Así fue como desvirgue el culo de una madura de casi 70
Hola de nuevo…, les dejo una historia muy caliente…, por su fondo y porque es de ayer mismo, domingo 26.07.2020…
Como ya saben Rosalía me escribió al consultorio para que le diese consejos para seducir a su sobrino Julito, pero la cosa sigue igual de fría…
Como me había dicho que nadie le había comido jamás el coño, no dude en ofrecerme a ello, si ella lo deseaba…
También recordaran que me pedía mi WhatsApp para pedirme un favor…, según ella inocente…
No dude en enviarle el número de mi WhatsApp y enseguida me escribió dándome las gracias por todo…
Nos saludamos educadamente…
Me dio nuevamente las gracias por los consejos y me dijo que los pondría en práctica…, pero que su sobrino Julito era muy cortado…
Su petición inocente era verdaderamente muy inocente…, quería oír el tono de mi voz…
Rosalía es una mujer que intuye el tipo de hombre por la voz, importándole poco su físico…
Como ella misma me volvió a recordar era una mujer madura, algo maltratada físicamente por la vida, con sus arrugas, sus kilillos de más, su prediabetes y su hipertensión…, además de su tremenda celulitis en todos sus jamones y muslos…, aunque decía tener unas buenas tetas…, no quería engañarme…
Hemos hablado casi toda la semana pasada, intimando poco a poco…
El sábado después de trabajar nos enviamos mensajes muy calientes y me preguntó si en serio me atrevía a ir a Sevilla a comerle el coño…
Le dije que no lo dudase, pero que tendría que ir con mi Marga, pues es más morbosa que yo…, en el apartado de maduras tetonas…, y no quería perderse aquella situación comiéndole ella sus tetas mientras yo le devoraba el coño virginal desde el punto de vista oral…
Rosalía es ciertamente tradicional y no le parecía bien la idea pero al final acepto, cuando le dije que le vendaríamos los ojos y no vería a ninguna mujer mientras sentía comer sus tetas y el coño al mismo tiempo, pudiendo pensar que eran dos hombres…
Dicho y hecho…
El domingo por la mañana nada más levantarnos cogimos el coche en dirección a Sevilla y después de unas paradas rutinarias a descansar a la hora de la comida estábamos allí.
Rosalía me había mandado la ubicación y nos esperaba…, algo nerviosa…, como se podía comprobar al primer golpe de vista…
Nos tenía preparados un gazpacho, dos tortillas españolas enormes una con cebolla y otra sin cebolla…, y una enorme fuente de vidrio blanca con ensaladilla rusa adornada con pimiento morrón, con mi nombre…, junto a decenas de botellas de cervecita fresca Cruzcampo…, la habitual en la zona…
Nos caímos muy bien los tres enseguida, ya que Rosalía como intuía es una mujer normal, sincera, muy buena amiga de sus amigos…, y en secreto…, caliente y viciosa…, tan solo con la mala suerte de haber nacido en una época equivocada llena de prejuicios y de una sociedad machista y tradicionalista…
Su casa estaba en la Alfalfa, un barrio en pleno centro de la ciudad, entre la misma Plaza de la Alfalfa y la iglesia de San Isidoro…, una casita de dos plantas con un patio a la entrada lleno de geranios, claveles y decenas de flores más…, oliendo de maravilla.
Después de comer y hacer una interesante sobremesa con unas infusiones, decidimos ya algo morbosos…, y todos excitados…, ir a pasar el resto de la velada e su dormitorio en el que ya había puesto el ventilador del techo para ir refrescando la cama del desvirgue oral de su sexo desatendido durante demasiados años…, aunque en secreto deseaba otro desvirgue adicional…, el anal…
La casa de Rosalía es pequeña, ordenada, de dos plantas, coqueta y con pequeños detalles interesantes como puzles terminados enmarcados, algún trabajo de bordado y muchas manualidades de lana y tela, como cojines, y figuritas de todo tipo…
Antes de pasar a la ducha, nos habíamos mirado morbosos…, la bese y toque su coño…, a través de sus bragas, que estaban chorreantes…
Al sacar mi mano, la lleve instintivamente a mi nariz…, olía a coño juvenil, cachondo deseado de sexo…, mucho sexo…, pero antes de mucha lengua…
Olía adorable…
Mi polla estallaba mis pantalones…
Después de ducharnos por turnos esperaba a las señoras en el centro de la cama…
Vergonzosa en primer momento, enseguida se acomodó a la situación…
Nos besamos…
Marga nos dejó intimar excitada para que Rosalía cogiese confianza… Ella entraría en acción cuando le vendásemos los ojos como habíamos acordado…
Cuando empecé a lamer aquellas enormes tetas blancas, con unos pezones enormes y rojizos, Rosalía ya estaba descontrolada y retorciéndose…
Cunado empecé a devorar su coño por primera vez…, tuvo un primer orgasmo inesperado por tofos en dos segundos…
Su cuerpo daba pequeños temblorcitos y no sabía que decir…
Realmente aquel coño virginal para lo oral…, llevaba más de cincuenta años…, desde su adolescencia…, esperando aquel momento… Jamás nadie se lo había comido…
Cando se corría…, lloraba de alegría…, y su gesto agradecido lo decía todo…
Me confesaba cayéndole aún lágrimas de gratitud…, que desde joven había pensado en eso…, pero que jamás llego a confesárselo a nadie por vergüenza…
Después del momento tierno…, empezó la Rosalía caliente y viciosa a salir…, no podía dejar de estarse quieta y su segundo orgasmo volviéndole a comer el coño llego igualmente sin avisar a los dos minutos del primero…
Rosalía retorcía sus piernas y dedos de los pies que los volteaba…, como jamás había visto nunca…, además de los temblores de su vientre…
Después de aquellos dos primeros orgasmazos, quería más y al decirle que le vendaba los ojos, ya no quiso ni venda ni nada…
Marga se unió a la fiesta ya desnuda… y se tiró sin dudar a sus grandes pechos y los devoraba como ella sabe hacer…
Al final de la tarde las bocas de aquellas dos diosas del sexo se unían bisexualmente…
La verdad es que el bisexualismo siempre está presente en todas las mujeres en mayor o menor medida…
No dejé de comerle el coño en toda la tarde…, salvo para dejarlo descansar mientras le metía pollazos en el coño…
Un coño que hacía años estaba desatendido y que parecía necesario atender más asiduamente…
La falta de lubricación por la edad, la sustituimos por la agradecida saliva…
Le gustaba ser follada, pero la cara de satisfacción al comerle el coño era distinta…, sin duda era más clitoriana que vaginal…
Rosalía se manifestó como una multiorgásmica implacable y cuando tenía el coño irritado de tanta comida…, solo pidió que le estrenase el culo…
Había preparado el lubricante que yo había recomendado en el consultorio y allí me lo mostraba sacándolo del cajón de su mesita sonriendo como una chica mala…
La puse en posición y empecé a dilatarle el culo…
Marga se posiciono debajo comiéndole sin parar las tetas, lo que hacía que Rosalia se relajase algo…
Como ya les había dicho…, la había follado varias veces…, pero era más clitoriana que vaginal y aunque se había corrido, ella anhelaba los orgasmos orales…, y yo…, en mi mente…, pensé que me vendría bien retener mi leche por si me pedía estrenarle el culo…, al menos lo llevaba en la cabeza…
Me enorgullecía haberme anticipado a los hechos…, aunque aún uno puede correrse varias veces…, para estrenar un culo virginal de 66 años, es necesario prestancia, dureza y estar lleno de leche…
Cuando mis dos dedos principales entraban y salían bien por su ano…, me eché un poco de lubricante en mi súper polla y presioné aquel ojete de 66 virgen…
Tarde en pasar la primera barrera de mi glande y hubé de esperar unos minutos a que su tripita se adaptase a mi pollaza… Cuando se relajó, quizás gracias a Marga…, saqué y metí varias veces mi polla de su cueva caliente por cierto al máximo…
Poco apoco iba traspasando centímetro a centímetro…
Decía que lo sentía hirviendo pero con mucho gusto.
Le dije de dejarlo, pero me aseguro que no quería dejar pasar esta oportunidad…
Finalmente después de unos minutos tensos, aquel culo se abrió a placer y ya lo follaba más o menos cómodamente…
Cuando su primer orgasmo anal parecía dispuesto a salir…, le dije que mi leche acumulada de toda la tarde iría a regar su culo….
Se reía por mis ocurrencias…
Estaba sudorosa, acalorada, cachonda y a muy a gusto…
No dejaba de repetir…
– Que suerte encontrarte…
Cerré mis ojos para disfrutar…
Mi leche salía disparada y ella lo notaba…, me lo decía…
– La siento…, la siento…, siento tu leche dentro de mi culo…, José Miguel… que cosa más rara y que gusto me está dando…
La follaba el culo despacio…, no quería sacar la polla para no desperdiciar la leche y para no descubrir aun si acaso venia mi glande con pequeños adornos de color…
Marga se estaba masturbando ante aquella tremenda erótica escena…
Marga, siempre atenta…, preparo una de sus toallitas húmedas y cuando saque mi polla tapando el ano con mi dedo corazón, cogio mi polla y la lio limpiándola despacito…
Al dar la vuelta a la toallita observamos agradecidos que no había restos…
Al saber que aquella leche anal estaba limpia de restos incordiosos, le dije a Rosalía que se acomodase en mi boca…, que quería llenar mi deseada boca con aquella leche y de paso dar mi despedida a aquel coño, aunque suavemente para que no sufriese más…
Cuando poco después yacíamos los tres en la cama…, Marga besando nuevamente la boca y las tetas de Rosalía y yo comiendo el coño de Marga pues los agujeros de Rosalía estaban enrojecidos y doloridos…, la mirada tierna de Rosalía era suficiente para demostrar su agradecimiento…
Marga se estuvo corriendo la siguiente hora de reloj y Rosalía virginalmente bisexual le comía amorosa y maternalmente sus tetazas redondas y le besaba su enorme boca sensual…
Había nacido otra bisexual…, aunque esta venia ya crecidita…, con 66 años…
Horas después, una vez duchados y dispuestos a merendar las sobras de la comida y disponernos a volver de viaje…, Rosalía no sabía cómo decirnos que le había encantado la sesión…
Nos anticipábamos…
– ¿Quieres que volvamos otro día?
– ¿De verdad?…, ¿Lo decís en serio…?
– Pues claro…, ha sido un honor y un doble o triple placer… Estaríamos encantados.
– Gracias chicos…, sois geniales… Que suerte he tenido de encontrarte a través de todorelatos…
Había desvirgado oralmente el coño de 66 añitos de Rosalía y poco después el culo también de 66 de la misma dueña…
Por otra parte marga había integrado al grupo de lesbianas reprimidas otra nueva socia de 66 años…
Lamentaba sus molestias…, pero su mirada indicaba que se sentía plena y con ganas de repetir…
Nos volveremos a ver sin duda, ya que Rosalía es una mujer diez…
Hasta ponto amigos…
PEPOTECR.