreja, yo sentía su verga bien dura en mis nalgas- mueres por coger, Patito, igual que tu amiguita…desde ayer nada más nos andan calentando…-mi tío seguía acariciándome y lamiéndome la oreja- vamos a darle gusto al cuerpo, sobrina, ya estás muy mojadita –estaba empapada-.
Yo – (Me di la vuelta y lo miré a los ojos) Cógeme –entonces me besó, me cargó levantándome de las nalgas, yo lo abracé con las piernas y me llevó a su estudio; se sentó en un sillón y yo encima de él, sus manos agarraban fuertemente mis nalgas, me quité la playerita que traía y luego el top del bikini, dejando mis tetas en su cara-.
Tío – Estás bien pinche rica, sobrina.
Yo – Quiero que me cojas, tío…quiero que me la metas hasta el fondo –yo me movía sobre su verga aún debajo de su traje de baño, el torso ya desnudo de mi tío se veía delicioso-.
Tío – Aguantarás, Patito? –asentí con la cabeza- quítame el traje de baño –entonces me hinqué y le quité el traje de baño, me iba a subir en él, pero me agarró del cabello deteniéndome- espera…mámamela.
Yo – Casi no lo he hecho, tío.
Tío – (Sonrió) Así practicas, linda –entonces se la agarré y empecé a lamerla y luego a mamársela-.
Yo – Mmmmmm…mmmmmmm…mmmmmm.
Tío – Nada mal, sobrinita…creo que tienes más experiencia de la que dices –con su mano en mi cabeza me ayudaba con el ritmo de mis mamadas-.
Yo – Lo hago bien, tío? –mientras le veía con cara mimosa, se la jalaba-.
Tío – Muy bien, chiquita…se me hace que ya has mamado varias, Patito –así estuvimos algunos minutos, después me dijo que me subiera para montarlo; me puse sobre su verga y me fui sentando lentamente viéndolo a los ojos- suave, chiquita, métetela poco a poco.
Yo – La tiene muy grande, tío.
Tío – Es lo que querías, no, Patito? Que te cogiera; ahora sí vas a ver lo que es coger con un hombre y no con un pinche escuincle pendejo –entonces me agarró el cabello con fuerza, también las nalgas- Andaban de cabronas provocando, no? Ahora se chingan, putitas. Y si me gusta vas a ser mi putita estas semanas y cuando quiera, zorrita –me asustó, pero calentó- así que muévete rico.
Yo – Quiero ser tu putita, tío.
Tío – Y también te quieres coger a tu papá, verdad, zorrita?
Yo – Mhm…
Tío – Dímelo, puta…dime que te quieres coger a tu papá.
Yo – Me quiero coger a mi papá…
Tío – Qué más, putita?
Yo – Quiero que me coja bien rico…que me la meta…quiero mamársela…-me dio una nalgada- ay!
Tío – Eso, putita…pero primero vas a ser mía unas cuantas veces.
Yo – Sí, tío…cójame…me gusta.
Tío – Te gusta que te la meta?
Yo – Sí, tío.
Tío – Dímelo…habla sucio, di groserías, di que te gusta que te metan la verga, di que eres una puta…di que te manosean…que te gusta mamarla…anda, di esas cosas, eso nos calienta al coger.
Yo – Me da pena, tío –yo estaba súper caliente, pero me daba decir esas cosas-.
Tío – (Me agarró fuerte del cabello y me dio un tirón) No mames, Patito, me estuviste provocando estos días y desde antes lo hacías enseñando tus tetas y parando las nalgas, crees que no me daba cuenta, pendeja? Me embarrabas las nalgas y las tetas, ahorita me estás montando, y te da pena? No mames! Anda, dime esas cosas.
Yo – Soy una puta, tío…
Tío – Eso ya lo sé, qué más?
Yo – Me gusta que me metas la verga…que me la metan…soy bien puta en la escuela…se las mamo a mis compañeros y a los profes…moría porque me cogieras, moría por tener tu verga dentro de mi, tío…es la más rica que me han metido.
Tío – Qué rico, sobrinita…síguele…
Yo – Se las doy a mis profes para que me pasen, tío…me manoseó el papá de mi novio y sentí bien rico…soy muy puta, tío…me calentó sentir su verga en mis nalgas cuando estábamos en la alberca…y cuando me puso aceite…quería que me la metiera ahí mismo…
Entonces nos levantamos, me llevó al escritorio, me recargó sobre el escritorio viendo hacia la ventana donde pude ver a mi papá cogiéndose a Andy a lado de la alberca; entonces mi tío me apoyó bruscamente en el escritorio con mis nalgas en pompa, mis tetas aplastadas contra la fría madera del escritorio y me la metió en esa posición, bombeándome con fuerza.
Tío – Tienes un culo espectacular, pinche sobrina…qué bueno que eres bien puta…
Yo – Sí, tío…soy una puta –le dije mientras veía a mi papá cogerse a mi amiga-.
Tío – Así te cogen tus maestros, verdad? Contra el escritorio, cabrona…así me cojo a mis alumnas de la universidad…puta madre, qué rica te ves así! Tomas la pastilla?
Yo – Sí, tío…-aceleró sus embestidas-. Ay…ay…mmm…mm…-voltee a ver a mi papá-.
Tío – Mira cómo tu papi se coge a la puta de tu amiga, sobrina…así quieres que te coja, verdad, putita? Quieres sentir su verga dentro de ti, zorra? Eh?
Yo – Sí, tío…-yo estaba a punto de tener un delicioso orgasmo-. Quiero que me coja, quiero ser su puta…
Tío – Y qué tal mi verga, puta? Te gusta?
Yo – Sí, tío…me encanta…qué rico me coge…
Tío – Te vas a venir, puta?
Yo – Sí, tío…
Tío – Yo también, putita…te voy a echar toda mi lechita adentro.
Yo – No, tío, adentro, no…espere…
Tío – Ni madres, putita…adentro…-entonces segundos después de mi orgasmo, sentí cómo su semen me llenó por dentro, la verdad eso hizo mi orgasmo mucho más intenso- aaaahhhh…mmmmmmmmmm…carajo, qué rico, pinche sobrina!
Aún después de descargarse dentro de mi, siguió bombeándome pero ahora más suave, después me la sacó y golpeteó mis nalgas y mi conchita con su verga, dejando las últimas gotas de su semen en ellas. Me llevó de nuevo al sillón, me senté a su lado, pero me dijo que se la mamara otra vez, así que me recosté sobre él y se la mamé de nuevo. Después de unos minutos empezó a acariciarme las nalgas, luego me dedeó la conchita lo suficiente para mojarme de nuevo, entonces me metía los dedos como si me estuviera cogiendo, usaba mi propios jugos para mojarme el culito y los acariciaba para mojarlo y poder meter un poquito la punta de su dedo. Me volví a calentar y él también, estaba duro de nuevo, entonces me dijo que lo montara, pero ahora dándole la espalda; así lo hice, entonces me senté sobre su verga y empecé a cabalgarlo así, él me agarraba la cintura y me ayudaba con el sube y baja.
Tío – Tienes un culito delicioso, sobrina y qué rico se te entierra mi verga.
Yo – La tiene muy rica y grande, tío…me gusta mucho…voy a ser su putita?
Tío – Por supuesto, Patito…vas a ser mi primera putita de prepa –entonces me jaló hacia atrás pegándome en su pecho, me agarró las tetas con una mano y comenzó a frotar mi clítoris con la otra-.
Yo – Ay, qué rico…qué rico me coges, tío…cógeme siempre que quieras.
Tío – Quieres ser mi putita, sobrina? –yo estaba a punto de otro orgasmo-.
Yo – Sí, tío…quiero ser tu putita…cógeme…cógeme…me voy a venir otra vez!!!!
Tío – Vente, putita…lléname la verga de tus jugos, sobrinita…ándale…dale otro orgasmo a tu tío –me acariciaba bien rico el clítoris y pellizcaba mis tetas-.
Yo – Sí, tío…aaaaahhhhh…no mameeeeeeeees!!!!!
Tío – Así se coge a una putita!!
Yo – Ya…ya, por favor, tío…
Tío – Falta algo, putita…
Yo – Eh? No, ya…de veras…-entonces me acostó de lado en el sillón, fue a su escritorio, volvió, se acomodó como para metérmela de nuevo- ya no tío…estoy un poco sensible de mi conchita.
Tío – No va a ser por tu panochita, putita…te voy a dedear el culito –sentí un líquido un poco frío en mi ano, después se puso calientito, minutos después sentí cómo me metía un dedo en mi culito-.
Yo – Ay! No, tío…no, por favor…qué?
Tío – Tranquila, putita, sólo son los deditos de tu tío –metió otro dedo, después otro, luego su pulgar como si me estuviera cogiendo, yo me fui acostumbrando poco a poco aunque dolía, después me puso más lubricante y entonces me metió su verga sin avisar, lentamente-.
Yo – Ay!!!! No…tío!!! Me duele!!!
Tío – Quieres putear, no? Pues esto es coger una puta? Te vas a ir con mi lechita bien adentro, putita…
Yo – Me duele, tío!! –me dolía, pero me gustaba, era rarísimo!!-.
Tío – Relájate, putita…disfrútalo, porque no te la voy a sacar hasta llenarte de leche. –afortunadamente después de pocos minutos me echó todo su semen en mi culito; esa fue la primera vez por mi culito- ahhhhhh…rico culito, sobrina. Ahora sí, eres una buena putita. Luego te enseñaré otras cosas.
Esa fue la primera cogida con mi tío. Al acabar me mandó a mi cuarto, ya estaba mi amiga Andy; platicamos después de un rato. Los siguientes días fueron raros porque todos actuábamos como si nada, pero un algún momento dado Andy se iba a coger con mi papá y yo con mi tío. Días después y con una borrachera de por medio, me cogí a mi papá.