Charlie mi mejor amigo despierta en mí, unas ganas salvajes de follar
Abusando de mi compañero de trabajo.
Después de que mi jefe me botó de su vida, me vi obligado nuevamente a buscar un empleo, lo conseguí en una tienda de ropa muy famosa, estaba algo cerca de mi casa y como me iban a pagar poco, caminaba todos los días para ahorrar dinero. Eran las vacaciones de verano, y el primer día conocí a mis compañeros, nos saludamos y le pidieron a uno de los chicos que me acompañara, este chico se llamaba Charlie, me pareció muy guapo, era blanco de 1,70 de estatura, complexión normal, 21 años, y sus rasgos eran tiernos, y su forma de ser también, le vi el trasero y tenía un muy buen trasero, este chico llamo mucho mi atención.
El trabajo en la tienda de por sí, era bastante pesado, no teníamos tiempo de hablar con nuestros compañeros porque enseguida nos regañaban los que estaban a cargo. Salíamos a las diez de la noche todos los días con un día de descanso a la semana, yo me sentía un poco abrumado allí, pero ver a Charlie todos los días me reconfortaba, hablábamos de la universidad, de su familia, pero nada íntimo, era alguien muy reservado. Charlie comenzó a ser más cercano a mí, siempre nos saludábamos con un apretón de manos y nos quedábamos unos segundos… Nos la apretábamos más tiempo de lo normal, me sonreía de repente, yo lo sentía genuino, pero me despertaba unas ganas increíbles de hacerlo mío.
Un día a la tienda llegó un señor de unos cincuenta años de edad, algo guapo, se quedó viéndome y fui a preguntarle que necesitaba, el me hizo revisar bastantes prendas y entre eso me hacía platica, preguntaba que cuanto tiempo llevaba allí, si tenía novia, mi edad etc… yo lo vi normal hasta que finalmente se despidió de mí. Al otro día estaba en mi hora de comida y me llamaron por la bocina de la tienda, fui a ver que necesitaban y era e mismo señor del día anterior, él estaba buscándome porque compraría unas cosas, yo ese día estaba a cargo de los probadores, y le dije que sería mejor que se probara la ropa, lo llevé de repente me llamo para que le diera su opinión en cuanto a cómo lucía. En este punto yo sentía que el señor estaba coqueteando conmigo así que le seguí el juego; El abrió la puerta del probador para mostrarme como le quedaba una camisa, para mi sorpresa estaba en un bóxer nada más y su camisa, no pude evitar ver su bulto y sus piernas, era un señor muy bien conservado, se notaba que hacía ejercicio, la verdad Charlie me traía muy caliente, así que por impulso estire mi mano y le agarré el bulto a aquel señor, él me agarró del brazo y me metió al probador, nos besamos intensamente mientras el pasaba sus manos por todo mi torso, bajando por mi espalda y finalmente llegando a mis nalgas, manoseaba mis nalgas como si no hubiese un mañana, yo quería quedarme allí pero debía salir, así que me salí, después intercambiamos números de teléfono para seguir en contacto.
Después de eso nos vimos, él me cogía y pagaba mis cosas, sí ya se, seguramente están pensando que soy de lo peor, pero en ese momento lo necesitaba y este tipo me gustaba, no tanto, pero me la pasaba bien con él.
Mientras tanto Charlie era quien seguía acaparando toda mi atención, era tan lindo, tan tierno y tan noble que despertaba en mí un instinto muy bajo, el instinto de someterlo entre mis brazos. Un día Charlie me dijo que estaba preocupado porque al otro día le habían pedido en la tienda que llegara muy temprano, y que de su casa se hacía una hora y media a la tienda, y que el autobús no pasaba tan temprano así que tendría que tomar un taxi y le iba a salir muy caro. Yo le propuse quedarse en mi departamento y el accedió.
Llegamos, preparamos algo de comer y nos fuimos a la mi habitación, sólo tenía una habitación con una cama muy grande, no puedo dormir en camas pequeñas, así que siempre tengo camas King size, le dije que se quedara conmigo en la cama, a lo cual vi como acepto gustoso, me preguntó con algo de timidez si podía darse una ducha. Se metió a la ducha, y yo no paraba de imaginarme como el agua caía sobre su espalda hasta llegar a sus hermosas nalgas. Tomé aire y mi verga estaba totalmente dura y lubricada de precum, me aventé y me metí al baño, Charlie no se percató que yo había entrado en el baño, él se encontraba de espaldas y el ruido de la regadera era algo fuerte, no veía nada ya que había mucho vapor por el agua caliente así abrí la puerta de vidrio de la ducha y allí pude admirar la espalda de Charlie, tenía un cuerpo de complexión normal, era delgado pero no estaba marcado, y vi aquellas nalgas, eran redondas y grandes, me quite la ropa la aventé y me metí con él. Cuando Charlie se percató de mi presencia se asustó un poco, evidentemente no me esperaba, me veía con algo de sorpresa, yo sólo me abalancé sobre él y comencé a besarlo fuertemente, mientras agarraba sus hermosas nalgas con mis manos, de repente lo volteé y abrí sus nalgas para arrodillarme y meter mi lengua en su culo, como me encantaban esas nalgas. Sólo podía escuchar como Charlie tímidamente dejaba escapar algunos gemidos. Después de un rato de lamer su culito volví a ponerme de pie, lo quise poner de rodillas, pero se resistía, así que con un poco de fuerza casi lo obligué a arrodillarse. Cuando estuvo de rodillas en el piso, le restregué mi verga por toda su cara, intenté meterla en su boca, pero se movía para no tragársela, le di una bofetada fuerte y por la fuerza metí mi verga en su boca, comencé a follarle la boca, él intentaba zafarse pero yo le propinaba algunas bofetadas para que no lo hiciera, escuchaba como se quejaba y hacía sonidos como si se fuese a vomitar, pero no me importaba, quería seguir sometiéndolo, luego de un rato sentí que me iba a venir, él quiso quitarse, pero empuje más mi pelvis contra su boca y con mis manos lo sujete, para que mi verga estuviese toda dentro de su garganta y mi esperma se lo tragara todo sin derramar una sola gota. Me salió mucho esperma, cuando solté la cabeza de Charlie y saqué mi verga de su boca él se estaba ahogando un poco. Nos terminamos de bañar, ninguno de los dos pronunció una palabra y nos fuimos a dormir.
Al siguiente día cuando nos despertamos, Charlie vio que yo tenía la verga dura, como es costumbre todos los hombres nos levantamos erectos, pero él no, así que intento sacármela del bóxer para darme una mamada, pero yo lo quité. No quería que me la mamara. Él se fue a bañarse de nuevo, vi que estaba algo confundido, pero me quedé en la cama, salió de bañarse, se vistió y fue a la cocina a prepararse el desayuno, yo podía dormir mucho más mientras él se iba a trabajar, pero decidí levantarme e ir a ver que hacía Charlie, lo encontré frente a la estufa cocinando unos huevos, no me pude resistir y me acerque a él por la espalda, sin decirle nada, desabroché si cinturón y baje sus pantalones, él intento zafarse, pero lo contuve, puse saliva en mi mano, le puse un poco en su ano y le metí mi verga sin contemplación, Charlie gritó, pero no se quitó, se quedó quieto unos segundos y luego comencé a fallármelo con un mete y saca. Comencé a follarlo fuerte, él me decía que parara porque llegaría tarde, así que acelere mi ritmo y me vine dentro de su culo. Tenía un culo muy cerradito y calientito. Le dije que no se limpiara, que debía irse a la tienda con el culo lleno de mi leche, y que cuando yo llegara a la tienda le revisaría el culo a ver si aún tenía mi esperma dentro. Charlie se fue y yo me dormí otro rato. Cuando fue mi turno de llegar a la tienda, Charlie me vio llegar, pasó por mi lado y me dijo te espero en el baño, eso me excito muchísimo, la verdad a mí se me había olvidado lo que le dije, lo seguí al baño, nos encerramos en un cubículo, él se dio la vuelta bajó sus pantalones y con sus manos se abrió las nalgas, inmediatamente unas gotas de esperma comenzaron a salir de su culo, no me aguante y mi verga respondió inmediatamente. Me bajé los pantalones y de un solo golpe metí mi verga en su culo, la sensación fue muy placentera, su culo estaba totalmente lubricado con mi esperma de la mañana, comencé un mete y saca muy rápido, Charlie empezó a gemir muy bajito, así que con una mano tape su boca para evitar que nos escucharan, el culo de Charlie me enloquecía, así que tarde unos tres minutos en venirme de nuevo dentro de su culo.
Nos limpiamos y fuimos a trabajar como si nada.
Todo parecía volver a la normalidad, no hablábamos del tema, sólo lo agarraba y me lo follaba cuando quería y tenía ganas, y el solo se dejaba, siempre que me lo follaba, ponía caras como si sufriera y estuviese obligado y eso me prendía más, en varias ocasiones lo hice mamar mi verga en los probadores, me lo cogía en los baños frecuentemente, los fines de semana me lo llevaba a mi departamento y lo esposaba, lo amarraba y le daba latigazos con unos juguetes que compré especialmente para usarlos con él.
Un día estaba con el señor que les platique que estaba ayudándome económicamente y me llegó un mensaje de Charlie, diciéndome que ya necesitaba que lo sometiera, él señor se dio cuenta y me reclamó, la verdad no soy de ocultar las cosas, y le confesé lo que le hacía a Charlie, pensé que se molestaría conmigo y me terminaría, pero me dijo que quería conocer a ese tal Charlie.
Así que cite a Charlie en mi apartamento, cuando lo llevé a mi habitación, se sorprendió mucho al ver a un señor en mi cama, yo sólo pude decirle que ahora nos tendría que complacer a los dos, lo empujé contra la cama, le quitamos toda la ropa, lo pusimos en cuatro patas, yo me puse a chupar su culito, mientras este señor saco su verga y se la metió en la boca. Luego cambiamos de posición, el señor le metió la verga a Charlie en el culo y yo se la metí por la boca, Charlie hacía caras de sufrimiento, pero lo disfrutaba, él señor se vino rápidamente dentro del culito de Charlie, así que me dispuse también a fallármelo, el esperma sirvió como lubricante, y le di un buen rato hasta que me vine dentro de él. Así continuamos dos meses, hasta que Charlie tuvo que irse de intercambio a otro país.
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Abrazos a todos.