El compañero de papá me cuido demasiado bien, me convirtió en su zorra
Hace varios años mi familia se fue de fin de semana a casa de unos tíos, yo me tuve que quedar porque tenía un par de exámenes en la escuela. La verdad es que me vinieron muy bien los exámenes, siempre es bueno tener la casa sola y manejarla al antojo, aunque sea por un fin de semana. Mi familia se iría desde el jueves y yo me quedaría sola, pero la mañana en que se iban me dijo mi papá que se quedaría como velador un trabajador de su oficina. “Ay, ojalá que no me friegue el fin de semana”, pensé.
-¡Ay papá! No hace falta.
-No está de más, elizabeth. Si algo se te ofrece, si pasa algo, en fin. Más vale prevenir, linda.
-No va a pasar nada.
-Así nos aseguramos de que no pase nada. Va a llegar en la tarde, así que por favor, te quiero aquí para que le abras, está bien?
-Bueno –dije, resignada.
Invité a unas amigas para que se quedaran conmigo en la noche. Siempre es divertido una noche con puras amigas. En la tarde llegó la persona que cuidaría la casa; un señor de unos treinta y cinco o cuarenta años, como de 1.75 y de complexión regular. No me causó gran impresión. Se llamaba Francisco. En fin, mis amigas y yo comenzamos a beber desde que llegamos a mi casa y ya en la noche nos pusimos nuestras coquetas pijamas y seguimos bebiendo. De repente Francisco, Paco como me pidió que lo llamara, entró en la sala –donde estábamos- y me preguntó si nos hacía falta algo; puso una cara cuando nos vio semidesnudas con nuestras pequeñas prendas…
-Invítalo a la fiesta, elizabeth, se ve que le encantaría.
-No lo molestes, pinche Vero…no le haga caso Paco.
-No importa, señorita. Bueno si se les ofrece algo, lo que sea, me quedaré en el cuarto del jardín.
-Sí, está bien, gracias.
-Nos co…mió con los ojos, jajaja.
Unas horas después, sólo quedábamos despiertas Karina y yo, Vero, Andrea y Gaby, ya se habían ido a dormir. Estábamos muy tomadas y retomamos pláticas de sexo; nos preguntamos una a la otra sobre experiencias sexuales, sobre lo más atrevido que hubiéramos hecho…
-Yo lo más atrevido que he hecho es…besar a una mujer.
-No mames, pinche elizabeth, en serio?
-Jajajaja, sí…
-A quién, eso no se dice, la conoces.
-No mames. Y qué tal? Cómo se siente? Te gustó?
-Es rico. –recordé aquella ocasión y comencé a acariciarme; ya en ese momento mis tetas se veían por la abertura de mi blusa de la pijama. Me acaricié las tetas y bajé mi mano hasta mi conchita que se humedecía poco a poco.
-La acariciaste…?
-Nos dimos un faje delicioso…nomás de acordarme….tú nunca lo has hecho, verdad?
-No, pero la verdad se me antoja. Sólo por curiosidad.
-Ah no, yo prefiero una rica verga, pero es rico fajar con una mujer…cómo te acaricia, cómo te dedea, te lame, mmmmmmm…-en ese momento Kari se acercó y me besó. Fue un beso delicioso, suave, tierno, un poco temeroso, pero se relajó rápidamente. Tomé su mano y la llevé a mis tetas. Abrí su coqueta blusa que sólo se cerraba con unos finos lazos y acaricié sus tetas, sus pezones y luego bajé mi mano suavemente por su abdomen hasta los shorts de su pijama y deslicé mi mano dentro de ellos hasta acariciar ligeramente su panty. Estaba bastante húmeda. Acerqué mis tetas hasta acariciar las suyas con las mías y la masturbé.
-Dedéame –le dije.
-Estás empapada.
-Y tú. Te gusta, Kar?
-Ay, sí, me calientas delicioso. Síguele.
Así estuvimos un rato más. Yo no acabé, pero lo disfruté muchísimo. Al día siguiente, en la noche pasó un amigo por mi y nos fuimos a bailar. Me fui muy coqueta, un vestido blanco medio transparente, pegado al cuerpo, espalda descubierta, sin bra y con una panty blanca muy pequeña. Mi idea era que mi novio me llevara a un hotel, pero me dijo que no tenía dinero y que ya había quedado con unos amigos de verlos en la disco. Así que nos fuimos a la disco, pero durante toda la noche estuve calentándolo, para ver si se animaba y me llevaba al hotel para una buena cogida; el faje con Karina me había dejado bastante picada. Cuando bailábamos le embarraba mis nalgas en su paquete cada que podía, le acariciaba la verga sobre el pantalón y le mordisqueaba el cuello; pero insistió en que no tenía dinero para el hotel.
Cuando me llevó a la casa estaba bastante borracha –en buena parte por la frustración- al llegar nos besamos y acariciamos un poco en el coche; me animé a invitarlo a pasar un rato. A esa hora, seguro ya estaría en su cuarto Paco y tendríamos la casa para nosotros, aunque con cierta discreción. Entramos, nos fuimos a la sala –no esperó a subir- y comenzó a besarme y agarrarme las nalgas.
-Estás bien buena, preciosa.
-Te parece? –le agarré la verga encima del pantalón, estaba que explotaba su paquetote.
-Estás más buena que tus hermanas.
-Te consta?
-Tú que crees, chiquita?
-Que eres un cabrón. –nos sentamos, nos seguimos besando, le seguí acariciando el paquete, le abrí el pantalón, saqué su verga y él subió su mano por mi entrepierna hasta llegar a mi panty. Me masturbó sobre la panty, mientras yo se la jalaba.
-Bájate…-me susurró- quiero tu boquita en mi verga, elizabeth.
-Mmmmmmmm…mmmmmmmm…mmmmmmmmmmmmm…
-Así, así…ay, qué rica boquita. –él me acariciaba la espalda, las nalgas, me subió la falda, hizo la panty a un lado y me dedeó.
-M…mmmmmmmmmmm…mmmmmmmmmmmmmmmmm….
-Qué rica panochita, qué culo tienes, elizabeth.
-Síguele, Mario, méteme el dedo…mmmmmmmmmmmmmm…mmm
-Me quiero coger a las hermanitas. Quiero un trío contigo y con Bety. Quiero que me la mamen las dos, quiero dedearlas, metérsela a las dos, par de putas.
-Mmmmmmmm…mmmmmmmmmmm…yo quiero que me cojas con tu hermano, quiero que me la metas mientras se la mamo a él.
-Qué rico…lo vamos a hacer, preciosa. –con uno de sus dedos mojados en mi conchita, me acarició el culo-
-Mmmmmmmmmm…mmmmmmmmmmm…mmmmmmmmmm
-Qué apretado culito…te lo voy a romper, elizabeth, te voy a meter la verga en el culo, elizabeth y te lo voy a llenar de leche…
-Mmmmmmmmm…mmmmmmmm…-sentí cómo su palo se hinchaba y se terminaría pronto, lo quise evitar porque quería que me la metiera, pero no me dejó, detuvo mi cabeza y me llenó la boca con su leche caliente. Como siguió dedeándome, yo también me vine, pero me quedé con ganas de que me la metiera. Le dije que si quedaba un rato más, mis planes eran obvios, pero dijo que no podía porque tenía que llegar a casa.
Cuando se fue me fui a la cocina para tomar y comer algo antes de acostarme, pero de pronto…
-Buenas noches, señorita. –Paco estaba detrás de mi, muy, muy cerca. No respondí, sabía que me había visto- Se divirtió? La trataron bien, señorita? –mi respiración se aceleró, si le decía a mi papá me mataría. Pasó un dedo por mi espalda y bajó hasta la cintura- qué rico calzoncito trae, señorita.
-Oiga, no…!!!
-M…No, qué? –se acercó más y recargó su duro paquete en mis nalgas- vas a hacer lo que yo te diga escuincla, qué dirán tus papás si les digo que se la mamaste a un güey en la sala de tu casa y que te dedeó, eh? O que te besuqueaste con una de tus amigas? –mi sorpresa era enorme, no sabía que me había visto el día anterior, pero habría otra sorpresa- o que te cojes a uno de tus profesores? Que te la metieron tu tío y tus primos? Hoy que te fuiste me encontré tu diario y el de tus hermanas, son unas fichitas y les encanta la verga. Así es que ya sabes. Flojita y cooperando o le digo a tus papás, chamaca. –no tenía salida- Además te va a gustar, te voy a dar verga hasta cansarte, no como ese pendejo…-yo seguía inclinada hacia la barra, él se despegó de mi y me levantó la falda- qué culo, chamaca! Qué rico se ve con ese calzoncito…-me acarició la entrepierna- estás bien caliente…
-Es por lo de hace rato. –la verdad ya me estaba calentando-
-No te hagas pendeja, estás caliente ahorita, quieres que te la metan…-hizo a un lado la panty y me acarició con un dedo la conchita- ya ves, tiene el mono bien mojado; eres toda una putita. La hija del jefe va a ser mi putita. –Sin más, me recostó en la barra, me enrolló la falda en la cintura, hizo a un lado la panty y me la metió por atrás de un solo empujón-.
-Ay!!!
-Ahhhhhh…qué rica estás, chamaca. –fue acelerando el bombeo-
-A-a-a-a-a-a-a-a-aaaaaaaaaaaaaaa…
-Es lo que querías no, chamaca? Para esto fuiste vestida así, no? Eh? Querías que uno de tus amigos te cogiera, no? Eh? Contéstame, carajo.
-Sí, sí, eso quería…a-a-a-a-a-a-a-a
-Por eso ibas con este vestidito transparente y esos calzoncitos, verdad? Pero te está cogiendo un macho, no un pinche escuincle.
-Sí, sí cógeme, métamela hasta el fondo, Paco…a-a-a-a-a-a-a-a-a
-Ya le agarraste gusto, chamaca. Con razón te la meten tantos, tienes un culo delicioso. –me agarraba la falda enrollada y me jalaba hacia él, como si me estuviera montando.
-Ay, qué rico…dame más, así, papi, así…aaaaaaaaaaaaaaa
-Así te gusta, mamita?
-Sí, así…qué rico, qué rico…aaaaaaaaaaaaaaa…mmmmmmmmmmm
-Así te la mete tu profe, putita? Así te gusta que te cojan, chamaca? Así les gusta metértela, verdad? Viéndote el culazo que tienes.
-Sí, me encanta que me den por atrás…qué rico coge, Paco.
-Me voy a venir…te voy a llenar de mis mecos, cabroncita.
-No que hasta que me canse?
-Jajajaja…ya te gustó mi verga, verdad? –me la sacó, me levantó y me dijo al oído- vete a tu cuarto y espérame ahí. Arréglate la ropa, qué dirían tus papis si te ven así? Jajaja. –Le obedecí, la excitación, la adrenalina invadió mi cuerpo. Por fin, luego de unos minutos, llegó al cuarto. Yo estaba recargada junto a mi clóset, con la ropa arreglada como cuando salí de casa; él sólo llevaba unos boxers- Muy bien, qué obediente, así me gusta. –se acercó a mi y me acarició con la punta de los dedos mi cara, el cuello, las tetas, el abdomen…-Vas a hacer todo lo que te diga y cuando quiera. Lo mismo le va a pasar a tus hermanitas. Cabronas…-se recostó en la cama- hazme un strip tease. Encuérate para mí, haz que se me ponga dura otra vez, ricura.
Me paré frente a la cama dándole la espalda, me desamarré el vestido por atrás del cuello y movía mi cuerpo como si hubiera una música suave.
-Qué rico te mueves, chamaca.
Me levanté la falda para que viera mis nalgas, me di la vuelta para que viera mis tetas. –Qué rica estás…- se agarraba el palo encima del boxer, me di la vuelta otra vez y me bajé el vestido enseñándole el culo que tanto le gustó.
-Ven –me subí a la cama y me acerqué gateando hacia él cuando sacó su vergota del boxer y la apuntó a mi cara, me quedé paralizada una fracción de segundo- No te hagas, que con esa boquita se ve que te encanta mamar vergas. Además recuerda que leí tu diario…-comencé a lamerle y chuparle su rica verga- aaaahhhhhh, qué rico, así…qué bien la mamas, nena. Así se la mamas a tu profe? M? Así se la mamaste a tu tío, pinche putita? Eres toda una deliciosa puta.
-Mmmmmmmmmm…mmmmmmmmmmm…mmmmmmmmmmmm
-Ya me la pusiste bien dura, chiquita.
-Mmmmmmmmmmmm…mmmmmmmmmmm…mmmmmmmmm
Después de mamársela algunos minutos desde los huevos hasta la punta de su reata, me dijo:
-Ven, te la voy a meter. Súbete, métetela tú solita, preciosa. –Me senté frente a él, le agarré la verga, la acomodé en la entrada de mi conchita y me senté en ella. Lo cabalgaba mientras él me agarraba y lamía mis tetas. La tenía riquísima, enorme. –Échate para atrás –arqueé la espalda hacia atrás y me masturbaba mientras yo lo cabalgaba moviendo la cadera hacia delante y hacia atrás- qué ricas tetas, qué rico coges, chamaca.
-Ah-ah-ah-ah-ah…aaaaaaaaaaaa, me vengo, me vengo…
-Sí, chiquita, báñame la verga, vente en ella, cabrona –Tuve mi primer orgasmo y me levanté para que me lamiera las tetas-
-Lámelas…
-Mmmmmmmmmmmm…mmmmmmmmmmmm…mmmmmmm
-Ay, sííííííííí…aaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhyyyyyyyyy…ah…
-Te gusta mi verga, verdad?
-Sí, me encanta.
-Voltéate –me senté sobre él, pero ahora dándole la espalda- hasta para adelante…así, ay, pero qué culo tienes. Así sube y baja, sube y baja esta verga, putita.
-Así???
-Así, así…si bien que sabes coger, lizabeth. Eres bien caliente…cómo mueves el culo. Desde que te vi en una de las fiestas de la empresa sabía que cogías delicioso. Cómo bailabas, cómo nos tenías a todos calientes…tú y tus hermanas.
-Dame más, métemela…métemela. –de repente me metió un dedo en el culo; fue un dolor muy placentero- ayayay…con cuidado.
-Mañana te voy a romper el culo, escuincla y te lo voy a llenar de leche. –me dio unas nalgadas y tuve mi segundo orgasmo-
-A-a-a-a-a-a-a-a-a-a-a…mmmmmmmmmmmm…uuuuuuuuuuyyyyy…
-Otro? Jajajaja…esto es un buen macho, no tus pendejos amigos. –Me salí de su vergota, me acosté en la cama boca abajo, ya muy cansada. Se puso sobre mi, me separó ligeramente las piernas, me puso una almohada bajo el vientre, me rompió la panty y me la metió-
-Ah…mmmmmmmmmmmmmm…
-Cómo les gusta provocar a ti a tus putas hermanas…con sus falditas, sus blusitas y su ropa embarrada van a la empresa. Verga es lo que buscan y verga van a tener.
-Mmmmmmmmmmmmmm…aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa…qué rico
-Te voy a llenar de leche, putita. Vas a saber lo que es coger –aceleró el bombeo-
-Sí, dame tu leche. Métemela…cógeme, cógeme…mmmmmmmmm
-Eres una puta, chamaca.
-Sí, soy una puta, me encanta que me den verga…que me la metan dos…que me hagan su puta…que me llenen de leche…me encanta mamar vergas…vente cabrón, lléname de leche…
-Voltéate que te quiero llenar el mono de leche…-me di la vuelta y me llenó la conchita de leche…mmmmmmm, fue delicioso…-
-Aaaaaaaaaahhhhhhhhhhh…
-Ay, sí, dámela toda…-yo pellizcaba mis pezones mientras él llenaba mi conchita. Cuando acabó de venirse, me dio otras bombeadas más, antes de que su verga perdiera su dureza- M-m-m-m…qué rico…
-Coges delicioso…ahora sí puedes dormir satisfecha, chiquita. Mañana te tengo una sorpresa, así que no salgas en la noche, eh?
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