Con mi amiga Elena nos metimos en un vestidor a probarnos bikinis y al fina terminamos teniendo sexo como si estuviéramos en casa
Hola! Aqui vengo nuevamente con otro relato. Gracias a todos los que se han comunicado conmigo pidiendome relatos nuevos. Se que les debo muchos y estoy tratando de terminar con todos los pendientes. Por ahora les traigo una aventura con mi amiga Elena.
Para quienes no han leido mis relatos anteriores, les cuento que me llamo Amy y actualmente soy estudiante de tiempo completo. Soy una chica que disfruto al maximo mi vida sexual y que me encanta escribir acerca de ello. Lo unico que me gusta mas que escribir es saber que ustedes los leen y por lo que me han dicho, los disfrutan. Lo unico malo de escribir es que termino extendiendome demasiado en mis relatos. Espero no les parezca aburrido y haya valido la pena la espera. Gracias por su paciencia.
TRAVESURAS CON ELENA EN EL VESTIDOR DEL CENTRO COMERCIAL
-‘No mames, Amy…..se te salen todos los pelos! Jajaja!’ -gritó Elena, para luego atacarse de la risa.
-‘Elena!!! Eres horrible!’ -le contesté mientras trataba de mirar mi entrepierna para comprobar si era cierto lo que mi amiga acababa de decirme.
-‘Pues es cierto, se te salen todos los pelos de la panocha por encima y por los lados del bikini’ -volvió a recalcar Elena mirandome y tratando de reirse lo mas silenciosa posible, sin exito.
-‘En serio se me salen mucho? – le dije, levantandome mis pechos con las manos lentamente y mirandome a mi misma. Más allá de mis pechos hinchados y mi panza semiplana, efectivamente ví algunos mechones de vellos oscuros que se enroscaban desde la parte superior del bikini.
-‘Oh sí, hasta parece que traes un chango queriendo salirse de tu calzon. No pudiste depilarte primero antes de venir a comprar nuestros trajes de baño? Tienes un problema de pelos ahí abajo’ – Elena bromeó.
Golpié a Elena en el hombro. Estabamos paradas una junto a la otra en el vestidor de la tienda departamental, mirándonos en el espejo de cuerpo entero. Ambas teníamos trajes de baño pequeños. El de Elena era amarillo, y el mio de color blanco. El bikini de Elena complementaba su cabello castaño, mientras que mi cabello en forma de cola de caballo se veía genial en contraste con mi traje de baño blanco. Lamentablemente mi oscuro vello púbico resaltaba de igual forma en la parte baja del bikini y se notaba mas a causa de mi piel blanca. Habiamos planeado pasar el fin de semana en casa de Elena, asoleandonos y nadando en la piscina de su casa, y con el calor que hacía los ultimos dias era mas que perfecto. Su madre estaria fuera de casa y su padre probablemente ocupado en asuntos de su trabajo como siempre, asi que el asunto de mi excesivo vello púbico no era problema. Despues de todo, a mi novio Franki le gustaba de esa manera y no pensaba depilarme.
-‘No tengo un problema de pelos!’ -le grité, riéndome a mi pesar. ‘Si no me hubieras convencido de probarme un traje de baño de un tamaño demasiado pequeño, no estaría, ya sabes, asomandose mi vello púbico’ -le respondí.
-‘Bueno, ambas prometimos conseguir los trajes más sexys que pudiéramos encontrar. Menos tela significa más piel’ -me dijo Elena, ajustando las cuerdas que sostenían su diminuto bikini. ‘
La parte superior del bikini de Elena consistía en dos triángulos pequeños de tela amarilla y delgada unidos por cuerdas. Los triángulos apenas cubrían sus pezones. Elena se sonrió a sí misma en el espejo. Le gustaba verse sus pechos llenos tan expuestos. Aunque no los tenía tan grandes como los mios, si eran de tamaño considerable.
Metí mis rizos rebeldes de nuevo en la parte inferior del traje de baño, antes de alisar la tela furtiva sobre el montículo que se hacia a causa de mi abultado vello.
-‘Ya! Creo que estaré bien si tengo cuidado’ -le dije a Elena, con mis manos en las caderas y admirandome a mi misma. Todo mi esfuerzo en el gym y la ayuda de mi amiga Liz habian surtido efecto. Atrás habia quedado la chica gordita y rechoncha que habia sido siempre, para dar paso poco a poco a un cuerpo mas escultural. Aún me faltaba por trabajar mas en el gym, pero lo que veia ahora me gustaba y mucho.
-‘Mi madre se asustaria si me viera en este bikini. ¡Es tan pasada de moda y se escandaliza por todo!’ Y tú? También estás mostrando el vello? -le dije mirando de reojo a Elena.
-‘Yo?’ -No tengo ese problema. ‘Ves?’ -me dijo Elena bajando la parte delantera de su bikini, revelando hasta la parte superior de su raja. La tenía depilada y perfectamente lampiña. Abrí los ojos en sorpresa y miré a mi alrededor, como si alguien pudiera estar espiandonos en el vestidor privado.
-‘Tú … te afeítas? – le dije susurrando. De repente sentí un impulso irracional de extender mi mano y tocar la pálida piel de mi amiga el cual tuve que contener.
-‘Sí’ -dijo Elena con indiferencia, mientras se giraba y miraba por encima del hombro, tratando de ver cómo se veía su parte trasera. ‘Desde el mes pasado, cuando comencé a salir con Pepe. Le gusta mi coño sin nada de pelos’ -dijo sonriendo. ‘A veces es Pepe quien me lo afeita’.
Sentí mi cara sonrojada. Incluso sentí como mi vagina se humedecía. Me imaginé a Elena recostada en su cama, con las piernas abiertas, mientras su novio afeitaba los rizos semioscuros de su coño.
-‘Aaah, no mames!. Pepe te hace eso??
-‘Sí, que rico, verdad? Me dejo que me crezca un poquito para él antes de que salgamos o cuando viene a la casa. Me mete la mano en mis panties, y me tantea con los dedos. Luego subimos a mi habitación, me acuesto en mi cama, y él me afeita, luego me enjuaga’ -dijo Elena. Una sonrisa maliciosa creció en su bonita cara. ‘Mientras estoy todavía con las piernas abiertas….sabes lo que hace?’
-‘No me digas, no me digas! ¡No me digas! … Ok, dímelo’ -le dije ya picada por la curiosidad y mi creciente calentura.
-‘Él me come. Me hace el mejor sexo oral que te puedas imaginar. Incluso el otro dia que estabas de visita en mi casa lo hicimos, mientras tu estabas embobada viendo tv’ -dijo Elena dejando escapar un pequeño chillido.
-No mames, en serio?? Yo en la baba, ni cuenta me dí. Neta que no, Elena’ -dije sintiendo como mi panochita dejaba escapar mas liquidos de tan solo imaginar la escena.
-‘Bueno, te darias cuenta si no estuvieras en la pendeja viendo a mi padrastro. Oye, cómo se ve mi trasero?’ -dijo Elena muy quitada de la pena..
-‘Jajaja Claro que noooo! Yo nunca veo a tu padrastro, no chingues Elena’ -dije sonrojandome ante el comentario sobre su padrastro, y bajando la vista al trasero de mi amiga. El traje amarillo era tan pequeño y aunque no era tanga, aun asi hacia que ambas mejillas de sus nalgas estubieran casi completamente expuestas. Aparte la raja del culo de Elena casi se estaba mostrando.
‘¡Se ve increíble! A Pepe le encantará este traje’ -le dije con admiración.
-‘El tuyo tambien se te ve super sexy. Pinches tetotas que tienes apenas te caben en el sosten. Ahora si seguro le paras el pito a mi padrastro en cuanto te vea jajajaja’ -dijo Elena haciendome burla. Tenia ya un par de semanas sin tener sexo y el solo pensamiento de que el padrastro de Elena se excitara viendome en traje de baño, me calentó.
-‘Ya no digas eso, pendeja! Y deja a tu padrastro fuera de esto. Creo que es un señor muy guapo, eso es todo. Pero eso a que yo me fije en el o tenga otros pensamientos, pues no’ -dije fingiendo enojo.
Elena ladeó la cabeza y me lanzó una mirada de soslayo. ‘Sí, claro. Y esos pezones se pusieron duros pensando en … qué?’
-‘Elena! -dije cubriendo mis pechos con las manos. Sin darme cuenta mis pezones se habian endurecido de solo imaginar que el padrastro de Elena se calentara viendome. Don Miguel era de esos señores a los que el paso de los años los hacia aún mas atractivos, y aunque tenia edad suficiente para ser mi padre, el señor se cuidaba mucho y sus incipientes canas lo hacian ver mas interesante. Segun mis calculos andaria entre unos 50 años mas o menos.
-‘Hablando del Sr. Guapo, él estará aquí pronto para recogernos. Digo que quedemonos con estos bikinis. ¡Son perfectos!’ -dijo Elena sin mostrar enojo o disgusto por los comentarios acerca de su padrastro.
-‘Asi que……tu noviecito Pepe te hace el mejor sexo oral que has tenido?’ -le dije a Elena, mientras nos quitabamos los bikinis.
-‘Asi es, el mejor! -dijo Elena mirandose por ultima vez al espejo.
-‘No creo que sea mejor que a como te lo hice yo’ -le dije.
-‘Jajaja lo siento chiquita, pero el es mejor que tu en cuanto a oral se refiere. De hecho el me llega mas adentro con su lengua. Atrás y delante’ -contestó Elena tomando mi comentario como un reto.
-‘Naaah, no lo creo y si quieres te lo demuestro! -contesté con mi ego herido.
-‘Tienes 5 minutos para demostrarmelo o hasta que venga el guardia a sacarnos del vestidor. Lo que pase primero Jajaja! -dijo Elena al tiempo que se aventaba hacia mi, rodeandome con sus brazos y dandome un beso agresivo que le contesté de igual manera. Un beso largo, con nuestras lenguas luchando dentro por invadir la boca ajena. Pronto la saliva empezó a correr por nuestros mentones, haciendo el beso mas húmedo, mas sucio y mas obsceno.
Estabamos desnudas y eso facilitaba el poder manosearnos a nuestras anchas. Nos dabamos lengua como locas mientras con mis manos la tomaba de sus nalgas, apretandoselas y jalandola hacia mi. Elena tomaba mis senos, estrujandolos, apretandolos provocandome un delicioso dolor.
Recordando el limite de tiempo impuesto por mi amiga, bajé mis labios por su cuello, lamiendo, chupando y dejando mi saliva en mi camino a la parte baja de su cuerpo.
-‘Asi, asii Amy….muerdeme, chupame…..sacame la leche’ -me decia Elena mientras pasaba por sus hermosos pechos, chupando con furia sus pezones, como si deveras pudiera sacarles leche. Para mi desgracia no podía perder demasiado tiempo y abandoné sus ricos pechos, no sin antes darle un pequeño mordisco en cada pezón.
-‘Awww….no seas mala, sigue, Amy…sigueeee’ -escuché quejarse a mi amiga, mientras rapidamente mi lengua pasaba por su vientre plano, haciendo pequeños circulos en su ombligo.
-‘No puedo. Tienes algo aquí abajo que requiere mi atención’ -le dije al mismo tiempo que separaba sus piernas con mis manos.
-‘Cómeme cabrona! Cómeme como tu sabes hacerlo!! -me susurraba Elena, tomandome por el cabello y aplastando mi rostro contra su ya empapada panocha. Abrí mi boca para tratar de engullir su vagina, metiendo mi lengua y probando su delicioso agujero.
-‘Slurrrpp, sluuurppp’ -mi boca emitía ruidos escandalosos al hacer contacto con sus jugos, confundiendose con mi saliva haciendo una deliciosa mezcla agridulce que yo devoraba con gula. De la boca de mi amiga empezó a salir un discurso de frases, cada una mas obscena que la anterior, lo cual me motivaba a redoblar esfuerzos en mi ya de por si enfurecido trabajo oral que estaba dandole.
-‘Agghhhh, asiii, asiiii. Comeme, muerdeme….pero no dejes de hacer lo que estas haciendo culera!
-‘Mmm…..sigue Amy, sigueee. No pares hija de tu puta madre, no paresss!’
-‘Dame más, bebé, dáme maaas!’
-‘Me voy a venir, me voy a veniirrr! Chupame puta, chupame y dejame secaaa!’
Tuve que levantar mi mano para tratar de hacerle una seña para que bajara la voz. Lo que menos queria era que nos descubrieran teniendo sexo en un vestidor de un centro comercial. Asintiendo con un movimiento de cabeza, Elena bajó la voz y separandose un poco de mí se dió la vuelta.
-‘Comeme el culo, Amy. Meteme la lengua lo mas que puedas y hazme gozar bebé’ -me dijo abriendose exageradamente las nalgas y ofreciendome su enorme culo.
Aunque no me disgustaba la idea de meter mi boca y mi lengua en su trasero, no era lo mismo hacerlo despues de una ducha y a sabiendas de que estaba completamente limpia a hacerlo despues de una mañana de andar de compras y tomando las obligatorias visitas a los baños públicos. No habia tiempo para arrepentimientos, metí mi rostro enmedio de sus carnosas nalgas y empezé a darle lenguetazos a su apretado ano. Elena al sentir mi lengua, dió un respingo e intentó abrirse aún mas sus nalgas para facilitarme la tarea.
-‘Agghhhh, asii, asiiii es como me gusta que lo hagas! Meteme la lengua, Amy, metela más y pruebame! Agghhh! -escuchaba a Elena decir, mientras pasaba mi lengua por la rajada de su culo de arriba a bajo como si fuera una paleta, para luego terminar en su ano, el cual empezé a mamarle como endemoniada tratando de introducir mi lengua dentro de su caliente y apestoso recto.
-‘Te gusta, putita? Te gusta cuando te como el culo, baby?’ -preguntaba yo sacando mi rostro de su trasero para luego volverlo a enterrar.
-‘Si mi amor, siii. Sigue que ya casi llego, sigueee…..ya no falta mucho’ -respondió Elena con su voz falta de aire, señal de que el orgasmo estaba apunto de llegar.
Abri sus nalgas lo mas que pude con mis manos, para meter mi lengua aún mas. El amargo sabor en mi boca era señal inequivoca de que habia llegado a lo mas profundo de su recto. El tiempo se estaba acabando, escuché ruidos fuera del vestidor. El miedo a ser descubiertas le dió un plus a mi calentura, y redoblé esfuerzos, acompañando mi trabajo oral con un par de dedos que introduje de golpe en la encharcada vagina de mi piruja amiga.
-‘Awwww….si, siiii! Metelos más, mássss!’
-‘Aprietame los dedos, quiebramelos con tu panocha! Rompemelos!’ -le hostigaba para calentarla mas.
-‘Si, si…pero no dejes de besarme ni de meterme los dedos. Mete mas dedos, meteme la mano entera!!! -decia Elena volviendo a subir el volumen de su voz.
Meti otros dos dedos mas, que se sintieron apretados. Tenia cuatro dedos dentro de su vagina y seguia pidiendo mas. Había visto videos de fisting en internet, pero jamás lo habia intentado. Esta era una oportunidad que no pensaba dejar pasar. Absorbí los jugos y la saliva que emanaban de su ano, y los escupí en su panocha. Sonreí divertida al ver el color café transparente de mi saliva escurrir por su depilada vagina. Interrumpí ese pensamiento y juntando el quinto dedo, presioné tratando de meterlo dentro de mi amiga, cosa que no parecia tan facil.
Tomando mi codo con mi otra mano, empujé con mas agresividad, teniendo como respuesta un leve quejido que escapó de la boca de Elena al sentir como mi mano completa entraba dentro de su vagina.
-‘Aghhhhh, ya entroooó todaaa! Ughhh….duele!’ -dijo Elena quejandose. Moví mi mano a los lados como licuadora, para luego hacer pequeños moviminetos de mete y saca.
-‘Ughhhh, eso, eso….muevela. Quiero sentir tu mano dentro de mi, bebé’
-‘Sientes mi mano? Sientela, siente como se abre tu panocha’
-‘Ufff….si, siento que me abres toda. Me estas reventando bebé’ -decia Elena con una voz bien rica, ronquita por el esfuerzo.
-‘Disfrutala, mami. Disfrutala ahora porque luego quiero que me lo hagas a mí’ -lo dije sabiendo que firmaba mi sentencia. Elena jamás olvidaba lo que deciamos y todo lo tomaba como promesa por cumplir.
-‘Ughhh, esta muy grande. Siento rico, pero duele’ -oí quejarse nuevamente a mi amiga.
-‘Quieres que pare? -le dije.
-‘No quiero, pero duele y aparte si sigues presionando me voy a cagar Amy. Sacala. Pero despacio’ -dijo Elena con una voz que denotaba decepción.
Poco a poco fuí retirando mi mano, sacando mis dedos despacio tratando de no lastimar a mi amiga. Elena frunció su panochita al sentirse libre de la presión que ejercia mi mano, la cual salió empapada de jugos y saliva.
-TOC TOC!!
-‘Señoritas, todo bien?’ -se escuchó la voz de una de las vendedoras al tiempo que tocaba la puerta del pequeño vestidor.
-‘Ahhh, si si! Ya estamos terminando, es que nos estabamos probando varios trajes de baño!’ -respondí inmediatamente.
Nos vestimos rapidamente al mismo tiempo que recogiamos los trajes de baño, entre carcajadas ahogadas por la travesura que acababamos de hacer.
-‘Jajaja, ves lo que provocas? Casi nos cachan, pendeja’ -le dije divertida a Elena.
-‘Pos tu, wey, que no te apuras. Ademas perdiste, no me hiciste venir. Pepe sigue teniendo el primer lugar’ -me increpó Elena sabiendo que me daba en el mero orgullo.
-‘Pues si, pero tu morro te lo hace a sus anchas sin que nadie los moleste y en la cama bien agusto. A mi nomas me diste 5 minutos y con el peligro de que nos descubran. Yo digo que es empate’ -refuté.
-‘Empate mis ovarios! Perdiste, aceptalo Amy’ -me dijo Elena tirandome el dedo para provocarme.
-‘Bueno, ya lo veremos despues. Ahora vamonos antes de que regrese la vendedora. Puedes caminar? No te duele? Quieres que te ayude? -me ofrecí a mi amiga. Despues de todo acababa de tener mi mano completa dentro de ella.
-‘Jajajaja Duele poquito pero tampoco es como si hubiera tenido un parto. No exageres wey! Y ya vamonos porque no tarda en venir mi padrasto y se molesta si tardo mucho en salir’ -dijo Elena acercandose y dandome un beso en la boca.
Salimos del vestidor y nos dirigimos a pagar por nuestros bikinis. Todo bajo la mirada acusadora de la vendedora. Cosa que nos valió madre, pues nos esperaba un fin de semana rico en la piscina de la casa de los padres de Elena.