Un avispado primito consigue calentar a su juguetona prima, recién divorciada
Un avispado primito consigue calentar a su juguetona prima, recién divorciada, hasta el punto de que ésta le entregue la flor de su ano.
Contaba en esa época con 22 años mi prima tenía por ese entonces unos 32, era casada y tenía tres hijos, recién estaba separada ya que su marido la había engañado y ella no se lo perdonó y lo echó de la casa, como al mes de esto ella llegó a mi casa y entre todo lo que conversamos me confió que sentía muy sola, yo le dije que tratara de volver con su marido, lo cual descartó por completo, como teníamos bastante confianza nos contábamos bastantes cosas me preguntaba por mis conquistas pero yo no daba mayor detalle, en eso estábamos cuando de pronto noté que cruzaba demasiado las piernas, pensé que estaba nerviosa, en uno de esos cruces se me ocurre mirar no sé por qué encontrándome con un fondito blanco apenas visible, sin lugar a dudas eran sus pantaletas, me incomodé y giré la vista rápidamente pero mi prima esbozó una sonrisa casi imperceptible, me sentí muy mal, seguimos conversando y de repente se lleva el vaso de cerveza a los labios muy lentamente, al tiempo que descruza las piernas dejándolas separadas, instintivamente mis ojos se posaron en la separación que dejaron sus piernas y mi sorpresa fue tal, al ver que su calzón estaba metido dentro de sus labios vaginales y no se veía sino una mata negra mezclada con parte de su calzón blanco, mi excitación fue tan grande como mi incomodidad, me sentí mal por excitarme con mi prima y me molesté por haber mirado me levanté rápido al baño y me olvidé por completo que andaba con un traje de baño así que ya se imaginaran que al ponerme de pie, parecía una carpa de campaña, me sonrojé y partí raudo al baño, me sentí humillado, al volver, muuuuy al rato, mi prima se reía en forma sarcástica pero casi imperceptible, y miraba hacia mi pedazo de carne de reojo, bueno dije esto es insólito y me olvidé, al despedirse me dio un beso como si nada hubiese pasado y se fue.
Como siempre me invitaban a almorzar un día fui a casa de mi primita Vero, y conversamos de todos los temas yo me había olvidado de lo que había pasado hace poco pero cuando conversábamos y yo me percaté de su escote y cómo se veía ese delicioso par de senos me vino a la mente lo de la cruzada de piernas y mi erección no se hizo esperar, mi mente ya no veía a esta mujer como mi prima si no como una mujer y qué mujer mientras ella me hablaba de lo mal que se sentía sola y cuanta falta le hacía la compañía de su marido, yo no hacía más que mirar y soñar de reojo con ese par de tetitas, me imaginaba un par de pezones grandes y morenos, mi prima es color canela pelo corto una cintura envidiable para cualquier quinceañera y por supuesto un buen culito, que estaba sostenido por dos buenas piernas, con algo de piel naranja pero casi nada.
En este éxtasis estaba cuando ella me dice fuerte ¡¡¡ primo!!! , me incorpore y le pedí disculpas, en qué piensas primito, me dijo. Ahí se me ocurrió mi venganza dulce por lo del otro día.
– La verdad es que pensaba en una amiga con la cual salgo. – Qué pasa con ella. – Tenemos un problema íntimo que no me atrevo a contarte. – Dale primo si tenemos confianza no me decepciones – Bueno te contaré pero es íntimo así que no te sonrojes eh (por lo que me contaba yo sabía que ella estaba muy caliente y ya no sabía qué hacer). Mira tenemos relaciones con mi pareja pero a ella no le gusta que le dé por detrás y yo quiero probar, el otro día estábamos haciendo el 69 y comencé a meterle el dedo al ano ella como estaba súper mojada ni se dio cuenta cuando le pasaba la lengua pero cuando metí el dedo se enojó y bueno la verdad no sé si estaré mal yo o ella – Ay primito esto sí que es fuerte pensé que era algo más doméstico, uff no sé qué decir espera… – – (antes de que siguiera la corte para contarle más, estaba transpirando), Sin más le dije, el otro día, mientras ella estaba sentada arriba mío, tú sabes que así la penetración es mejor y Uds. se mueven a su antojo, bueno mientras ella subía y bajaba yo le metí el dedo anul
ar despacio y no me dijo nada, cuando ella llegó al orgasmo yo la di vuelta le puse las piernas a la altura del hombro y la penetré estábamos en eso cuando se me ocurrió metérselo por detrás, como yo mientras se lo metía estaba mirando cómo entraba y salía y vi su ano me calenté y lo saqué y se lo puse en la entrada quise presionar y ella se molestó, desde ahí no la he buscado, crees que es mi culpa, tal vez como eres mujer puedas ayudarme. – A todo esto ella estaba sudando mientras yo le contaba al tiempo que prendía un cigarro y movía las manos y piernas de un lado para otro, yo sabía que ya no daba más de lo caliente que estaba.
– Mira primito yo e… Este la ver… la verdad estoy un poco impresionada y sólo te puedo decir que yo nunca lo he hecho por ahí pero creo que en el amor no deberían haber secretos, y tal vez si conversas bien con ella, particularmente a mí me han dado ganas de hacerlo por ahí pero de vergüenza nunca le dije al Pepe, qué hubiera pensado de mí. Así que tal vez conversando se arreglan las cosas.
– Voy a intentarlo Vero te cuento qué pasa luego, y tu dime qué vas a hacer. – – Primo yo te quería decir si…- en eso llegaron sus hijas del colegio y se acabó la conversación así que pasado un tiempo me fui.
Como a la semana la llamé y le dije prima te contaré algo.
– Dime primo qué pasó y cuándo vienes tengo ganas de hablar contigo hoy las niñas no vienen sino hasta la noche. – – Esta semana imposible, pero escucha, hablé con Tana (mi pareja) y le dije que eso era algo normal en una pareja y bueno todo lo que se me ocurrió comenzamos a hacerlo y como el otro día cuando la tenía con las piernas al hombro le puse el glande en la entrada del ano que previamente había lubricado y agrandado un poco y se lo metí muy despacio hasta el tallo mismo y comencé un mete y saca salvaje primita no sabes cómo gozamos y todo te lo debo a ti tengo que agradecértelo, ya te contaré con detalles hoy es casi imposible que vaya para allá porque me juntare con ella le quedo gustando parece pero si puedo alcanzo un beso y cuídate.
– Primo espera yo que…
– Te llamo luego tengo que colgar bye primita.
– Click y colgué, ya estaba lista para la foto así que compré una botella de champagne y me encaminé a casa de mi prima.
Cuando toqué demoró en abrirme, cuando lo hizo vi que se había retocado un poco, sus ojos se iluminaron y se alegró mucho de verme.
– No pensé que vendrías primo qué pasó con tu enamorada. – – Acompañó al papá a una reunión y yo no quise ir así que aproveché y dije le compraré algo a mi dulce prima por el consejo que me dio y que tanto me sirvió (acto seguido le di un gran beso en los labios agarrando cada mejilla con mis manos como de cariño, pero con toda la lujuria y pasión que pude). – – Primo … pero.. qué … qué haces me avergüenzas guau uffff de nada primo. – – Es que estoy contento hace tiempo quería hacerlo por ahí y lo conseguí es tan apretado y caliente y sólo lo conseguí por ti gracias a todos tus consejos. – – De nada primito pero mejor no me cuentes más por favor. – – Por qué, le dije, pensé que teníamos confianza
– Sí pero… no sé es que no sé mejor tomamos un café te prepare algo. – – Para qué si tenemos un rico champagne es mi regalo abrámoslo – al tiempo que lo habría lo movía un poco cuando salió la empapé a ella y a mí. – – Ay primo mi falda y blusa me las mojaste, esta rica mmmm
– Tranquila prima se secan no hay problema, esta rica de verdad eh, la compré para ti.
– Me siento halagada, gracias
– Todavía no le dije al tiempo que le daba de mi copa en sus labios… prima la otra vez me asaltó una duda cuando conversamos en mi casa ( la tomé de las manos y la senté en el sofá). – – Cuál duda loquito. – – Cuando te vi no recuerdo si eran negros o castaños, en el mismo momento le tomé las rodillas y se las levanto poniendo sus pies a la altura del sofá y comienzo a abrirle las piernas descaradamente
– Negro o casta… pero qué…esta…primo… – Mi dedo índice ya estaba metido hasta el fondo en su vagina y mi lengua también lamía y succionaba sus labios vaginales con salvaje pasión.
– Primo noooo…por fa
… ayyyyyyyyyyyyy
No había mas conversación, sus manos agarraban con fuerza mi cabeza y la empujaban hacia adentro como queriendo meterla dentro también, mi dedo ya no daba más así que lo cambié por el anular mientras seguía bebiendo sus jugos que salían de su interior estaba empapada le saqué el calzón y seguí sopeándola hasta que me quité los pantalones, me incorporé y le saqué la blusa, mientras me apoderaba de sus senos y pezones y los chupaba como niño, la penetré con toda mi energía todo el pene se clavó derecho y sin problemas en su más que lubricada entrada, mientras bombeaba una y otra vez más chupaba sus tetas ella estaba extasiada sólo gemía una y otra vez sentía cómo la leche caía por mi tallo erecto y empapaba mi pendejos, la levanté del sofá con sus piernas rodeaba mi cintura y mi carne dentro de ella la tomé y me senté en el sofá quedando ella lista para cabalgar comenzó y subía y bajaba, mi glande estaba por estallar estaba rojo fuego, sus ojos estaban blancos, sus gemidos eran aullidos cuando comencé a sentir la leche hirviendo, me paré desenvainé el sable y la puse arriba del sofá con las manos apoyadas en el respaldo, tomé su cintura y le acomodé el culo para que quedara paradito y listo para ser sodomizado, con mi carne al rojo y mojada hasta el nacimiento se lo pasé por el ano le pasé la lengua y metí un dedo y luego otro ella sólo se movía con la cabeza apoyada en el respaldo sólo esperaba nerviosa el momento de la incrustación, saqué mis dedos y tomé el pene y lo dirigí hacia la entrada negra y oscura metí la cabeza y ella se arqueó miró para atrás como pidiendo piedad, eso bastó para llenar mi lujuria, de un sopetón se lo incrusté hasta el fondo un gemido y un ayyyyyyyy prolongado sellaron la desfloración anal de mi prima Vero, lo metí y lo saqué con fuerza una y otra vez, bombeé hasta que mi leche no aguantó más pero yo quería derramarla en su concha adentro así que antes que eyaculara la penetré por la vagina la leche salió de inmediato bañando su interior se la entregué toda, cuando derramé todo mi líquido dentro de ella la volteé y comenzamos a besarnos como enamorados, fue un polvo magnifico.
– Te gustó prima
– Lo anhelaba tanto por qué no te decidiste antes.
– Quería que estuvieras bien caliente, además como somos primos tenía mis dudas. – – Yo también pero con lo que me contaste quedé calentísima.
– Por eso lo hice, dime te gustó por el ano. – – La verdad me encantó pero fuiste un poco bruto, me sentía llena un poco incómoda al principio pero me gustó bastante. – Tu mirada me cautivó para metéterlo de una vez por completo, a ver déjame hacerle cariño – comenzamos a besarnos tiernamente y así fue como le di a mi prima por lado y lado, dejándola saciada por un rato, cuando le besé las manos sentí un sabor especial.
Primita qué hacías antes que llegara yo – al tiempo que le chupaba el dedo anular.
Bueno me dejaste tan caliente que me estaba masturbando pensando en ti ya no aguantaba más, la otra tarde cuando te fuiste también me masturbé pensando en que me hacías una sopita.
Ven amor que te voy a dar de nuevo por el chiquitín – la tomé de nuevo de la cintura y la senté arriba mío le dije tú misma póntelo lo agarró con la mano y se lo clavó en el ano presioné y entró poco a poco se sentó por completo y mi pene desapareció dentro de su orificio sus ojos ya estaban blancos, se movía como desesperada su culito estaba subiendo y bajando mi pedazo de carne sólo era un sable ardiente que llenaba aquel hoyo negro, cuando el orgasmo le llegó se dobló de placer me besó en los labios y me agradeció la saqué de encima y la acosté me acomodé y se lo metí por la concha sus labios vaginales se abrían ante semejante extraño, se tragó todo el nabo, comencé a metérselo ,con las manos tomaba sus pantorrillas y quedaba totalmente expuesta ante mí se lo metía una y otra vez cuando sentí que ella se venía se la hundí hasta el fondo y se lo movía sin sacarlo de un lado a otro, incrustado y sólo lo movía en forma circular, cua
ndo llegó yo estaba listo se lo saqué me paré en el sofá tomé su rostro tierno en mis manos metí mis dedos en su boca se la abrí y le metí la pichula por completo sin preguntar, bastó sólo un par de chupadas y le entregué todo mi semen a sus entrañas no lo saqué hasta que sentí que se atragantaba con tanta leche, fue una tarde llena de sorpresas y orgasmos la pasamos salvaje.
Desde ese día fuimos amantes por largo tiempo.
Hoy todavía recordamos cuando nos encontramos pero ya no me calienta como antes, eso sí su hermana, mi prima más chica ella sí que esta bien pero…