Antes de irme a la universidad viví momentos únicos, me follé tres coños sabrosos en menos de 24 horas

Soy Matías, actualmente tengo 19 años y esta es la primera parte del relato de cómo me follé 3 coños en menos de 24 horas cuando apenas tenía 17.

Resulta que soy un muchacho alto pues mido 1.87m, con el cabello obviamente pelirrojo, ojos color avellana claro, tez blanca y pocas pecas sobre mi nariz, me encanta hacer ejercicio y deportes, cosa que atrae a algunas chicas de mi entorno. Mis padres son de origen británico, así que hablo los dos idiomas, viajo mucho a Manchester y gracias a su esfuerzo, nuestra situación económica está muy bien.

En el que era mi instituto era uno de los más populares, delantero del equipo de fútbol, pívot en básquetbol y campeón de natación en mi pueblo de Valencia. Mi actual novia, a la que llamaremos Rebeca es una diosa en el sexo, no conozco a alguien que lo haga mejor que ella (y supongo que pensará lo mismo de mi), seños firmes del tamaño perfecto, ni muy grandes ni muy pequeños, trasero excelente, ejercitado y que desafía a la gravedad, tez blanca, cabello castaño y muy ondulado, unos ojos verdes que erizan la piel y una estatura perfecta que ronda los 1.65m.

Por mi forma de ser con los directores y maestros, ellos me han cogido mucho cariño, a tal punto de permitirme entrar a lugares donde comúnmente no es permitido en el horario en el que lo hago, precisamente mi lugar favorito es el Centro de Computación, donde me relajo leyendo, escribiendo y a veces programando. Es uno de los pocos lugares de todo el campus donde no hay cámaras de seguridad en absoluto y donde mi novia y yo hemos aprovechado para hacer locuras motivados por el miedo a ser atrapados.

Eran alrededor de la 1 o 2 de la tarde, estábamos solos en el salón de cómputo y nos empezamos a besar. Sus suaves labios rozaban con los míos mientras su mano se acomodaba en mi paquete que comenzaba a llenarse de sangre y a crecer como un loco, al mismo tiempo, mi mano se escabullía por debajo de su inocente falda para encontrar sus bragas muy mojadas. Comencé a besar su cuello mientras ella gemía levemente y soltaba la bragueta de mi pantalón junto con el botón que lo aseguraba para después abalanzarse a retirar mi bóxer que cubría mi miembro que a este momento ya dolía por la cantidad de sangre acumulada.

Sus labios besaban mi glande mientras mi dedo medio y el anular masajeaban su clítoris humedecido por sus fluidos vaginales. Lamía la cabeza de mi verga mientras hacía pausas para morder sus labios como señal de placer. Hasta que introduje el primer dedo y ella tragaba mi verga sin ningún tipo de piedad, con la mano que tenía libre empujaba su cabeza contra mi pelvis para que toda estuviera dentro de su garganta, he de decir que no es extremadamente larga ni tampoco corta, son 19cm sin embargo sí es un poco gruesa.

Al introducir el segundo dedo en su coño, que para ese instante ya estaba envuelto en llamas, dejó de ahogar sus gemidos y dio rienda suelta a su placer, hizo a un lado mi verga y me miraba fijamente mientras de su boca salían leves gemidos.

-Sí, sí, sí, ohhh

-¿Te gusta, princesa?

-Me encanta

-Eres toda una perra

-Soy tu perra, solo tuya

-Solo mía

-solo tuya. Joder, Mati.-Hizo una pausa- fóllame, fóllame. Quiero tu verga dentro de mi coño

Dejé de masturbarla para que ella se pusiera en posición, apoyada sobre las mesas de las computadoras, con la falta arriba de la cintura y sus bragas por las rodillas, dándome un espectáculo con aquel depilado coño que relucía de fluidos. No pude evitarlo y bajé a comerme su coño, pasaba la lengua por su entrada vaginal, intentando meter la punta dentro mientras ella gemía y apretaba mi cara contra su sexo, me entretuve lamiendo alrededor de su clítoris, cuando tuvo su primer orgasmo. Pasé por su ano, el cual siempre mantenía limpio cuando quería follar conmigo pues le gustaba que lo lamiera.

-Joder, Mati, fóllame- Decía con su voz totalmente entrecortada

No pude negarme y procedí a poner mi pene en la entrada de su vagina. Podía sentir su calor, su estreches, su excitación, mientras comenzaba a embestirla como una bestia. Sus gemidos se intensificaron mientras con mis manos tomaba su cabello para levantar su rostro  y besar su cuello al ritmo de sus gemidos y mis embestidas.

Solté su cabello y me concentré en sus pechos, pues le encantaba que yo los presionase mientras estábamos de perrito. El sonido se intensificaba mientras la velocidad aumentaba junto a sus gritos descontrolados y nuestros cuerpos sudados. He de aceptar que soy muy afortunado de estudiar en un lugar muuuuuy amplio, por lo que el área de computación está separada del resto pues todo está dividido en 9 edificios y poca gente llega hasta el fondo, sin embargo, como mínimo, alguna vez alguien tuvo que darse cuenta, eso nos excitaba más.

Nos besamos y ella tuvo su segundo orgasmo, sus paredes vaginales parecían ahorcar mi pene mientras sus caderas temblaban y me pedía que cambiáramos de posición. Esta vez ella me ordenó acostarme en el suelo, a lo que le obedecí, bajó mi pantalón y se sentó sobre mi verga, introduciéndola toda de una sola vez, yo solté los últimos botones que quedaban cerrados en su blusa y solté el seguro de su sostén sin tirantes (Señal de que quien eligió follar fue ella, desde un principio). Esa imagen de su rostro en éxtasis total, sus pechos saltando por doquier y su coño siendo penetrado por mi verga es combustible de mis pajas aún hoy en día.

Así seguimos hasta que tuvo su tercer orgasmo, este fue más explosivo que los demás, al punto que sus brazos que estaban apoyados sobre mi pecho cedieron y cayó sobre mí al mismo tiempo que mi verga expulsó no menos de 7 chorros de caliente esperma dentro de su coño. Estuvimos así, besándonos al menos por 10 minutos y en total, pasaron 50 minutos desde que todo comenzó. Limpió totalmente mi verga con su boca, dejándola libre de cualquier rastro de semen y se fue al baño mientras yo ordenaba mi ropa y volvía a hacer como si no hubiera pasado nada. El día siguió normal hasta las 6 de la tarde. La segunda parte de este relato.

Espero que te haya gustado, es mi primer relato en el foro, sin embargo no el último. Espero tus comentarios.