Comemelo y callate
Ojalá pudiera verte entrar por la puerta, que en un momento se hicieran añicos los miles de kilómetros que nos separan y volviéramos a desearnos como siempre . Entonces solo cabe pensar en besar cada centímetro de tu cuerpo, tocarte, rozar tu cuerpo de arriba a abajo, empezar a desnudarte mientras siento como tu cuerpo empieza a calentarse, ver que deseas que te haga todo lo que yo quiera, entonces me coges la cabeza y empezamos a besarnos salvajemente, ya estas desnuda y mi mano empieza a bajar poco a poco por tu cuerpo. Mi mano, la parte más afortunada de mi cuerpo que manosea tus tetas, tu ombligo, y llega a la zona más caliente de tu cuerpo. Tu coño esta humedísimo y mi dedo entra con una facilidad pasmosa. Mis dedos siguen rozando tu clítoris con muchísima suavidad mientras los pelos de tu cuerpo de erizan de placer. Puedo ver el deseo en tus ojos, el deseo de que no pare de tocarte, el deseo de hacer el amor locamente.
Entonces es cuando tu te muerdes por decirme «fóllame» y sin embargo te callas y sigues haciéndome que cada segundo cada minuto me ponga mas y mas cachondo, pero entonces te tumbo en la cama te ato las manos a la cama…te abro las piernas… y mi lengua empieza a saborear tu húmedo y sabrosísimo coño…
Es sólo el principio y ya puedo empezar a saborearlo, noto como sale un chorrito de dentro de tu vagina, te estás corriendo en mi boca, en mi cara, pero no paro de comértelo y de mover mi lengua al compás de tus movimientos de placer. Empiezas a gritar que no pare de comértelo, lo cual me pone más cerdo y te lo como mucho más a lo bestia metiéndote toda la boca en tu coño mientras mis dedos entran y salen de tu vagina muy fácilmente.
Es hora de meterte mi polla que esta enorme, se muere de ganas de entrar en ti. Entra como si nada, hasta el fondo, te retuerces de placer, primero embisto suavemente, a un ritmo pausado, pero tus ojos me piden que acelere el ritmo y que le de mas y mas fuerte. Mi polla roza cada rinconcito de tu coño e intentamos decirnos te quiero al oído , pero sin conseguirlo del todo, aunque con nuestras miradas sea suficiente para ver lo que sentimos el uno por el otro. Le doy mas y mas fuerte, nos abrazamos y juntamos nuestros labios, empezamos a sentir mas y mas y llega el momento, el momento en el que no puedo mas y te digo al oído … me voyyyy, te amoooooooo.