Compartí a mi novia con un viejo amigo en una noche de fiesta

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A él lo conocíamos porque durante un tiempo estuvo de rollo con una amiga de mi novia, tiene un carácter bastante simpático y abierto. Te sientes cómodo en su compañía.

Una noche de fiesta coincidimos con él y cuando todo estaba cerrando nos retiramos a un rincón apartado de un parque, a esperar a que se nos pasara el efecto del alcohol antes de recogernos. Como es habitual en estas conversaciones salió el tema sexual, y mas concretamente el de los tríos. Hacia tiempo que habíamos oído – pero sin confirmación oficial – que estando con la amiga de mi novia él había hecho tríos. Entre el alcohol y el ambiente de confianza le preguntamos si era cierto, y el lo confirmo y dio un par de escuetos detalles.

Tras ello nos preguntó si nosotros habíamos hecho alguno, lo que negamos. Bromeando dijo que no le extrañaba, pues mi novia – con lo bajita y delgada que es – seguro que no podría con dos para ella. Siguiendo nosotros la broma, y con el alcohol todavía afectándonos, procedimos a afirmar que seguro que ella podía y él a rebatirnos.

Mi novia se ponía a provocar – bromeando todavía – sobándome la polla por encima del pantalón, pegando su cabeza y besando mi bragueta, llegando en varias ocasiones a mirarme y preguntarme si yo creía que podía con dos, a lo que yo respondía afirmativamente.

Entre lo que él había contado sobre la amiga de mi novia y como mi novia me estaba sobando, me encontraba bastante cachondo y empalmado, con ella no cejando de rozar mi polla. Viendo la situación – y aun bromeando – él preguntó si queríamos que se acercara y ella nos lo demostrará, a lo que respondimos que sí. Se puso a nuestro lado y con la broma mi novia empezó a sobarle como a mí, tocando su polla, besando su bragueta y apoyando su cabeza mientras le preguntaba si creía que ella podría con dos.

Él me dijo que parecía que mi novia quería polla y qué si iba a dársela, a lo que respondí – todavía bromeando, obviamente – sacándome la polla y poniéndola a chupar. Mientras su boca y una de sus manos se ocupaban de mi polla, la otra seguía sobándole a él. Tras unos minutos de observar la escena nos preguntó si queríamos comprobar si ella podía con dos, a lo que accedimos y él se sacó la polla también. Mi novia se puso a tocársela, pajearle con una mano y después de chuparme un poco a mí, empezar a chuparle a él.

Un rato se ocupaba de mi polla y otro de la de él, lamiendo, besando, chupando y no dejando tampoco solos a los huevos de ninguno de los dos. Mientras tanto nosotros le tocábamos la cara y las tetas, primero sobre la camisa, luego bajo ella, y finalmente haciendo mi novia una pausa para quitársela junto al sujetador.

Me encontraba a mil viéndola, ella que normalmente es bastante formalita, pero que ahí estaba comiéndose dos pollas. La de él era la cuarta que probaba en su vida y me daba un morbo enorme presenciar la situación. Tenia a mi amada novia comiéndose mi polla y la del que fue rollo de una amiga suya, actuando de forma bastante viciosa y enérgica.

Así estuvo un rato, hasta que sentí que iba a terminar y la avisé, centrándose ella en que todo terminara dentro de su boca. Con él siguió un roto mientras yo la observaba y acariciaba, hasta que él también la avisó y también terminó en su boca, tragándose hasta la última gota.

Tras ello se volvió a poner su ropa y pasamos otro rato charlando, resaltando que mi novia había sido capaz con dos para ella y que él se había equivocado. Con las primeras luces del día decidimos recogernos, el marchando a su casa y yo acompañando a mi novia a la suya. Por el camino me comentó que ya entendía que le había visto su amiga a él y lo bien que se lo había pasado esta noche. La dejé en la puerta de su casa, despidiéndome con un morreo profundo.

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