Con papá nos follamos a mi hermana

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Relato enviado por Saúl, si lo leen hasta el final creo que se disfruta más. 🙂

Mi nombre es Saúl, y soy de la ciudad de México, la historia que les voy a relatar es sobre el día que mi papá se metió a la cama con mi hermana, y cómo me aproveche de ésto para llevármela yo también. Comenzaré contándoles un poco sobre mi familia ya que es importante para entender cómo ocurrió todo.

Mi padre se llama Demetrio, tiene 45 años y trabaja en una empacadora como jefe de área de mantenimiento, en su vida ha tenido dos parejas, la primera fue con quien tuvo a mi hermana y la segunda es la que sería mi madre, no se como es eso de los lazos sanguíneos pero mi hermana y yo solo compartimos el mismo padre.

Mi hermana Johana, nació cuándo mi papá tenía 23 años, así que actualmente tiene unos 22, no sé con exactitud ya que nunca le he preguntado su fecha de nacimiento, ella se quedó a la custodia de su madre cuando mi papá la dejó, así que prácticamente no la conocía, ni conviví con ella.

Yo actualmente tengo 18 años recién cumplidos, soy alto, moreno y de complexión delgada. Apenas voy saliendo de la pubertad, no tengo novia ya que soy muy «cachondo» y se asustan cuando les pido ir más lejos en nuestra relación.

Mi madre ya no vive con nosotros porque se separó de mi papá hace 2 años, esto porque él mantenía contacto con su anterior mujer, aún le mandaba dinero y mi madre después de tantos años de discusiones, no pudo seguir tolerando eso, así que se fue de la casa y yo me quedé con mi papá.

Pasó el tiempo hasta que un día papá me hizo saber que mi hermana Johana se vendría a vivir con nosotros, fue tan extraño que lo cuestioné al respecto, me contó que Johana se había vuelto muy rebelde con su madre, que salía muy seguido de parranda con sus amigas y llegaba muy tomada, que su mamá no la podía controlar, ya no la aguantaba. Cuando me contó esto supuse que mi hermana era un desmadre, yo ya no me chupaba el dedo, también estaba en las mismas andadas que mi hermana pero yo sí tenía límites y no salía tan seguido.

Solo tres días después que casualmente era fin de semana, mientras papá y yo tomábamos café, alguien tocó la puerta, papá fue a abrirla y cuando regresó, una chica estaba a su lado.

Papá:

-mira Saúl, ella es tu hermana Johana –

Me quedé impresionado un momento, solo alcancé a decirle «hola Johana», pues no creía que ella fuera mi hermana. De cabello lacio y largo, piel blanca y de apariencia suave, una carita con rasgos finos, cálculo que tenía unas medidas perfectas como las que salen en la TV, venía vestida muy casual pero sexy, con una blusa que se adaptaba perfectamente al contorno de sus pechos, y unos jeans ajustados que cuando la vi de espaldas pude verle el culo, lo tenía paradito y se le remarcaba la ropa interior. Tras darle la bienvenida le indicamos la habitación donde se iba a instalar y luego nos dispusimos a desayunar. Estuvimos platicando para conocerla mejor, nos contó que estaba cursando la universidad y que solo estaría con nosotros durante ese periodo vacacional. Ignorando el hecho de que yo tuviera 18 y ella 22, me gustaba lo que veía, y al parecer a mi papá también le llamaba la atención pues aprovechaba cualquier descuido de ella para mirarle los pechos y el culo.

Pasaron los días y tratamos de convivir con ella, yo les juro que traté de asimilar que era mi hermana, pero por más que lo intente no pude, y tras verla con distintas prendas de ropa me fuí obsesionando con ella, en una ocasión que ella salió con papá a hacer las compras de la semana, ni bien se fueron entré a su habitación y tras buscar en el cesto de la ropa sucia, tomé una pantaleta de ella, y me la jalé hasta venirme, me pudo la lujuria pues ella usaba ropa interior de encaje.

Así pasamos todas las vacaciones sin nada relevante que mencionar, salvo que yo ya estaba muy alterado. Imaginense estar sumamente hambrientos teniendo un banquete enfrente, y no podérselo comer, pues así estaba yo con mi hermana. Pero justo al llegar la última semana de vacaciones, ocurrió algo que cambiaría las cosas.

Resulta que mi padre pretendía organizar una fiesta con familiares en la casa para despedirla como es debido, lógicamente se juntaron tíos, tías, y algunos primos. Ese día Johana se puso un vestidito que no dejaba mucho a la imaginación, se apreciaban sus largas y suaves piernas y de espaldas su redondo trasero, además su escote dejaba ver ligeramente el contorno de sus pechos, desde temprano andaba así por la casa y yo no le quitaba los ojos de encima, tampoco mi papá. Fue hasta la tarde como a las 6 que comenzó la cena familiar, todo se veía normal, risas y bromas por todos lados. Hasta las 8 que de repente alguien puso unas botellas sobre la mesa, y comenzaron a beber, incluso Johana, creo que ella ya estaba acostumbrada a eso. Fue en ese momento que concebí la posibilidad de que si Johana se embriagaba quizás podría meterme en su habitación cuando se durmiera para meterle mano, así que seguí disfrutando de la fiesta como el resto esperando a que se fuera a dormir, pero pasando la media noche yo también ya estaba muy ebrio. Decidí dejar de beber si quería continuar con mi plan, así que me fuí a mi habitación a recostarme un rato en lo que se me pasaba, como a los 20 minutos escuche cuando apagaron la música y dieron por terminada la fiesta, todavía escuchaba sus murmullos desde mi habitación, pensaba que Johana no tardaría en subir a su habitación a descansar y aunque yo estaba impaciente, por un momento cerré los ojos pues los sentía resecos, y sin querer me quedé dormido. Más tardé desperté pues sentí ganas de orinar, miré mi teléfono y eran las 2 de la mañana, las veces que voy al baño a esa hora siempre abro las puertas sigilosamente para no despertar a papá, y así lo hice ésta vez, quizás cuando regresara, de paso iría a la habitación de mi hermana, pero oh sorpresa, cuando caminaba por el pasillo hacia el baño, se abrió la puerta de la habitación de mi papá y repentinamente salió de allí Johana, estaba toda despeinada y en calzones, y llevaba el resto de su ropa en las manos junto con sus zapatillas, nos miramos fijamente un breve instante y luego bajó la mirada y se fue a su habitación sin decir nada, mientras yo me quedé atónito pues seamos honestos, mil cosas me pasaron por la mente en ese momento y decidí que debía comprobar mis sospechas, me dirigí a la habitación de mi papá, yo estaba nervioso por la adrenalina, la puerta seguía entreabierta y cuando entré allí ví a mi papá con el torso desnudo sobre la cama, el resto de su cuerpo lo tapaba una cobija, al parecer ya estaba dormido.

Me salí de allí nervioso, y fuí a orinar, luego regresé a mi habitación, hasta que volví en mí mismo, ya acostado en mi cama comencé a pensar miles de cosas, el haber visto a Johana salir prácticamente desnuda de la habitación de papá, lógicamente se la había culeado. El recuerdo del culo de mi hermana en calzones mientras me daba la espalda cuando se iba a su habitación no se borraba de mi mente, después de un rato comencé a imaginarme cómo habría sido que mi papá se la culeaba, me imaginaba la imagen de mi papá montandose a Johana y eso me comenzó a poner caliente y a la vez enojado, era una sensación confusa puesto que ambos somos hombres y Johana era la mujer que ambos acechabamos, él me la había ganado.

Al siguiente día me puse a tomar café con mi papá, él no sabía lo que yo había presenciado, y en eso bajó Johana, pero no me miraba, ni a papá, era un poco incómoda la situación, solo cuando papá le pasó el café ella agradeció, pero hablaba lo mínimo posible, incluso ni bien terminó su café se fue a su habitación.

Faltaban tres días para que Johana se fuera, y en la casa el ambiente era desolador, yo seguía cachondo por la imagen de Johana desnuda, y tras quedar solo dos días antes que se fuera yo estaba seguro que después de lo que ocurrió ella jamás iba a volver, así que decidí chantajearla.

Por la tarde cuando mi papá salió para ir al taller de balconeria de un amigo suyo para encargarle un trabajo, supuse que sería buen momento para hacerlo pues él tardaría al menos unas tres horas en volver. Me dirigí a su habitación y entré sin tocar, ella estaba acostada viendo su teléfono.

Johana:

-Saúl, qué haces aquí?- dijo sorprendida.

Yo:

-no te hagas la inocente conmigo, lo sé todo-

Johana:

-de qué hablas?- dijo muy nerviosa.

Yo:

-que te acostaste con papá, de eso hablo-

-de que saliste encuerada de su habitación a las dos de la mañana-

Johana:

-Saúl, pero… por qué me dices eso?- dijo aún nerviosa.

Yo:

-porque le voy a contar a todos lo que hiciste-

Johana:

-no Saúl, no me hagas eso, porfavor-

Justo allí fue que mi hermana comenzó a llorar, me empezó a rogar que no le dijera a nadie, me dijo que no recordaba como había ocurrido todo, pero que de haber estado consciente no lo habría hecho que por favor no dijera nada. En ese momento supuse que Johana era de las que cojen en las pedas, ella era la típica zorrita que se pone bien ebria y se acuesta con cualquiera y al siguiente día no recuerda nada.

Yo:

-bueno, si no quieres que le diga a nadie entonces podemos llegar a un acuerdo-

Johana:

-pideme lo que quieras-

Yo:

-bueno pues, ya te disfruto papá, así que ahora te quiero disfrutar yo-

Johana se quedó perpleja, y en resumen, se negaba al principio a hacerlo, lo discutimos y ella trataba de ofrecerme dinero a cambio, pero lo que yo quería era comermela, y cuando le dije que tenía el número de su mamá y que le iba a marcar para contarle todo rápido se puso mansita y terminó aceptando.

Johana:

-no Saúl, está bien, haré lo que digas-

Justo lo que esperaba, no hizo falta decir más, simplemente me acerqué a ella y comencé a tocarla, empecé a meterle mano y fuí directo a su culo, por fin lo tenía en mis manos, con mi boca empecé a besarle los pechos sobre la ropa y después de un rato le dije que se la quitara y ella obedeció. Ya sin nada me le fuí encima manoseandola de nuevo, esta vez le besé sus redondos pechos desnudos y se los chupé. Me desabroché rápido el pantalón y me saqué la verga, yo estaba entre sus piernas así que solo la apunte a su panocha y se la clave despacito, una vez que se la metí toda me la comencé a bombear con fuerza, ella comenzó a gemir despacio y a ratos me decía que tuviera cuidado porque la lastimaba. Debo reconocer que yo estaba extasiado porque esta era la primera vez que tenía una mujer desnuda en la cama, además la diferencia de edades entre ella y yo me inhibía, quizás para mí papá ella era una pendejita insignificante (lo cuál más tarde comprobaría), pero yo no me sentía con la libertad de hacer a semejante mujer a mi antojo, me sentí rebasado por la situación y de la manera más precoz me vine dentro de ella en menos de 2 minutos. Creo que esa fue la peor cogida de mi vida, una vez que termine me puse la ropa rápido y me fuí a mi habitación sin decir nada.

Pasaron dos días y la llevamos a la terminal para que regresara con su mamá, no hablamos con ella durante el camino, todo era silencio, ya en la terminal por un momento papá se la llevó lejos mientras yo cuidaba las maletas, seguramente hablaron de lo que pasó entre ellos, luego de eso regresaron, esperamos hasta que llegó el autobús y se fue.

Papá y yo volvimos a casa, yo me fuí rápido a mi habitación e inmediatamente comencé a recordar todo lo que había ocurrido nuevamente, me puse caliente y me dispuse a masturbarme, para lo que abri un cajon donde guardo mi ropa y saque un calzón que le robe a Johana, uno limpio que guardo como recuerdo, me imaginaba haciendole todo lo que no le hice cuando tuve la oportunidad, y todo por mi inexperiencia en el sexo. Cuando terminé, recordé que tenemos un sistema de circuito cerrado en la casa, y que se guardaban las grabaciones por varios días, la mayoría de las cámaras estaban afuera y grababan hacia la calle, pero había una que grababa hacía la habitación de mi papá desde la ventana.

Inmediatamente fuí a la sala donde estaba el DVR y comencé a copiar los videos de los días anteriores y luego me fuí a mi habitación a revisarlos, después de un rato encontré lo que estaba buscando, el momento exacto en que mi papá y Johana entraron a la habitación después de la fiesta, en el vídeo claramente se ve cuando entran y prenden la luz, papá rápidamente comienza a abrazar a Johana por la espalda y le da besos en el cuello mientras con la otra mano cierra la puerta, luego se van abrazados hasta la cama, mientras que papá le manoseaba los pechos, luego la suelta un momento y se desabrocha el pantalón y lo deja caer al suelo junto con su truza, después papá se sienta en la orilla de la cama mientras que pone a Johana enfrente de él y la hace ponerse de rodillas en el piso, luego pone su mano en su cara y ella lo mira por unos instantes, hasta que se inclina y comienza a darle una buena mamada de verga, pues se ve como Johana se la agarra con una mano y de lado se la lenguetea desde la base hasta la punta, mientras que con la otra mano se sostiene de una de las piernas de papá, luego se la mete a la boca y aunque no se la mete completa se ve que tiene algo de experiencia, papá levanta la cabeza mirando al techo lo cual indica que Johana sabe chuparla bien, así estuvieron como 10 minutos hasta que papá la separa y la hace levantarse, luego la abraza jalandola hacia él y se deja caer sobre la cama junto con Johana, se gira y queda sobre ella, le mete las manos bajo el vestido y le quita los calzones tirandolos al piso, le arremanga el vestido y le separa las piernas, luego se agarra la verga poniendola en su panocha y se la deja ir mientras Johana lo abraza y él cae sobre ella, es entonces cuando la comienza a taladrar, primero iba lento y poco después le daba unas buenas embestidas mientras que Johana era quien hacía lo posible por besarlo, le estuvo dando en esa posición durante otros 10 minutos y nuevamente se separó de ella, al parecer le dió indicaciones para que se diera vuelta, Johana se puso de rodillas sobre la cama dándole la espalda, en eso mi papá le toma el vestido desde abajo y le ayuda a quitárselo, también le desabrocha el brassier y ambas prendas las tira al suelo, la empuja y ella queda en cuatro, papá la toma de la cintura con una mano y con la otra se agarra la verga y se la acerca a su panocha dispuesto a montarla, luego que se acomodó, puso las dos mano sobre su cintura y la jaló hacia él para irla clavando y una vez que lo hizo, Johana quedó con su pecho pegado a la cama mientras que papá comenzó a bombearla, ella solo se agarraba con fuerza de las sabanas y en un momento papá aprovechó para plantarle un par de buenas nalgadas, creo que ese fue un indicativo del grado de excitación que tenían ya que justo en ese instante se dejó caer sobre ella y se giro quedando ambos de cucharita afortunadamente en dirección a la cámara mientras que papá le seguía dando duro, asi se la siguió cogiendo mientras la abrazaba agarrándole los pechos desnudos, en el vídeo alcanzaba a ver la verga de mi papá entrando y saliendo de Johana, ella lo estaba disfrutando tanto que se veía reflejado en la cara que ponía mientras se mordía los labios, y después de unos minutos vi cuando papá bajó una de sus manos abrazándola por la cintura y ahí fue que le dió sus últimas embestidas, no me lo podía creer. Luego de eso se quedaron abrazados besandose y minutos más tarde papá la dejó de abrazar y quedó en la posición que lo encontré, Johana estuvo media hora ahí acostada al lado de él, hasta que se levantó de la cama lo volteó a ver un momento y luego fue a tomar su ropa del suelo, primero se puso los calzones y después simplemente tomó el resto de su ropa y zapatillas y fue hacía la puerta, la abrió y salió, pero ahí se ve claramente que se detuvo un instante, fue cuando nos vimos en el pasillo, y luego salió del alcance de la cámara, también se ve el momento después cuando yo entre a la habitación. Ver ese vídeo me puso caliente pero también frustrado, pues vi como mi papá se tiró a Johana y a diferencia mía él sí la supo dominar y hacerla suya.

Y aquí termina mi relato, después de eso guarde el video en mi laptop y posteriormente lo perdí cuando se descompuso el disco duro. Respecto a Johana, perdí contacto con ella, no supe si quedo embarazada de mi papá o de mí, o si usaba métodos anticonceptivos, y cada vez que le pregunto a mi papá me dice que está bien, que su mamá lo tiene al tanto de su vida, pero que no piensa volver a visitarnos porque «no le gustó el viaje». Estaré pendiente de sus opiniones y consejos.