Aprovechamos la lejanía de la novia de un compañero de universidad
Era viernes, y como muchos de esos días dedidí ir con unos amigos a tomar unas cervezas al salir de clases, pero vaya que sería un viernes diferente. Un amigo decidió invitar a alguien nuevo, nos presentó a Daniel, nos dijo que era su vecino y tambien estudiaba en la misma universidad que nosotros, también nos comentó que no lo trataramos mal por que su novia estaba de intercambio en España y a veces la extraba mucho.
La verdad Daniel estaba guapísimo, y yo aunque me considero bonita y con buena figura no pensé que él se pudiera fijar en mí. La tarde transcurrió tranquila, tomamos varias cervezas y me animé a acercarme a Daniel, lo inivté a bailar y empecé a coquetear con él sin la esperanza de que resultara. Cuando me tenía que ir se acercó a despedirse y al principio un poco timido me abrazó y me dijo, espero que nos volvamos a ver, yo le contesté que lo esperaba con ganas, de repente se me acercó tanto que nuestros labios se rozaban, y sin pensarlo lo besé, su lengua se enredó con la mia, sus manos tomaron mi cara y nuestros cuerpos se acercaban cada vez más, se acercó a mi oído y me dijo, ven a mi casa por favor te quiero hacer mía. Yo moría de ganas de irme a la cama con él, pero debía regresar a casa así que le dí mi número y me diculpe por no poder , jamás había tenido tantas ganas de ser penetrada por alguien como me pasó ese día.
Llegué a mi casa pues tenia una cena familiar, y sólo podía pensar en que hubiera preferido irme a la cama con Daniel a estar cenando, ya no tenía la menor esperanza de que pasara otra vez, pues lo había dejado en el mejor momento. Ya más tarde en mi cuarto de repente vibró mi celular, era un mensaje que decía «Hola, soy Daniel, el chico del bar de hace rato» enseguida le respondí «perdón por irme así, de verdad quería ir contigo, me encaantaron tus besos». No tardó nada en responder «en cuanto estes en mi cama, te voy a hacer gritar como nunca y te voy a enseñar que no solo soy bueno besando», yo estaba más que caliente y de verdad quería verlo de inmediato, no podía pensar en otra cosa, eran tantas mis ganas que todo el fin de semana de solo recordarlo acababa mojada.
El lunes regresamos a clases y casualmente me lo encontré en el pasillo, cuando me vió soló pudo sonreir y se acercó a mí, yo lo abracé y lo empecé a besar, de repente sentí el bulto entre sus piernas, estaba tan duro y se sentía muy grande, no podía esperar para tenerlo dentro. Bajé mi mano y lo toqué sobre el pantalón y le dije al oido, todo el fin de semana no pude pensar en otra cosa, por favor llevame a la cama. Los dos decidimos no entrar a las siguientes clases e ir directamente a su departamento. Afortunadamente el vivía solo y todo el camino fuimos tocandonos y besandonos. Llegamos a su cuarto y no pudimos resistinos más, empezó a quitarme la ropa y me agarraba las tetas y mordía mis pezones, cuando lo hizo yo solté un gemido de placer, le quite la ropa y comprobé que su miembro era tan grande como lo había imaginado, lo frotaba contra mí.
Me recostó en su cama y abrió mis piernas, se acerco a besarme y su pene quedo en la entrada de mi vagina, que estaba empapada, pero solo lo frotaba y me decía, quería hacer esto desde que te vi, y segia pasando su miembro por mi entrada, llenandolo de mis jugos y volviendome loca, ya no aguantaba más, le dije metemela ya, necesito que estes dentro de mí, y sin más me lo metió entero, yo solte un grito de placer, jamás habia estado con alguien que lo tuviera tan grande, mientras el besaba mi cuello, me tomaba del pelo, sus embestidas eran cada vez mas fuertes, no podía aguantar los gemidos que me provocaba, eso lo calentaba aun más y me preguntaba, es lo que querías verdad? yo le gritaba que queria más y él solo contestaba, te voy a dar todo lo que quieras, saco su miembro de mí y me puso de perrito, sin saber que es mi posición favorita, se puso detrás miío y me embistió, yo arqueba las espalda para sentilo mas profundo, el jalaba mi cabello y logró que me exitara aun más, cuando empezó a nalguerme yo no podía aguantar tanto placer, era la mejor verga que había tenido en mi vida, y eso que había probado muchas.
Logró llevarme a un orgasmo muy intenso, mis gritos eran tan fuertes que si hubieran estado sus vecinos se hubieran puesto celosos, el me tomaba de las tenas y pellizcaba mis pezones duros, me dijo que no iba a aguantar más y me preguntó que si podía terminar adentro de mí, yo estaba tan caliente que solo quería eso, tardo un poco más y podía sentir como su semen escurria entre mis piernas, eso no sé por qué pero me puso muy caliente y me encantó.
Cuando terminamos quedamos acotados un rato, besandonos, de repente sonó su telefono, era su novia desde España, él muy normal le dijo, «no amor, me sentía un poco mal y no fui a clases, estoy descansando un rato y acabo de comer algo que me hizo senrir mejor, me volveré a servir… te mando muchos besos, no sabes cuanto te extraño, quisiera que estuvieras aquí» se despidió y volteó a verme,yo estaba desnuda sobre su cama, se acercó y me dijo, es cierto que me siento mejor, y sin más se recuperó, su verga estaba parada otra vez y sin preguntarme me abrió las piernas y volvió a penetrarme, yo a medio gemido sólo le pude contestar , te puedo hacer sentir mejor todo el tiempo que quieras…
Así es como Daniel y yo empezamos a coger mientras su novia estaba en España, esa fue la primera de muchas veces que lo hicimos, como fue la primera vez todo fue muy tranquilo, pero conforme pasó el tiempo, el sexo era cada vez mas salvaje, hicimos de todo. pero eso es para otra ocasión