Para tener una buena calificación, me dejo follar por mi profesor
Aquel verano cada vez era mas caluroso. Las recuperaciones se acercaban y no aguantaba pagar el año que viene más dinero por esta miserable carrera. El suspenso me habia caido encima. Habia llorado y suplicado asi que decidí reclamar. Desde siempre me habia gustado ir guapa a la universidad y mas cuando tenia cosas importantes que hacer. A mis 19 años tengo un buen cuerpo y me se lucir. Tengo un pelo muy largo y sexy, al igual que mis piernas. Siempre voy bien depilada y mis labios son muy jugosos. Me puse un vestido muy veraniego para no pasar calor y me fui hasta la universidad. Estaba nerviosa pero no impaciente. Al llegar al despacho no escuche nada asi que decidi llamar. Mi profesor de siempre. Serio. Formal. Padre de familia. Algo gracioso y con tripita cervecera. Entre con fuerza. Manuel que asi se llamaba me miro de arriba a abajo algo extrañado y a mi me intimido.
Cierra la puerta, te estaba esperando.-me solto mientras se sentaba es su sillon de piel y levantaba sus brazos.
Me senté al otro lado de la mesa y comencé a explciarle mi situación. Lo mucho que habia esforzado. La mucha ayuda económicamente que iba a necesitar. Empezó a mirarme con pena y darme negativas. Pensaba ya que no conseguiría que me aprobase pero tenia que seguir insitiendo.
Mire Manuel yo me voy a esforzar con el resto de asignaturas, puedo hasta hacerle un trabajo extra si es necesario pero necesito aprobar.-
Se quedo callado y me miro fijamente las tetas. Ladeo la cabeza y me dijo: Ven elizabeth se que no puedes más y noto que estas apuede llorar acércate a mi.-
Me acerqué sin rechistar conteniendo las lágrimas de impotencia. Por sus gestos intuí que quería que me sentase sobre sus piernas. Asi hice.
-Elizabeth eres una chica muy guapa y con mucho futuro, no es necesario que yo te haga ningún favor.-
Su mano comenzó a tocar mi muslo. Eran demasiadas las confianzas, pero pensándolo bien yo me habia sentido con un vestido mínimo, mas bien unicamente con mis bragas sobre sus piernas y su polla. Me acarició de nuevo. Mi cuerpo respondió. Manuel no era atractivo pero la situación me ponía cachonda. El lo noto. – Elizabeth esta es la única solución que encuentro, la aceptas?- Moví la cabeza asintiendo. -Demuestramelo.-me soltó.
Su mano se metió por debajo de mi falda y se paro esperando que me moviera. Abri mis piernas, al fin y al cabo estaba dispuesta a cualquier cosa por aprobar. Restregue mi culo por su polla y levante mi vestido. Su mane azotó. Cada vez estaba mas cachonda y decepcionada conmigo misma. Me dijo que me levantara y siguiera de espaldas a él. Me bajo el tanga a los tobillos y comenzo a meter sus dedos entre mis nalgas hasta tocar mi ano. Me retorci. Sus dientes mordieron mi culo mientras me obligaba agarcharme.
-Desabrochamelo. –
Estaba de rodillas frente a él. A punto de hacerle una mamada. Me puse a pensar en lo exigente que era en sus correciones y en si lo seria para todo. Quería hacerlo bien. Que al menos mereciese la pena. Le baje la cremallera mientras notaba su polla dura y caliente. La acaricie a traves del calzoncillo y me recogí el pelo en una coleta. La saqué con una mano y le mire mientras comenzaba a pasar mi lengua por ella. Una vez bien húmeda me la metí hasta la garganta. Mi profesor gimio y supe que iba por buen camino. Me agarro del pelo. Le gustaba dominar. Comenzo a moverme como quería mientras yo me aguantaba las arcadas y las lágrimas que se me saltaban. A pesar de todo estaba cachondisima. Siempre habia sido de sexo duro. Se le escapó la polla de la boca de lo fuerza con que le movía la cabeza asi que la giró dejando su culo sobre la polla.
Manuel estaba a punto de correrse pero quería más. Comenzó a restragersela por el coño que estaba mojado y abierto. Manuel empezó a hablarme. A decirme que era una gran putita y que el aprobado estaba cerca. Cada pasada de su polla por mi clitoris me estremecia. Me temblaban las piernas. Queria que me la metiera ya. Un poquito. Del todo. Tres o cuatro veces y me corrí como una colegiala su primera vez. Grite de placer y me agarro los pezones. Manuel estaba consiguiendo que pasase el mejor orgasmo de mi vida. Otro azote. Seguia cachonda.
-Me gusta oirte gran puta. Estas tan buena. – Yo solía podia pedirle que siguiera y el se venía lo notaba. Pero yo me moje entera otra vez antes. Entonces me retiro y me volvio a poner de rodillas.
Le mire desafiante. Me mordi los labios. El polvo de mi vida iba a acabar con su corrida por mi cara. Mis lagrimas se caían por las mejillas.
-elizabeth verte llorar me hace querer darte mas duro. Eres una perra que sabe poner muy cachondos a los tios. –
Saque mi lengua. Me deje. Le miraba a los ojos. El me sostenía la mirada y de vez en cuando miraba mi boca que debia estar totalmente manchada del pintalabios. 5 veces. 6. Mi garganta estaba todo el rato llena. Su polla era muy grande. Empecé a saborear. Su corrida por mi garganta. Me separó. Por la cara, por las tetas. Por mi lengua. Me lo trague. Me gustó tanto. Que habia hecho. El ultimo azote.
-Puedes vestirte. –
Ni un clinex. Solo escuche tienes un diez. Conseguido. El verano era mio.